La huelga de hambre de los presos comenzó el pasado 6 de febrero con seis prisioneros del bloque Campo seis, que posteriormente sumó a otros reos, en rechazo a la aplicación de severas medidas como el aislamiento en celdas con temperaturas extremas así como los continuos registros a sus pertenencias y retención de copias del Corán, libro sagrado de los musulmanes.
A esto se alega las continuas protestas por los maltratos que reciben en el enclave militar, además de la frustración por el fallo de la Casa Blanca de clausurar lo antes posible este centro de torturas, promesa hecha por Obama a raíz de su primer mandato en el año 2008, y que hasta hoy no ha cumplido.
La prisión de Guantánamo es un establecimiento nefasto, sin embargo, ni la huelga de
hambre que mantuvieron los reclusos en el penal, devino argumento para para que el gobierno de los Estados Unidos cierre el malvado establecimiento carcelario, donde se
pisotean groseramente los derechos humanos.
En cuanto al cierre de la cárcel de la ilegal base naval, aún llueven las promesas. Y esto se debe a que no hay voluntad de la administración del presidente Barack Obama para resolver esta situación, que pasará a la historia de la humanidad, como uno de los dolores de cabeza más grandes
que haya tenido durante su paso por la presidencia de los Estados Unidos.