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Abel Santamaría: el Elegido de la Revolución


“Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí, pero mi historia es difícil:  no voy a hablarles de un hombre común.  Haré la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia. Es una historia que tiene que ver con el curso de la Vía Láctea, Es una historia enterrada Es sobre un ser de la nada…”
Esta es parte de la letra de la canción El Elegido de Silvio Rodríguez, en la cual se enaltece la valentía de Abel Santamaría Cuadrado, quien estuviera entre los jóvenes que asaltaran el cuartel Moncada aquella mañana de la Santa Ana, el 26 de julio de 1953.
Tal como escribió Silvio Rodríguez, Abel Santamaría Cuadrado, no es un hombre común, sino del Elegido, el joven que decidió su propio destino y sigue matando canallas con su cañón de futuro. Un hombre que sigue demostrando con su legado que lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida. Y esta son suficientes razones para que por siempre reconozcamos su valía.
Hijo de emigrantes españoles Abel había nacido en Encrucijada, provincia de Las Villas el 20 de octubre de 1927.  Su infancia y adolescencia, transcurrieron en el ingenio azucarero Constancia, junto a sus hermanos Haydée, Aída, Ada, y Aldo. Comenzó a laborar a los nueve años en la tienda del central, donde fue mozo de limpieza, despachador de mercancía y oficinista
A los trece, conoció al líder azucarero Jesús Menéndez, y esto lo impulsó por el camino de las ideas socialistas. Posteriormente, viaja a La Habana en busca de mejoría y alquila un apartamento en el Vedado, sitio que se convertiría en centro de reunión de los jóvenes que reclutaba Fidel. Desde allí, se forjaba la naciente Revolución.
Al producirse el golpe de estado de Batista el 10 de marzo de 1952, Abel estuvo entre los primeros en manifestar su repudio.  Junto a un grupo de jóvenes, entre ellos, Jesús Montané y Raúl Gómez García, edita el periódico clandestino Son los mismos, más tarde El Acusador. En este momento él y sus compañeros se incorporan al movimiento insurreccional organizado por el entonces abogado Fidel Castro.
Abel Santamaría y Fidel se conocieron durante los actos de recordación del 1ro de mayo de 1952; en el cementerio de Colón. Ahí Santamaría encontró a quien, como él, creía que:  "Una revolución no se hace un día, pero se comienza en un segundo".  Fidel, en cambio, conoció a quien catalogó “como el más generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes”.
A partir de ese momento, quedó sellada entre los dos, una extraordinaria amistad. Fidel confiaría en Abel los asuntos y tareas más importantes del incipiente grupo insurreccional. Por su modestia, confianza y disciplina, Abel Santamaría Cuadrado es elegido como Segundo Jefe del Movimiento de la Generación del Centenario. 
En esta condición, participó actividades de adiestramiento militar, preparación de las células, propaganda, búsqueda de recursos económicos, compra de armamentos y uniformes. Asume, además, la preparación del cuartel general del movimiento en la Granjita de Siboney, y del hospedaje de los revolucionarios.
La noche del 25 de julio, Abel y Fidel se reunieron con los asaltantes para exponerles sus misiones en el combate, entonces Abel diría: Es necesario que todos vayamos con fe en el triunfo; pero si el destino es adverso estamos obligados a ser valientes en la derrota, porque lo que pasó allí se sabrá algún día (...) Nuestro ejemplo merece el sacrificio y mitiga el dolor que podamos causarles a nuestros padres y demás seres queridos. ¡Morir por la Patria es vivir! “
Previo al ataque, Abel intenta una vez más convencer a Fidel de ir al lugar de mayor peligro para proteger la vida del jefe revolucionario, pero esto le fue negado: “No vamos a hacer como hizo Martí, ir tú al lugar más peligroso e inmolarte cuando más falta le haces a todos”.
Ante esta afirmación el joven abogado comprendiendo la preocupación del segundo jefe de la acción, le pone las manos sobre los hombros y determinante le manifiesta: “Yo voy al cuartel y tú vas al hospital, porque tú eres el alma de este Movimiento y si yo muero tú me reemplazarás”.
Abel Santamaría debía de tomar el hospital civil "Saturnino Lora", limítrofe al Moncada con 19 combatientes, entre ellos, Haydeé, Melba Hernández y el doctor Mario Muñoz Monroy. Pero la acción armada fracasó y cayó prisionero junto a varios compañeros, fue brutalmente torturado por los esbirros del ejército batistiano y finalmente asesinado el mismo día 26 de julio de 1953. Tenía solo 26 años y la tiranía batistiana apagaba su vida.
“Es mejor saber morir para vivir siempre”, dijo Abel a su hermana Haydee antes de ser ultimado. Con esta premisa, siempre que aludimos a la vida, pensamos en aquel joven alto y rubio, que llevaba espejuelos redondos de armadura de carey. Pensamos Abel Santamaría Cuadrado, un joven que con su muerte el 26 de julio de 1953, pasaría a la historia no solo como el Elegido de Silvio Rodríguez, sino también como el Elegido de la Revolución.

En Bayamo: otra acción armada del 26 de julio de 1953

En Bayamo: otra acción armada del 26 de julio de 1953
El 26 de julio de 1953, mientras en Santiago de Cuba  Fidel Castro arengaba a un centenar de revolucionarios, en Bayamo, otro grupo dirigido por Antonio “Ñico” López, se trasladaba hacia el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, lugar que pretendían tomar con el factor sorpresa.

Una vez en el sitio,  parte del grupo saltó la cerca del fondo y avanzaba hacia el patio. Sin embargo,  uno de los hombres que aún no había cruzado, notó la presencia de un soldado en la caballeriza y, sin haber recibido la orden para ello,  le disparó. Esto provocó un fuerte tiroteo.

El resto de los soldados se advirtieron y de inmediato tomaron posiciones para resistir el ataque. Una ametralladora en la azotea del edificio impidió el avance de los revolucionarios y esto los puso en una situación muy desventajosa.

Perdido el factor sorpresa y tras media hora de desigual combate, los asaltantes no tuvieron más opción que retirarse. Anteriormente  le causaron dos bajas al Ejército de la tiranía, mientras, por la parte de los revolucionarios,  sólo hubo un herido.

En el retroceso, el grupo se dirigió hacia un servicentro cercano para incendiarlo y rear una confusión generalizada, esto les permitiera escapar de la feroz persecución de los esbirros de la dictadura. En el camino se cruzaron con un vehículo donde viajaban varios militares y les dispararon, causando la muerte a un sargento de la Policía Nacional.

Sin pérdida de tiempo, las fuerzas del régimen batistiano, organizaron el acecho y asesinato de los asaltantes capturados. Esta situación, desató una bestial represión y se convirtió en una de las páginas más sangrientas en la historia de Cuba, pero también fue ejemplo del heroísmo de la nueva generación que se gestaba.

El asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes culminó en una derrota militar para los revolucionarios. A  pesar de ello, Fidel Castro brotó como el dirigente y organizador de la lucha armada en Cuba y dicho combate representó un nuevo punto de partida en las luchas de liberación nacional.

Melba y Haydée: mujeres de fuego y miel

Durante los más de cien años de luchas por la libertad de nuestra Patria las mujeres ha tenido un papel importante, pero la heroica acción del 26 de Julio de 1953, marcó la última etapa de liberación nacional.

En esta acción, participaron las heroínas Haydée Santamaría y Melba Hernández, las dos únicas mujeres que participaron en dicha acción. Dotadas de una gran ternura y revolucionarias hasta la médula, ellas estaban convencidas de que las ideas del abogado Fidel Castro eran para transformar la situación económica, política y social de Cuba.
 
Juntas, Melba de 32 años y Yeyé de 33, vivieron los sucesos de las acciones previas al ataque del cuartel Moncada, segundo bastión militar del dictador del dictador Fulgencio Batista, en Santiago de Cuba.
 
Víspera de las acciones bélicas, alistaron los uniformes de los combatientes y aunque no se había tenido en cuenta que tomaran parte activa en el asalto, la dirección del Movimiento aceptó que colaboraran como enfermeras en el hospital Saturnino Lora.
 
Su misión era la de imprimir, distribuir propaganda y garantizar otras tareas de la organización revolucionaria, tal el caso de ocupar el hospital Saturnino Lora, junto a otros compañeros, tranquilizar a los ingresados y curar a los heridos.
Tras el asalto al cuartel Moncada, Melba y Haydée, las mujeres del Moncada, fueron detenidas en Santiago de Cuba y condenadas a siete meses de cárcel. 

Luego trasladadas a la Cárcel de Mujeres de Guanajay, en La Habana y desde allí, siguieron manifestándose contra la tiranía batistiana. Para ellas la lucha contra la tiranía no culminó junto a los muros del Moncada, sino que se acrecentó cuando una vez puestas en libertad el 20 de febrero de 1954, siguieron cumpliendo las misiones  encomendadas.
 
Con su ejemplo, indicaron el camino a seguir junto a nuestro pueblo y demostraron el infinito amor conque enfrentaron las tareas orientadas por el Comandante en jefe Fidel Castro tras el triunfo de enero de 1959. Así eran Melba y Haydée: mujeres de fuego y miel.

Himno del 26 de Julio: un canto rebelde (+Video)


Era 1953 y en Cuba predominaban las continuas frustraciones populares, se recrudecía más la dictadura sangrienta de Fulgencio Batista y la persecución a los revolucionarios se afianzaba más. Ese año se celebraba el centenario del natalicio de nuestro de José Martí, inspirador de las nuevas generaciones.

Una vez fracasado el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Cespedes, de Santiago de Cuba y Bayamo, Cuba tenía la  intención de rendir homenaje a los caídos en combate aquel 26 de julio de 1953. Se necesitaba  de un himno que acompañaría el reinicio de la batalla.

Días antes de los sucesos del Moncada, Fidel Castro le pide al combatiente del Moncada  Agustín Díaz Cartaya, que compusiera un himno para el movimiento y lo tuviera listo en dos o tres días. Fue la musa inspiradora  del compositor Agustín Díaz Cartaya la que le hizo escribir aquellas patrióticas estrofas.

El 23 de julio por la noche,  antes de la salida de los combatientes para Oriente, Fidel escuchó atentamente el himno y quedó aprobado con el título de Marcha de la libertad. Luego del asalto y mientras Fidel estaba en prisión,  le escribió a Cartaya para que, entre la letra de las estrofas de la marcha revolucionaria recordara “la sangre derramada”.

El himno del 26 de julio se convirtió entonces en la marcha que rigió a los revolucionarios al ofensiva y la gloria. La música de este canto de guerra estuvo a cargo del compositor Carlos Faxas acompañó a los revolucionarios cubanos en las cárceles, en acciones clandestinas y en perennes episodios de heroísmo.


Conocido además  como Himno de la Libertad, nació entre las jornadas de la preparación combativa por los hechos del 26 de julio de 1953. Posteriormente devino en marcha oficial del Movimiento y  canto que rompió las fronteras cubanas para alcanzar carácter universal.

El Himno del 26 de Julio mantiene su fuerza  patriótica e inculca una perenne hidalguía entre millones de voces de hombres y mujeres  que rememoran el llamado de:   “(…) Adelante cubanos / que Cuba premiará nuestro heroísmo / pues somos soldados / que vamos a la Patria liberar (…)”.

La letra del Himno original decía:

Marchando, vamos hacia un ideal, sabiendo que hemos de triunfar, en aras de paz y prosperidad, lucharemos todos por la libertad.

Adelante, cubanos, que Cuba premiará nuestro heroísmo, pues somos soldados que vamos a la Patria liberar, limpiando con fuego que arrase con esta plaga infernal de gobernantes indeseables y de tiranos insaciables
que a Cuba han hundido en el mal.

La sangre que en Oriente se derramó nosotros no debemos olvidar,
por eso unidos hemos de estar recordando a aquellos que muertos están.
(La palabra Oriente se sustituyó por Cuba).

La muerte es victoria y gloria que al fin, la historia por siempre recordará
la antorcha que airosa alumbrando va nuestros ideales por la Libertad.

El pueblo de Cuba sumido en su dolor se siente herido y se ha decidido hallar sin tregua una solución que sirva de ejemplo a ésos que no tienen compasión, y arriesgaremos decididos por esa causa hasta la vida, ¡que viva la Revolución!


La letra actual señala:

Marchando, vamos hacia un ideal sabiendo que hemos de triunfar en aras de paz y prosperidad lucharemos todos por la libertad.

Adelante cubanos que Cuba premiará nuestro heroísmo pues somos soldados
que vamos a la Patria liberar limpiando con fuego que arrase con esta plaga infernal de gobernantes indeseables y de tiranos insaciables que a Cuba han hundido en el mal.

La sangre que en Cuba se derramó nosotros no debemos olvidar, por eso unidos debemos de estar recordando a aquellos que muertos están.

El pueblo de Cuba sumido en su dolor se siente herido y se ha decidido hallar sin tregua una solución que sirva de ejemplo a ésos que no tienen compasión, y arriesgaremos decididos por esta causa hasta la vida, ¡que viva la Revolución.

 

 

En el Moncada vivió José Martí y eternizó su memoria

En el Moncada vivió José Martí y eternizó su memoria
El pensamiento martiano ha trascendido los límites del tiempo y hoy constituyen fuente inagotable de valores patrióticos, de justicia y de dignidad humana. Y esta es la base fundamental que sustenta la  Batalla de Ideas que libra el pueblo cubano en su afán por defender las conquistas de la Revolución.

Por tal razón, Fidel Castro Ruz tras los sucesos del 26 de julio de 1953 expresaría: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!

La presencia decisiva del Héroe Nacional en los combatientes moncadistas era una realidad tangible. Tan grande fue el sentido ético de José Martí que bajo esa hermosa frase de "Patria es Humanidad", nos legó una divisa realmente solidaria y justiciera. Sin dudas él, dotado de una inteligencia soberana, siempre usó ese don para hacer de los pueblos de América independientes y libres.

El  intento de tomar los cuarteles resultó fallida y costó mucha sangre a decenas de cubanos humildes, asesinados por orden de la dictadura batistiana, sin embargo, la acción constituyó el comienzo de la lucha armada, que concluyó posteriormente, con el triunfo de las armas del pueblo el 1ro de enero de 1959.   

La presión popular había impuesto a la tiranía Batistiana la amnistía los jóvenes de la Generación del Centenario, encabezado por el joven abogado Fidel Castro. En medio de la persecución constante y las limitaciones materiales, se imponía el entrenamiento y el acopio de recursos, además de la decisión de cumplir la máxima del líder revolucionario cuando expresó: "En el 56 seremos libres o seremos mártires."

José Martí y el Moncada son la armazón dialéctica del camino ético y revolucionario de una nación y sus luchas por la libertad. El Moncada mostró a Cuba el curso que seguiría la Generación del Centenario: la estrategia de lucha armada, sus bases ideológicas, sus metas, su moral revolucionaria y sus principios políticos.

El Moncada fue obra martiana llevada a cabo por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953. Y no ha pasado a la historia como un hecho aislado, sino como un enlace histórico, un vínculo de nuestro pasado con el presente de dura lucha y con el futuro promisorio de victoria. En el Moncada vivió el Apóstol, en el Moncada se eternizó su memoria y se rescató para siempre la dignidad nacional.

30 de noviembre en Guantánamo: un puente histórico entre el Moncada y el Granma

Era 30 de noviembre de 1956 cuando los combatientes de Santiago de Cuba y algunas zonas de Guantánamo, se vistieron de verde olivo con las armas en la mano para atraer la atención de las fuerzas del régimen de Fulgencio Batista. No había otro propósito que apoyar el desembarco de los expedicionarios del Yate Granma, que, por razones del tiempo no pisaron tierra cubana ese día cuando se espera.

En este marco, el joven revolucionario Frank País García, visitó varias veces a Guantánamo,  territorio estimado muy esencial en los planes elaborados para esta acción, pues poseía un alto grado de organización entre los miembros del Movimiento 26 de Julio. Los combatientes de los territorios Caimanera, Ermita, Isabel, Jamaica y Montesano también  se levantaron en armas junto a las de la ciudad.

Lideradas por el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, los rebeldes guantanameros realizaron diversas actividades para apoyar el desembarco de Fidel y sus compañeros del yate Granma. Entre esas acciones estaban la destrucción del puente de Belona, central Ermita, descarrilar una locomotora, cortar las comunicaciones entre Santiago y esta ciudad, decomisar armas  y tomar el control de la pequeña pista de aterrizaje de avionetas.

Los preparativos para el levantamiento no sólo incluyeron el aspecto militar. Se concibió además, organizar una huelga obrera general que tuvo como máximo líder a Antonio Torres (Ñico), combatiente conocedor del movimiento obrero y con mucha  experiencia en el sector ferroviario. También participó en su organización Leovigildo Cosa, asesorado por Gustavo Fraga. El movimiento huelguístico fue abarcador y llegó a paralizar casi completamente la vida económica guantanamera.
El alzamiento del 30 de noviembre fue el resultado de una intensa actividad consciente, minuciosamente preparada desplegada por el Movimiento Revolucionario 26 de Julio en varias zonas del país y además, un puente histórico entre el Moncada y el Granma. Y aunque estas  acciones no cumplieron su propósito, demostró la continuidad histórica del pueblo cubano además de la fortaleza, la  organización y la disciplina alcanzada por el Movimiento 26 de Julio en varios territorios de Cuba.

Sierra de Canasta: otra página de rebeldía guantanamera

Miguel Bertrán, al centro, a su izquierda, Ángel Luis Barreda, y a la derecha, Raúl Delgado (de uniforme)


Fuente original: Cubahora

El 26 de julio de 1953, centenares de jóvenes revolucionarios encabezados por Fidel, asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo.  La situación en todo el país, era alarmante, por ello, era de esperar que en Guantánamo, sucedieron muestras de inconformidad popular por la inconstitucionalidad del régimen en el poder.



Entre los persuadidos de que por la vía pacífica no se resolverían las necesidades del pueblo, estaba el campesino de 24 años Miguel Bertrán Bertrán. Era 26 de julio y algo grave ocurría en el Cuartel de Guantánamo, situación para que se adoptaban medidas de seguridad como la colocación de sacos de arena, el cierre de las calles aledañas al mismo, patrullaje y otras acciones que evidenciaban anormalidades.


Por tal motivo, ese día un  grupo de jóvenes liderados por el campesino Miguel Bertrán, se alistaron para atacar la jefatura del Escuadrón 16 de la Guardia Rural en Guantánamo,  ocupar los pertrechos y alzarse en el macizo montañoso Sagua Baracoa. Se dirigían hacia Sierra Canasta, fundamentalmente para un sitio conocido como Retiro de Camarones.

No tenían un programa de lucha, sin embargo, estaban convencidos de entregar sus vidas para cambiar el régimen de explotación reinante en Cuba.  Los vínculos con dirigentes estudiantiles de la talla de Serafín Soto Caballero y con luchadores ferroviarios como Julio Camacho Aguilera, eran para este grupo de imberbes, una meta.

En medio de esas actividades, el valeroso revolucionario Miguel Bertrán,  fue detenido por la policía batistiana y Julio Camacho Aguilera le sirve de puente al comunicarlo al soldado Ángel Luís Barrera Ricardo, quien más tarde se incorporaría al Movimiento 26 de julio, amigo personal de Bertrán y quien comunica la noticia a sus familiares.

Con el jefe del grupo detenido, sus incondicionales compañeros esconden las armas y retornan a su vida normal, pues las autoridades desconocían de sus actividades. Se frustraba el intento de apoyar a los combatientes del Moncada.

A partir de aquellos días se hizo más orgánica la labor, ya clandestina, de los distintos grupos que tenían un propósito común. Muchos de los jóvenes se incorporan al Ejército Rebelde para derrotar a la dictadura de Fulgencio Batista y esto hace posible que  Guantánamo también esté estrechamente vinculado a los hechos acaecidos en Santiago de Cuba.

El Alzamiento en Sierra de Canasta, más que un mito, es una realidad histórica que nos llena de sano orgullo como cubanos.
Fue un hecho importante para la historia local y del país, pues se produjo casi paralelamente a los asaltos de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, como confirmación de la lucha armada.


Sierra Canasta, demostró que en Guantánamo, al igual que en otras partes del país, hubo temprana comprensión del momento histórico vivido. Sirvió además para demostrar que  la lucha armada era la única salida para el logro de la liberación que demandaba Cuba en las condiciones históricas y concretas del momento. Sierra de Canasta se convirtió entonces en otra página de rebeldía guantanamera.

26 de Julio en Cuba: fuente de inspiración



Fuente: AIN

El asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, marcó un hito en la historia de Cuba y dejó su impronta en la vida de cada cubano. A pocos días del hecho vienen a nuestra mente la heroicidad de los protagonistas, su altruismo, la connotación del hecho, por su trascendencia para con la Patria. 

Aquella acción inspira múltiples tareas en el orden económico, político o social y de manera singular, atrae a compositores y artistas. La primera composición musical dedicada al histórico hecho fue el propio Himno del 26 de Julio, cuya génesis estuvo en los días previos, cuando el líder revolucionario Fidel Castro pidió a Agustín Díaz Cartaya crear una pieza para que acompañara a los asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

En entrevista concedida a medios de prensa, su autor explicó que inicialmente intituló Marcha de la Libertad al canto de combate, y tras los asaltos, le cambió una estrofa. La versión definitiva del Himno del 26 de Julio tuvo lugar en febrero de 1957, al ser musicalizado, y desde entonces estuvo presente en las cárceles, acciones combativas y trasmisiones de la emisora Radio Rebelde, desde la Sierra Maestra.

Posterior al triunfo de la Revolución cubana otros creadores han reflejado en sus obras los sentimientos que la gesta del Moncada y su significado para el futuro les sugieren. Carlos Puebla, con su singular manera de tratar los hechos más trascendentes dejó para la posteridad en sus versos: "El Moncada nos mostró/ el camino a recorrer/ y desde aquel alto ejemplo/ para nosotros siempre es 26.

La diva de la canción cubana, Omara Portuondo, dio a conocer en 1967 en el Encuentro de la Canción Política, celebrado ese año en Casa de las Américas, la composición Siempre es 26, de la autoría de Martín Rojas. Su excelente calidad vocal, vastos recursos expresivos y gran versatilidad interpretativa se unieron al lirismo de la obra para crear esa pieza inmortal.

En los años siguientes el trovador Noel Incola, al cantarle al significado del histórico hecho, dijo: "Hay un almanaque lleno de días 26", en tanto Silvio Rodríguez, en otra de sus creaciones, escribió: "Cada quien tiene su Moncada".

El propio grupo Moncada , según ha explicado su director Jorge Gómez, resumió el suceso de que la fecha del 26 de julio se espera con festejos, como el día más feliz de la patria... para regalarnos en una de sus canciones el estribillo: \"¡El 26 es el día más alegre de la historia!\"... Formas de hacer y decir de generaciones diferentes, que traslucen un mensaje común, pues el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, es fuente de inspiración permanente para los cubanos.

Cuba: Sí es así Artemisa en 26 disfruta la Victoria de las Ideas

El Moncada: un asalto a la Historia



El 26 de julio de 1953, marcó un nuevo período en la historia de Cuba, la acción armada como método principal de lucha contra la tiranía batistiana y contra el dominio semicolonial extranjero sobre nuestro país. Entonces una noticia conmovía a toda Cuba:  el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

La fecha no pudo ser mejor escogida. El 26 de julio, era domingo de Santa Ana y día en que estaba en mayor auge carnavales de Santiago de Cuba. Por esta razón, cubanos de otras provincias, acudían a esta ciudad para divertirse durante las tradicionales fiestas populares y así, pasarían inadvertidos entre quienes trasladarían desde La Habana hasta la Ciudad Héroe, las armas que se necesitarían para la acción.

Las acciones del Moncada, segunda fortaleza militar de la tiranía batistiana, devino acción sorpresa para desarmar al enemigo y armar al pueblo a fin de emprender con éste la lucha revolucionaria armada. Era el inicio para transformar todo el régimen político y económico-social de Cuba y acabar con la miseria, el desempleo, la insalubridad y la incultura que pesaban sobre Cuba.

Los jóvenes de la Generación del Centenario se lanzaron al ataque de la segunda fortaleza del país dando ejemplo de patriotismo y resolución revolucionaria. Y aunque el objetivo no pudo lograrse, la acción constituyó el comienzo de la lucha armada, que concluyó con el triunfo de las armas del pueblo.

El Asalto no significó el triunfo de la Revolución en ese instante, pero fue un asalto a la historia, un asalto que señaló el camino y trazó un programa de liberación nacional que abriría a Cuba las puertas del socialismo, hecho realidad el Primero de enero de 1959.

Granjita Siboney: Donde vive la historia

Estás ahí, detenida en el tiempo, como si no te hubiesen tocado jamás. Sobresale de tu altivez ese aire idílico y te has convertido hoy, Granjita Siboney, en historia viva de la acción más heroica erigida en nuestro país: la preparación para el asalto a la segunda fortaleza el cuartel Moncada.

El histórico inmueble se registró en la historia de la Revolución Cubana, cuando un eljoven Abel Santamaría Cuadrado la alquilara para una aparente cría de aves. Así devino cuartel general para concentrar a los hombres, autos y pertrechos bélicos que utilizarían en la acción, que, con Fidel Castro Ruz al frente, derrocaría a la tiranía de Fulgencio Batista.

Hasta allí llegó Abel en los primeros días de julio como administrador, y en horas de la noche del día 25 irrumpió un grupo de jóvenes liderados por el joven abogado Fidel para en  aquella la mañana de la santa Ana, asaltar cuartel Moncada, entonces con los sueños atados al alma y la esperanza puesta en el triunfo definitivo.


Para llegar a la Granjita, solo basta un recorrido de trece kilómetros y medio por la carretera que conduce a la playa de  Siboney. Su construcción es de mampostería, pintada de blanco y rojo, cercada con postes de madera también blancos rematados en rojo, tenía un corredor de arecas desde la verja de entrada hasta el portal.  

26 obeliscos que muestran la ruta que hace más de 60 años siguieran el joven abogado Fidel Castro y sus compañeros, y donde aparecen los nombres y labores que realizaban los mártires de la hazaña del 26 de julio de 1953, custodian el camino a ambos lados de la vía para llegar al histórico inmueble. 

La entrada a la Granjita está custodiada por las banderas cubana y la del Movimiento 26 de Julio. Sus paredes delanteras aún exhiben los orificios del impacto de la metralla de los guardias de la tiranía batistiana, que intentaron justificar así el asesinato de seis de los asaltantes.
 
Declarada Monumento Nacional el 26 de julio de 1979, el Museo, tiene ocho salas donde ese exhiben imágenes y periódicos de la época, la bestial represión de la que fueron objeto muchos de los asaltantes luego de los sucesos del Moncada.


En su interior a un costado de la vivienda aun está el pozo seco y la tina original donde fueron escondidas la mayor parte de las armas utilizadas en la acción armada. También los uniformes y muebles originales de una de las más notables páginas de historia de Cuba. Mientras, en el exterior, se conservan las asomos de las polleras, garajes que servirían de escondite para los automóviles donde se transportaron a los asaltantes.

Hasta el Museo Granjita Siboney, van generaciones de cubanos a un encuentro con una historia que muestra 61 años después, la vida misma de aquella generación de intrépidos jóvenes que intentaron tocar el cielo con sus manos para entregarnos en enero del 59, un futuro luminoso y que se inscribió para la posteridad como la generación del centenario.
 El recorrido por la Villa Blanca permite conocer sucintamente qué movió a aquellos hombres a realizar tan audaz acción y por qué para los cubanos esa pequeña casa es todo un símbolo dentro de la historia más reciente.
esa pequeña casa es todo un símbolo dentro de la historia más reciente.

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Felicitan al pueblo de Guantánamo por el 26 de Julio



Por: Singh Castillo     

Una felicitación al pueblo de Guantánamo expresó el primer secretario del Partido Comunista en la provincia más oriental, Denny Legrá Azahares, por el aniversario 61 del asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes, de Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente,  por un grupo de revolucionarios encabezados por Fidel Castro, hecho que dio inicio a la última y victoriosa etapa de la Revolución cubana.

El dirigente pronunció el saludo considerando además los satisfactorios resultados obtenidos en los principales programas sociales y económicos del territorio durante la etapa, caracterizada por las tensiones financieras que afronta el país. La congratulación la efectuó durante una entrevista concedida a los medios de prensa en Guantánamo en la que evaluó los logros y dificultades registrados en el período.

¿Cómo se comportó la economía guantanamera en la primera mitad de 2014?

En el período transcurrido la producción mercantil de la provincia alcanza valores por 660,3 millones de pesos, con un sobrecumplimiento del plan de 9,5 % y un crecimiento del 5,8 % respecto a igual período del año anterior.
En las producciones físicas los resultados más significativos se logran en la producción de azúcar, café y cacao. En este último renglón este último aspiramos este año a romper el récord histórico en Baracoa, principal productor del país.

También destacan las cosechas de viandas, maíz y frijoles, así como la obtención de carne porcina en pie, aunque conocemos que son insuficientes.
Asimismo el sistema empresarial del territorio alcanza 73,8 millones de pesos en utilidades, y se avanza en la transportación de pasajeros, pero con la insatisfacción de no cubrir la demanda de este servicio.

Pero cuando se analizan los controles, auditorías, visitas y recorridos realizados por los principales dirigentes de la provincia a la base, y en la evaluación de las opiniones y quejas de la población, se manifiesta que existe un conjunto de incumplimientos, deficiencias e insuficiencias que no se justifican, las que además de afectar el logro de los planes, inciden en que se produzcan hechos delictivos, de corrupción y otras indisciplinas.

Hay que decir, críticamente, que cinco entidades del Grupo Empresarial de Comercio incumplen la producción mercantil, dejando de aportar miles de pesos, y que cuatro de sus empresas acumulan altos saldos de faltantes y pérdidas de medios en investigación.

En lo que resta de año hay que trabajar duro para recuperar los atrasos en las producciones físicas, principalmente de alimentos y materiales de  construcción, y en los  programas inversionista y de viviendas. A las producciones físicas, que son las que ve el pueblo, las que consume, las que más inciden en su bienestar y el desarrollo, hay que prestarle más atención en lo adelante.

Las empresas la Agricultura, por ejemplo, incumplen indicadores importantes como huevos, leche fresca, hortalizas y frutales. Las entidades subordinadas al Ministerio de la Industria Alimentaria, claves además en la alimentación del pueblo, de 22 producciones físicas seleccionadas incumplen en 17, entre ellas carne de cerdo en banda, yogur natural y de soya, helados, cerveza, caramelos y confituras, galletas, pan y pastas alimenticias.

¿Cuál situación presenta el proceso inversionista?

El programa inversionista prevé una ejecución de 98.4 millones de pesos este año y hasta el cierre del mes mayo se ejecutó solo el 61 por ciento de lo planificado.

En ello incide la precaria situación tecnológica de la principal cantera de la provincia, ahora en proceso de reparación capital, lo que se manifiesta en la insuficiente producción de áridos, a los se unen ciertos atrasos presentes en el suministro de cemento.

Pero también es cierto que aún persisten deficiencias como la falta de objetividad  y profundidad en la elaboración, seguimiento y control de los cronogramas de ejecución, y la deficiente organización de la fuerza de trabajo, propiciando  desaprovechamiento de la jornada laboral y baja productividad, con el consiguiente pago sin respaldo productivo.

No obstante, el programa de desarrollo local, surgido a finales de 2006, continúa siendo un elemento motivador y motor decisor de las transformaciones que en el orden del desarrollo económico y espiritual de la población se realizan en el Alto oriente cubano. Si el total de obras concebidas en sus inicios fue de 506, esta cifra, hace mucho, fue superada con creces y en la actualidad suman mil 124 las obras terminadas. 

El Programa incide directamente en el aumento de la calidad de vida de la población, poniendo énfasis en el incremento de la venta de productos por habitante, el mejoramiento y puesta en funcionamiento de nuevos centros comerciales, gastronómicos y de servicios, y la construcción y rehabilitación de espacio para el esparcimiento y la recreación sana.

¿Cómo Guantánamo celebrará el 26 de julio?

El  23 de julio celebramos con orgullo el acto provincial por el Día de la Rebeldía Nacional en el municipio de El Salvador. En este sentido es importante destacar la labor realizada por el pueblo de ese territorio, bajo la guía del Partido y el Gobierno, en un programa de acciones constructivas, de embellecimiento y saneamiento que han permitido transformar de una manera notable a la localidad cabecera, para celebrar como se merece el 26 de Julio.

Quiero señalar que esa festividad debe incentivar el trabajo de todos los guantanameros para en el segundo semestre del año lograr mejores resultados en los principales programas sociales y económicos de la provincia, tomando en cuenta que el cumplimiento diario del deber es lo que nos proporcionará cada vez más la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo, algo que constituye una de nuestras principales prioridades.