El histórico inmueble se registró en la historia de la Revolución Cubana, cuando un eljoven Abel Santamaría Cuadrado la alquilara para una aparente cría de aves. Así devino cuartel general para concentrar a los hombres, autos y pertrechos bélicos que utilizarían en la acción, que, con Fidel Castro Ruz al frente, derrocaría a la tiranía de Fulgencio Batista.
Hasta allí llegó Abel en los primeros días de julio como administrador, y en horas de la noche del día 25 irrumpió un grupo de jóvenes liderados por el joven abogado Fidel para en aquella la mañana de la santa Ana, asaltar cuartel Moncada, entonces con los sueños atados al alma y la esperanza puesta en el triunfo definitivo.
Para llegar a la Granjita, solo basta un recorrido de trece kilómetros y medio por la carretera que conduce a la playa de Siboney. Su construcción es de mampostería, pintada de blanco y rojo, cercada con postes de madera también blancos rematados en rojo, tenía un corredor de arecas desde la verja de entrada hasta el portal.
26 obeliscos que muestran la ruta que hace más de 60 años siguieran el joven abogado Fidel Castro y sus compañeros, y donde aparecen los nombres y labores que realizaban los mártires de la hazaña del 26 de julio de 1953, custodian el camino a ambos lados de la vía para llegar al histórico inmueble.
La entrada a la Granjita está custodiada por las banderas cubana y la del Movimiento 26 de Julio. Sus paredes delanteras aún exhiben los orificios del impacto de la metralla de los guardias de la tiranía batistiana, que intentaron justificar así el asesinato de seis de los asaltantes.
Declarada Monumento Nacional el 26 de julio de 1979, el Museo, tiene ocho salas donde ese exhiben imágenes y periódicos de la época, la bestial represión de la que fueron objeto muchos de los asaltantes luego de los sucesos del Moncada.
En su interior a un costado de la vivienda aun está el pozo seco y la tina original donde fueron escondidas la mayor parte de las armas utilizadas en la acción armada. También los uniformes y muebles originales de una de las más notables páginas de historia de Cuba. Mientras, en el exterior, se conservan las asomos de las polleras, garajes que servirían de escondite para los automóviles donde se transportaron a los asaltantes.
Hasta el Museo Granjita Siboney, van generaciones de cubanos a un encuentro con una historia que muestra 61 años después, la vida misma de aquella generación de intrépidos jóvenes que intentaron tocar el cielo con sus manos para entregarnos en enero del 59, un futuro luminoso y que se inscribió para la posteridad como la generación del centenario.
El recorrido por la Villa Blanca permite conocer sucintamente qué movió a aquellos hombres a realizar tan audaz acción y por qué para los cubanos esa pequeña casa es todo un símbolo dentro de la historia más reciente.
esa pequeña casa es todo un símbolo dentro de la historia más reciente.
Read more about Museo Granjita Siboney | Periodico Sierra Maestra by Administratoresa pequeña casa es todo un símbolo dentro de la historia más reciente.