Camilo: un hito en la historia de Cuba


Cincuenta años no bastan para recordar a un hombre de tan alta estatura moral como Camilo Cienfuegos Gorriarán, pues sólo su humilde extracción social de, sastre de oficio, su temperamento jovial y su sonrisa franca, con la que ganaba amigos desde el primer encuentro, lo convirtieron en uno de los más carismáticos dirigentes de la Revolución Cubana.

Símbolo del recuerdo de un héroe eterno de la Patria, que a través de varias generaciones se ha mantenido vivo en la memoria, Camilo marca un hito en la historia y estará presente eternamente en la obra de su pueblo. Y es que el hombre de la eterna sonrisa, vive aquí, junto a nosotros, en la primera línea de combate.

"Camilo fue el compañero de cien batallas, - expresó de él, Ernesto Guevara de la Serna- , el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa... Camilo era Camilo, señor de la vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer."

Su intensa vida revolucionaria experimentaba un acelerado proceso de maduración, cuando la muerte súbita la tronchó prematuramente a los 27 años de edad, justo cuando la Revolución comenzaba la dura y decisiva etapa de su batalla frontal contra el imperialismo yanki y la contrarrevolución interna.

Camilo Cienfuegos tenía dos corazones: uno para la Patria y otro para el amor. Revolucionario de pies a cabeza, modelo insuperable de combatiente y de vanguardia; hombre de pensamiento radical y antiimperialista; era buen conocedor de sus hazañas militares, era un revolucionario surgido del pueblo, un comunista cabal, de sentimientos y de corazón.

"No tenía la cultura de los libros, pero sí la inteligencia natural del pueblo", expresó de él nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro. Para Vilma Espín, era la historia pura. Sólo hay que leer su nombre: Camilo Cienfuegos. Fue un hombre que buscó el horizonte en el ánima del fusil y el beso, en los ojos de las mujeres. En otras palabras: el Señor de la Vanguardia, se robó su propio nombre para dárselo a la Revolución.

Este año se cumple el aniversario 50 de la desaparición física del hombre de la sonrisa amplia y el sombrero alón. Y desde aquel momento, cada 28 de octubre los ríos, presas y lagunas, se cubren de flores para recordarlo como expresión del cariño de su pueblo, al hombre que desviste toda la ternura y sencillez. Camilo en síntesis, era mucho Camilo.

La infancia: rostro de una sonrisa tierna

Sucedió hace unos días en una de las calles de nuestra ciudad. Estaba delante de mí, sin embargo, no era la pequeña a quien su madre llevaba al parque vestida con batas y lazos, sino a una niñita disfrazada de mamá: vestidito corto y a la cadera, pulsos, cartera, aretes largos, sandalias de tacones altos y por demás, unos audífonos en los oídos.

Tras la reflexión, me pregunté: ¿Actuamos correctamente al tratar de “quemar etapas” en la vida de nuestros descendientes, o preferimos que todo llegue en su debido tiempo? Si meditamos en esto, acertamos en que la infancia, esa que al asomarse dibuja en el rostro una sonrisa tierna, es uno de los mejores períodos vividos por la mayoría de las personas.

La infancia colma la vida de buenas cualidades y esta es una realidad suficiente para inferir en cuán resulta dañina dejarla de vivir a plenitud. Por lo tanto, debemos de cuidarla y protegerla de algunas preferencias que hoy se arraigan en la población infantil.

Un problema latente en estos tiempos y en el que los adultos en ocasiones involucramos a los pequeños, es en cuanto al tema de la música y lo que se baila con ella. ¿Quién no ha visto a los niños y niñas “disfrutando” en un cumpleaños con esas descomposiciones musicales? ¿Cómo permitimos que se distorsione el gusto estético de los pequeños?

Por otra parte, ¿Te has percatado, amigo lector, cómo algunas pequeñas bailan con un movimiento tal de caderas que parecen una batidora? ¿Por qué se permite en los establecimientos públicos donde se celebran cumpleaños, este tipo de música, que nada tiene que ver con los gustos de los niños y niñas?

Este tipo de música y bailes que se han generado últimamente en las fiestas para niños y niñas, no están acordes a sus edades, sin embargo, debemos de admitir que infelizmente, canciones como A la rueda rueda, Dame la mano, El ratoncito Miguel… y otras apropiadas para esta primera edad, han quedado grabadas para los programas de la radio, de televisión y concursos de música infantil.

Las escuelas desempeñan un rol determinante en este empeño, en ellas se ha suscitado el concurso Cuba, qué linda es Cuba, con la finalidad de rescatar nuestro acervo cultural y tanto en la televisión nacional como territorial, se promueven espacios para el desarrollo de la música infantil, sin embargo, aún no es suficiente, en casa, también debemos de estar atentos para no imponerle a los pequeños los gustos de adultos.

La tarea está planteada y no resulta dificultosa. Hay que guiar a los niños y niñas hacia la búsqueda de los valores musicales. Para ello, los menores deben de hallar, con ayuda de los adultos que le rodean, el verdadero camino de su niñez, esa que por irrepetible, no se debe de perder.

La literatura cubana en defensa de la identidad

La defensa de la identidad nacional, tiene su legado en el 20 de Octubre de 1868, Día de la Cultura Cubana. Su origen data de fines del siglo XVIII, cuando descollan personalidades que, en el campo literario, expresarían en sus obras la preocupación por la Patria y el sentimiento de nacionalidad.

Félix Varela, uno de nuestros primeros pensadores, difundió con fuerza a través de su pensamiento político y filosófico, las ideas de la Ilustración en Cuba y fue además, el primero que enseñó a los cubanos a pensar en la independencia.

A Varela, le seguiría el patriota Antonio Saco y el poeta José María Heredia, figura esencial en el proceso de formación de la nacionalidad. Esto se evidencia en los versos del Himno del desterrado, donde expone el deseo de independizar a Cuba del dominio colonial y aparece por vez primera la palma como símbolo patrio.

De la pasión independentista, nos nutrió también la poesía de Gertrudis Gómez de Avellaneda, la de Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, la filosofía y pedagogía de José de la Luz y Caballero, y, en el periodismo y la oratoria de obra nuestro José Martí y Enrique José Varona.

Si definiéramos nuestra cultura coincidiríamos en que, históricamente, ha tenido un gran desarrollo en lo literario, fundamentalmente en la poesía. Expresión de esto es la obra de Emilio Ballagas, José Lezama Lima, Eliseo Diego, Nicolás Guillén, José Zacarías Tallet…, poeta que han expresado a través de las letras, una identificación plena con el sentimiento de nacionalidad.

En este año se celebra el aniversario 50 de la Revolución Cuba está de fiesta nacional. Vive la fecha en que la cultura cubana celebra de manera especial su jornada. Es el día en que recordamos el momento en que fue escrita la letra del Himno de Bayamo por Perucho Figueredo y se cantó a viva voz, las notas del que para orgullo de todos los cubanos, entonó por primera vez nuestro Himno Nacional, La Bayamesa.

Periodista: siempre Periodista

Recién me incorporé al trabajo. Y ahora pienso, después de casi un año y medio, que mientras más me aferro a mi labor, tengo una nueva manera de ver la vida, acompañada de un estilo para comunicarnos y unirnos en esta noble tarea que es la de ser Periodista.

Ser periodista, y esto, que conste, no lo digo yo, constituye un sacerdocio, donde el que se pone el ropaje, no se lo quita y lo coloca en la percha cuando llega al hogar, o mientras disfruta de merecidas vacaciones, por que el reportero vive y trabaja con la noticia.

Al decir del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, “Nadie que no haya nacido para eso y este dispuesto a vivir solo para eso, podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz, mientras no vuelve a empezar con mas ardor que nunca en el minuto siguiente".

Con nuestro trabajo, nos resguardamos en el hecho de que siempre se necesitará de personas, de comunicadores, que interpreten el acontecer y se lo transmiten a sus públicos, en suma: un narrador de la vida, de la gente.

Y este noble compromiso, es reconocido también por los nuevos periodistas cubanos que egresan de las Altas Casas de Estudios, que comprenden, al igual que yo, el significado que tiene este trabajo, que no dejamos cuando salimos de la redacción y al que doy gracias todos los días, por ejercer “el mejor oficio del mundo”.