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Raúl Castro: La generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad

El presidente de los Consejos de Estado y Ministros, General de Ejército Raúl Castro, aseguró este viernes en su discurso por el 60 aniversario del asalto a los cuartes Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que la generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad y serena confianza, y que la Revolución socialista cubana seguirá siendo de los humildes, por los humildes y para los humildes.

Al recordar el principio que proclamara Fidel el 16 de abril de 1961, cuando el entierro a las víctimas del bombardeo criminal previo a la derrotada invasión mercenaria por Playa Girón, el Presidente cubano también ratificó que «esta también seguirá siendo una Revolución de los jóvenes».

Hoy más del setenta por ciento de los cubanos nació después del triunfo de la Revolución, rememoró Raúl, quien recordó que «hoy convivimos en suelo patrio varias generaciones, cada una con méritos propios según el momento histórico y las circunstancias que les ha tocado vivir».

La generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad y serena confianza, basada en la capacidad demostrada de seguir el rumbo de la Revolución, iniciada desde la lucha de los indios y esclavos hasta nuestros días, expresó.

Como se ha explicado, dijo, está en marcha el proceso de transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades de la nación.

Pero para asegurar su éxito, jamás podrá descuidarse —como nos enseñó Fidel— la necesidad de preservar, por encima de todo, la unidad de todos los cubanos dignos, ratificó.

Raúl Castro aseguró que la ocasión era propicia para rendir merecido homenaje a los caídos durante la lucha y también a Fidel, el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, «que con su inconmovible optimismo y junto al pueblo, capaz de resistir tantos sacrificios, nos dio la victoria y situó en el mapa mundis a nuestra pequeña isla como un baluarte de la dignidad y justicia».

Rindamos honor también a la mujer cubana, madre, combatiente, compañera de sacrificios, alegrías y luchas, pidió en su discurso Raúl visiblemente emocionado, quien también tuvo palabras para las nuevas generaciones, «que continuarán defendiendo por siempre los ideales revolucionarios».

Igualmente, envió un abrazo fraternal a los valerosos luchadores antiterroristas injustamente encarcelados hace quince años en Estados Unidos, por cuyo regreso a la patria seguiremos batallando sin descanso, ratificó.

El Presidente cubano también envió su más sentido homenaje al invicto Comandante en Jefe de la Revolución Bolivariana de la hermana República de Venezuela, el fallecido Comandante Hugo Chávez Frías, de quien aseguró que era un discípulo adelantado de Bolívar.

En su discurso, Raúl se refirió a la firmeza y al decoro del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel, quien luego del asalto al Moncada se convirtió de acusado en acusador en el juicio a que fueron sometidos.

Recordó que el Granma vino después, cuyo desembarco fue apoyado por el alzamiento de Santiago de Cuba, dirigido por Frank País, asesinado luego cuando aún no había cumplido 23 años.

Rememoró además el revés de Alegría de Pío, el encuentro con Fidel en Cinco Palmas de Vicana, la decisiva victoria sobre la gran ofensiva batistiana contra el primer frente de la Sierra Maestra, que como dijo el Che, le quebró a la tiranía el espinazo y dio inicio a la contraofensiva.

Al expresar que habrá gloria eterna a los mártires de la Patria, y darle vivas a Fidel y a la Revolución socialista, Raúl concluyó su discurso con la famosa frase del Che Guevara: ¡Hasta la victoria, siempre!

La Edad de Oro en Guantánamo: Donde se hizo la Luz

La Edad de Oro, revista mensual dedicada al recreo y la ilustración de los niños, se empezó a divulgar en Nueva York en julio de 1889. Fue una publicación literaria escrita con el ingenio, exquisitez y surgida del talento y la pluma dorada de José Martí, uno de los hombres más visionarios y prolíferos de América.

Entrega, amor y vehemencia en el afán de comunicarse con la gente menor y afianzar el sentimiento de pertenencia a su tierra, puso nuestro Martí en esta imperecedera obra literaria. De esta memorable revista, convertida en texto de referencia solo se publicaron cuatro números.

En el primer número explica el propósito e interés que los animan a escribir para los niños de América: “ para eso se publica la Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy en América, y en las demás tierras, y cómo se hacen tantas cosas…”. Y con palabras así de sinceras, el Hombre de la Edad de oro, rompe con los cánones literarios de la época.

El segundo número constituye lo que para él significaría la publicación, y expresa: “La Edad de oro no quiere morir, por que nadie debe morir mientras sirva para algo, y la vida es como todas las cosas, que no debe deshacerlas sino el que puede volverla a hacer (…).Los niños debían juntarse una vez por semana, para ver a quién   podían hacerle algún bien, todos juntos…y todos en coro, cogidos de la, mano, les daremos gracias con el corazón (…).

(…) Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar. Así expresa José Martí en el tercer número de la mentada publicación, y agrega: Se es bueno por que sí, y por que allá adentro se siente un gusto cuando se ha hecho un bien, o se ha hecho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser príncipe: ser útil. Los niños debían echarse a llorar cuando ha pasado el día sin que aprendan algo nuevo, sin que sirvan de algo (…).

En octubre de 1889, se editó el número final. Cuánta tristeza y amargura causó la terminación de este noble proyecto al hombre de la Edad de Oro, amigo fiel y sincero de los niños de nuestra América. En el mismo señala: “Se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar (…) El hombre ha de aprender a defenderse y a inventar, viviendo al aire libre(…) La vida de tocador no es para hombres (…). Y en el citado mes escribe una carta a su amigo Manuel Mercado donde expresa que por primera vez, a pesar de lo penoso y azarosa vida, abandona lo que con tanto amor emprende.

Tarja ubicada sobre los restos del antiguo centro La Luz, que reconoce a Guantánamo como el lugar por donde llegó La Edad a Cuba

¿ Cómo y por dónde llega La Edad de Oro a Guantánamo? 

Alrededor de 1885,  establece su residencia en la villa Guantánamo el afamado patriota Amador Esteva y Mestre, natural de Santiago de Cuba y  uno de los miembros fundadores de la Sociedad. Había conocido a José Martí en New York y entre ellos se forjaría entonces  lazos de amistad alrededor de 1880.

Justo en el mismo año en que aparece La Edad de Oro,  en la villa de Guantánamo se fundó La Sociedad La Luz,  un edificio de dos plantas en la esquina de las actuales calles Calixto García y Emilio Giró, que sobresalía por ser el más imponente de la localidad por su refinada cristalería francesa, y decorados balcones, donde  unían a varias corrientes arquitectónicas en un armonioso eclecticismo.

José Martí, urgido de enviar la revista a Cuba y conocedor además de la calidad humana y el patriotismo de Amador Esteva, le escribe una carta fechada el 27 de julio de 1889,  donde le explica: "Esta misma, valgan verdades, no se la escribiría, de puro abochornado, si no le hubiese ofrecido al editor de La Edad de Oro, buscarle, por medio de Usted, un buen agente en Guantánamo. Usted debe haber recibido la circular, porque ya se la mandé y ahora recibirá el primer número. Dígame si he salido airoso, y si he dado con la manera de hablar con la gente menor".

Los paquetes con los ejemplares de La Edad de Oro comenzaron a llegar a la villa de Guantánamo, a nombre de Amador Esteva para porteriormente distribuirlos a varios lugares del país. El centro de recepción era  la Sociedad La Luz, institución  convertida posteriormente en el Liceo La Luz y en esos momentos era  centro de conspiración contra la metrópolis española.

Se asomaba entonces la noble misión de enviar a los editores las remesas correspondientes y coordinar desde Cuba, todo lo concerniente a las suscripciones, correspondencias y clubes de lectores, en torno a la publicación de La Edad de Oro.

Hasta el momento, se desconoce la existencia de otro punto en Cuba que haya asumido de igual forma a la noble tarea. Por lo tanto, el hecho ennoblece con creces la tradición patriótica guantanamera e influyó en el ánimo, el fervor y la formación del mambisado en este territorio oriental.

20 de mayo de 1902: Lo más luctuoso de nuestra historia



Por: Pablo Soroa Fernández

El 20 de mayo de 1902 siete años y un día luego de que Cuba dejara morir al Apóstol de su Independencia, este objetivo secular  fue institucionalmente frustrado después de 30 años de lucha,  con la instauración de una  “República” , que de haber existido, podría haberse denominado falsa, orquestada, apócrifa, mediatizada, impuesta, y digo “podría”,   porque el  calificativo  precisa  de un sustantivo para acompañarlo. Pero ¿acaso era aquello una República, como se preguntó Fidel?

¿Qué República era aquélla cuyo primer presidente resultaba,  comparado con Carlos Manuel de Céspedes (y no por la estatura corporal, sino por la patriota) un liliputiense, y, por añadidura portaba en su cartera las credenciales de  ciudadano norteamericano y  en el alma la falta de convicciones  de los  revolucionarios conversos.
 
Se es siervo por necesidad, y servil por elección, escribió José Ingenieros en su libro La simulación en  la lucha por la vida, un texto que debió ser de cabecera para Don Tomás Estrada Palma, reeleccionista a la fuerza, solicitador de intervenciones foráneas y asesino del General Quintín Banderas, ex compañero suyo de cabalgadura en la manigua y  cubano que por más constituciones peleó. . 

La naturaleza de la “República” de 1902 (las comillas aquí resuelven un gran problema) la delatan la de sus apologetas: traidores de toda laya,  torturadores, los que ahora en el exilio (y sino ellos sus descendientes) disfrutan el dinero que le extirparon bajo la tutela d doctores y generales, inconsecuentes con hoja de servicios a la libertad que vino a materializarse, no por ellos, sino a pesar de ellos, el primero de enero de 1959.

En mis años, he conocido una sola República la nacida en aquella alborada, sin ceremonias, ni fuegos artificiales, abonada con la sangre de la juventud del Centenario, encabezada por Fidel, y forjada en el Moncada, en Isla de Pinos (el presidio), en México (el exilio), en  el desembarco del Granma y la lucha en la Sierra Maestra.

Si tuviera el privilegio de ser nonagenario, tampoco habría conocido otra república que ésta, la única que en realidad en Cuba ha sido, la que defendimos en Playa Girón, durante la crisis de los cohetes, en la Lucha contra Bandidos, en nuestra gesta internacionalista en África, y en América Latina.  

Esa es la única República Cubana, no aquella, existente solo para los terratenientes y burgueses,   para sus cachorros y cachorras, que si no aúllan la impotencia de carecer de patria, la ladran,  Sancho, señal de que la República Única y Revolucionaria, cabalga hacia el futuro, hacia el futuro socialista. 

Un futuro sin la tutela de aquellas administraciones yanquis que  protegieron, auparon y de milagro no situaron en el sanctasanctórum a tantos malversadores y déspotas, los últimos en escuchar y seguir al pie de la letra sus órdenes, no acatadas ya en Cuba, Territorio Libre de América, Año 55 de la Revolución.

José Martí: El más lúcido de los cubanos

Era 19 de mayo de 1895 y próximo del mediodía, sabía que marchaba hacia la muerte, sin embargo, José Martí Pérez, se arrojó sobre ella con osadía admirable.  Ese día, su caballo Baconao, obsequio del General José Maceo, regresó solo a los predios mambises y en las horas de la noche, sus compañeros de lucha, reconocieron su cuerpo ya sin vida.  
Gloriosa fue su primera y última cabalgadura. Se derrumbaba el héroe  en el campo de batalla, como  había pedido en sus Versos Sencillos, “de cara al sol “ y entre las palmas de su Cuba querida. Murió justo aún no había culminado su obra, cuando la Patria más lo necesitaba: Así mueren los grandes.

La vida del héroe nacional cubano José Martí, a 118 años de su caída en combate se ha convertido en un magisterio vivo. Su muerte, en cambio, pasó a ser una leyenda que voló para convertirse en la quimera de un caballo asustado, de un blanco eficaz entre las filas enemigas y de un hombre que fundió las voluntades de los suyos en un mismo sentimiento de amor.

Quienes le conocieron, admiraron al patriota, al poeta, al dueño de la capacidad patriótica de resistencia y ejemplo de militancia política de los cubanos. Su firmeza revolucionaria, le vino de su propia raíz popular, de la fe en la victoria y del trabajo creador.
 

José Martí sólo vivió 42 años,  pero fue tiempo suficiente para legar al futuro una huella inquebrantable en la Historia de Cuba. Se perdía al más lúcido de los cubanos, al combatiente, al organizador, al maestro, al escritor, al hombre culto e inteligente. Se perdía al hombre que había echado sobre sus hombros la guerra necesaria. Se perdía a quien había calado, como nadie, en la naturaleza del imperialismo norteamericano. 

La prensa cubana: coqueta para seducir, guerrero para combatir…



El 14 de marzo pero de 1892, hace 121 años, vio la luz el primer número del periódico Patria gestado por José Martí, para promover en sus páginas el propósito del Partido Revolucionario Cubano de alcanzar la total independencia de Cuba y  Puerto Rico del dominio español mediante la lucha armada. 

Desde la aparición de "Patria", acariciado sueño de Martí, todos los cubanos  lo vieron como su periódico,  órgano que desde el primer número les hablaba de la unión y de la guerra necesaria. En el periódico aparece en su primer número, la reproducción de las Bases del Partido Revolucionario Cubano, partido fundado con el objetivo de alcanzar la independencia de Cuba y Puerto Rico, como nota principal y casi un mes de su nacimiento, se proclama formalmente la constitución del Partido.

Martí razona en un artículo titulado A nuestra prensa sobre el papel que le corresponde en la batalla por la independencia y la libertad. Y, en tal sentido, escribe: “Nace este periódico, a la hora del peligro, para velar por la libertad, para contribuir a que sus fuerzas sean invencibles por la unión, y para evitar que el enemigo nos vuelva a vencer por nuestro desorden” . “Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, nace este periódico”.   

Al definir lo que para el periodista cubano de todos los tiempos,  debe ser la ética y la misión de un periodista acota: “que no haya una manifestación de la vida, cuyos diarios accidente no sorprendan al diarista: eso es hacer un buen diario. Decir lo que a todos conviene y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir…”

“… Que un periódico sea literario quiere decir que se vierta en él mucha literatura, sino que se escriba literariamente todo, decía el Maestro. El periódico debe estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano, y la espuela en el tacón…” Y es que con Patria, José Martí nos facilitó una clase de cómo ejercer la profesión y honrarla y cito: “… ha de ser la prensa coqueta para seducir, catedrático para explicar, filósofo para mejorar, pilluelo para penetrar, guerrero para combatir…

Patria fue un periódico para la guerra, decía nuestro periodista mayor. "Lo que el enemigo ha de oír no es más que la propia voz de ataque. Eso es Patria en la prensa. Es un soldado".  “.. No hay cetro mejor que un buen periódico, como tampoco hay monarca como un periodista honrado…”

Abdala: La Patria ante todo


El amor, madre, a la patria / No es el amor ridículo a la tierra, /  Ni a la yerba que pisan nuestras plantas; / Es el odio invencible a quien la oprime, / Es el rencor eterno a quien la ataca… Con estos versos de su poema dramático Abdala,  publicado  el 23 de enero de 1869,  por nuestro José Martí en la primera y única edición del periódico La Patria Libre, ofrece una imagen significativa acerca del significado que le concede nuestro héroe nacional  a la Patria.

Abdala esboza el conflicto del hombre contra sus semejantes, la disyuntiva entre el amor maternal y a la Patria son los hilos conductores de la trama y ofrece además una visión anticipada de su propia vida y es donde por vez primera, el negro es un héroe que encarna virtudes patrióticas y sale a defender a su nación del agresor extranjero, y enfrentará, como nueastro propio José Martí,  el dolor materno y filial de sus hermanas.

Y esto ocurre porque cual expresan los versos del poema … ¡ Oh, que dulce es morir cuando se muere / Luchando audaz por defender la patria! ,  Martí sintió a Abdala dentro de sí mismo, en esta proposición que se une a lo que en otros textos martianos se hace reiterativo el idead de la muerte necesaria.

Como el primer día y a pesar de haber transcurrido 144 años de la divulgación con Abdala, se une  la ardiente pasión de los versos de esta obra, con un mensaje que alimenta el espíritu de las futuras generaciones,  que después de  160 del natalicio de  ese gran hombre, nuestro José Martí,  engalanan múltiples escenarios por las convicciones patrióticas que desentraña.

Los jóvenes de la Generación del Centenario: Sencillamente, cubanos


“Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!

Así expresó nuestro Fidel Castro Ruz, al referirse a nuestro José Martí cuando aquel 26 de julio de 1953 cuando un grupo de jóvenes revolucionarios cubanos liderados por Fidel Castro Ruz, asaltaron los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, iluminados por las ideas del Maestro.

Para los jóvenes de la Generación del Centenario existía una razón muy poderosa: eran sencillamente, cubanos, poderosa razón para lanzarse al ataque de la segunda fortaleza del país. La presencia decisiva de José Martí en los moncadistas era una realidad tangible. Entonces Fidel, tomó en sus manos la antorcha libertaria y trazó la estrategia correcta que nos llevó a la victoria definitiva.

De hecho, su alegato de autodefensa La Historia me absolverá, como en todo el pensamiento y la acción de Fidel, posee una identidad sorprendente con el pensamiento político de nuestro Héroe Nacional. Tienen en común la posición inclaudicable contra toda forma de tiranía, el patriotismo revolucionario, el latinoamericanismo y el internacionalismo, el optimismo ante los reveses y sobre todo la defensa de las clases humildes.

Tan grande fue el sentido ético de José Martí que bajo esa hermosa frase de Patria es Humanidad, nos legó una divisa realmente solidaria y justiciera. Sin dudas él, dotado de una inteligencia soberana, siempre usó ese don para hacer de los pueblos de América independientes y libres.

Hoy el pensamiento martiano ha trascendido los límites del tiempo y por ende, constituye fuente inagotable de valores patrióticos, de justicia y de dignidad humana. El Moncada fue obra martiana llevada a cabo por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953.

Y no ha pasado a la historia como un hecho aislado, sino como un enlace histórico, un vínculo de nuestro pasado con el presente de dura lucha y con el futuro promisorio de victoria. En el Moncada vivió el Apóstol, en el Moncada se eternizó su memoria y se rescató para siempre la dignidad nacional.

José Martí: En busca de la estrella que ilumina y mata


Hoy es 19 de mayo, día en que la muerte debe pedir disculpas a la vida, por que este día, pero del año 1895, cae en combate el héroe nacional cubano José Martí y Pérez. Era aquel mediodía en que, aunque sabía que marchaba hacia la muerte, se arrojó sobre ella con osadía admirable en busca de la estrella que ilumina y mata.

Gloriosa fue su primera y última cabalgadura, más su inexperiencia no le permitió comprender que marchaba hacia el fuego español. Y no fue hasta que su caballo Baconao, regresara solo a los predios mambises en horas de la noche, cuando sus compañeros de lucha, habían reconocido el cuerpo ya sin vida del fundador del Partido Revolucionario Cubano.

José Martí se había derrumbado en el campo de batalla. Caía en Dos Ríos de cara al Sol y entre las palmas de su Cuba querida, como había pedido en sus Versos Sencillos. Había muerto el patriota, el poeta, el político, el periodista, el hombre del verbo ardiente.

¿Su mérito más valioso?: Lograr la unidad de los cubanos. Y si bien es cierto que al final de su existencia, no pudo terminar aquella batalla machete en mano, la práctica militar no ocupó un lugar sobresaliente en su vida, sino la fortaleza de sus pensamientos.

José Martí sólo vivió 42 años, tiempo suficiente para legar al futuro una huella inquebrantable en la Historia de Cuba. Las balas enemigas que cegaron su vida, nos robaron a una de las personalidades más destacadas del pensamiento progresista de América y del Mundo.

El 19 de mayo de 1895 Cuba perdía al más lúcido de los cubanos, al combatiente, al organizador, al hombre culto e inteligente. Perdía al Maestro, al hombre que había echado sobre sus hombros la guerra necesaria y quien había calado, como nadie, en la naturaleza del imperialismo norteamericano. Perdía al más universal de los cubanos, nuestro José Martí.

La Prensa cubana: coqueta para seducir, guerrera para combatir...


El 14 de marzo pero de 1892, hace 120 años, ve la luz Patria. Entonces José Martí, y un grupo de cubanos emigrados en Nueva York, robándole horas al descanso, después de la ruda labor diaria para ganar el sustento de su familia, se reunían a confeccionar este periódico.

“Nace este periódico, por la voluntad y con los recursos de los cubanos y puertorriqueños de Nueva York, para contribuir, sin premura y sin descanso, a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto Rico", escribió el Maestro en el editorial de presentación.

En aquella impresión inicial que circulaba de mano en mano y por correo Cuba y a otros países de América, nuestro José Martí dio a conocer las bases del Partido Revolucionario Cubano, que se fundaría oficialmente el 10 de abril de 1892, día del aniversario 23 de la proclamación en Guáimaro de la primera Constitución de la República en Armas.

“Nace este periódico, a la hora del peligro, para velar por la libertad, para contribuir a que sus fuerzas sean invencibles por la unión, y para evitar que el enemigo nos vuelva a vencer por nuestro desorden”. Fue Patria hecho para la guerra.... Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, escribió José Martí, nace este periódico.

Con estas palabras, el Apóstol de Cuba define la ética de un periodista y manifiesta: "El periódico es una espada y su empuñadura la razón. Solo deben esgrimirla los buenos, y no ha de ser par para el exterminio de los hombres, sino para el triunfo necesario sobre los que se oponen a su libertad y progreso".

Es justo en el artículo "Sobre periodismo", publicado en Patria el sitio oportuno donde nuestro José Martí expone la misión del periodista y cito: “Que no haya una manifestación de la vida, cuyos diarios accidente no sorprendan al diarista: eso es hacer un buen diario. Decir lo que a todos conviene y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir.

Que todos encuentren en el diario lo que pueden necesitar saberlo, pero decirlo con un lenguaje especial para cada especie, decía el Maestro, que un periódico sea literario quiere decir que se vierta en él mucha literatura, sino que se escriba literariamente todo. El periódico debe estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano, y la espuela en el tacón”.

Al referirse a la Prensa en sentido general, José Martí expresó: Debe ser coqueta para seducir, catedrático para explicar, filósofo para mejorar, pilluelo para penetrar, guerrero para combatir. Debe ser útil, sano, elegante, oportuno, saliente. Eso es Patria en la prensa: Un soldado. No hay cetro mejor que un buen periódico, como tampoco hay monarca como un periodista honrado.

Patria es y seguirá siendo tema de estudio en aras de realizar cada día un mejor periodismo revolucionario. Y esta es la razón principal para que todos los periodistas cubanos, seamos fieles al legado del Héroe Nacional de escribir siempre con la verdad, y defender nuestros valores, siempre comprometidos con el tiempo en que vivimos.

Partió la Cruzada Teatral Guantánamo - Baracoa hacia comunidades montañosas guantanameras ( Fotos)

La salida de la Cruzada se realizó en el parque José Martí, de Guantánamo.

Como cada 28 de enero y para homenajaer al más universal de los cubanos, José Martí, este 28 de enero, con sus mochilas llenas de canciones, títeres, canciones y mucho amor, los integrantes de la Cruzada Teatral Guantánamo - Baracoa, partieron hacia los municipios de la serranía guantanamera

Los Cruzados, en su XXII edición, recorrerán más de 400 kilómetros por varios municipios guantanameros, hasta el 2 de marzo. Para ello, este proyecto cultural realizará alrededor de 162 presentaciones.

A esta edición de la Cruzada, se suman entre otros, el proyecto Ríos, el Guiñol y el Dramático de Guantánamo, además de músicos, poetas, actrices y actores de los grupos la Barca. Se suma además al periplo, el fotoreportero suizo Félix Hauver, quien realizará un documental sobre el más importante proyecto comunitario en la más oriental de las provincias cubanas.

La Cruzada Teatral Guantánamo - Baracoa es todo un moviendo cultural y artístico que incursiona en las zonas montañosas de nuestra provincia, sin la necesidad de cómodas condiciones, sólo las indispensables para vivir en campaña.

Los objetivos de este proyecto es llevar el teatro a las zonas montañosas y de difícil acceso de las serranías guantanameras e incidir en el desarrollo del gusto estético, capacidad de apreciación y creación artística en los pobladores de las montañas.

Este evento guantanamero surge a principios de la década de los 90 y responde apropiadamente la Política Cultural de la Revolución que en esto momento esta llevando nuestro país, fundamentalmente en cuento al principio estratégico de la masificación de la cultura.

Imágenes de la actividad previa a la salida...




José Martí: Cuando la muerte debe pedir disculpas a la vida


Hoy la muerte debe pedir disculpas a la vida. Este día cae en combate el héroe nacional cubano José Martí. Era aquel mediodía del 19 de mayo de 1895 y aunque sabía que marchaba hacia la muerte, se arrojó sobre ella con osadía admirable en busca de la estrella que ilumina y mata.

Gloriosa fue su primera y última cabalgadura pero su inexperiencia no le permitió comprender que marchaba hacia el fuego español. Entonces su caballo Baconao, regresaba solo a los predios mambises y en las horas de la noche, sus compañeros de lucha, habían reconocido el cuerpo ya sin vida, del fundador del Partido Revolucionario Cubano

José Martí se había derrumbado en el campo de batalla y allí en Dos Ríos caía de cara al Sol y entre las palmas de su Cuba querida, como siempre había pedido en sus Versos Sencillos. Había muerto el patriota, el poeta, el político, el periodista, el hombre del verbo ardiente y el decoro.

Su firmeza revolucionaria, y la fortaleza de sus pensamientos, le vinieron de su propia raíz popular, de la fe en la victoria y su mérito más valioso, fue lograr la unidad de los cubanos dentro y fuera de Cuba.

José Martí sólo vivió 42 años, el tiempo suficiente para legar al futuro una huella inquebrantable en la Historia de Cuba. Las balas enemigas que cegaron su vida, nos robaron una de las personalidades más destacadas del pensamiento progresista de América y del Mundo.

Aquel 19 de mayo de 1895 Cuba perdía al más lúcido de los cubanos,al combatiente, al organizador, al maestro, al escritor, al hombre culto e inteligente. Perdía al Maestro, al hombre que había echado sobre sus hombros la guerra necesaria y quien había calado, como nadie, en la naturaleza del imperialismo norteamericano.

28 de enero de 1853: Nace una estrella


Hablar sobre José Martí Pérez, el más profundo y universal pensador cubano y figura cumbre de la política, la revolución y la cultura latinoamericanas, nos motiva a adentrarnos en el sistema nervioso central de quien fue y es, paradigma, maestro y fiel ideólogo.

El más universal de todos los cubanos, vio la luz el 28 de enero de 1853, en La Habana. Este día, nacía una estrella. Nacía un hombre que de no haber sido el Héroe nacional, hubiera sido porque lo es hoy: símbolo de América toda, un hombre que nos continúa iluminando con su ejemplo.Y esto sucede porque jamás hubo quien reuniera
“Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, como nuestro José Martí.

Espíritu y esencia a lo cubano, la figura del Maestro, del hombre que nació para poeta y al que la vida hizo político y soldado, dio a la guerra de liberación el humanismo que necesitaba para forjar una republica con la máxima de “Con todos y para el bien de todos”.

Uno los mejores prosistas de habla castellana de su época, José Martí fue el precursor del Modernismo en la poesía hispanoamericana. Gran ensayista, abordó e identificó en sus obras, todo lo nuevo que se revela en la ciencia y la cultura de su tiempo, para convertirse posteriormente en el organizador del Partido Revolucionario Cubano y de la última guerra de liberación de Cuba.

Fue un hombre sencillo: “Yo soy bueno, y como bueno/ moriré de cara al sol”, escribió en sus Versos Sencillos -; un amante fino y profundo de las letras, de lo bello, un hombre sensible y apasionado por la búsqueda del conocimiento humano. Periodista y revolucionario hasta la médula. Hombre de su tiempo, y por ende, de todas las épocas.

Sin dudas, “El hombre más puro de la raza”, como lo calificara la escritora chilena Gabriela Mistral, fue portador de una firme voluntad artística, un enamorado de la palabra y de su lengua, un alma que se abría y se entregaba en sus textos.

Y más allá del hacedor de mundo, del poeta y revolucionario que fue, hoy constituye un espejo para artistas, revolucionarios, periodistas, cubanos todos que ven en él, al paradigma de revolucionario cabal, al escritor pleno, cabal, que con su pluma y su luz, iluminaría el continente americano.

José Martí vivió en el Moncada

El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes revolucionarios cubanos liderados por Fidel Castro Ruz, asaltaron los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, iluminados por las ideas de nuestro José Martí.
Procesado por aquellos sucesos, el hoy Comandante en Jefe expresó:

“Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!

El pensamiento martiano ha trascendido los límites del tiempo y hoy constituyen fuente inagotable de valores patrióticos, de justicia y de dignidad humana, la base fundamental que sustenta la actual Batalla de Ideas que libra el pueblo cubano en su afán por defender las conquistas de la Revolución.

Para los jóvenes de la Generación del Centenario existía una razón muy poderosa, eran sencillamente, cubanos. Y ese día, se lanzaron al ataque de la segunda fortaleza del país, independientemente de que muchos tildaron a Fidel de loco porque decía que el autor intelectual de esa acción era José Martí, caído en combate por la independencia de Cuba el 19 de mayo de 1895.

Sin embargo, la presencia decisiva de nuestro Héroe Nacional en los combatientes moncadistas era una realidad tangible, como lo había sido antes en Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y otros líderes de las luchas revolucionarias. Y Fidel, tomó en sus manos la antorcha libertaria y trazó la estrategia correcta que nos llevó a la victoria definitiva.

En su alegato de defensa La Historia me absolverá, como en todo el pensamiento y la acción de Fidel, hay una identidad sorprendente con el pensamiento político de nuestro Héroe Nacional: la posición inclaudicable contra toda forma de tiranía, el patriotismo revolucionario, el latinoamericanismo y el internacionalismo, el optimismo ante los reveses y sobre todo la defensa de las clases humildes.

Tan grande fue el sentido ético de José Martí que bajo esa hermosa frase de Patria es Humanidad, nos legó una divisa realmente solidaria y justiciera. Sin dudas él, dotado de una inteligencia soberana, siempre usó ese don para hacer de los pueblos de América independientes y libres.

El Moncada fue obra martiana llevada a cabo por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953. Y no ha pasado a la historia como un hecho aislado, sino como un enlace histórico, un vínculo de nuestro pasado con el presente de dura lucha y con el futuro promisorio de victoria. En el Moncada vivió el Apóstol, en el Moncada se eternizó su memoria y se rescató para siempre la dignidad nacional.

José Martí: Una muerte de grandes


A 115 años de la caída en combate del héroe nacional cubano José Martí, su vida se ha convertido en un magisterio vivo y su muerte, en una leyenda que voló para convertirse en la quimera de un caballo asustado, de un blanco eficaz entre las filas enemigas y de un hombre que fundió las voluntades de los suyos en un mismo sentimiento de amor.

Quienes le conocieron, admiraron al patriota, al poeta, al dueño de la capacidad patriótica de resistencia y el ejemplo de militancia política de los cubanos. Su firmeza revolucionaria, le vino de su propia raíz popular, de la fe en la victoria y del trabajo creador.

¿Su mérito más valioso?: Lograr la unidad de los cubanos. Y si bien es cierto que al final de su existencia, no pudo terminar aquella batalla machete en mano, la práctica militar no ocupó un lugar sobresaliente en su vida, sino la fortaleza de sus pensamientos.

El 19 de mayo de 1895, próximo del mediodía, sabía que marchaba hacia la muerte y se arrojó sobre ella con osadía admirable. Gloriosa fue su primera y última cabalgadura, ese día, su caballo Baconao, obsequio del General José Maceo, regresó solo a los predios mambises y en las horas de la noche, sus compañeros de lucha, reconocieron su cuerpo ya sin vida.

Se derrumbó en el campo de batalla, como siempre había pedido en sus Versos Sencillos, “de cara al sol “ y entre las palmas de su Cuba querida. José Martí murió justo aún no había culminado su obra, cuando la Patria más lo necesitaba: Así mueren los grandes.

El Maestro sólo vivió 42 años tiempo suficiente para legar al futuro una huella inquebrantable en la Historia de Cuba. Las balas enemigas cegaron su vida, nos robaron a una de las personalidades más destacadas del pensamiento progresista de América y del Mundo.

Este es mi Guantánamo


¡Qué orgullosa estás de vivir en tu provincia!, me dijo un colega de la capital cubana. Sí, muy orgullosa, le respondí, Guantánamo, es una tierra maravillosa de gente que construyen y defienden las conquistas de la Revolución.

Rodeada de lomas, ríos que la fertilizan y erigida entre el mar y la montaña, es mi Guantánamo, un pedazo de tierra acogedora de inmigrantes que durante toda su historia matizan a sus moradores: blancos, negros, mestizos, indios... todo un abanico de maneras de vivir y actuar.

Su nombre proviene de la lengua aborigen y quiere decir tierra entre ríos. Situada a unos mil kilómetros de La Habana, capital de Cuba, para unos, es el fin de la Isla, para otros, el comienzo, nada, cola o cabeza del caimán, mi provincia es la única del país, que posee un desimidesierto y otras singularidades geográficas e históricas que la distinguen.

Bañada por las aguas de más de 600 arroyos, afluentes y ríos, entre ellos el Guaso, el Duaba, el Miel y el más caudaloso de Cuba, el Toa, es además, el único territorio cubano donde coinciden tres tipos de climas: el tropical lluvioso, el tropical de sabana y el semidesierto en la franja costera sur.

Entre sus áreas, tenemos el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, el cual posee unas 70 mil 680 hectáreas dotadas de paisajes típicos y únicos en el país. Declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, en el maravilloso sitio se encuentra la mayor reserva de la biodiversidad y reservorio de agua potable de la cuenca del Caribe Insular.

En Guantánamo también tenemos a nuestra Baracoa, primera villa fundada en Cuba por el Adelantado Diego Velázquez, allí, en la iglesia, todavía se conserva La Santa Cruz de la Parra, con la cual Fray Bartolomé de las Casas oficiara la primera misa de la que se tiene noticia en el Nuevo Mundo y la única que se conserva de las 29 plantadas por Cristóbal Colón en sus viajes de descubrimiento.

Disímiles particularidades y hechos históricos distinguen a nuestro Guantánamo. Por Duaba, Baracoa, desembarcó el 1ro de abril de 1895, los hermanos Antonio y José Maceo, junto a Flor Crombet, de igual manera, por la zona costera de Imías, pisó tierra cubana José Martí, tras años de exilio acompañado por otros patriotas la noche del 11 de abril de 1895, y cuatro días después, fue ascendido al grado al grado de Mayor General del Ejército Libertador.

Nuestro oriental territorio posee además una de las bahías de bolsa más grandes del mundo y entre sus exclusividades naturales la distinguen el Yunque Baracoa, los Monitongos, de Hatibonico, las terrazas marinas de Maisí, cocoteros de dos troncos, las Polimitas, la rana Iberia, considera entre las más pequeñas del mundo y Zoológico de Piedra, único de su tipo en el orbe.

Hijos ilustres de esta tierra son María Caridad Colón, primera campeona olímpica de Centroamérica en lanzamiento de jabalina y Arnaldo Tamayo Méndez, quien situó el nombre de Guantánamo en el cosmos. También personalidades como el poeta y escritor Regino Eladio Boti, Ángel Iñigo, Rafael Inciarte Brioso, Lilí Martínez Griñán, Elio Revé, Antonio Luisa Cabal, Dayron Robles, Yargelis Savigne, Félix Savón y Driulis González…, una amplia lista de artistas e intelectuales que han colocado el nombre de Guantánamo dentro y fuera de las fronteras cubanas.

Para todo guantanamero, vivir en este pedazo de tierra tiene un significado especial. Muy duro se peleó en las lomas por la defensa de la tierra, cabe mencionar a Lino de las mercedes Álvarez, ejemplo de intransigencia revolucionaria y quien frente a sus apalencados diera el grito de ¡Tierra o sangre!.

Otros son los momentos gloriosos que ha tenido nuestro Guantánamo: la lucha clandestina, el movimiento 26 de julio, las imperecederas acciones del 30 de noviembre y las decisivas luchas durante la guerra de liberación, llevadas a cabo en el territorio por las fuerzas del II Frente Oriental Frank País, bajo el mando del entonces Comandante Raúl Castro.

Así mostramos al Guantánamo verdadero que crece, se construye y defenderemos siempre, el poseedor de grandes logros en la educación, la salud, la educación, el deporte y de los primeros combatientes que llegaron al Congo con el Che, muestra inequívoca de la solidaridad y el humanismo que muestran las huellas de los guantanameros por el mundo.

Este es mi Guantánamo y no la Ilegal Base naval yanqui que mantiene el gobierno de los Estados Unidos en nuestro territorio y ocupa una extensión de 117,5 kilómetros cuadrados y el que encuentran muchos extranjeros cuando al abrir un buscador de Internet, ponen el nombre de mi provincia.

Por eso me jacto cuando digo que soy guantanamera, sí, guajira guantanamera, como la letra de la canción de Joseíto Fernández popularizada por casi todo el mundo. Además, porque estoy orgullosa de mi Guantánamo, de mi natal Aldea, como la calificara Regino Eladio Boti y de sus pobladores, esa gente linda que pasean por sus calles y día a día crean, sueñan y construyen en esta tierra heroica.

La Edad de Oro entró a Cuba por Guantánamo

La Edad de Oro, revista mensual dedicada al recreo y la ilustración de los niños, se empezó a divulgar en Nueva York en julio de 1889. Fue una publicación literaria escrita con el ingenio, exquisitez y surgida del talento creador y la pluma dorada de uno de los hombres más visionarios y prolíferos de América: José Martí.

La revista permite apreciar el ingenio de aquel gran publicista que también escribió para los más pequeños. Cuentos, versos y artículos instructivos, como "Tres Héroes", donde Martí presenta a los niños tres de los grandes patriotas de nuestra América: Bolívar, San Martín e Hidalgo; "Las Ruinas indias", donde describe con estilo inigualable las ciudades desaparecidas de la América indígena; aparecen en esta publicación para ser comprendida por los niños de América.

Entrega, amor y vehemencia en el afán de comunicarse con la gente menor y afianzar el sentimiento de pertenencia a su tierra, puso nuestro Martí en esta imperecedera obra literaria. De esta memorable revista, convertida en texto de referencia solo se publicaron cuatro números.
En el primer número explica el propósito e interés que los animan a escribir para los niños de América: “para eso se publica la Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy en América, y en las demás tierras, y cómo se hacen tantas cosas…”. Y con palabras así de sinceras, el Hombre de la Edad de oro, rompe con los cánones literarios de la época.

El segundo número constituye lo que para él significaría la publicación, y expresa: “La Edad de oro no quiere morir, por que nadie debe morir mientras sirva para algo, y la vida es como todas las cosas, que no debe deshacerlas sino el que puede volverla a hacer (…).Los niños debían juntarse una vez por semana, para ver a quién podían hacerle algún bien, todos juntos…y todos en coro, cogidos de la, mano, les daremos gracias con el corazón (…).

(…) Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar. Así expresa José Martí en el tercer número de la mentada publicación, y agrega: Se es bueno por que sí, y por que allá adentro se siente un gusto cuando se ha hecho un bien, o se ha hecho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser príncipe: ser útil. Los niños debían echarse a llorar cuando ha pasado el día sin que aprendan algo nuevo, sin que sirvan de algo (…).

En octubre de 1889, se editó el número final. Cuánta tristeza y amargura causó la terminación de este noble proyecto al hombre de la Edad de Oro, amigo fiel y sincero de los niños de nuestra América. En el mismo señala: “Se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar (…) El hombre ha de aprender a defenderse y a inventar, viviendo al aire libre(…) La vida de tocador no es para hombres (…). Y en el citado mes escribe una carta a su amigo Manuel Mercado donde expresa que por primera vez, a pesar de lo penoso y azarosa vida, abandona lo que con tanto amor emprende.

PERO… ¿CÓMO, DÓNDE Y CUÁNDO LLEGA LA EDAD DE ORO A GUANTÁNAMO?

Casualmente, en el año en que se publicó la revista para los niños de América, en la villa de Guantánamo se fundó La Sociedad La Luz, catalogada en ese momentos en el país como el más importante edificio local y primera institución defensora de la cultura cubana, además, constituía un centro conspirativo contra la metrópolis española, donde se forjaron las ideas independentistas enarboladas en la gesta del noventa y cinco.

Alrededor de 1885, cuando establece su residencia en la villa Guantánamo el afamado patriota Amador Esteva y Mestre, natural de Santiago de Cuba. Este hombre fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad. Conoció a José Martí en New York y habían entablado lazos de amistad alrededor de 1880 en los Estados Unidos, donde establecieron una fuerte amistad.

El Maestro urgido de enviar la revista a Cuba y conocedor además de la calidad humana y el patriotismo de Amador Esteva, le escribe una carta fechada el 27 de julio de 1889 para ultimar los detalles en torno a su tan querida revista, donde le explica: "Esta misma, valgan verdades, no se la escribiría, de puro abochornado, si no le hubiese ofrecido al editor de La Edad de Oro, buscarle, por medio de Usted, un buen agente en Guantánamo. Usted debe haber recibido la circular, porque ya se la mandé y ahora recibirá el primer número. Dígame si he salido airoso, y si he dado con la manera de hablar con la gente menor".

De esta manera y sin demora alguna, comenzaron a llegar a la villa de Guantánamo los paquetes con los ejemplares de la revista remitidos por su insuperable autor. Se asomaba una nueva misión que consistía además en enviar a los editores las remesas correspondientes y coordinar desde Cuba, todo lo concerniente a suscripciones, correspondencias y clubes de lectores, en torno a la publicación martiana."

LA SOCIEDAD LA LUZ

Una confrontación entre criollos y peninsulares motivada por el ardor político del momento aceleró el surgimiento en Guantánamo de la Sociedad La Luz. Proyecto al que se sumaron acaudalados independentistas cubanos y catalanes de ideas liberales. Juntos procuraron muebles, cubiertos y materiales encargados a famosos creadores de Francia y Estados Unidos.

La inauguración de la Sociedad La Luz también constituyó una muestra del fervor patriótico en la región. Hasta la Sociedad La Luz de Guantánamo, ubicada en las actuales calles Calixto García y Emilio Giró, convertida entonces en un centro de conspiración contra la metrópolis española, llegaron a nombre de Amador Esteva los paquetes con La Edad de Oro. Así, desde este territorio oriental se distribuyeron a varios lugares del país.


Hasta el momento, se desconoce la existencia de otro punto en Cuba que haya asumido de igual forma a la noble tarea, por lo tanto, el hecho ennoblece con creces la tradición patriótica guantanamera.Desde la Sociedad La Luz, convertido luego en el Liceo La Luz, comenzaron a llegar a nombre de Amador Esteva, los paquetes con los primeros ejemplares de la revista Edad de Oro a Guantánamo, los que se distribuyeron a varios lugares del país. Este hecho, unido a la tradición de lucha influyó en el ánimo, el fervor y la formación del mambisado en este territorio oriental.