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En Cuba somos dueños de nuestro destino


EN AUDIO: Discurso de Machado Ventura
Texto del discurso de Machado Ventura, vicepresidente de Cuba (+Foto)
Texto del discurso de Jorge Luis Tapia, primer secretario del Partido en Ciego de Avila (+Foto)

Hoy conmemoramos el 26 de Julio llenos de júbilo y esperanzas, porque somos dueños de nuestro futuro y nuestro destino. Así expresó José Ramón Machado Ventura, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, durante el acto central nacional por el aniversario 58 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, con sede en la provincia de Ciego de Ávila.

En la Plaza de la Revolución Mayor General Máximo Gómez Báez, de Ciego de Avila, el dirigente cubano llamó a perfeccionar el modelo económico cubano, a emplear racionalmente los recursos humanos, proyectarse hacia el futuro con eficiencia y
exhortó a los dirigentes de empresas y a sus trabajadores, a ampliar los conocimientos en materia económica para lograr un cambio de mentalidad.

Durante su intervención, Machado pidió además, acabar con algunos de los problemas organizativos ajenos al centro laboral e instó barrer al derroche y ahorrar con la mayor racionalidad posible de recursos. “Cuba tiene que sacarle el máximo a los recursos con que cuenta”, expresó.

Sin dudas, para los cubanos el frente decisivo en el combate cotidiano y sin tregua, es la economía, expresó Machado, por tanto, para el despegue de la economía nacional contamos con la gente y los recursos imprescindibles”. Existen limitaciones pero hay que cambiar la forma de pensar de las personas, única vía para cambiar la forma de actuar.

Hay que escuchar, con atención y atender las opiniones de cada cual, sin que nadie se crea dueño absoluto de la verdad. Antes de enfrentar una tarea, es necesario pensarla y repensarla, para poder convencer de los beneficios de esta a sus ejecutores y siempre predicar con el ejemplo, aseveró el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba.

En cuanto a los acuerdos del Sexto Congreso del Partido, Machado subrayó que no quedarán engavetados y para ello se trabaja sin prisa, pero sin pausa en la actualización del modelo económico cubano. Se trabaja siguiendo la línea trazada, no estamos poniendo parches ni improvisando, sino buscando soluciones definitivas a viejos problemas, con los pies y oídos bien puestos sobre la tierra, muy atentos a la opinión de la gente, listos para rectificar sobre la marcha, ajustar el ritmo y adoptar nuevas decisiones, expresó.

No hay imposible cuando la justicia es lo primero. Los cubanos sabemos cómo imponernos y salir adelante. Tenemos que seguir construyendo la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes y defenderla alzando las banderas del Socialismo que siempre ha caracterizado a este aguerrido pueblo.

Josué País, Floro Vistel y Salvador Pascual: La valentía asesinada


Una vez más, las calles santiagueras se mancharon de sangre aquel 30 de junio de 1957. Se perdía la vida de Josué País, Floro Vistel y Salvador Pascual, tres jóvenes revolucionarios que enfrentaban a la dictadura en el mismo corazón del oriente cubano.

Ese día, sicarios de la dictadura, liderados por el sanguinario Rolando Masferrer, prepararon un mitin en el parque de Céspedes tomando el hotel Casa Granda como cuartel general, y ante el desafío, la respuesta de los miembros del Movimiento 26 de Julio se hizo esperar. La clandestinidad había organizado una potente réplica a tal provocación.

Una bomba que nunca estalló fue colocada el sitio donde los esbirros leerían su discurso. La explosión sería la señal para el inicio de varias acciones que facilitaran la falacia del régimen, pero al no producirse Josué, junto a Floro y Salvador, decidieron cumplir la misión confiada.

Un disparo alcanzó el carro de los revolucionarios, lo cual provocó su impacto contra un poste eléctrico donde otro patrullero lo estaba esperando. Flor y Salvador murieron instantáneamente, en tanto Josué, quien estaba herido, ofrecía resistencia hasta que se desplomó y tras ser apresado gritó aún con vida: ¡Viva Fidel!, ¡Viva la Revolución!

Cuando Frank País, el jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio recibió la noticia, experimentó un profundo dolor ante la pérdida de su hermano Josué y los otros revolucionarios caídos ante el deber y en una carta enviada a Fidel Castro, con fecha cinco de julio, relató la pérdida de los jóvenes que prefirieron morir peleando antes de dejarse detener.

La pérdida de los tres jóvenes revolucionarios que entregaron su preciosa vida en esa gloriosa jornada, ratificaba una vez más, la imposibilidad de la dictadura batistiana ante el avance de la acción revolucionaria.

Frank País: talento, inteligencia, integridad y carácter asesinados

Frank País, “fue el "el más valioso, el más útil, el más extraordinario de nuestros combatientes", expresó Fidel Castro en carta a Celia Sánchez tras conocer la noticia de su muerte. ¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado…prosigue Fidel.

El 30 de Julio de 1957, Cuba perdía a uno de sus más valiosos hijos. Frank País García, el valeroso Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, tenía 22 años cuando fue asesinado en El Callejón del Muro, en su ciudad natal, Santiago de Cuba, por esbirros al servicio de la tiranía batistiana.

Dueño de una disciplina férrea, Frank había nacido el 7 de diciembre de 1934, en Santiago de Cuba. Tenía sólo cinco años cuando ayudaba a sus hermanos Agustín y Josué, su padre había muerto y entonces la madre asumió toda la responsabilidad de la familia con su apoyo.

El Jefe del frente de Acción y Sabotajes del Movimiento 26 de Julio, fue además un eterno enamorado y un apasionado del buen verso y de la amistad como divisa suprema, tocó piano en la Iglesia Bautista y nunca estuvo tan triste, como cuando supo la noticia del asesinato de su hermano Josué el 30 de junio, exactamente, un mes antes de Frank caer asesinado.

David, fue el nombre de guerra de Frank País, el genuino combatiente en la clandestinidad. Joven autodidacta, poseía conocimientos de habilidades militares, política, filosofía, derecho, literatura, poesía… que incorporó a su cultura general entre tantos movimientos y compromisos como dirigente de la lucha en el llano.

Ejemplo y forjador a partir de sus experiencias en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, de donde se graduó a los 18 años de edad, fue al decir de Fidel, el más valioso, el más útil y el más extraordinario de nuestros combatientes. Por su parte, Ernesto Che Guevara, quien lo conociera en una de sus visitas a la Sierra, escribiría de él: “sus ojos mostraban enseguida al hombre poseído por una causa, con fe en la misma… Hoy se le llama ‘el inolvidable Frank País’; para mí, que lo vi una sola vez, es así".

El enemigo sabía perfectamente a quién liquidaba. Negaba la vida a un joven poseedor de cualidades como dirigente y dotado de su capacidad revolucionaria y reputación intachable. Por eso lo asesinaron junto a su amigo y compañero Raúl Pujols, en plena flor de la vida, cuando entregaba toda su energía a la Revolución.

Hoy Frank País es recordado con admiración por su pueblo y la nueva generación de cubanos que hacen suya las ideas del Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Por tal motivo y para rendir tributo permanente de recordación, se instituyó el día de su muerte, 30 de julio, como el Día de los Mártires de la Revolución.

26 de julio: Día singular para los cubanos

Parecía que nuestro José Martí iba a morir en el año del centenario de su nacimiento, el 28 de enero en 1853. Pero no. El 26 de julio de 1953, los jóvenes de la Generación del Centenario se lanzaron al ataque de la segunda fortaleza del país dando ejemplo de patriotismo y resolución revolucionaria.

El objetivo no pudo lograrse; sin embargo, la acción constituyó el comienzo de la lucha armada, que concluyó con el triunfo de las armas del pueblo. Los que cayeron no están, como dijo Fidel, ni olvidados ni muertos; viven permanentemente entre nosotros, alentándonos y exigiéndonos con su ejemplo.

La intentona de tomar los cuarteles resultó fallida y costó mucha sangre a decenas de cubanos humildes, asesinados a sangre fría por orden de la dictadura batistiana. Pero el aviso estremeció de un extremo a otro al país y diseminó la idea de la Revolución necesaria para continuar la lucha armada que se iniciara en 1868 y emprendieran los patriotas cubanos contra el colonialismo español.

La presión popular había impuesto a la tiranía Batistiana la amnistía los jóvenes de la Generación del Centenario, encabezado por Fidel Castro. En medio de la persecución constante y las limitaciones materiales, se imponía el entrenamiento y el acopio de recursos, además de la decisión de cumplir la máxima del líder revolucionario cuando expresó: "En el 56 seremos libres o seremos mártires."

El asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y luego el juicio contra Fidel Castro marcaron un hito en el devenir histórico de Cuba. Una sala del hospital santiaguero Saturnino Lora, devenida sala de justicia, fue el escenario para que el principal acusado de la causa 37 de 1953, el abogado Fidel Castro Ruz, pronunciaba su valiosa defensa, conocida a la postre como La Historia me Absolverá.

En el mentado alegato, durante el juicio por los sucesos del cuartel Moncada, el 26 de Julio de 1953, el máximo líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, definió los objetivos de la épica acción: “...apoderarnos por sorpresa del control de las armas, llamar al pueblo... defender los grandes intereses de la nación y no los mezquinos intereses de un grupito... ir unidos en busca del único ideal hermoso y digno de ofrendarle la vida, que es la grandeza y felicidad de la Patria”.

Con la victoria del Primero de Enero de 1959 se crearon las premisas para el cumplimiento de este Programa. Se comenzaría la tarea de transformar la Cuba de entonces y eliminar los problemas del campesino sin tierra, la falta de industrialización, la carencia de viviendas y empleos, la pobreza del sistema de educación y la deficiente atención a la salud del pueblo, la que concretaba el Programa del Moncada. Se cerraba entonces un capítulo de dominación capitalista para abrir uno significativo para la nación cubana.

Sierra de Canasta: otra página de rebeldía guantanamera

Junto a los preparativos realizados por la Generación del Centenario con la dirección del joven abogado Fidel Castro Ruz, para el asalto al los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953, en Guantánamo, un pequeño grupo de jóvenes liderados por el lugareño Miguel Bertrán Bertrán lo siguieron hacia Sierra Canasta, recinto conocido como Retiro de Camarones.

El grupo, se disponía para arrojarse contra la jefatura del Escuadrón 16 de la Guardia Rural del territorio oriental, ocupar los pertrechos y alzarse en el macizo montañoso Sagua Baracoa. Aunque dispuestos a entregar sus vidas para cambiar el régimen de explotación imperante en Cuba, estos valerosos revolucionarios, carecían de un programa de lucha, sin embargo, mantenían estrechos vínculos con dirigentes estudiantiles de la talla de Serafín Soto Caballero y con luchadores ferroviarios como Julio Camacho Aguilera.

Una vez asaltados los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, Bertrán y su grupo y al percatarse de las disposiciones adoptadas por la guardia rural en el territorio, consideran que han sido sorprendidos y rápidamente resuelven alzarse en la Sierra Canasta, lugar conocido como Retiro de Camarones.

El 27 de julio de 1953, a través de la radio Bertrán conoce lo que realmente había ocurrido y decide sumarse al grupo de los sobrevivientes del asalto al Moncada en las estribaciones de la Gran Piedra, para ello, baja a la ciudad con la finalidad de reforzar a la veintena de alzados que estaban reunidos con él.

En medio de esas actividades, Bertrán fue detenido por la policía batistiana y Julio Camacho Aguilera sirve de puente al comunicarlo al soldado Ángel Luís Barrera Ricardo, quien más tarde se incorporaría al Movimiento 26 de julio y era amigo personal de Bertrán, le comunica la noticia a sus familiares.

Con el jefe del grupo detenido, sus incondicionales compañeros esconden las armas y retornan a su vida normal, debido a que las autoridades desconocían de sus actividades, así se frustraba el intento de apoyar a los combatientes del Moncada. Luego la inmensa mayoría de ellos, se incorpora al Ejército Rebelde y contribuyen de esta manera a la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista.

El alzamiento en Sierra de Canasta, más que un mito, es una realidad histórica que nos llena de sano orgullo como cubanos. Demostró que en Guantánamo hubo temprana comprensión en reconocer la vía de la lucha armada como única solución posible, en las condiciones históricas concretas de Cuba, para el logro de los objetivos de liberación nacional y social que demandaba el país.

De palomas y leonas: Melba y Haydee

A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un importante rol en las diversas tareas y son varios los ejemplos de esta aseveración. Hablamos de Mariana Grajales, Ana Betancourt, Vilma Espín, Celia Sánchez y Melba Hernández del Rey y Haydee Santamaría Cuadrado, las dos únicas mujeres que participaron en el ataque al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, acción con la que comenzaba la última y definitiva etapa de la liberación de Cuba.

Las dos, estaban dotadas de una gran ternura, eran revolucionarias hasta la médula y estaban convencidas de las ideas del abogado Fidel Castro de transformar la situación económica, política y social de Cuba. Y juntas, vivieron los sucesos de las acciones previas al ataque del cuartel Moncada, segundo bastión militar del dictador Fulgencio Batista, en Santiago de Cuba.

Tenían la misión de de ocupar el hospital Saturnino Lora, junto a otros compañeros, tranquilizar a los ingresados y curar a los heridos. Desde aquella trinchera también se luchó por la libertad.
Detenidas en Santiago y condenadas a siete meses de cárcel, fueron posteriormente trasladadas a la Cárcel de Mujeres de Guanajay, en la actual provincia de La Habana y desde allí, continuaron realizando actividades para unas ves liberadas, incorporarse nuevamente a la lucha.

Haydee y Melba indicaron al resto de sus coterráneas el camino a seguir junto a todo nuestro pueblo y demostraron el infinito amor con que enfrentaron las diversas tareas orientadas por Fidel Castro, tras el triunfo revolucionario de enero de 1959.

A cerca de Haydée, expresó Melba: No voy a hablar de Yeyé..., a mí no me gusta hablar de Yeyé... Ella era excepcional, muy inteligente, muy virtuosa. Yeyé fue generosa, muy avanzada en el pensamiento político, tenía una gran inteligencia, una elevada calidad humana...

Justamente así, son Melba Hernández y Haydee Santamaría: mujeres sencillas. Delicadas como palomas, pero a la vez, fieras cuales leonas con sus cachorros. Son mujeres que guardan en sí la gloria de todos los tiempos.