El vuelo espacial conjunto Soviético Cubano, partió desde el cosmódromo de Baikonur a bordo de la nave Soyuz 38 y se inscribió como un acontecimiento científico-técnico importante en la historia de la cosmonáutica mundial que ratificaba la amistad entre Cuba y la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Arnaldo Tamayo y el comandante de la nave, piloto cosmonauta de la URSS Yuri Romanenko, hacían historia.
Durante el viaje al Cosmos, el guantanamero acompañó al Coronel soviético Yuri Romanenko y ambos se reunieron en el complejo orbital Saliut 6, con los también cosmonautas soviéticos Leonid Popov y Valeri Riumin para realizar una serie de importantes experimentos durante una semana, los cuales demostraron la inteligencia de los hombres de ciencia, técnicos e ingenieros.
Entre la veintena de experimentos que realizaran Arnaldo Tamayo y Yury Romanenko durante su viaje al espacio sideral, , estuvo el cultivo de monocristales orgánicos, médico-biológicos, los recursos naturales cubanos, materiales imprescindibles para desarrollar la electrónica y la microelectrónica, además de otros estudios relacionados con la energía solar y su potencial aprovechamiento.
El vuelo espacial conjunto cubano-soviético colocó a Cuba, junto a sus científicos, en la cúspide de las investigaciones espaciales. El inolvidable acontecimiento, marcó un importante paso en el desarrollo de la ciencia cubana, que demostraba al mundo la hazaña que realizaba entonces la Revolución: Colocar a un hombre en el Cosmos.