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Sostienen encuentro Fidel y el Papa Benedicto XVI (+ Fotos y Video)


Poco después de concluida la multitudinaria misa que ofició en la Plaza de la Revolución, el Papa Benedicto XVI recibió en la Nunciatura Apostólica en La Habana al líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz.

Fidel llegó a las 12 y 20 pm a la sede de la Nunciatura y allí lo acogió el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede, con quien se había encontrado anteriormente en Cuba cuando el segundo en la jerarquía vaticana visitó nuestro país.

Durante el encuentro con el Papa, que se extendió por media hora, Fidel le explicó al sumo pontífice que había seguido todos los acontecimientos de su viaje a nuestro país a través de la televisión cubana y se interesó por detalles de la liturgia de la Iglesia Católica.

El Papa Benedicto XVI agradeció las muestras de cariño que había recibido en Cuba y le explicó sobre el sentido de sus viajes por el mundo para confirmar en la fe a los cristianos, así como el servicio de la iglesia a los pueblos.

Ambas personalidades intercambiaron animadamente sobre temas ecológicos, culturales, científicos, religiosos y sobre los graves problemas que aquejan a la humanidad. Fidel solicitó al Papa que le envíe algunos libros sobre esos temas que tanto le interesan.

En conferencia de prensa en La Habana, el vocero del Vaticano Federico Lombardi, aseguró que el encuentro entre el líder de la Revolución cubana Fidel Castro y el Papa Benedicto XVI fue “muy cordial” y resaltó el buen ánimo y la jocosidad de ambos.








Cuba: Peregrinos del mundo en la Plaza de la Revolución

Fidel Castro se reunió con el Papa Benedicto XVI


El Comandante en Jefe Fidel Castro se encuentra ahora mismo reunido con el Papa Benedicto XVI, anunció en la Sala de Prensa del Hotel Nacional, de La Habana, uno de los periodistas que acompañan al Santo Padre en la visita a Cuba, transmitiendo la información ofrecida por Federico Lombardi, vocero del Vaticano.

“El Papa está reunido con Fidel Castro”, anunció el corresponsal de la agencia Imedia, especializada en informacion vaticana, a viva voz a los cientos de periodistas acreditados en La Habana y presentes en el Salón 1930, del Hotel Nacional.

A las 2:00 pm (19:00 GMT), anunció, nuevamente a nombre de Lombardi, que ha concluido la reunión a esta hora.

Videos de la Santa Misa oficiada por Benedicto XVI en La Habana

Misa del Papa Benedicto XVI en la Plaza de la Revolución de La Habana (1)




Misa del Papa Benedicto XVI en la Plaza de la Revolución de La Habana (2)

TEXTO íntegro de la Homilía de Benedicto XVI en la Misa de la Plaza de la Revolución


Queridos hermanos y hermanas:

«Bendito eres, Señor Dios…, bendito tu nombre santo y glorioso» (Dn 3,52). Este himno de bendición del libro de Daniel resuena hoy en nuestra liturgia invitándonos reiteradamente a bendecir y alabar a Dios. Somos parte de la multitud de ese coro que celebra al Señor sin cesar. Nos unimos a este concierto de acción de gracias, y ofrecemos nuestra voz alegre y confiada, que busca cimentar en el amor y la verdad el camino de la fe.

«Bendito sea Dios» que nos reúne en esta emblemática plaza, para que ahondemos más profundamente en su vida. Siento una gran alegría de encontrarme hoy entre ustedes y presidir esta Santa Misa en el corazón de este Año jubilar dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre.

Saludo cordialmente al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, y le agradezco las corteses palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Extiendo mi saludo a los Señores Cardenales, a mis hermanos Obispos de Cuba y de otros países, que han querido participar en esta solemne celebración. Saludo también a los sacerdotes, seminaristas, religiosos y a todos los fieles aquí congregados, así como a las Autoridades que nos acompañan.

En la primera lectura proclamada, los tres jóvenes, perseguidos por el soberano babilonio, prefieren afrontar la muerte abrasados por el fuego antes que traicionar su conciencia y su fe.

Ellos encontraron la fuerza de «alabar, glorificar y bendecir a Dios» en la convicción de que el Señor del cosmos y la historia no los abandonaría a la muerte y a la nada. En efecto, Dios nunca abandona a sus hijos, nunca los olvida. Él está por encima de nosotros y es capaz de salvarnos con su poder. Al mismo tiempo, es cercano a su pueblo y, por su Hijo Jesucristo, ha deseado poner su morada entre nosotros.

«Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Jn 8,31). En este texto del Evangelio que se ha proclamado, Jesús se revela como el Hijo de Dios Padre, el Salvador, el único que puede mostrar la verdad y dar la genuina libertad.

Su enseñanza provoca resistencia e inquietud entre sus interlocutores, y Él los acusa de buscar su muerte, aludiendo al supremo sacrificio en la cruz, ya cercano. Aun así, los conmina a creer, a mantener la Palabra, para conocer la verdad que redime y dignifica.

En efecto, la verdad es un anhelo del ser humano, y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad. Muchos, sin embargo, prefieren los atajos e intentan eludir esta tarea. Algunos, como Poncio Pilato, ironizan con la posibilidad de poder conocer la verdad (cf. Jn 18, 38), proclamando la incapacidad del hombre para alcanzarla o negando que exista una verdad para todos.

Esta actitud, como en el caso del escepticismo y el relativismo, produce un cambio en el corazón, haciéndolos fríos, vacilantes, distantes de los demás y encerrados en sí mismos. Personas que se lavan las manos como el gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin comprometerse.

Por otra parte, hay otros que interpretan mal esta búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en «su verdad» e intentando imponerla a los demás. Son como aquellos legalistas obcecados que, al ver a Jesús golpeado y sangrante, gritan enfurecidos: «¡Crucifícalo!» (cf. Jn 19, 6). Sin embargo, quien actúa irracionalmente no puede llegar a ser discípulo de Jesús. Fe y razón son necesarias y complementarias en la búsqueda de la verdad.

Dios creó al hombre con una innata vocación a la verdad y para esto lo dotó de razón. No es ciertamente la irracionalidad, sino el afán de verdad, lo que promueve la fe cristiana. Todo ser humano ha de indagar la verdad y optar por ella cuando la encuentra, aun a riesgo de afrontar sacrificios.

Además, la verdad sobre el hombre es un presupuesto ineludible para alcanzar la libertad, pues en ella descubrimos los fundamentos de una ética con la que todos pueden confrontarse, y que contiene formulaciones claras y precisas sobre la vida y la muerte, los deberes y los derechos, el matrimonio, la familia y la sociedad, en definitiva, sobre la dignidad inviolable del ser humano.

Este patrimonio ético es lo que puede acercar a todas las culturas, pueblos y religiones, las autoridades y los ciudadanos, y a los ciudadanos entre sí, a los creyentes en Cristo con quienes no creen en él.

El cristianismo, al resaltar los valores que sustentan la ética, no impone, sino que propone la invitación de Cristo a conocer la verdad que hace libres. El creyente está llamado a ofrecerla a sus contemporáneos, como lo hizo el Señor, incluso ante el sombrío presagio del rechazo y de la cruz. El encuentro personal con quien es la verdad en persona nos impulsa a compartir este tesoro con los demás, especialmente con el testimonio.

Queridos amigos, no vacilen en seguir a Jesucristo. En él hallamos la verdad sobre Dios y sobre el hombre. Él nos ayuda a derrotar nuestros egoísmos, a salir de nuestras ambiciones y a vencer lo que nos oprime. El que obra el mal, el que comete pecado, es esclavo del pecado y nunca alcanzará la libertad (cf. Jn 8,34). Sólo renunciando al odio y a nuestro corazón duro y ciego seremos libres, y una vida nueva brotará en nosotros.

Convencido de que Cristo es la verdadera medida del hombre, y sabiendo que en él se encuentra la fuerza necesaria para afrontar toda prueba, deseo anunciarles abiertamente al Señor Jesús como Camino, Verdad y Vida. En él todos hallarán la plena libertad, la luz para entender con hondura la realidad y transformarla con el poder renovador del amor.

La Iglesia vive para hacer partícipes a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de la gloria (cf. Col 1,27). Para poder ejercer esta tarea, ha de contar con la esencial libertad religiosa, que consiste en poder proclamar y celebrar la fe también públicamente, llevando el mensaje de amor, reconciliación y paz que Jesús trajo al mundo.

Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe. Sin embargo, es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la Nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana.

El derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la unidad de la persona humana, que es ciudadano y creyente a la vez. Legitima también que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. Su refuerzo consolida la convivencia, alimenta la esperanza en un mundo mejor, crea condiciones propicias para la paz y el desarrollo armónico, al mismo tiempo que establece bases firmes para afianzar los derechos de las generaciones futuras.

Cuando la Iglesia pone de relieve este derecho, no está reclamando privilegio alguno. Pretende sólo ser fiel al mandato de su divino fundador, consciente de que donde Cristo se hace presente, el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia. Por eso, ella busca dar este testimonio en su predicación y enseñanza, tanto en la catequesis como en ámbitos escolares y universitarios.

Es de esperar que pronto llegue aquí también el momento de que la Iglesia pueda llevar a los campos del saber los beneficios de la misión que su Señor le encomendó y que nunca puede descuidar.


Ejemplo preclaro de esta labor fue el insigne sacerdote Félix Varela, educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a su pueblo.


El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera transformación social: formar hombres virtuosos para forjar una nación digna y libre, ya que esta trasformación dependerá de la vida espiritual del hombre, pues «no hay patria sin virtud» (Cartas a Elpidio, carta sesta, Madrid 1836, 220). Cuba y el mundo necesitan cambios, pero éstos se darán sólo si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad.


Invocando la materna protección de María Santísima, pidamos que cada vez que participemos en la Eucaristía nos hagamos también testigos de la caridad, que responde al mal con el bien (cf. Rm 12,21), ofreciéndonos como hostia viva a quien amorosamente se entregó por nosotros.

Caminemos a la luz de Cristo, que es el que puede destruir las tinieblas del error. Supliquémosle que, con el valor y la reciedumbre de los santos, lleguemos a dar una respuesta libre, generosa y coherente a Dios, sin miedos ni rencores.


Amén.

Raúl Castro y Benedicto XVI intercambian regalos

Raúl Castro y Benedicto XVI intercambian regalos en el Palacio de la Revolución, donde Su Santidad fue recibido por el Presidente Raúl Castro



Sostienen Raúl Castro y Benedicto XVI conversaciones oficiales (Album de Fotos de este encuentro)

Benedicto XVI ora a los pies de la Virgen Mambisa



Desde El Cobre, precursor de la rebeldía esclava en Cuba, el papa Benedicto XVI recordó a los descendientes de esos hijos de África y a los haitianos, que aún sufren las consecuencias del terremoto de 2010.

Al dirigirse a los hombres y mujeres concentrados frente a la Basílica, Su Santidad dijo que la presencia de la Virgen Patrona es un regalo del cielo para los cubanos, quienes encomendados a ella construirán el futuro por caminos de renovación y esperanza, por el mayor bien para todos.

Benedicto XVI en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre ( Imágenes)












En imágenes: Santa Misa en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, el 26 de marzo de 2012

Fotos: Ismael Francisco

La Plaza Antonio Maceo se vistió de gala

La Plaza Antonio Maceo repleta para la Misa

El Papa se dirige a Misa

Benedicto XVI se prepara para oficiar la Misa

Palabras de bienvenida del presidente cubano Raúl Castro al papa Benedicto XVI [+ video]


“En nombre de la Nación, le doy la más calurosa bienvenida”

Santidad:

Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia. Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios.

De Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: “con todos y para el bien de todos”.

Cintio Vitier, insigne intelectual y cristiano, escribió que “el verdadero rostro de la Patria… es el rostro de la justicia y de la libertad” y que “la Nación no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto”.

La potencia más poderosa que ha conocido la Historia ha intentado despojarnos, infructuosamente, del derecho a la libertad, a la paz y a la justicia. Con virtud patriótica y principios éticos el pueblo cubano ha hecho tenaz resistencia, sabiendo que ejercemos también un derecho legítimo cuando seguimos nuestro propio camino, defendemos nuestra cultura y la enriquecemos con el aporte de las ideas más avanzadas.

Sin razón, a Cuba se le calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos apartamos, siempre se abre paso.

Catorce años después que el Papa Juan Pablo II nos visitara, el bloqueo económico, político y mediático contra Cuba persiste e, incluso, se ha endurecido en el sector financiero. Como aparece en el memorando norteamericano del 6 de abril de 1960, desclasificado décadas después, su objetivo sigue siendo (cito) “… causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

Sin embargo, la Nación ha seguido, invariablemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, conforme a las más altas aspiraciones del pueblo cubano y con la libre participación de este en las decisiones trascendentales de nuestra sociedad, incluidas las económicas y sociales que en casi todo el mundo son patrimonio de estrechas élites políticas y financieras.

Varias generaciones de compatriotas se han unido en la lucha por elevados ideales y nobles objetivos. Hemos enfrentado carencias, pero nunca faltado al deber de compartir con los que tienen menos.

Sólo como demostración de cuánto se podría hacer si prevaleciera la solidaridad, menciono que en la última década, con la ayuda de Cuba se han preparado decenas de miles de médicos de otros países, se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2 millones de personas de bajos ingresos y se ha contribuido a enseñar a leer y escribir a 5,8 millones de analfabetos. Puedo asegurarle que, dentro de las modestas posibilidades de que disponemos, nuestra cooperación internacional continuará.

Santidad:

Conmemoramos el IV Centenario del hallazgo y la presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, que lleva bordado en su manto el escudo nacional.

La reciente peregrinación de la Virgen por todo el país, unió a nuestro pueblo, creyentes y no creyentes, en un acontecimiento de gran significado.

Le aguardan Santiago de Cuba, que ha sido protagonista de gloriosos episodios en la historia de luchas de los cubanos por su definitiva independencia y también el poblado del Cobre, donde la Corona española tuvo que conceder la libertad a los esclavos sublevados en las minas, ochenta años antes de la abolición de tan infame institución en nuestro país.

Nos satisfacen las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que se han desarrollado sin interrupción durante setenta y seis años, siempre basadas en el respeto mutuo y en la coincidencia en asuntos vitales para la Humanidad.

Nuestro gobierno y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana en Cuba mantenemos buenas relaciones.

La Constitución cubana consagra y garantiza la plena libertad religiosa de todos los ciudadanos y, sobre esa base, el gobierno guarda buenas relaciones con todas las religiones e instituciones religiosas en nuestro país.

Santidad:

Hace casi veinte años que Fidel sorprendió a muchos al proclamar que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre” concluyó.

Hay crecientes amenazas a la paz y la existencia de enormes arsenales nucleares es otro grave peligro para el ser humano. El agua o los alimentos serán, después de los hidrocarburos, la causa de las próximas guerras de despojo. Con los recursos que se dedican a producir mortíferas armas, podría eliminarse la pobreza. El desarrollo vertiginoso de la ciencia y la tecnología no se encuentra al servicio de la solución de los grandes problemas que aquejan a los seres humanos. Frecuentemente sirven para crear reflejos condicionados o para manipular a la opinión pública. Las finanzas son un poder opresivo.

En vez de la solidaridad, se generaliza una crisis sistémica, provocada por el consumo irracional en las sociedades opulentas. Una ínfima parte de la población acumula enormes riquezas mientras crecen los pobres, los hambrientos, los enfermos sin atención y los desamparados.

En el mundo industrializado, los “indignados” no soportan más la injusticia y, especialmente entre los jóvenes, crece la desconfianza en modelos sociales e ideologías que destruyen los valores espirituales y producen exclusión y egoísmo.

Es cierto que la crisis global tiene también una dimensión moral y que prevalece la falta de conexión entre los gobiernos y los ciudadanos a los que dicen servir. La corrupción de la política y la falta de verdadera democracia son males de nuestro tiempo.

En estos y otros temas apreciamos coincidencia con sus ideas.

Frente a tantos desafíos, Nuestra América se une en su soberanía e intenta una integración más solidaria para hacer realidad el sueño bicentenario de sus Próceres.

Su Santidad podrá dirigirse a un pueblo de convicciones profundas que le escuchará atento y respetuoso.

En nombre de la Nación, le doy la más calurosa bienvenida.

Muchas gracias.

Palabras de Benedicto XVI a su llegada al Aeropuerto de Santiago de Cuba


Señor Presidente, Señores Cardenales y Hermanos en el Episcopado, Excelentísimas Autoridades, Miembros del Cuerpo Diplomático, Señores y señoras, Queridos amigos cubanos:

Le agradezco, Señor Presidente, su acogida y sus corteses palabras de bienvenida, con las que ha querido transmitir también los sentimientos de respeto de parte del gobierno y el pueblo cubano hacia el Sucesor de Pedro. Saludo a las Autoridades que nos acompañan, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático aquí presentes.

Dirijo un caluroso saludo al Señor Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, al Señor Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega y Alamino, y a los demás hermanos Obispos de Cuba, a los que manifiesto toda mi cercanía espiritual. Saludo en fin con todo el afecto de mi corazón a los fieles de la Iglesia católica en Cuba, a los queridos habitantes de esta hermosa isla y a todos los cubanos, allá donde se encuentren. Los tengo siempre muy presentes en mi corazón y en mi oración, y más aún en los días en que se acercaba el momento tan deseado de visitarles, y que gracias a la bondad divina he podido realizar.

Al hallarme entre ustedes, no puedo dejar de recordar la histórica visita a Cuba de mi Predecesor, el Beato Juan Pablo II, que ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos. Para muchos, creyentes o no, su ejemplo y sus enseñanzas constituyen una guía luminosa que les orienta tanto en la vida personal como en la actuación pública al servicio del bien común de la Nación.

En efecto, su paso por la isla fue como una suave brisa de aire fresco que dio nuevo vigor a la Iglesia en Cuba, despertando en muchos una renovada conciencia de la importancia de la fe, alentando a abrir los corazones a Cristo, al mismo tiempo que alumbró la esperanza e impulsó el deseo de trabajar audazmente por un futuro mejor. Uno de los frutos importantes de aquella visita fue la inauguración de una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano, con un espíritu de mayor colaboración y confianza, si bien todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar, especialmente por cuanto se refiere a la aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad.

Me complace vivamente unirme a vuestra alegría con motivo de la celebración del cuatrocientos aniversario del hallazgo de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. Su entrañable figura ha estado desde el principio muy presente tanto en la vida personal de los cubanos como en los grandes acontecimientos del País, de modo muy particular durante su independencia, siendo venerada por todos como verdadera madre del pueblo cubano.

La devoción a “la Virgen Mambisa” ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales; y continúa haciéndolo aún hoy con más fuerza, dando así testimonio visible de la fecundidad de la predicación del evangelio en estas tierras, y de las profundas raíces cristianas que conforman la identidad más honda del alma cubana. Siguiendo la estela de tantos peregrinos a lo largo de estos siglos, también yo deseo ir a El Cobre a postrarme a los pies de la Madre de Dios, para agradecerle sus desvelos por todos sus hijos cubanos y pedirle su intercesión para que guíe los destinos de esta amada Nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación.

Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas. Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados.

Muchas partes del mundo viven hoy un momento de especial dificultad económica, que no pocos concuerdan en situar en una profunda crisis de tipo espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y desprotegido frente a la ambición y el egoísmo de ciertos poderes que no tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias. No se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan.


En cambio, el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa. Por eso, en el corazón y el pensamiento de muchos, se abre paso cada vez más la certeza de que la regeneración de las sociedades y del mundo requiere hombres rectos, de firmes convicciones morales y altos valores de fondo que no sean manipulables por estrechos intereses, y que respondan a la naturaleza inmutable y trascendente del ser humano.

Queridos amigos, estoy convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes, a lo que cooperará ese inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que han ido conformando su identidad más genuina, y que se encuentran esculpidos en la obra y la vida de muchos insignes padres de la patria, como el Beato José Olallo y Valdés, el Siervo de Dios Félix Varela o el prócer José Martí. La Iglesia, por su parte, ha sabido contribuir diligentemente al cultivo de esos valores mediante su generosa y abnegada misión pastoral, y renueva sus propósitos de seguir trabajando sin descanso por servir mejor a todos los cubanos.

Ruego al Señor que bendiga copiosamente a esta tierra y a sus hijos, en particular a los que se sienten desfavorecidos, a los marginados y a cuantos sufren en el cuerpo o en el espíritu, al mismo tiempo que, por intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, conceda a todos un futuro lleno de esperanza, solidaridad y concordia.

Muchas gracias.

En Cuba, Benedicto XVI


Benedicto XVI llegó hoy a esta ciudad del oriente de Cuba para comenzar una visita apostólica de tres días que incluye además una estancia en La Habana, la capital del país.

El Sumo Pontífice arribó al Aeropuerto Internacional Antonio Maceo procedente de México en su viaje apostólico número 23, el segundo a Latinoamérica después del realizado a Brasil en 2007.

Según el programa, Su Santidad oficiará una misa y visitará el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre aquí, ofrecerá otra ceremonia litúrgica en La Habana, y se reunirá con autoridades gubernamentales y religiosas, antes de regresar a Roma en la tarde del próximo miércoles.

Benedicto XVI llegó a Cuba invitado por el Gobierno y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Su estancia, bajo el lema Peregrino de la Caridad, se enmarca en el Año Jubilar por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, considerada por los católicos la patrona de Cuba.

Tanto el Estado como la Iglesia coincidieron en adelantar una cálida acogida al Santo Padre.

Transmitirán en vivo recibimiento al Papa Benedicto XVI en Cuba


Fuente: Radio Rebelde

El Papa Benedicto XVI, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, será recibido en la tarde de hoy por el hospitalario pueblo de Santiago de Cuba.

La ceremonia de bienvenida a su Santidad en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, al filo de las 2:00 p.m., y su posterior recorrido por calles y avenidas, serán trasmitidos en vivo y en directo por los canales Cubavisión y Cubavisión Internacional, así como por Radio Rebelde y Radio Habana Cuba.

Los mismos canales y emisoras llevarán también a toda la audiencia nacional e internacional, a las 5:30 p.m., la Misa de Su Santidad Benedicto XVI con motivo del aniversario 400 del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, la cual tendrá lugar en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo.

Su Santidad sostendrá conversaciones con el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y cumplirá un programa de actividades pastorales, tanto en Santiago como en La Habana.

Todo listo para recibir al Papa en Santiago de Cuba

Llegará hoy a Cuba el Papa Benedicto XVI


El Papa Benedicto XVI, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, llegará en la tarde de hoy lunes a Santiago de Cuba, para dar inicio a la visita apostólica a nuestro país, la cual se extenderá hasta el 28 de marzo.

Su Santidad sostendrá conversaciones con el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y cumplirá un programa de actividades pastorales, tanto en Santiago como en La Habana.

El Papa Benedicto XVI viaja hacia México y Cuba

El Papa Benedicto XVI inició un viaje de seis días que comprende agendas oficiales en México y Cuba, como parte de su segunda estancia en América Latina en casi siete años de pontificado.

La máxima autoridad del Vaticano partió en una aeronave de la compañía Alitalia y debe llegar en horas de la tarde a la terminal mexicana de León, donde será recibido por el presidente de ese país, Felipe Calderón.

Canciller cubano: Cuba recibirá con afecto al Papa Benedicto XVI ( + Video)


Cuba recibirá con afecto y escuchará con todo respeto al Papa Benedicto XVI, afirmó hoy en La Habana el canciller Bruno Rodríguez a propósito de la visita el próximo lunes del Sumo Pontífice.

En declaraciones a periodistas al inaugurar las salas de prensa de La Habana y Santiago de Cuba para la cobertura de la agenda del Papa en la isla, el titular ratificó que su país está abierta al intercambio de ideas.

Rodríguez destacó además los puntos de coincidencia del Gobierno cubano y la Santa Sede, entre ellos la defensa de la paz y la lucha por la supervivencia de la especie humana.

Cuba defiende la independencia y la diversidad cultural, y busca un orden internacional justo y equitativo, apuntó.

Respecto al escenario que encontrará Benedicto XVI en su visita del 26 al 28 de marzo, consideró que lo recibirá un pueblo noble, trabajador, patriótico e instruido, capaz de resistir más de medio siglo de bloqueo impuesto desde el exterior (Estados Unidos).

También destacó la tenacidad de los cubanos en las luchas por su soberanía e independencia, así como la existencia en la isla de un proyecto social caracterizado por su democracia genuina y su constante perfeccionamiento.

El canciller cubano aseguró que fracasará cualquier intento de manipular el viaje apostólico de Su Santidad, quien llegará al país por la oriental provincia de Santiago de Cuba procedente de México.

La Habana denunció hace unos días la puesta en marcha de una campaña organizada por grupos contrarrevolucionarios radicados en Estados Unidos para generar provocaciones e inestabilidad durante la estancia del Papa.

Este lunes quedaron inauguradas las salas de prensa en Santiago de Cuba (Hotel Meliá Santiago) y La Habana (Hotel Nacional) con facilidades para la cobertura del viaje apostólico, para el cual se acreditaron casi 800 periodistas de 295 medios de 33 países.

El programa de Benedicto XVI en Cuba incluirá misas en Santiago de Cuba y esta capital, así como encuentros con autoridades gubernamentales y religiosas.

La visita del Sumo Pontífice se enmarca en el Año Jubilar por el aniversario 400 del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, deidad considerada por los católicos la patrona de Cuba.



(Con información de Prensa Latina)

Declaran Monumento Nacional al Paisaje Cultural del Cobre y el camino de la Virgen


Fuente: Cubadebate

El Paisaje Cultural del Cobre y los sitios nombrados del camino de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre - tales como Cayo La Virgen y Barajagua - han sido declarados Monumento Nacional de la República de Cuba, según la Resolución 01 de 2012, emitida por la Comisión Nacional de Monumentos adscripta al Ministerio de Cultura, a los 20 días de este mes de marzo.

El nombramiento oficial, resultante de la propuesta de las Comisiones Provinciales de Monumentos de Holguín y Santiago de Cuba, reconoce a la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, hallada en la Bahía de Nipe en 1612, como parte de la identidad del pueblo cubano, que le ha rendido tributo e identificado en ella un símbolo de fe e inspiración para sus más caros anhelos de libertad y justicia.

La Resolución firmada por el Doctor Eusebio Leal, presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, destaca además, cómo la basílica menor de la Virgen María de la Caridad del Cobre, es sitio de peregrinación para cubanos y extranjeros, conservándose en él la imagen original, que lleva bordado entre sus atributos el escudo de la nación cubana.

Tanto la basílica como el poblado del Real de Minas donde se asienta, se emplazan en un marco físico y natural relevante, dando lugar en su conjunto, a un paisaje cultural de altos valores históricos, a partir de su carácter asociativo con el Templo y los restos de edificaciones antiguas que tuvieron como finalidad la veneración de la Virgen.

Es relevante también - asegura el documento - , el testimonio excepcional del patrimonio industrial cubano y de las primeras sublevaciones de esclavos africanos en nuestro país, representados en las minas de cobre.

A ello se suman las evidencias históricas del recorrido de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, hallada por tres humildes pescadores, que la trasladaron desde la bahía de Nipe, hasta el hato aborigen de Barajagua, siguiendo senderos que atraviesan aquellas comarcas hasta llegar al pueblo minero, de lo cual perduran testimonios materiales.


En Cuba preparadas las plazas para misas del Papa Benedicto XVI

Organismos del Estado cubano y de la Iglesia Católica del país han trabajado desde hace meses, para garantizar los altares donde el Papa Benedicto XVI oficiará sus misas en Santiago de Cuba y La Habana.

Cuba y la visita del Papa Benedicto XVI

La visita a Cuba del Papa Benedicto XVI permitirá al mundo acercarse a la realidad de un país muchas veces blanco de ataques mediáticos dirigidos a distorsionarla, coincidieron en esta capital personalidades y líderes religiosos.

El Sumo Pontífice llegará a la isla el próximo 26 de marzo por la oriental provincia de Santiago de Cuba, y dos días después regresará desde La Habana a la Santa Sede; estancia que pese a su breve duración representará una oportunidad de conocer los logros y retos de la nación caribeña.