Cada joven se parece más a su tiempo que a sus padres
La frase “Cada joven se parece más a su tiempo”, encierra una gran verdad. Con frecuencia he escuchado criterios a cerca de los adolescentes y jóvenes con quienes conviven los adultos y cito: ... “Unos se muestran rebeldes en el hogar, otros se atropellan a la entrada del ómnibus, utilizan un lenguaje callejero en la comunicación en cualquier lugar, a algunos les ha dado por tatuarse, ponerse un piercing en alguna parte del cuerpo o raparse la cabeza…”
Sin embargo, si desenvolvamos 20 almanaques, nos percataríamos de que de ninguna manera en aquellos años, un estudiante universitario u obrero se dibujaba el cuerpo y mucho menos, se dejaba la cabeza cual bola de billar por la sencilla razón de que la moda por aquellos tiempos para uno y otro sexo era la de llevar el pelo largo.
Y quiero se me entienda, un tatuaje, piercing, un hombre con pelo largo o con un rapado de cabeza no definen la personalidad de una muchacha o un joven, por la sencilla razón de que son tendencias de moda y en su mayoría sucumben ante sus mandatos. Por tanto, apariencia física a un lado, los jóvenes cubanos se distinguen por los valores y la cultura que asimilan en el curso de la vida.
Y es justo aquí donde la familia desempaña un rol fundamental, pues como célula comunitaria de la sociedad, es la primera referencia para cualquier ser humano. Históricamente fue así, pues antes de existir las clases sociales, aparecieran las naciones, y se concibiera cualquier tipo vínculo humano, ya el hombre necesitaba vivir en comunidad.
Las primeras normas de conductas vinculadas a un comportamiento moralmente bueno y una adecuada relación de respeto, se adquieren en el seno familiar. En la convivencia familiar se forman las primeras nociones culturales y estéticas, valores que se asumen en una primera etapa como un proceso lógico y natural de identificación con su medio social inmediato.
La familia es referente en la formación integral de la personalidad y excelente medidor en las actitudes asumidas por el hogar en los marcos de la sociedad. Sin embargo, no podemos imponernos a modas y costumbres determinadas de una epoca determinada.
Debemos de aceptar, educar y persuadir en los principios y valores sociales, estoy segura que nueastros descendientes entenderán el por qué de tus aseveraciones. Es complejo, pero no dificl, recuerda que cada joven se parece más a su tiempo que a sus padres...
Chávez se encuentra optimista de su recuperación ( Incluye Video)
El presidente venezolano Hugo Chávez dijo este viernes estar seguro de que se recuperará y saldrá “fortalecido” de la cirugía de un tumor canceroso, y que su convalecencia en Cuba la dirige el propio Fidel Castro, a quien llamó su “médico superior”.
“Esta enfermedad nadie la esperaba, pero sobreponiéndonos como nos estamos sobreponiendo, viviendo como seguiremos viviendo, esto nos va a fortalecer”, declaró el mandatario por teléfono, en vivo, al programa de la televisión cubana Mesa Redonda.
“Estos días han sido de recuperación franca (…) Estamos muy optimistas y estamos seguros de que saldremos de esto también”, dijo Chávez, un día después de revelar en un mensaje a su país desde La Habana que tuvo dos cirugías, una por un absceso pélvico y otra para extraer el tumor.
El mandatario venezolano, de 56 años, afirmó que Fidel Castro, a quien considera su padre político, lo visita casi a diario y “está al mando” de los cuidados médicos que recibe, en un hospital especializado de La Habana.
“Estoy tranquilo también porque Fidel es el que está al mando, a la orilla, y es verdad es Fidel mi médico superior (…). Estoy comiendo bien, bien atendido, con mucho ánimo”, expresó.
Chávez: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos! (+ Comunicado)
Mensaje al pueblo venezolano:
“Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser superiores a los pretéritos“. Simón Bolívar.
El tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus designios, como está señalado en el Eclesiastés, me llevan hoy a leer este comunicado a la nación venezolana y a la opinión pública internacional, muy pendientes como sé han estado de la evolución de mi salud, desde que hace varias semanas comenzó a dar muestras evidentes de deterioro.
Después de la excelente gira que hicimos por Brasil y Ecuador entre los días 5 y 7 de junio próximo pasados, llegamos a la Cuba solidaria de siempre para concluir la jornada con la revisión y firma de nuevos acuerdos de cooperación.
Confieso que desde el punto de vista de mi salud solo tenía previsto hacerme un chequeo en la rodilla izquierda, ya casi recuperada de aquella lesión de comienzos de mayo.
A lo largo de toda mi vida vine cometiendo uno de esos errores que bien pudiera caber perfectamente en aquella categoría a la que algún filósofo llamó “errores fundamentales”: descuidar la salud y, además, ser muy renuente a los chequeos y tratamientos médicos. Sin duda ¡qué error tan fundamental!, y sobre todo en un revolucionario con algunas modestas responsabilidades como las que la revolución me vino imponiendo desde hace más de 30 años.
Sin embargo, ya en La Habana, cuando caía la tarde del miércoles 8 de junio, allí estábamos de nuevo con Fidel, con aquel gigante que ya superó todos los tiempos y todos los lugares. Seguramente no fue difícil para Fidel darse cuenta de algunos malestares, que, más allá de mi rodilla izquierda, yo había venido tratando de disimular desde varias semanas atrás. Me interrogó casi como un médico, me confesé casi como un paciente, y esa misma noche todo el inmenso avance médico que la Revolución Cubana ha logrado para su pueblo, y una buena parte del mundo, fue puesto a nuestra plena disposición, iniciándose un conjunto de exámenes, de diagnósticos.
Fue así como se detectó una extraña formación en la región pélvica que ameritó una intervención quirúrgica de emergencia ante el inminente riesgo de una infección generalizada. Eso fue el sábado 11 de junio, muy temprano en la mañana, algunas horas antes del anuncio que fue leído al país y al mundo, y que ha desatado tantas manifestaciones de solidaridad que no dejan de emocionarme a cada instante.
Luego de aquella operación, que en principio logró el drenaje del absceso, comenzó un tratamiento antibiótico intensivo con una positiva evolución, que trajo una notable mejoría. Sin embargo, y a pesar de la favorable evolución general, a lo largo del proceso de drenajes y de curas, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones celulares no detectadas hasta entonces.
Comenzó, por tanto, y de inmediato, otra serie de estudios especiales citoquímicos, citológicos, microbiológicos y de anatomía patológica que confirmaron la existencia de un tumor abscesado con presencia de células cancerígenas, lo cual hizo necesaria la realización de una segunda intervención quirúrgica que permitió la extracción total de dicho tumor.
Se trató de una intervención mayor, realizada sin complicaciones, tras la cual he continuado evolucionando satisfactoriamente, mientras recibo los tratamientos complementarios para combatir los diversos tipos de células encontradas y así continuar por el camino de mi plena recuperación.
Mientras tanto, me he mantenido y me mantengo informado y al mando de las acciones del gobierno bolivariano, en comunicación permanente con el vicepresidente, compañero Elías Jaua y todo mi equipo de gobierno.
Agradezco infinitamente las numerosas y entusiastas demostraciones de solidaridad que he recibido del pueblo venezolano y otros pueblos hermanos, así como de Jefes de Estado y de Gobierno de numerosos países del mundo, desde la convicción de que todo ese amor, de que toda esa solidaridad constituyen la más sublime energía que impulsa e impulsará mi voluntad de vencer en esta nueva batalla que la vida nos ha puesto por delante, y de manera muy especial al pueblo cubano, a la nación cubana, a Fidel, a Raúl, a toda esta legión médica que se ha puesto al frente de esta batalla de una manera verdaderamente sublime.
Sin embargo, también he estado muy consciente de cierto grado de angustia e incertidumbre que ha estado recorriendo, a lo largo de estos días, de estas noches, el alma y el cuerpo de la nación venezolana. Creo que más allá de los intentos manipuladores de algunos sectores bien conocidos, esos sentimientos eran y son inevitables, y forman parte de la propia naturaleza humana, rodeada esta, además, por las circunstancias que la enmarcan y muchas veces la sacuden, como en este caso ocurre.
Desde el primer momento asumí todas las responsabilidades en cuanto al cuido estricto por la veracidad de las informaciones a ser trasmitidas, fundamentándome en un doble conjunto de razones: la razón médico-científica, en primer término, y, en segundo lugar, y de manera especialmente cuidada desde lo más profundo de mi alma y de mi conciencia, la razón humana, la razón amorosa, para ser más preciso, ¡la razón amorosa!
De la primera, es decir, de la razón médica, ya hemos hablado un poco. Ha sido un proceso lento y cuidadoso de aproximación y diagnóstico, de avances y descubrimientos a lo largo de varias etapas, en las cuales se vino aplicando un riguroso procedimiento científico que no aceptaba ni acepta apresuramientos ni presiones de ningún tipo. La norma suprema que sustenta esta poderosa razón es la plena verificación científica, más allá de los indicios y sospechas que vinieron apareciendo.
Y acerca de la razón amorosa, estoy obligado ahora a hablarles desde lo más hondo de mí mismo. En este instante recuerdo el 4 de febrero de aquel estruendoso año 1992. Aquel día no tuve más remedio que hablarle a Venezuela desde mi ocaso, desde un camino que yo sentía me arrastraba hacia un abismo insondable. Como desde una oscura caverna de mi alma brotó el “por ahora” y luego me hundí.
También llegan a mi memoria ahora mismo aquellas aciagas horas del 11 de abril de 2002. Entonces también le envié a mi amado pueblo venezolano aquel mensaje, escrito desde la Base Naval de Turiamo, donde estaba prisionero, Presidente derrocado y prisionero. Fue como un canto de dolor, lanzado desde el fondo de otro abismo, que sentía me tragaba en su garganta y me hundía y me hundía.
Ahora, en este nuevo momento de dificultades, y sobre todo desde que el mismo Fidel Castro en persona, el mismo del Cuartel Moncada, el mismo del Granma, el mismito de la Sierra Maestra, el gigante de siempre, vino a anunciarme la dura noticia del hallazgo cancerígeno, comencé a pedirle a mi señor Jesús, al Dios de mis padres, diría Simón Bolívar; al manto de la Virgen, diría mi madre Elena; a los espíritus de la sabana, diría Florentino Coronado; para que me concedieran la posibilidad de hablarles, no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche sin estrellas. Ahora quería hablarles desde este camino empinado por donde siento que voy saliendo ya de otro abismo. Ahora quería hablarles con el sol del amanecer que siento me ilumina. Creo que lo hemos logrado. ¡Gracias, Dios mío!
Y, finalmente, mis amados y amadas compatriotas; mis adoradas hijas e hijos; mis queridos compañeros jóvenes, niñas y niños de mi pueblo; mis valientes soldados de siempre; mis aguerridos trabajadores y trabajadoras; mis queridas mujeres patriotas; mi pueblo amado, todo y uno solo en mi corazón, les digo que el querer hablarles hoy desde mi nueva escalada hacia el retorno no tiene nada que ver ya conmigo mismo, sino con ustedes, pueblo patrio, pueblo bueno. Con ustedes no quería ni quiero para nada que me acompañen por senderos que se hundan hacia abismo alguno. Les invito a que sigamos juntos escalando nuevas cumbres, que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso para cantar nos sigue diciendo desde su eternidad el cantor del pueblo, nuestro querido Alí Primera.
!Vamos pues, vamos, con nuestro padre Bolívar, en vanguardia, a seguir subiendo la cima del Chimborazo!
¡Gracias Dios mío! ¡Gracias pueblo mío! ¡Gracias, vida mía!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Nosotros venceremos!
La Habana, esta querida y heroica Habana, 30 de junio de 2011.
Desde la patria grande, les digo, desde mi corazón, desde mi alma toda, desde mi esperanza suprema, que es la de un pueblo: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos!
¡Muchas gracias! ¡Hasta el retorno!
Chávez anuncia que se está recuperando satisfactoriamente de una lesión cancerígena
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció este jueves en un mensaje difundido desde La Habana, capital de Cuba, que se está recuperando satisfactoriamente de una lesión cancerígena detectada durante su estadía en ese país antillano y aseveró que continúa en las funciones de Gobierno.
"Desde la Patria Grande les digo, desde mi corazón (...) Por ahora y para siempre viviremos y venceremos. Muchas gracias, hasta el retorno", dijo el mandatario venezolano.
“Quería hablarles desde este capítulo empinado de donde siento que voy saliendo del abismo, para decirles pueblo amado: creo que lo hemos logrado, gracias Dios mío”, aseveró el jefe de Estado.
En el mensaje, transmitido en cadena nacional en Venezuela, el mandatario también explicó que la detección del cáncer fue posterior al diagnóstico emitido el pasado 10 de junio, cuando en Cuba tuvo que ser operado de manera urgente debido a un absceso pélvico.
En este sentido, el líder venezolano hizo un recuento del transcurso de su enfermedad y aseguró que la misma, fue muy posiblemente, la consecuencia de haber cometido a lo largo de toda su vida “lo que un filósofo llamaría un error fundamental” de la especie humana.
“A lo largo de toda mi vida, vine cometiendo uno de esos errores fundamentales de descuidar la salud y ser renuente a los chequeos médicos”, lamentó el gobernante.
Del mismo modo, explicó que antes de la gira internacional emprendida el 5 de junio, que lo llevó por Brasil y Ecuador, sólo tenía previsto hacerse en Cuba un chequeo médico en su rodilla izquierda. No obstante, en uno de los encuentros con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, mientras se quejaba de dolores abdominales, tuvo que someterse a otro tipo de estudios.
“Me interrogó casi como un médico y yo me confesé casi como un paciente”, comentó.
Luego de ser detectada la “extraña formación pélvica con presencia de células cancerígenas”, Chávez explicó que ha tenido que cumplir un estricto tratamiento médico que lo ha llevado a la recuperación.
Telesur
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