El 17 de
noviembre de 1939, un grupo de jóvenes checoslovacos, decididos a liberar su
tierra natal del yugo hitleriano, protagonizaron una heroica resistencia en las
calles de Praga. Entonces la bota del
invasor nazi pisoteaba la libertad de este pueblo como lo haría sucesivamente
con varias naciones europeas.
Aquel día se convirtió en un símbolo de la resistencia y del heroísmo de los estudiantes del planeta contra los crímenes de toda índole. Y esta es la razón por la cual en memoria de su valiente gesto, el Consejo Estudiantil Internacional, posteriormente Unión Internacional de Estudiantes (UIE), declaró la fecha como Día Internacional del Estudiante, efeméride que se celebra en más de 114 naciones del mundo.
Aquel día se convirtió en un símbolo de la resistencia y del heroísmo de los estudiantes del planeta contra los crímenes de toda índole. Y esta es la razón por la cual en memoria de su valiente gesto, el Consejo Estudiantil Internacional, posteriormente Unión Internacional de Estudiantes (UIE), declaró la fecha como Día Internacional del Estudiante, efeméride que se celebra en más de 114 naciones del mundo.
La
finalidad de esta celebración es evitar que
no vuelva nunca la dictadura fascista y en tal sentido, Cuba, no es una excepción. En este país, el estudio además de ser un derecho para todo tipo de
enseñanza, constituye un deber para quienes se adentran en el mundo de los
conocimientos.
A lo largo de
nuestra historia, los estudiantes cubanos tal lo hicieron aquellos en 1939,
también han luchado contra las injusticias. Sin embargo, en Cuba los jóvenes no
tienen otra trinchera que el aula ni más
armas, que los libros, sencillamente porque como reza el viejo refrán, el
saber no ocupa lugar.
Hoy se realizan en esta Isla caribeña variadas actividades en los centros escolares desde la enseñanza preuniversitaria hasta los universitarios. Y no hay dudas de que en cada sitio, los estudiantes reafirman la marcada decisión de continuar la obra revolucionaria durante más de 100 años de lucha.