Más allá de La Farola, del sol, los ríos, playas, se erige Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, primera villa fundada en 1511 por Diego Velázquez, y ampliamente demandada por los visitantes de la mayor de Las Antillas.
La Primada de la Isla, junto a la poderosa carga histórica, se yergue como uno de los sitios ideales de Cuba para el disfrute del Turismo de Naturaleza, además de poseer como contraste peculiar, la dulzura y sencillez de sus pobladores y hermosura de una urbe entre montañas, ríos y una exuberante vegetación que invita al paseo.
Sorprendente resulta su exotismo paisajístico, que se complementa con la presencia del Yunque y diversas arterias de agua, entre ellas las del Toa - considerado el río más caudaloso de la Isla, y el Miel, en cuyas corrientes se entreteje la leyenda de que: Quien se baña en sus aguas se queda por siempre en Baracoa.
Tales bellezas naturales, entre otras, son razones suficientes para que esta encantadora ciudad, sitio mágico portador de algunos de las vistas más atractivas y mejor conservadas de la geografía cubana, sea escogida como escenario para abrir sus puertas al VI Evento de Turismo de Naturaleza TURNAT 2007, a celebrarse del 18 al 21 de septiembre.
Y es que llegar a la Ciudad Paisaje, como también se le denomina a la Primada de Cuba, resulta una inolvidable aventura. El viajar por La Farola, carretera cual serpentina entre las montañas, y dotada de 11 puentes colgantes a una altura de más de 600 metros sobre el nivel del mar, es razón suficiente para aceptar el convite.
La naturaleza sorprendente de Baracoa, embriagada entre macizos montañosos, cubiertos por la virginidad de sus bosques, ríos de aguas cristalinas y playas rodeadas de uvas caletas, almendros y cocoteros, la hace gozar de un sello distintivo con relación a otros destinos naturalistas.
Los visitantes que asistirán al TURNAT 2007, se verán envueltos en un ambiente colmado de recuerdos de la etapa colonial, que incluye la tenencia de la Cruz de La Parra, primero de los símbolos de la cristiandad, que trajera el Almirante Cristóbal Colón en su primer viaje en 1492 y única que se conserva de todas aquellas que puso en tierra firme.
A los delegados al Encuentro Internacional de Turismo de naturaleza, les aguarda una ciudad asombrosa, donde la dulzura se apodera de sus habitantes y de los que llegan hasta allá. Sus habitantes gozan del privilegio de fabricar el Cucurucho y el chocolate elaborado con alimentos propios del territorio, de ahí el nombre de Capital del coco y el cacao respectivamente.
Baracoa, dulce y encantadora ciudad poseedora de la Bella Durmiente, elevación montañosa que debe su nombre a la imagen peculiar que evoca a una mujer dormida, está dotada de un impresionante realismo mágico natural. Resulta, en suma, un paraje sorprendente.