Ese día la noticia salía en la primera plana de todos los periódicos: ¡Un cubano en el Cosmos! Eran las tres y once minutos, hora de Cuba del 18 de Septiembre de 1980, y el cosmonauta e investigador guantanamero Arnaldo Tamayo Méndez, se convertía en el primer cubano, latinoamericano y caribeño en ver la tierra desde una nave espacial.
El vuelo espacial conjunto Soviético Cubano, despegaba del cosmódromo de Baikonur, entonces territorio de la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Durante el viaje sideral, el guantanamero, primer cosmonauta latinoamericano, negro y de habla hispana, acompañó al Coronel soviético Yuri Romanenko y ambos se reunieron en el complejo orbital Saliut 6, con los también cosmonautas soviéticos Leonid Popov y Valeri Riumin, los investigadores tenían la finalidad de realizar una serie de importantes experimentos durante una semana.
Entre la veintena de experimentos que realizaran Arnaldo Tamayo y Yury Romanenko estuvieron el cultivo de monocristales orgánicos, médico-biológicos, los recursos naturales cubanos, materiales imprescindibles para desarrollar la electrónica y la microelectrónica. Los investigadores realizaron además otros estudios relacionados con la energía solar y su potencial aprovechamiento, los cuales demostraron la inteligencia de los hombres de ciencia, técnicos e ingenieros.
El vuelo espacial conjunto cubano-soviético colocó a Cuba, junto a sus científicos, en la cúspide de las investigaciones espaciales. El inolvidable acontecimiento, marcó un importante paso en el desarrollo de la ciencia cubana, que demostraba al mundo la hazaña que era capaz de realizar la Revolución Cubana: Colocar a un hombre en el Cosmos.
