Por Karla Limia
“Terrorismo
mediático”. Basta introducirse estas palabras en un navegador de Internet y
aparecerán cientos de respuestas –políticas, académicas, culturales que
invaden nuestras vidas.
Desde
hace años, el espacio virtual ha sido utilizado como medio para la divulgación
de todo tipo de opiniones y comentarios, unas que muestran, en algunos casos, las realidades cotidianas y en otros, se tergiversan mal intencionadamente.
Cubadebate
es uno de estos sitios digitales que nació al calor de la lucha de nuestro
pueblo y nació con el objetivo de ser un espacio de intercambio, llevando la
verdad de nuestro país al resto del mundo, para reflejar las conquistas de este
pueblo, además de socializar y debatir cuestionamientos que están presentes
desde el surgimiento del sitio. Debido a esto, en el sitio se encuentran
opiniones de todo tipo, relacionadas con diferentes temas de nuestra realidad.
Señor
Quiñones, el derecho de las personas a pensar diferente y expresar su opinión
ha sido moderado, sí, pero no soslayado ni impedido. La moderación es un
derecho para todos los administradores de un sitio en Internet, no es ni
anti-ético, ni ilícito, todos los sitios pueden y deben ser moderados.
Antes
de acusar de ilícito y anti-ético el acto o actividad de moderar una página,
debería en primera opción revisar dichos conceptos ¿cuál es la ley en internet
que declara ilícito este acto? En segundo ¿de qué manera atenta esto contra la
ética?
Las definiciones si importan en el espacio digital. Lo que usted amigo
Quiñones, denomina ilícito y anti-ético no es otra cosa que un acto de
soberanía, que usted no reconoce por encontrarse al servicio de un Estado
enemigo en su condición de lame botas. Por
otra parte, acusar de discriminación e irrespeto al gobierno cubano, es
verdaderamente resultado de la desinformación, o el deseo explícito de hacer
juego a los que viven y disfrutan el amplio negocio de la subversión.
Cuba
ha sido señalada por diferentes organismos internacionales como uno de los
países que más cumple los derechos humanos y civiles. Es cierto que aun
persisten problemas sociales y demandas de nuestra auténtica sociedad civil que
aun hay que regular, pero la Constitución Cubana se encuentra en constante
revisión con el objetivo de satisfacer las necesidades de nuestro pueblo. Y ello se refleja en la implementación de los lineamientos económicos, políticos y
sociales del Partido, donde se harán todos los cambios necesarios con un
profundo criterio democrático, tomando siempre la anuencia de nuestro pueblo.
Sin
embargo, es preciso reconocer cuánto de bondadoso ha tenido - y tiene - nuestro proceso político. Diversidad,
aceptación, tolerancia son términos que Cuba maneja y aplica hace ya varios
años. La visita de altas autoridades católicas -entre ellos San Juan Pablo II, Benedicto
XVI y ahora Francisco- dan fe del respeto y la aceptación. Hecho que se
extiende a otras denominaciones religiosas como expresara Don Fernando Ortiz,
Cuba es un ajiaco criollo.
El
derecho y la libertad de palabras están consagrados en la Constitución, pero no
debe ni pueden dañar nuestra sociedad. Impedir los actos que agreden a nuestra
sociedad y nuestro Estado es también un derecho, el estado de derecho de
cada país a defenderse.
Señor
Quiñones, el periodismo practíquese a nombre de una agencia o no es legal, pero
cuando se hace mediante la tergiversación, la maldad y la manipulación, es un acto de terrorismo que solo lo practican
los asalariados del imperio como usted.