José Martí: paradigma de Maestro y revolucionario de las ideas (+ Video)

 


Hablar de José Martí y Pérez, el pensador cubano y figura cumbre de la política, la revolución y la cultura latinoamericanas, nos motiva a adentrarnos en quien fue, es y será, paradigma de  Maestro y revolucionario de las ideas.

El más universal de todos los cubanos, abrió los ojos al mundo el 28 de enero de 1853, en La Habana. Ese día, nacía una estrella. Nacía un hombre, que a la postre se convirtió en el Héroe Nacional, en símbolo de América toda, y hoy nos ilumina con su ejemplo.

El Maestro, quien nació para poeta y al que la vida hizo político y soldado, dio a la guerra de liberación el humanismo que necesitaba para forjar una república con la máxima de “Con todos y para el bien de todos”. Su pensamiento humanista en favor de los pobres de la Tierra, se traduce en un ineludible sentimiento de amor, justicia y dignidad. 

José Martí, uno los mejores prosistas de habla castellana de su época y precursor del Modernismo en la poesía hispanoamericana, fue también un amante fino de las letras, de lo bello, un hombre sensible y apasionado. Periodista y revolucionario hasta la médula, se convirtió, sin dudas, en un hombre de todos los tiempos..

Hoy no sorprende a ningún cubano ver al poeta, al Maestro, al revolucionario, más allá de estatuas, bustos y tarjas.  A José Martí le debemos su legado, por ser espejo fiel para artistas, escritores, periodistas y para quienes vemos en este gran hombre, al escritor pleno y al patriota cabal que, con su luz, iluminaría el continente americano.



En Guantánamo, la irresponsabilidad de algunos, no nos puede convertir en el próximo número

 


En #Guantanamo suben y suben como la espuma los enfermos de #Covid-19, por fa… habitantes de mi tierra #QuedateEnCasa #HazLoTuyo… Así dice un twit que publiqué hoy en mi cuenta en Twitter a raíz del resultado que dio el dr Durand en su intervención esta mañana.

Para todos es conocida esta aseveración. Y es que desdichadamente los pacientes diagnosticados por estos días en Guantánamo con Covid-19, son el resultado de la baja percepción de riesgo y las conductas irresponsables de un grupo de personas ante esta peligrosa enfermedad. A ello sumar la violación de los protocolos establecidos para los viajeros y sus familiares.

Lo cierto es que cuando se quebrantan cuestiones tan elementales como el aislamiento, el uso del nasobuco o el lavado y desinfección de las manos, el riesgo se vuelve extremadamente alto.  Sin embargo, los irresponsables tienen que saber que la Covid no es jueguito de muchachos, sino que se trata de vidas humanas.  Por ello, ante la irresponsabilidad, tenemos que seguir adoptando medidas para reducir niveles de contagio actuales.

Hoy, ante el llamado de las máximas autoridades del gobierno y la Salud Pública en Cuba, nos asiste el compromiso de ser disciplinados y de cuidarnos. Este es el momento de pensar en un mayor aislamiento social, de tener noción del peligro, además de comprensión, voluntad, espíritu y apoyo de todos juntos para frenar la propagación de la COVID-19 en el país. Y esto no es mucho pedir…

El esfuerzo de este personal durante estos difíciles meses, no puede verse empañado por la irresponsabilidad de unos pocos. Basta de contemplaciones. El momento impone mano dura para los infractores e irresponsables y aplicar las sanciones a quienes incumplen con las orientaciones del Gobierno Cubano y el Ministerio de Salud Pública.

Y no se trata de sembrar el terror, sino de evaluar la magnitud de esta pandemia, solo así cortaríamos el virus y la entrada a nuestros hogares… No podemos negar lo doloroso de ver que, detrás de las cifras de los contagiados, hay un menor, un anciano, un padre de familia, una madre amorosa, un abuelito que no estará más. 

Ahora el llamado es a la unidad, la solidaridad y la disciplina para ganar esta batalla, sin embargo, para vencerla, debemos de actuar con responsabilidad. Con nuestra actitud, no demos la espalda a un enemigo que está tan cerca de nosotros. Cuidar de tu vida y la de los demás, no es un sacrificio, sino un orgullo y una muestra de cariño y protección.

Quedarte en casa es sinónimo de respeto a la vida y sobre todo, la mejor manera de proteger a los seres queridos y a nosotros mismos. Es también la única medicina preventiva que tenemos hasta ahora. Por ello, no abras la puerta al enemigo, cuídate por ti, por tu vida, por tu familia. Cuídate por quienes desafían diariamente esta terrible pandemia desde sus puestos laborales.

Dale calor a tu hogar, vístete con el traje de solidaridad y responsabilidad. Quedarte en casa es reconocer la labor de quienes están en el primer frente de batalla de la COVID-19 dentro y fuera de Cuba y luchan por la salud de personas que no conocen, pero defienden a toda costa. Cuídate, cuídanos, la irresponsabilidad de algunos, no nos puede convertir en el próximo número.









Uso correcto del nasobuco, higiene personal y distanciamiento social: trilogía perfecta para ganarle a la Covid – 19

Es alarmante la situación en Guantánamo. Hoy esta provincia ocupa el primer lugar con 122 casos de Covid – 19 en los últimos 15 días. Es una dura realidad, sin embargo, si nos ponemos la mano en el corazón, aseveramos que la culpa del contagio evidentemente, no cae en saco roto.

Duele saber de jóvenes que acuden a bares y paladares en busca de una diversión, que, a la postre, por solo unas horas, puede ser letal. Sin embargo, retan el peligro usando incorrectamente el nasobuco o simplemente, llevándolos en el bolsillo, bebiendo de copa en copa, hablando unos encimas de los otros…

Y no son solo ellos, otras personas permanecen en las calles hacen largas colas o caminan de un lado a otro de la ciudad innecesariamente, restando importancia al peligro de esta terrible enfermedad y a su fácil transmisión. Indudablemente ignoran la magnitud de sus consecuencias. 

Hay que pasar obligatoriamente a otra etapa y poner un PARE definitivo a esta realidad. Se acabó el pañito tibio de apelar a la conciencia, ya es irracional hablar de baja percepción de riesgo, llamemos las cosas por su nombre: la indisciplina es el detonante principal del retroceso en el control de la pandemia. 

Se impone poner mano dura a quienes incumplen con las medidas higiénicas para evitar la propagación del virus, elevar el rigor en los controles, aplicar las multas necesarias, tenemos que ser responsables comenzando por nosotros mismos. 

¿Hasta cuándo hay que esperar que el Estado sea quien cargue con todas las culpas? ¿Qué más tiene que suceder para que entendamos que esta enfermedad sin rostro ha quitado la vida a tantas y tantas personas? Ya esto es un asunto de autorresponsabilidad.

Guantánamo tiene una situación muy compleja, con más casos que al inicio de la pandemia, por ello el vuelco debe ser total y cada uno tiene que hacer lo que debe: cuidarse. No es el problema del otro, es el suyo, el mío, el de todos, no solo de los guantanameros o de santiagueros, matanceros, es un asunto de todos, un mal que azota el mundo.

Indudablemente, hoy cuando el mundo grita y la naturaleza no sabe qué hacer, el reto es aprender a vivir con la pandemia, pero sin resistencia, sino con cordura. Es una pena que por algunos irresponsables se eche por tierra todo el sacrificio y esfuerzo que ha hecho el gobierno cubano y el personal de Salud Pública.

No podemos bajar la guardia ni un segundo, la disciplina trae orden y el orden, el control. Con nuestra actitud, no demos la espalda a un enemigo que está tan cerca de nosotros. 

Cuidar de tu vida y la de los demás, no es un sacrificio, sino un orgullo y una muestra de cariño y protección.  Por ello, usar el correctamente el nasobuco, mantener el distanciamiento social y la higiene personal, resulta la trilogía perfecta para ganarle la batalla a la Covid – 19.

 

¿La mejor vacuna para frenar la COVID-19?: la autorresponsabilidad (+Videos)

La situación de Guantánamo, provincia en fase de transmisión autóctona limitada, en cuento a los casos confirmados con la Covid-19, es muy delicada. Durante los últimos 15 días, los números de contagios han crecido debido a las violaciones de los protocolos higiénico-sanitarios, las indisciplinas, el exceso de confianza, la baja percepción de riesgo.

La autorresponsabilidad es clave ante la COVID-19. Así ha dicho el Dr. Durand varias veces en su diaria conferencia de prensa, sin embargo, aún no hemos asimilado que este alto número de contagios, es el resultado de minimizar de las normas básicas de comportamiento frente a una pandemia.

Basta salir a la calle para ver personas de un lado a otro con los nasobucos mal puestos, aglomerados y sin tener en cuenta la percepción de riesgo… Por eso, tenemos que cumplir con las medidas establecidas y ser más responsables. Si bajamos la guardia, aumentarán más casos y la cadena de contagios será aún más larga. Hay que parar, la humanidad lo necesita…

En este momento nadie puede ayudarnos más que nosotros mismos, no podemos confiarnos, en la confianza está el peligro. Hoy enfrentamos a un enemigo invisible y cruel que no respeta edad, sexo, credo, sin embargo, tiene como debilidad para ser derrotado, la acción colectiva, la disciplina y la paciencia.

Ya estamos en otra etapa en la que se impone levantar la alerta máxima y cumplir los protocolos sin fisuras de indisciplina para evitar la extensión del contagio. No se trata de sembrar el terror, sino de evaluar la magnitud de esta pandemia, solo así cortaríamos el virus y la entrada a nuestros hogares…

Es momento de ser más solidarios, colaboradores, humanos, solícitos y de tener buena actitud ante la vida. Ejercitemos la paciencia, la responsabilidad, seamos guardianes de nosotros mismos, estoy segura de que en poco tiempo nos recuperaremos. Solo con disciplina ganaremos esta dura batalla, sin embargo, para vencerla todos tenemos hay que hacer lo que nos corresponde.

El llamado de las máximas autoridades del gobierno y la Salud Pública en Cuba, una vez más, es de preocuparnos, ocuparnos y de juzgar a los incumplidores con la fuerza de la Ley correspondiente. Solo así podremos valorar que el trabajo y el esfuerzo de este personal, que durante casi un año de enfrentamiento a la pandemia dentro y fuera de Cuba, no caigan en saco roto.

Guantánamo tiene una situación muy compleja y la población tiene y debe asimilarlo. Pasemos a otra etapa, pero el giro debe ser total. Cambiemos la frase de “apelar a la conciencia” y llamemos las cosas por su nombre: la irresponsabilidad es la causa esencial del retroceso en el control de la pandemia.

El reto está planteado. Cuando interioricemos que el uso correcto del nasobuco, adoptar las medidas higiénicos-sanitarias y mantener el distanciamiento social no es pura trova y que la autorresponsabilidad, es la única vacuna que tenemos hasta el momento, entonces hallaremos el verdadero camino para librarnos de esta peligrosa pandemia.

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