Lugar sagrado para guardar el tiempo

Visitar el museo 11 de abril en el poblado de Playitas de Cajobabo, municipio de Imías en Guantánamo, es aferrarse a un pedazo de historia que comenzó en al año 1985 cuando nuestro héroe nacional José martí, puso pie en tierra cubana.

Llego al reciento y a la entrada me recibe, a lo alto de la pared frontal, un retrato realizado por el artista de la plástica Jorge Arguelles, de Salustiano Leyva, el niño que conoció a Martí cuando el desembarco. Es una fotografía prototipo del campesino cubano, viste ropa apropiada a su condición, luce un sombrerote yarey, alpargata y en la cintura un machete, símbolo de cubanía.

“Mira, periodista - dice el retrato, que me acompaña durante el recorrido-, en este balance todavía guardo mi sombrero, aquí el Comandante en jefe Fidel Castro Ruz me hizo una entrevista para el documental realizado por Santiago Álvarez “Mi hermano Fidel”.

Estoy en la habitación de Salustiano, hoy una de las salas del museo, desde su fallecimiento el 17 de septiembre de 1981. “Aquí, - explica - todavía se conservan mis objetos personales, puedes ver la cama, el escaparate, la silla de ruedas que utilicé los últimos días de mi vida y el radio que me regaló el Comandante Fidel Castro cuando me visitó en el año 1976.

“Mis objetos personales, están dentro de esa vitrina, espejuelos, brocha de afeitar, una cajita porta cuchillas, el pijama de dormir, la chequera y un busto de José Martí, donado por la CTC, y en la cocina, se conservan los utensilios que usaba, mira el empinao para colar café, los calderos, el fogón, y el juego de comedor”.

En mi recorrido constaté encima de la mesa, una exposición con una réplica en miniatura del Monumento de Martí, en Dos Ríos, lugar donde cayera en combate, y el de Playitas de Cajobabo”, fotos del Comandante en jefe cuando vino para homenajear el centenario del desembarco de Martí y otros combatientes el 11 de abril de 1895 y un escrito de Eusebio leal, donde catalogó el sitial de Playitas de Cajobabo como “Rincón Sagrado de la Patria.

“El 14 de noviembre de 1983, - prosigue explicándome el anfitrión -, se le agregan al Museo las salas aborigen y colonial, la primera, muestra objetos encontrados en la parte baja del municipio, hay un sumergidor de red de pescar, cuenta de collar de oliva, palto de concha y fotos de aborígenes fumando tabaco y bailando el areito”.

Resulta interesante conocer que el en municipio habitó un grupo de agro alfareros, que se dedicaban a la caza, pesca, recolección y a la agricultura, además de gran concentración de Taínos, razón por la cual presencié un hacha petaloide ceremonial, fragmentos de cazuelas y fotos de culto de indígenas al ídolo del tabaco.

“Ven, aquí hay otra sala, - refiere Salustino, la colonial, en ella hay fotos de Pedro Agustín Pérez, Calixto García, José Martí, Máximo Gómez, y prendas personales de este incansable patriota, (un cordón de sombrero mambí, una canana de veterano, una réplica de su revolver donado por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque), también una foto del Monumento a Playitas de Cajobabo, de la Ruta Martiana, y un mapa con el recorrido del Apóstol, desde Nueva York hasta Playitas en 1895”.

La sala Logros del municipio, última del museo, constata fotos del combatiente imiense Roel Pérez Laffita, de Ciro Frías, banderas alegóricas a fechas históricas, documentación que asevera la ley de reforma agraria, la Campaña de alfabetización, la cantidad de escuelas del municipio, la estadística de los éxitos de la salud y una foto de Amado Romero Noa, primer internacionalista del municipio que cayó en Granada.

“Pero todo no queda ahí, - alega el anfitrión -, las especialistas que laboran aquí trabajan con tres círculos de interés, Guía de museo, Conservación de piezas museables y Guardianes de la Naturaleza, este último vinculado al Bosque Martiano, pero de esta otra maravilla puedo hablarte en tu próxima visita”.

Casi dos horas no bastan para guardar toda la historia encerrada en este museo. De regreso, el adiós y el agradecimiento al retrato que me acompañara durante el recorrido por las salas y a las compañeras que nos atendieron, quienes albergan la esperanza de exhibir, en breve tiempo y en la parte frontal de la Casa Museo, una tarja que identifique el sitio como lugar sagrado para guardar el tiempo.

¿Ver la paja en el ojo ajeno?

Por diversas razones, he oído a varios adultos emitir criterios a cerca de los adolescentes y jóvenes con los que conviven: “unos se muestran rebeldes en el hogar, se atropellan a la entrada del ómnibus, utilizan un lenguaje callejero en la comunicación en cualquier lugar, a otros les ha dado por tatuarse, ponerse un piercing en alguna parte del cuerpo o simplemente raparse la cabeza…”

“Cada joven se parece más a su tiempo”, esta frase que escuchamos frecuentemente encierra una gran verdad. Si desenvolvamos 15 almanaques, nos percataríamos de que de ninguna manera un estudiante universitario u obrero se dibujaba el cuerpo y mucho menos, se dejaba la cabeza cual bola de billar por la sencilla razón de que la moda por aquellos tiempos para uno y otro sexo era la de llevar el pelo largo.

Y quiero se me entienda, un tatuaje, piercing, un hombre con pelo largo o con un rapado de cabeza no definen la personalidad de una muchacha o un joven, por la sencilla razón de que son tendencias de moda y en su mayoría sucumben ante sus mandatos. Por tanto, apariencia física a un lado, ellos se distinguen por los valores y la cultura que asimilan en el curso de la vida, y es aquí el momento donde la familia desempaña un rol fundamental.

La familia, como célula comunitaria en cualquier tipo de sociedad, es la primera referencia para cualquier ser humano. Siempre fue así históricamente, pues antes de existir las clases sociales, aparecieran las naciones, y se concibiera cualquier tipo vínculo humano, ya el hombre necesitaba vivir en comunidad.

Las primeras normas de conductas vinculadas a un comportamiento moralmente bueno y una adecuada relación de respeto, se adquieren en el seno familiar, máxima formadora de las primeras nociones culturales y estéticas, valores que se asumen en una primera etapa como un proceso lógico y natural de identificación con su medio social inmediato.

En muchas ocasiones los padres y madres no tienen plena conciencia de la responsabilidad que recae sobre ellos en cuanto a la educación de valores de sus hijos o, simplemente, sienten no están lo suficientemente preparados para asumirla y es entonces cuando la educación de nuestros descendientes se nos va como agua de entre las manos.

La realidad social del individuo cambia y evoluciona sin cesar, ello también posibilita variaciones en su mundo interno. Lo importante es que el sujeto no sea un ente pasivo sometido a dictados valorativos externos, sino alguien capaz de asumir actitudes personales y diferenciadas en relación con los valores morales formativos de la individualidad.

La familia es un referente obligado en la formación integral de la personalidad y un excelente medidor en el esencial papel de las actitudes asumidas por el hogar en los marcos de la sociedad. De manera que , no es casual que en un momento determinado el adolescente o el joven se cuestione algunos valores arraigados desde su seno familiar, por ello, lo primero que debemos hacer es mirarnos por dentro y no ver la paja en el ojo ajeno.

Los piropos y el amor

¿A qué mujer u hombre no le gusta que la halaguen de la manera más creativa posible, que los piropeen? Sin embargo, en ciertas ocasiones, esas frases se tornan algo agresivas y terminan por exasperar a la “víctima”. Pero bien… ¿Qué piropos aceptan y no las mujeres y los hombres? ¿Cuáles son los mejores?

Según el diccionario de la Real Academia Española… El piropo es una lisonja, alabanza dicha a una persona, especialmente un cumplido halagador dirigido a una mujer. No es más que una expresión popular cuasi-poética, empleada para resaltar la belleza, de la mujer o del hombre y aunque en algunos casos pueden resultar ofensivos y francamente vulgares, no dejan de tener picardía, ingenio y hasta una chispa de poesía innata, pero su fin es halagar, conquistar, ofender, provocar, causar placer o disgusto.

Los piropos por lo regular son patrimonio de los hombres, al fin y al cabo somos más acosadores. La mujer por su delicadeza casi no los emplea, sin embargo toda regla tiene su excepción.

Decir piropos o piropear a una muchacha o a un muchacho es muy bonito, máxime si para ello existen varios tipos y para diferentes momentos.

Por ejemplo: Si la idea es hacerlos sonreír podrías decirle:
- ¿Cuántos años tardaron tus padres para hacerte tan hermosa mujer?
- No camines por el lado del sol, porque los bombones se derriten.
- ¿Acaba de salir el sol?, o ¿me has sonreído? Díganme, no están hechos para decir al paso de una linda mujer o de un atractivo hombre? Tienen todos los ingredientes para un buen piropo: brevedad, imaginación e intenciones subyacentes…

Los piropos suelen ser tiernos, picarescos, vulgares, poéticos, ofensivos de mal gusto o encantadores. Los hay además sublimes o burdos, pero siempre tienen un fin... conquistar. ¿Sabías que por un piropo han nacido grandes amistades, grandes amores? También se han consumado matrimonios, creado amistades y hasta enemistades.

Por eso, al decir un piropo debemos saber cuándo, dónde y a quién se le dice, por que aunque no lo creas, es un arma de doble filo. Piensa que a todos nos gusta que nos halaguen y las mujeres son especialmente propensas a la vanidad, que crece con la belleza.

El decir piropos puede ser lindo, agradable, feo…claro, depende de la gracia, el estilo y la elegancia de quien lo dice. Para gustos se han hecho los colores, sin embargo, no se puede reconfortante de un buen piropo para exaltar la belleza natural o simplemente para levantar el ánimo del día. Nada, que a lo hermoso hay que decirle que es hermoso, pero utilizando las mejores frases del idioma español…

No en balde el Almirante Cristóbal Colón, a su llegada a Cuba expresó lo que fuera el primer piropo a nuestro país cuando expresó: “Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieran”.

¿Quinceañeras o vedettes?

Tras la mirada, nos reconocimos enseguida. Ya somos mujeres, no las adolescentes de hace 20 años. El abrazo y el intercambio hicieron que el recuento trazara pautas de lo que el destino arrastró por caminos diferentes: “¿Dónde has estado estos años?” “¿Te casaste?” “¿Dónde trabajas?”, “¿Tienes hijos?”… Entonces abrió la cartera y me enseñó el álbum de fotos de “los quince” de su hija.

Es linda, dije mientras hojeaba el cuadernillo, sin embargo, entre las fotos no estaba la adolescente inquieta, estudiante que me había descrito y fuera mi alumna cuando cursaba el séptimo grado, sino una caricatura de corista con rasgos de dama antigua, o tal vez un modelo de revistas de vanidades.

Las fiestas de 15 en los hogares donde habita alguna adolescente constituye un tema ampliamente debatido en nuestro país, pues posee tela por donde cortar y aristas miles para polemizar. Mas quisiera a través de este comentario reflexionar en torno a las fotos de las quinceañeras.

Defensores de estas fiestas, abrazan el criterio de que las fotos constituyen el resultado final del intento de atrapar el momento en que las muchachas poseen una belleza natural, sin dudas, irrepetible. otras personas, por su parte, la consideran de mal gusto, ostentosas e incluso, alegan que la familia, en muchos casos, hace sacrificios increíbles para pagar el vestuario, alquiler de locaciones, salidas de la provincia, fotógrafos, videos…

Sin embargo,¿qué les enseñamos a las adolescentes, que están en tan importante momento de su vida, cuando las hacemos retratar envueltas en una toalla simulando la salida del baño, o al imitar a una vedette de los años cincuenta tratando de esconder su cuerpo con una pamela, grandes y rosadas plumas o mostrando el pecho semidesnudo apenas cubierto por algún atuendo?

De igual manera pienso en lo paradójico que resulta hablarles a las adolescentes acerca de la necesidad y la importancia del estudio, de acercarse al amor y a las relaciones de pareja con responsabilidad, temáticas tan importantes en esta etapa de la vida y al mismo tiempo, exhibirlas ante los amigos y familiares como “carne fresca “ en el mercado.

Soy del criterio de que esas fotos, poses donde encontramos a las muchachas encaramadas en un auto, al lado del artista de moda, o simulando algún desfile de una escuela de zamba, tan fuera de lugar en nuestro contexto, puede traer consigo que muchas de estas jovencitas, luego se avergüencen o sientan que han hecho el ridículo delante de todos lo que hojearon su cuadernillo.

Sé que en muchos lugares el álbum de fotografías de la quinceañera se ha convertido en una moda, y más que eso, en una competencia para saber cuál es o no el más voluminoso o el más lindo, también conozco de la influencia que ejerce el grupo sobre las conductas de los adolescentes. Sin embargo, las modas vienen, se van y las diseñan los hombres, por tanto están sujetas a cambios favorables por un sin número de razones.

Si es usted de los que defienden a capa y espada las fotos de 15, hable con su hija y proponga agarrar, a través del lente de la cámara, la satisfacción, la dicha y la pureza del cuerpo hermoso de una quinceañera, que para ser linda no tiene que parecerse a nadie y mucho menos exhibir disímiles vestidos pomposos.

Recordar es volver a vivir

Mis compañeros de la adolescencia, los de hace 20 años, pidieron nos encontráramos. No niego recibí tremendo alegrón, muchos recuerdos viajaron por mi mente: los amplios y brillosos pasillos de la secundaria y del preuniversitario donde estudiamos los seis cursos, el olor a tierra mojada de los campos que rodeaban el centro escolar, las primeras ilusiones amorosas, las fiestas de 15, las alborotadas risas en los dormitorios a la hora del descanso donde además, compartimos los buenos y malos momentos.

Ante la incertidumbre del reencuentro, albergué algunas dudas, no sabía en realidad a quienes encontraría en la cita. Fue en el céntrico parque Martí, lugar donde hace casi 20 años nos reuníamos para juntos ir a alguna “descarguita”. Para sorpresa mía, no pude pronosticar la alegría sentida al ver los rostros, todavía alegres, de mis condiscípulos.

Allí estaban los que pudieron ser avisados pues de boca en boca regamos la pólvora del encuentro. Verlos sonreír, escuchar sus anécdotas, era vernos en el espejo que caracteriza a la juventud cubana aguerrida, independientemente de las situaciones que en el campo de lo económico y social, cambió el rumbo nuestro allá por los años 90. Sin embargo, el encuentro fue como examinarnos por dentro.

Los que allí estábamos, habíamos encontrado nuestro propio camino después de 20 años, en su mayoría gozamos la dicha de la maternidad o la paternidad, del amor, el desamor, y hasta la desdicha de haber perdido a un ser querido, fue entonces cuando nos percatamos que el pasado y la nostalgia formaba parte de un presente imposible de deshacer.

En la cita supe que Fernando es ingeniero, labora en la EPCOMA del municipio de Caimanera, y lo acompaña la alegría y el deseo de servir a los demás, características que lo acompañó desde la adolescencia. Arianne, licenciada en inglés, ahora labora en el Tele punto de ETECSA, e Irán en La Sucursal, ambos compañeros en la vida, iniciaron sus amores en los bancos de la escuela… ¡Cuántos recuerdos!

Supimos también que Morvelis mantiene la dulzura de siempre, es laboratorista y tiene dos hijos, Odalis es una excelente técnica en farmacia, en tanto Mireyita es Licenciada en Farmacia y labora en Homeopatía y Terapia floral, a ella todavía la acompaña la seriedad ante la toma de decisiones.

María Rosa me sorprendió, ella, mulata alegre, sigue con el mismo espíritu que la caracterizó siempre, es ama de casa y junto a su esposo cuidan de la educación de sus hijos. Razón tenían mis compañeros cuando hablaban de Felipe, él, al igual que en sus años mozos, mantiene un buen sentido del humor para compartir con sus colegas de la Empresa de Farmacias y Ópticas, donde labora actualmente.

¿Y Jadilly?, la morita que recordamos con su largo pelo rizado, y a quien Pedro Luis y Leonel mortificaban sin cesar, entre sus niñas correteando a su alrededor, mantiene la alegría en su rostro y atiende extranjería en la Facultad de Medicina, mientras Bernardo es inversionista de Educación Municipal.

En la cita hablamos de los seis años juntos en la escuela, de la universidad, la familia, de Francisco, ese buen amigo enfermero que ya no está con nosotros y de Angel, Adrián, Alexis Bernardo, Vivian, Jesús Pacheco, Digna, José…., de ellos, unos no asistieron por que viven fuera de la provincia, o colaboran en tierras venezolanas y africanas. En fin, los que allí nos encontramos, nos hemos hecho hombres y mujeres de buenos sentimientos, independientemente de los avatares de la vida.

Doy gracias a Irán y a Felipe la idea de este encuentro, mirarnos nuevamente me hizo recordar la letra de aquella canción “que 20 años no es nada…”, sólo que ahora 20 años son lustros llenos de esperanzas y cosas por contar. Invito a otros grupos a que se encuentren nuevamente con su pasado, les garantizo es una experiencia inolvidable.

¿Cuánto cambié?, no sé, algunos dijeron que había madurado y ahora tomo las cosas con más seriedad, otros, que me acompaña la misma tranquilidad de siempre. Nada, ojalá se repita el encuentro, es la oportunidad que tenemos para saber qué hicimos con el tiempo que pasó, porque recordar es volver a vivir.

El palacio de mi ciudad

Corría el año 1919 y Guantánamo, tierra entre ríos, sólo contaba con 14 mil 762 habitantes. Para entonces se materializa la idea de erigir en pleno corazón de la ciudad lo que hoy constituye el palacio Salcines, majestuosa edificación al estilo ecléctico, en la que su autor, el ingeniero civil e hidráulico José Lecticio Salcines Morlotte, recrea su buen gusto por la arquitectura y escultura cubanas.

El inmueble fue concebido como vivienda, y constaba de tres niveles: el primero constituía una planta libre, en la que se asentaba un local para el estudio profesional de Salcines, mientras el segundo y el tercero contenían los objetos personales de los moradores.

El sistema constructivo de la edificación, en su conjunto, está basado en columnas y vigas de hormigón armado, con puertas donde sobresalen líneas curvas y excelsas esculturas, que logran extrema independencia planimétrica. Pertenece al eclecticismo mayor, en suma, el edificio marcó un hito en las construcciones que Salcines diseñó en la ciudad.

La arquitectura de esta construcción, marcó un despegue en la incipiente urbe, caracterizada por sus calles rectas y bajas construcciones coloniales, razones que sitúa a este edificio dentro de un nuevo estilo, lujoso, con predominio de imágenes de alto y bajorrelieve en las esquinas y la presencia de persianas francesas.

El espacio interior del palacio Salcines está bien definido: los salones se conectan entre sí por un área poseedora de vitrales característicos de la época, así se lograría la necesaria iluminación del inmueble. En las paredes aún prevalecen las cenefas y pinturas murales, realizadas por el catalán Buenaventura Morando y realizadas en varios estilos, además de las cenefas consideradas por especialistas del Arte como una de las más sobresalientes de la región oriental.

En la parte alta del Palacio está situada la impresionante cúpula, pieza diseñada al estilo neoclásico y constituye el elemento de mayor significación formal en el edificio, funciona como un mirador. Sobre ella se erige La Fama, pieza esculpida por el italiano Américo Chini y que desde el año 1995 devino Símbolo de la ciudad, razón por la cual su réplica se entrega cada año a personalidades distinguidas de la provincia y el país.

La Fama representa la figura femenina de una deidad, elemento mitológico que a través de una corneta anuncia las buenas y malas noticias, y está situada justamente frente al sitio por donde primero sale el Sol, en esta la provincia más oriental de Cuba.

Escúchenlo, por favor

Ser padre de un adolescente es un reto que a diario se enfrenta, a partir del momento en que comienza una nueva etapa de la vida en la que cambios y transformaciones se dan la mano para ofrecer otra persona diferente.

La adolescencia es la etapa comprendida entre los 10 y 15 años, aproximadamente, en que el niño dejó de serlo para convertirse en alguien que aún no ha encontrado su sitio, necesita que lo atiendan, lo comprendan, acepten en el medio en que se desenvuelve y, sobre todo, lo escuchen, para superar con creces este cambio y que este no se convierta en un período de "crisis".

Desde el punto de vista biológico y físico, en el adolescente hay un desarrollo de estos aspectos que dejó atrás al niño que fue hasta ayer. Asimismo, en la autoconciencia aparecen nuevas interrogantes: ¿quién soy?, ¿cómo he cambiado tanto?, ¿cómo me visto?, que poco a poco él mismo se responderá, a medida que acepte la realidad que desafía.

Es que ya "ellos" y "ellas" no se comportan como niños, porque no lo son, pero tampoco pueden hacerlo como adultos. Se visten de otra manera, los varones quieren ponerse aretes, cambiar de amistades, en fin, ser diferentes y hay que aceptarlos así, porque tienen necesidad de que se les ayude y entienda.

La relación afectiva con su grupo ocupa un lugar primordial en el adolescente, de manera que la familia pasa a un segundo plano, y no por falta de cariño, sino porque su relación con el mismo determina e influye en sus hábitos de vestir, forma de hablar, gustos, preferencias y hasta en el nuevo comportamiento que exhiben en ese momento.

En tal sentido es importante que la familia atraiga a los miembros del grupo que se reúnen con sus hijos, principalmente para la realización de las actividades docentes, y les organice actividades culturales y recreativas que propicien las relaciones interpersonales y afectivas, como vía para contribuir a la formación de la personalidad de cada uno de ellos.

La escuela al campo es un medio idóneo para que el adolescente pueda superar esta etapa, porque además de vincular el estudio con el trabajo comparte los buenos y malos momentos con sus compañeros, se siente libre e independiente, y aunque "se dé cabezazos", toma decisiones propias.

Para los adolescentes son absurdas y fatales las prohibiciones, los gritos, las incomprensiones, el autoritarismo, métodos que conducen, en muchos casos, a una actitud conformista o a una rebeldía que entorpece el desarrollo armónico de la personalidad.

Lo mejor es escucharlos y respetar sus criterios, sobre cada una de las nuevas expectativas que les depara esta nueva etapa de sus vidas, y antes de decir que "no", si es necesario, pensar bien qué responderles, para darles una explicación que tenga los elementos necesarios para su convencimiento, lo que les permitirá comprender el porqué deben de respetar las normas y principios de la familia, máxima responsable de prepararlos para la vida.

Playitas de Cajobabo: rincón venerado de la historia

Recorrer el sitio histórico Playitas de Cajobabo, es sentir la presencia de nuestro José Martí. Y es que dialogar con las aguas del mar, presenciar enormes rocas y farallones que le perdonaron la vida cuando un 11 de abril de 1895, pasadas las diez de la noche, desembarcó por aquella zona es muestra de cuánto necesitamos beber de la sabia histórica.

Para cualquier cubano es un privilegio caminar por la playa, subir lomas... más si lo haces en compañía del historiador guantanamero Pedro Rodríguez Abad, quien narró con pasión, a esta periodista los detalles de aquella travesía nocturna, con el mar embravecido, y en la que después de dejar el barco que los transportaba, los improvisados marineros vieron partirse el timón del bote.

El historiador relató además que el tiempo, después de aquel desembarco, se tornaba pesado, el mar se veía negro como la noche y las olas se elevaban furiosas chocando contra los farallones. Junto a la costa, las luces entonces nuestro Martí dijo que había que ceñirse los revólveres. No tenían la certeza de quienes estaban allí. Luego supieron que eran pescadores, y les dieron la mano.

Gómez besa la arena al desembarcar. Marcos del Rosario, uno de los tripulantes de aquel bote junto a Martí y Gómez, recorrió el lugar años más tarde, el 23 de abril de 1922, e identificó el sitio específico en el que se levantaría un monumento en 1947.

Hasta el Monumento en homenaje al desembarco por Playitas de Cajobabo llegan hoy las nuevas generaciones para beber de las fuentes de la historia. Y resulta curioso que todavía en aquel silencio, solo roto por el sonido de las olas del mar, aún sentimos la presencia del hombre sincero de donde crece la palma.

Cuando Baco le ajusta las cuentas

Ella podrá tener cualquier edad; ser una colegiala, una joven madre, una profesional admirable, una esposa ejemplar o una digna abuela. Puede llevar por nombre Rosa, Ana María, Elena…o ser simplemente de esas mujeres que han perdido a su familia, debido a la impotencia para controlar la bebida.

Conocido como “Síndrome de dependencia del alcohol” el alcoholismo se caracteriza en el hombre o la mujer por la necesidad compulsiva de beber; la pérdida del control de su consumo; la dependencia física (vómitos, sudor, temblores, ansiedad) y la necesidad de aumentar la cantidad ingerida para sentirse hastiado, enajenado, endrogado.

Las mujeres beben desde tiempos inmemoriales, pero en las últimas décadas ha aumentado el número de bebedoras, algunas dicen: “ que han cambiado los tiempos”, sin embargo, al igual que su familia no enfrenta su realidad ni las consecuencias de su enfermedad, unas por vergüenza, otras por que aunque se deciden de manera tardía, acudir al médico, en muchos de los casos, no se puede precisar un diagnóstico certero de la enfermedad debido a la asociación de ésta con otras patologías.

En la mujer alcohólica, se señalan antecedentes de trastornos psicopatológicos diversos: el consumo excesivo a partir de un evento importante, la tendencia al consumo de otras drogas, al abuso de psicofármacos, el establecimiento de relaciones de pareja con alcohólicos. Dicho proceso de alcoholización es extremadamente rápido lo cual trae consigo la aparición temprana de complicaciones neuropsiquiátricas, hepatopatias, psicosis, pérdida de la memoria y demencia alcohólica, además de la repercusión en las responsabilidades laborales, lo cual genera estrés, decepciones, amistades negativas, soledad e incluso la baja autoestima..

Son muchas las causas por las que las mujeres se convierten en alcohólicas. Apuntan los problemas laborales, conyugales, los maltratos, la soledad…, y esto trae consigo que ellas busquen en la bebida una salida para olvidar sus problemas, es cuando se deprimen con facilidad, y entonces son descubiertas cuando ya su estado físico y mental están completamente deteriorados.

Estas son entre otras, las razones por las cuales en la mayoría de los casos, las enfermas, presionadas por los propios hijos, acuden a consultas en busca de tratamiento, en tanto algunos esposos temen al ridículo delante de sus amigos por tener una esposa enferma. Entonces beben a escondidas y ocultan su estado, es notorio que mientras un borracho constituye el centro de risas entre amigos, una mujer encuentra no encuentra más que el desprecio, piropos nada agradables y un comportamiento que, equivocadamente, lleva implícito una insinuación sexual.

Investigadores de la enfermedad, admiten que “para pasarse de copas”, nada importa si es un problema de “ellas o de ellos”, porque tanto hombres como mujeres son enfermos nada exentos de similar patología. Para las bebedoras, es difícil aceptar su condición de alcohólicas, y esto trae consigo que muchas se distancien de las instituciones médicas y sociales. Más deben imponerse, saltar por encima de los prejuicios y acercarse a los Centros Comunitarios de Salud Mental y Casas de Orientación de la Mujer y la Familia para recibir las orientaciones pertinentes en cuanto al tratamiento médico que deben de asimilar.

Las etiquetas de las botellas no prohiben a las mujeres ingerir bebidas alcohólicas. Por ello, es preocupante cómo en las últimas décadas ha aumentado el número de bebedoras, además de convertirse en diana de prejuicios sociales que no suelen jamás rozar a los hombres. Nada, amigo lector, que al final del trayecto, no importa si el mal de ellas es el de beber oculto o en público, para que Baco le ajuste las cuentas si ellas se pasan de copas.

Camilo, eterna sonrisa de pueblo

Que importa hayan pasado los años, que ya suman 47, los hombres como él, marcan un hito en la historia y estarán presentes eternamente en la obra de su pueblo enfrentar día a día el peligro frente a los enemigos y el derecho a vivir dignos. Y es que Camilo Cienfuegos Gorriarán, el hombre de la eterna sonrisa, vive aquí, junto a nosotros, en la primera línea de combate.

"Camilo fue el compañero de cien batallas, - expresó Ernesto Guevara de la Serna- , el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa... Camilo era Camilo, señor de la vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer."

Es mito, leyenda y realidad. Una fiel combinación de lo subjetivo y lo objetivo. Tenía dos corazones: uno para la Patria y otro para el amor. Su pueblo, del cual salió para eternizarse, lo venera como ser humano. Era buen conocedor de sus hazañas militares, de su carácter campechano, la eterna sonrisa del Señor de la Vanguardia debajo del inseparable sombrero alón; también recuerda las historias de sus propios enemigos, quienes le temían tanto que llegaron a crear una aureola de misterio que lo hacía invencible en el combate.

Había nacido en una humilde barriada habanera, el 6 de febrero de 1932 en el seno de una familia humilde y revolucionaria, y creció en un ambiente de juegos, bromas y sanidad de espíritu. Nada vaticinaba al héroe, al menos en su estilo convencional. Mostró siempre un carácter rebelde, enemigo de la injusticia.

Estudió algo de escultura en la escuela de San Alejandro y no concluyó su aprendizaje. Su hermano mayor Osmany Cienfuegos llegó a la universidad, pero el futuro comandante debió trabajar en disímiles oficios, entre ellos el de tendero.

La economía cubana, en la década del 50, como siempre apretaba al pobre y llenaba el bolsillo al rico, trajo consigo que en 1953, el joven Camilo, con solo 21 años, decidiera viajar a Estados Unidos en busca de una supuesta bonanza económica, pero al chocar con la dura realidad de los emigrados en aquel país, regresó a la Patria al siguiente año para luchar por la verdadera libertad, e Incorporarse a la batalla de los estudiantes contra la dictadura de Batista.

Fichado por los cuerpos represivos tiene que regresar a Estados Unidos y es en Nueva York donde conoce de los planes de Fidel; entonces viaja a México y se convierte en el último de los 82 expedicionarios del Granma. Desde ese momento, su recia estatura guerrillera lo acompaña en las grandes batallas de la Sierra y el llano; en la histórica invasión a occidente al frente de la columna dos, Antonio Maceo que, junto a la ocho, Ciro Redondo, al mando del Che, su amigo y compañero entrañable; dieran el tiro de gracia a la dictadura.

Portador de buen carisma y calidad humana, el Héroe de Yaguajay, fue uno de los hombres más queridos entre las tropas y los pobladores. Poseía una convicción y poder seductor tan inmensos que atrapó en sus madejas, hasta a un argentino tan experimentado y serio como Ernesto Che Guevara y entre ellos surgió una amistad que con el tiempo se convirtió en una epopeya.

Después del triunfo de la Revolución, Camilo alcanzó una intensidad sorprendente. Cuando el desleal Hubert Matos atentó contra la Revolución y hubo de frenársele, viajó a Camagüey y completamente desarmado detuvo al traidor. Entonces habló al pueblo. Regresó a La Habana el 25 de octubre, y participó en el acto del día siguiente, para repudiar las acciones de los imperialistas y en apoyo a la Revolución, y el 27 viajó a Camagüey con la intención de retornar hacia la capital la tarde del 28, pero nunca llegó a su destino, su avión desapareció y nos dejó privados para siempre, del dueño de aquella sonrisa amplia y el sombrero alón.

La intensa vida revolucionaria de Camilo Cienfuegos Gorriarán, experimentaba un acelerado proceso de maduración, cuando la muerte súbita la tronchó prematuramente a los 27 años de edad, justo cuando la Revolución comenzaba la dura y decisiva etapa de su batalla frontal contra el imperialismo yanki y la contrarrevolución interna.

Era, sin dudas, nuestro Camilo, un revolucionario de pies a cabeza, modelo insuperable de combatiente y de vanguardia; hombre de pensamiento radical y antiimperialista; revolucionario surgido del pueblo donde latía aceleradamente un comunista cabal, de sentimientos y de corazón.

Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro dijo de él que "no tenía la cultura de los libros, pero sí la inteligencia natural del pueblo". Para Vilma Espín era la historia pura. Sólo hay que leer su nombre: Camilo Cienfuegos. Fue un héroe de cien fuegos. Buscó el horizonte en el ánima del fusil y el beso en los ojos de las mujeres, como el que va a morir temprano. En otras palabras: Camilo se robó su propio nombre para dárselo a la Revolución.

Soldados de primera fila

No saben cuántas veces mi madre me ha preguntado por qué tengo que trabajar el día feriado o un domingo mientras otros descansan, y siempre contesto lo mismo: "El periodista trabaja con la noticia”. Y ella no es la única, mis amistades también quieren saber cómo es una redacción y ¿qué hace un redactor de mesa, corrector, diseñador, o un editor?

Para la mayoría de los lectores, es fácil reconocer el trabajo de los periodistas y foto reporteros que día a día salen a la calle a entrevistar, averiguar o investigar algún tema de interés. De manera que el trabajo de los editores, redactores de mesa, correctores, diseñadores, muchas veces pasa por alto, sin saber que sobre ellos recae una responsabilidad enorme y casi siempre queda en el anonimato, más allá de proponer ideas magníficas para completar una determinada historia.

Gracias a la precisión de los editores y correctores que están al tanto de incongruencias en sintaxis, de datos errados, muchos de ustedes pueden leer las páginas de nuestro periódico sin errores y amenamente.
Para que conozcan más sobre nuestro trabajo, les cuento que en muchas ocasiones laboramos a partir de las decenas de llamadas telefónicas de lectores y funcionarios que anuncian cuantas conferencias de prensa aparece en el sector, además del trajín diario de la redacción de cualquier medio de prensa.

Otro de los capítulos que los editores, redactor de mesa y correctores viven con preciado esmero es la hora de cierre, y se vive con tal envergadura que en ocasiones, hasta amerita a la hora de la partida cambiar algún material para colocar otro solicitado por el Editor jefe. Sucede que una página puede estar lista en plana, con sus trabajos ya corregidos, sus fotos, un diseño armónico y los llamados preparados, cuando de repente, ocurre algún hecho noticioso en la provincia, entonces en ese momento la página hecha pasa al olvido para ofrecer al lector una historia más relevante.

Estas líneas, no son más que para felicitar no sólo a mis compañeros periodistas que día a día y con mucha profesionalidad, siguen la noticia en la calle, sino también a aquellos que se esmeran hasta entrada la noche o la madrugada para que al otro día se publique un periódico con títulos creativos, historias hilvanadas de forma coherente, un diseño ameno y, especialmente, sin las desagradables “erratas”.

También me gustaría valorar el trabajo anónimo de los periodistas que laboran a diario en la Internet. A ellos, mis respetos por su dedicación para que los cibernautas se mantengan informados minuto a minuto a cerca de la realidad local, de Cuba y el mundo. A todos ellos y demás colegas de la redacción, del periódico Venceremos, todos soldados de primera fila… ¡Felicidades por el Festival Provincial de la Prensa Escrita!

Exuberante flora y fauna


En los predios del Parque Nacional Alejandro de Humbolt, abunda cerca de un millar de especies de la flora, la tercera parte de las reportadas en Cuba y muchas únicas de esta zona, representativas de los bosques pluviales de la región caribeña.
El área presenta increíble riqueza florística. No solo es uno de los sitios de mayor diversidad vegetal del archipiélago cubano, sino probablemente de todo el Caribe insular y el mundo.
Han sido identificadas más de 1000 especies de plantas con flores y cerca de 145 helechos. Son endémicas alrededor de 900, lo que equivale a la tercera parte de las reportadas en Cuba.
La fauna también se caracteriza por su abundancia, diversidad y endemismo. Los bosques de la región constituyen refugios de una gran variedad de especies, tanto de vertebrados como invertebrados.
Entre las aves se destaca la presencia de abundantes poblaciones de cotorras (Amazona leucocephala ) y cateyes (Aratinga euops); ambas especies consideradas como amenazadas. Sin embargo otras aves existentes en el parque presentan situaciones muy críticas, como el Carpintero Real (Campephilus principalis bairdi), posiblemente extinguido y el Gavilán Caguarero (Chondrohierax wilsoni), especie endémica cuyas poblaciones se han reducido tanto que quizás solo queden unas pocas parejas.
Entre muchas otras aves, el Tocororo (Priotelus temnurus) conocida como el ave nacional, la Cartacuba (Todus multicolor) y el Carpintero Verde (Xiphidiopicus percussus), son especies exclusivas de nuestro país que amenizan el paisaje del parque con sus atractivos colores y cantos.

Parque Nacional Alejandro de Humbolt: Riqueza y endemismo de excepcional belleza

Al norte de las orientales provincias de Guantánamo y Holguín, está el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, el cual constituye el área protegida más importante de Cuba en lo referente a la biodiversidad y es poseedor de la mayor riqueza y endemismo del país y de una gama de especies y ecosistemas en el Caribe Insular a nivel mundial.

Con unas 70 000 hectáreas de extensión, incluidas las áreas terrestres y marinas, el Parque Nacional Alejandro de Humbolt, es uno de los mejores y más completos representantes de los bosques pluviales húmedos tropicales insulares del neotrópico y un ejemplo mundial de formaciones vegetales de carácter zonal.

Otro de los valores extraordinarios del Parque Nacional es que en él se encuentra el hábitat de tres de las especies de vertebrados más pequeñas del mundo. Debe destacarse en la biodiversidad: la convergencia de montañas con bien conservados bosques latifolios y pinares; ríos de aguas limpias, pozas y cascadas, en un entorno de clima lluvioso y fresco, elementos que catalogan uno de los más extraordinarios y hermosos paisajes de la naturaleza cubana.

Joya ecológica de la humanidad


El parque Nacional Alejandro de Humbolt, constituye el núcleo principal de la reserva de la biosfera Cuchillas del Toa (ocupa más de la mitad de su área total), la mayor y más valiosa de las cuatro existentes en nuestro país. Este ecosistema, por su belleza natural, bien es meritorio compararse, a la vista del visitante, con un escultural conjunto de postales exclusivas de montañas, mesetas, llanuras, bahías, ríos caudalosos, y arrecifes.

Tanto por su abundancia como por su diversidad y endemismo, en los predios de Humboldt se localizan las más amplias y ricas especies de la fauna cubana. Vale destacar entre las más raras y valiosas el carpintero real, casi extinto y considerado el ave de los bosques vírgenes de Cuba, el gavilán caguarero, el almiquí, mamífero insectívoro de hábitos nocturnos, la jutía andarás, roedor exclusivo de la región oriental, además de una docena de especies de anfibios y de una rana, reconocida como la más pequeña del mundo (de unos 10 a 11 milímetros en etapa adulta).

La riqueza natural del Parque, explica la labor de preservación garantizada por el estado cubano, y el apoyo de organizaciones no gubernamentales, lo cual ha permitido vencer muchas tareas impostergables como la plantación de más de 60 hectáreas con especies de árboles en peligro de extinción, como el incienso, el zapotillo, el azulejo y el ácana.

Ideal para el turismo de naturaleza, esta joya ecológica de la humanidad lleva, con justicia, el nombre del ilustre científico alemán Alejandro de Humbolt (1769-1859), quien por sus aportes al conocimiento de la naturaleza cubana, es considerado el segundo descubridor de la isla.

Guantánamo, por donde primero sale el Sol

Guantánamo, la más oriental de las provincias cubanas, se localiza a unos mil kilómetros de la capital de la Isla, y tiene un contraste en su entorno que incluye zonas casi desérticas muy próximas a la exuberante vegetación de las montañas. Con 99 por ciento de su territorio cubierto por montañas, Guantánamo muestra con frecuencia áreas de tierras pedregosas, calcinadas, de vegetación rala y abundantes cactus, a los cuales contraponen verdes cañaverales y bosques.
En la provincia se localiza la Reserva Ecológica Hatibonico, con un área de más de cinco mil hectáreas, en la cual se encuentran elevaciones conocidas como los Monitongos, caracterizadas por un alto endemismo de la flora y la fauna.
En parte de Guantánamo y la vecina provincia de Holguín está el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, con paisajes típicos y únicos en el país, que contemplan una vegetación de bosque húmedo tropical en las montañas del sistema Sagua-Baracoa y la zona costera del norte, donde predominan las playas de arenas grises, bahías de bolsa y desembocaduras de ríos.
Los estudios muestran la existencia de un centenar de especies vegetales exclusivas de la región, así como 64 de aves -de ellas 12 endémicas-, constituyendo el último refugio del carpintero real, y entre los mamíferos, del manatí. Sin embargo, el mayor atractivo de la provincia está en la villa de Nuestra Señora de Baracoa, ciudad primada de Cuba fundada por el Adelantado Diego Velázquez en 1512, distinguida por el carácter afable de sus pobladores y la belleza de una urbe rodeada de costas abruptas, follajes, montañas y ríos.

Primera capital de la Isla Grande, toma su nombre de un vocablo aborígen que significa "existencia de mar", en franca alusión de sus pobladores originales a una presencia de ambiente marinero por todos lados, en contraste con las montañas y arterias fluviales.

Bajo el constante asedio de piratas y corsarios, que la incendiaron, incluso, en 1652, la colonia española creó en Baracoa un sólido sistema de defensa, que incluye los fuertes de La Punta, Seboruco y Matachín, así como los torreones de Joa y Caguase. La villa fue la primera de la Isla en contar con iglesia parroquial, con el atractivo adicional de presentar a pocos metros de su entrada un busto del indio Hatuey -símbolo de rebeldía- y guardar en su interior la "Cruz de Parra", colocada en tierra cubana por el navegante genovés Cristóbal Colón en diciembre de 1492.

Baracoa se ubica entre las escasas regiones del país donde sus aborígenes se dispersaron en las montañas y lograron sobrevivir en alguna medida a los rigores de la colonización, lo cual permite descubrir en los rasgos de los habitantes de hoy las huellas de sus antepasados. la ciudad se aprecian las formas de "La Bella Durmiente", montaña casi esculpida, que en su superficie muestra el cuerpo de una mujer tendida al sol, acompañada por el famoso Yunque de Baracoa, la más célebre de las alturas de la provincia y que ha devenido símbolo de la ciudad.