Escúchenlo, por favor
La adolescencia es la etapa comprendida entre los 10 y 15 años, aproximadamente, en que el niño dejó de serlo para convertirse en alguien que aún no ha encontrado su sitio, necesita que lo atiendan, lo comprendan, acepten en el medio en que se desenvuelve y, sobre todo, lo escuchen, para superar con creces este cambio y que este no se convierta en un período de "crisis".
Desde el punto de vista biológico y físico, en el adolescente hay un desarrollo de estos aspectos que dejó atrás al niño que fue hasta ayer. Asimismo, en la autoconciencia aparecen nuevas interrogantes: ¿quién soy?, ¿cómo he cambiado tanto?, ¿cómo me visto?, que poco a poco él mismo se responderá, a medida que acepte la realidad que desafía.
Es que ya "ellos" y "ellas" no se comportan como niños, porque no lo son, pero tampoco pueden hacerlo como adultos. Se visten de otra manera, los varones quieren ponerse aretes, cambiar de amistades, en fin, ser diferentes y hay que aceptarlos así, porque tienen necesidad de que se les ayude y entienda.
La relación afectiva con su grupo ocupa un lugar primordial en el adolescente, de manera que la familia pasa a un segundo plano, y no por falta de cariño, sino porque su relación con el mismo determina e influye en sus hábitos de vestir, forma de hablar, gustos, preferencias y hasta en el nuevo comportamiento que exhiben en ese momento.
En tal sentido es importante que la familia atraiga a los miembros del grupo que se reúnen con sus hijos, principalmente para la realización de las actividades docentes, y les organice actividades culturales y recreativas que propicien las relaciones interpersonales y afectivas, como vía para contribuir a la formación de la personalidad de cada uno de ellos.
La escuela al campo es un medio idóneo para que el adolescente pueda superar esta etapa, porque además de vincular el estudio con el trabajo comparte los buenos y malos momentos con sus compañeros, se siente libre e independiente, y aunque "se dé cabezazos", toma decisiones propias.
Para los adolescentes son absurdas y fatales las prohibiciones, los gritos, las incomprensiones, el autoritarismo, métodos que conducen, en muchos casos, a una actitud conformista o a una rebeldía que entorpece el desarrollo armónico de la personalidad.
Lo mejor es escucharlos y respetar sus criterios, sobre cada una de las nuevas expectativas que les depara esta nueva etapa de sus vidas, y antes de decir que "no", si es necesario, pensar bien qué responderles, para darles una explicación que tenga los elementos necesarios para su convencimiento, lo que les permitirá comprender el porqué deben de respetar las normas y principios de la familia, máxima responsable de prepararlos para la vida.
Playitas de Cajobabo: rincón venerado de la historia
Para cualquier cubano es un privilegio caminar por la playa, subir lomas... más si lo haces en compañía del historiador guantanamero Pedro Rodríguez Abad, quien narró con pasión, a esta periodista los detalles de aquella travesía nocturna, con el mar embravecido, y en la que después de dejar el barco que los transportaba, los improvisados marineros vieron partirse el timón del bote.
El historiador relató además que el tiempo, después de aquel desembarco, se tornaba pesado, el mar se veía negro como la noche y las olas se elevaban furiosas chocando contra los farallones. Junto a la costa, las luces entonces nuestro Martí dijo que había que ceñirse los revólveres. No tenían la certeza de quienes estaban allí. Luego supieron que eran pescadores, y les dieron la mano.
Gómez besa la arena al desembarcar. Marcos del Rosario, uno de los tripulantes de aquel bote junto a Martí y Gómez, recorrió el lugar años más tarde, el 23 de abril de 1922, e identificó el sitio específico en el que se levantaría un monumento en 1947.
Hasta el Monumento en homenaje al desembarco por Playitas de Cajobabo llegan hoy las nuevas generaciones para beber de las fuentes de la historia. Y resulta curioso que todavía en aquel silencio, solo roto por el sonido de las olas del mar, aún sentimos la presencia del hombre sincero de donde crece la palma.
Cuando Baco le ajusta las cuentas
Conocido como “Síndrome de dependencia del alcohol” el alcoholismo se caracteriza en el hombre o la mujer por la necesidad compulsiva de beber; la pérdida del control de su consumo; la dependencia física (vómitos, sudor, temblores, ansiedad) y la necesidad de aumentar la cantidad ingerida para sentirse hastiado, enajenado, endrogado.
Las mujeres beben desde tiempos inmemoriales, pero en las últimas décadas ha aumentado el número de bebedoras, algunas dicen: “ que han cambiado los tiempos”, sin embargo, al igual que su familia no enfrenta su realidad ni las consecuencias de su enfermedad, unas por vergüenza, otras por que aunque se deciden de manera tardía, acudir al médico, en muchos de los casos, no se puede precisar un diagnóstico certero de la enfermedad debido a la asociación de ésta con otras patologías.
En la mujer alcohólica, se señalan antecedentes de trastornos psicopatológicos diversos: el consumo excesivo a partir de un evento importante, la tendencia al consumo de otras drogas, al abuso de psicofármacos, el establecimiento de relaciones de pareja con alcohólicos. Dicho proceso de alcoholización es extremadamente rápido lo cual trae consigo la aparición temprana de complicaciones neuropsiquiátricas, hepatopatias, psicosis, pérdida de la memoria y demencia alcohólica, además de la repercusión en las responsabilidades laborales, lo cual genera estrés, decepciones, amistades negativas, soledad e incluso la baja autoestima..
Son muchas las causas por las que las mujeres se convierten en alcohólicas. Apuntan los problemas laborales, conyugales, los maltratos, la soledad…, y esto trae consigo que ellas busquen en la bebida una salida para olvidar sus problemas, es cuando se deprimen con facilidad, y entonces son descubiertas cuando ya su estado físico y mental están completamente deteriorados.
Estas son entre otras, las razones por las cuales en la mayoría de los casos, las enfermas, presionadas por los propios hijos, acuden a consultas en busca de tratamiento, en tanto algunos esposos temen al ridículo delante de sus amigos por tener una esposa enferma. Entonces beben a escondidas y ocultan su estado, es notorio que mientras un borracho constituye el centro de risas entre amigos, una mujer encuentra no encuentra más que el desprecio, piropos nada agradables y un comportamiento que, equivocadamente, lleva implícito una insinuación sexual.
Investigadores de la enfermedad, admiten que “para pasarse de copas”, nada importa si es un problema de “ellas o de ellos”, porque tanto hombres como mujeres son enfermos nada exentos de similar patología. Para las bebedoras, es difícil aceptar su condición de alcohólicas, y esto trae consigo que muchas se distancien de las instituciones médicas y sociales. Más deben imponerse, saltar por encima de los prejuicios y acercarse a los Centros Comunitarios de Salud Mental y Casas de Orientación de la Mujer y la Familia para recibir las orientaciones pertinentes en cuanto al tratamiento médico que deben de asimilar.
Las etiquetas de las botellas no prohiben a las mujeres ingerir bebidas alcohólicas. Por ello, es preocupante cómo en las últimas décadas ha aumentado el número de bebedoras, además de convertirse en diana de prejuicios sociales que no suelen jamás rozar a los hombres. Nada, amigo lector, que al final del trayecto, no importa si el mal de ellas es el de beber oculto o en público, para que Baco le ajuste las cuentas si ellas se pasan de copas.
Camilo, eterna sonrisa de pueblo
"Camilo fue el compañero de cien batallas, - expresó Ernesto Guevara de la Serna- , el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa... Camilo era Camilo, señor de la vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer."
Es mito, leyenda y realidad. Una fiel combinación de lo subjetivo y lo objetivo. Tenía dos corazones: uno para la Patria y otro para el amor. Su pueblo, del cual salió para eternizarse, lo venera como ser humano. Era buen conocedor de sus hazañas militares, de su carácter campechano, la eterna sonrisa del Señor de la Vanguardia debajo del inseparable sombrero alón; también recuerda las historias de sus propios enemigos, quienes le temían tanto que llegaron a crear una aureola de misterio que lo hacía invencible en el combate.
Había nacido en una humilde barriada habanera, el 6 de febrero de 1932 en el seno de una familia humilde y revolucionaria, y creció en un ambiente de juegos, bromas y sanidad de espíritu. Nada vaticinaba al héroe, al menos en su estilo convencional. Mostró siempre un carácter rebelde, enemigo de la injusticia.
Estudió algo de escultura en la escuela de San Alejandro y no concluyó su aprendizaje. Su hermano mayor Osmany Cienfuegos llegó a la universidad, pero el futuro comandante debió trabajar en disímiles oficios, entre ellos el de tendero.
La economía cubana, en la década del 50, como siempre apretaba al pobre y llenaba el bolsillo al rico, trajo consigo que en 1953, el joven Camilo, con solo 21 años, decidiera viajar a Estados Unidos en busca de una supuesta bonanza económica, pero al chocar con la dura realidad de los emigrados en aquel país, regresó a la Patria al siguiente año para luchar por la verdadera libertad, e Incorporarse a la batalla de los estudiantes contra la dictadura de Batista.
Fichado por los cuerpos represivos tiene que regresar a Estados Unidos y es en Nueva York donde conoce de los planes de Fidel; entonces viaja a México y se convierte en el último de los 82 expedicionarios del Granma. Desde ese momento, su recia estatura guerrillera lo acompaña en las grandes batallas de la Sierra y el llano; en la histórica invasión a occidente al frente de la columna dos, Antonio Maceo que, junto a la ocho, Ciro Redondo, al mando del Che, su amigo y compañero entrañable; dieran el tiro de gracia a la dictadura.
Portador de buen carisma y calidad humana, el Héroe de Yaguajay, fue uno de los hombres más queridos entre las tropas y los pobladores. Poseía una convicción y poder seductor tan inmensos que atrapó en sus madejas, hasta a un argentino tan experimentado y serio como Ernesto Che Guevara y entre ellos surgió una amistad que con el tiempo se convirtió en una epopeya.
Después del triunfo de la Revolución, Camilo alcanzó una intensidad sorprendente. Cuando el desleal Hubert Matos atentó contra la Revolución y hubo de frenársele, viajó a Camagüey y completamente desarmado detuvo al traidor. Entonces habló al pueblo. Regresó a La Habana el 25 de octubre, y participó en el acto del día siguiente, para repudiar las acciones de los imperialistas y en apoyo a la Revolución, y el 27 viajó a Camagüey con la intención de retornar hacia la capital la tarde del 28, pero nunca llegó a su destino, su avión desapareció y nos dejó privados para siempre, del dueño de aquella sonrisa amplia y el sombrero alón.
La intensa vida revolucionaria de Camilo Cienfuegos Gorriarán, experimentaba un acelerado proceso de maduración, cuando la muerte súbita la tronchó prematuramente a los 27 años de edad, justo cuando la Revolución comenzaba la dura y decisiva etapa de su batalla frontal contra el imperialismo yanki y la contrarrevolución interna.
Era, sin dudas, nuestro Camilo, un revolucionario de pies a cabeza, modelo insuperable de combatiente y de vanguardia; hombre de pensamiento radical y antiimperialista; revolucionario surgido del pueblo donde latía aceleradamente un comunista cabal, de sentimientos y de corazón.
Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro dijo de él que "no tenía la cultura de los libros, pero sí la inteligencia natural del pueblo". Para Vilma Espín era la historia pura. Sólo hay que leer su nombre: Camilo Cienfuegos. Fue un héroe de cien fuegos. Buscó el horizonte en el ánima del fusil y el beso en los ojos de las mujeres, como el que va a morir temprano. En otras palabras: Camilo se robó su propio nombre para dárselo a la Revolución.
Soldados de primera fila
Para la mayoría de los lectores, es fácil reconocer el trabajo de los periodistas y foto reporteros que día a día salen a la calle a entrevistar, averiguar o investigar algún tema de interés. De manera que el trabajo de los editores, redactores de mesa, correctores, diseñadores, muchas veces pasa por alto, sin saber que sobre ellos recae una responsabilidad enorme y casi siempre queda en el anonimato, más allá de proponer ideas magníficas para completar una determinada historia.
Gracias a la precisión de los editores y correctores que están al tanto de incongruencias en sintaxis, de datos errados, muchos de ustedes pueden leer las páginas de nuestro periódico sin errores y amenamente.
Para que conozcan más sobre nuestro trabajo, les cuento que en muchas ocasiones laboramos a partir de las decenas de llamadas telefónicas de lectores y funcionarios que anuncian cuantas conferencias de prensa aparece en el sector, además del trajín diario de la redacción de cualquier medio de prensa.
Otro de los capítulos que los editores, redactor de mesa y correctores viven con preciado esmero es la hora de cierre, y se vive con tal envergadura que en ocasiones, hasta amerita a la hora de la partida cambiar algún material para colocar otro solicitado por el Editor jefe. Sucede que una página puede estar lista en plana, con sus trabajos ya corregidos, sus fotos, un diseño armónico y los llamados preparados, cuando de repente, ocurre algún hecho noticioso en la provincia, entonces en ese momento la página hecha pasa al olvido para ofrecer al lector una historia más relevante.
Estas líneas, no son más que para felicitar no sólo a mis compañeros periodistas que día a día y con mucha profesionalidad, siguen la noticia en la calle, sino también a aquellos que se esmeran hasta entrada la noche o la madrugada para que al otro día se publique un periódico con títulos creativos, historias hilvanadas de forma coherente, un diseño ameno y, especialmente, sin las desagradables “erratas”.
También me gustaría valorar el trabajo anónimo de los periodistas que laboran a diario en la Internet. A ellos, mis respetos por su dedicación para que los cibernautas se mantengan informados minuto a minuto a cerca de la realidad local, de Cuba y el mundo. A todos ellos y demás colegas de la redacción, del periódico Venceremos, todos soldados de primera fila… ¡Felicidades por el Festival Provincial de la Prensa Escrita!
Exuberante flora y fauna
En los predios del Parque Nacional Alejandro de Humbolt, abunda cerca de un millar de especies de la flora, la tercera parte de las reportadas en Cuba y muchas únicas de esta zona, representativas de los bosques pluviales de la región caribeña.
El área presenta increíble riqueza florística. No solo es uno de los sitios de mayor diversidad vegetal del archipiélago cubano, sino probablemente de todo el Caribe insular y el mundo.
Han sido identificadas más de 1000 especies de plantas con flores y cerca de 145 helechos. Son endémicas alrededor de 900, lo que equivale a la tercera parte de las reportadas en Cuba.
La fauna también se caracteriza por su abundancia, diversidad y endemismo. Los bosques de la región constituyen refugios de una gran variedad de especies, tanto de vertebrados como invertebrados.
Entre las aves se destaca la presencia de abundantes poblaciones de cotorras (Amazona leucocephala ) y cateyes (Aratinga euops); ambas especies consideradas como amenazadas. Sin embargo otras aves existentes en el parque presentan situaciones muy críticas, como el Carpintero Real (Campephilus principalis bairdi), posiblemente extinguido y el Gavilán Caguarero (Chondrohierax wilsoni), especie endémica cuyas poblaciones se han reducido tanto que quizás solo queden unas pocas parejas.
Entre muchas otras aves, el Tocororo (Priotelus temnurus) conocida como el ave nacional, la Cartacuba (Todus multicolor) y el Carpintero Verde (Xiphidiopicus percussus), son especies exclusivas de nuestro país que amenizan el paisaje del parque con sus atractivos colores y cantos.
Parque Nacional Alejandro de Humbolt: Riqueza y endemismo de excepcional belleza
Al norte de las orientales provincias de Guantánamo y Holguín, está el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, el cual constituye el área protegida más importante de Cuba en lo referente a la biodiversidad y es poseedor de la mayor riqueza y endemismo del país y de una gama de especies y ecosistemas en el Caribe Insular a nivel mundial.
Con unas 70 000 hectáreas de extensión, incluidas las áreas terrestres y marinas, el Parque Nacional Alejandro de Humbolt, es uno de los mejores y más completos representantes de los bosques pluviales húmedos tropicales insulares del neotrópico y un ejemplo mundial de formaciones vegetales de carácter zonal.
Otro de los valores extraordinarios del Parque Nacional es que en él se encuentra el hábitat de tres de las especies de vertebrados más pequeñas del mundo. Debe destacarse en la biodiversidad: la convergencia de montañas con bien conservados bosques latifolios y pinares; ríos de aguas limpias, pozas y cascadas, en un entorno de clima lluvioso y fresco, elementos que catalogan uno de los más extraordinarios y hermosos paisajes de la naturaleza cubana.
Joya ecológica de la humanidad
El parque Nacional Alejandro de Humbolt, constituye el núcleo principal de la reserva de la biosfera Cuchillas del Toa (ocupa más de la mitad de su área total), la mayor y más valiosa de las cuatro existentes en nuestro país. Este ecosistema, por su belleza natural, bien es meritorio compararse, a la vista del visitante, con un escultural conjunto de postales exclusivas de montañas, mesetas, llanuras, bahías, ríos caudalosos, y arrecifes.
Tanto por su abundancia como por su diversidad y endemismo, en los predios de Humboldt se localizan las más amplias y ricas especies de la fauna cubana. Vale destacar entre las más raras y valiosas el carpintero real, casi extinto y considerado el ave de los bosques vírgenes de Cuba, el gavilán caguarero, el almiquí, mamífero insectívoro de hábitos nocturnos, la jutía andarás, roedor exclusivo de la región oriental, además de una docena de especies de anfibios y de una rana, reconocida como la más pequeña del mundo (de unos 10 a 11 milímetros en etapa adulta).
La riqueza natural del Parque, explica la labor de preservación garantizada por el estado cubano, y el apoyo de organizaciones no gubernamentales, lo cual ha permitido vencer muchas tareas impostergables como la plantación de más de 60 hectáreas con especies de árboles en peligro de extinción, como el incienso, el zapotillo, el azulejo y el ácana.
Ideal para el turismo de naturaleza, esta joya ecológica de la humanidad lleva, con justicia, el nombre del ilustre científico alemán Alejandro de Humbolt (1769-1859), quien por sus aportes al conocimiento de la naturaleza cubana, es considerado el segundo descubridor de la isla.