El pueblo de Guantánamo respondió también en abril de 1961

Por: Yaimara Villaverde Marcé


La provincia cubana más oriental siempre ha ocupado lugar primordial en los planes enemigos, por su cercanía con la ilegítima base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, que en las jornadas de abril de 1961 reforzó su dispositivo militar, subrayó a la AIN José Sánchez Guerra, historiador de esta ciudad.

Pero a los adversarios de la Revolución Cubana les salió el tiro por la culata y por partida doble en esos días, cuando al invadir a Girón previeron contar en Guantánamo con una “quinta columna”, señaló el intelectual vísperas del aniversario 52 de la victoria cubana del 19 de abril, primera derrota del imperialismo en América.

Mientras el centro de la Isla enfrentaba el ataque mercenario de la Brigada 2506, armada, entrenada y transportada por el gobierno de los Estados Unidos en evidente fomento del Terrorismo de Estado, en la región más al Este de Cuba fueron neutralizados grupúsculos que pretendían desestabilizar el orden, y se mantuvo la seguridad ciudadana.

Versado en estos temas, Sánchez Guerra recordó cómo desde 1960 la Agencia Central de Inteligencia (CIA) apoyada por la contrarrevolución interna trazó en esta provincia varias acciones terroristas, algunas articuladas desde la ilegal fortaleza militar yanqui impuesta a la nación caribeña desde inicios del siglo XX.

A estas intentonas –argumentó- el pueblo dio pronta respuesta, desde los denominados Sectores Serranos, organizados ese propio año -en esta zona y otras del oriente- por el entonces Comandante y Ministro de las Fuerzas Armadas Raúl Castro, para garantizar la integridad de la Revolución, desde montañas y costas.

El historiador recuerda además que en abril 1961 -próximo al ataque a Girón- el municipio guantanamero de Baracoa fue uno de los puntos de la Isla en los que las filas invasoras apostaron buques para distraer las fuerzas cubanas, mientras la acción real se dirigía a Bahía de Cochinos.

La respuesta fue también firme en la Primera Villa Cubana, cuyo pueblo se organizó, bajo el mando del Comandante Eddy Suñol, y disuadieron el intento de desembarco de los mercenarios.

Por su aislamiento geográfico Baracoa era importante para los planes imperialistas, por ello la Revolución destinó allí importantes efectivos, entre ellos un batallón de Jiguaní -de la hoy provincia de Granma- que ocupó posiciones junto a los locales.

Explica Sánchez Guerra que, simultáneo a la invasión a Playa Girón, el 17 de abril, el enemigo preveía que arribaran centenar y medio de sus hombres por las costas entre los municipios de San Antonio del Sur e Imías, para formar aquí guerrilla, desestabilizar, y acceder a la base yanqui si se les frustraban las acciones.

Finalmente esa operación abortó, y para esos días se detuvieron los elementos de la contrarrevolución interna que quedaban. El Ejército Rebelde, los Órganos de la Seguridad del Estado, y las milicias integradas por obreros, estudiantes y campesinos, cuidaron cada montaña, litoral y comunidad.

Pero Guantánamo, tierra de gran tradición revolucionaria, no solo resguardó este pedazo de suelo patrio, sino que estuvo también en la batalla principal en las arenas de Girón. Allí combatieron 37 de sus hijos, seis de los cuales cayeron luchando.


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