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Himno del 26 de Julio: un canto rebelde (+Video)


Era 1953 y en Cuba predominaban las continuas frustraciones populares, se recrudecía más la dictadura sangrienta de Fulgencio Batista y la persecución a los revolucionarios se afianzaba más. Ese año se celebraba el centenario del natalicio de nuestro de José Martí, inspirador de las nuevas generaciones.

Una vez fracasado el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Cespedes, de Santiago de Cuba y Bayamo, Cuba tenía la  intención de rendir homenaje a los caídos en combate aquel 26 de julio de 1953. Se necesitaba  de un himno que acompañaría el reinicio de la batalla.

Días antes de los sucesos del Moncada, Fidel Castro le pide al combatiente del Moncada  Agustín Díaz Cartaya, que compusiera un himno para el movimiento y lo tuviera listo en dos o tres días. Fue la musa inspiradora  del compositor Agustín Díaz Cartaya la que le hizo escribir aquellas patrióticas estrofas.

El 23 de julio por la noche,  antes de la salida de los combatientes para Oriente, Fidel escuchó atentamente el himno y quedó aprobado con el título de Marcha de la libertad. Luego del asalto y mientras Fidel estaba en prisión,  le escribió a Cartaya para que, entre la letra de las estrofas de la marcha revolucionaria recordara “la sangre derramada”.

El himno del 26 de julio se convirtió entonces en la marcha que rigió a los revolucionarios al ofensiva y la gloria. La música de este canto de guerra estuvo a cargo del compositor Carlos Faxas acompañó a los revolucionarios cubanos en las cárceles, en acciones clandestinas y en perennes episodios de heroísmo.


Conocido además  como Himno de la Libertad, nació entre las jornadas de la preparación combativa por los hechos del 26 de julio de 1953. Posteriormente devino en marcha oficial del Movimiento y  canto que rompió las fronteras cubanas para alcanzar carácter universal.

El Himno del 26 de Julio mantiene su fuerza  patriótica e inculca una perenne hidalguía entre millones de voces de hombres y mujeres  que rememoran el llamado de:   “(…) Adelante cubanos / que Cuba premiará nuestro heroísmo / pues somos soldados / que vamos a la Patria liberar (…)”.

La letra del Himno original decía:

Marchando, vamos hacia un ideal, sabiendo que hemos de triunfar, en aras de paz y prosperidad, lucharemos todos por la libertad.

Adelante, cubanos, que Cuba premiará nuestro heroísmo, pues somos soldados que vamos a la Patria liberar, limpiando con fuego que arrase con esta plaga infernal de gobernantes indeseables y de tiranos insaciables
que a Cuba han hundido en el mal.

La sangre que en Oriente se derramó nosotros no debemos olvidar,
por eso unidos hemos de estar recordando a aquellos que muertos están.
(La palabra Oriente se sustituyó por Cuba).

La muerte es victoria y gloria que al fin, la historia por siempre recordará
la antorcha que airosa alumbrando va nuestros ideales por la Libertad.

El pueblo de Cuba sumido en su dolor se siente herido y se ha decidido hallar sin tregua una solución que sirva de ejemplo a ésos que no tienen compasión, y arriesgaremos decididos por esa causa hasta la vida, ¡que viva la Revolución!


La letra actual señala:

Marchando, vamos hacia un ideal sabiendo que hemos de triunfar en aras de paz y prosperidad lucharemos todos por la libertad.

Adelante cubanos que Cuba premiará nuestro heroísmo pues somos soldados
que vamos a la Patria liberar limpiando con fuego que arrase con esta plaga infernal de gobernantes indeseables y de tiranos insaciables que a Cuba han hundido en el mal.

La sangre que en Cuba se derramó nosotros no debemos olvidar, por eso unidos debemos de estar recordando a aquellos que muertos están.

El pueblo de Cuba sumido en su dolor se siente herido y se ha decidido hallar sin tregua una solución que sirva de ejemplo a ésos que no tienen compasión, y arriesgaremos decididos por esta causa hasta la vida, ¡que viva la Revolución.

 

 

Omar Ranedo Pubillones: serenidad, cultura y carácter

No se puede recordar a Bernabé Omar Ranedo Pubillones, solo como el joven que fue. Evocar su nombre es recordar al combatiente revolucionario, miembro del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo, quien cayera el 18 de febrero de 1958 en el cumplimiento de una misión.

Procedente de una familia de clase media, en la que se respiraba un ambiente hogareño de ciertas comodidades y relaciones sociales, Omar Ranedo había nacido el 26 de mayo de 1939 en Guantánamo.

A pesar de su juventud, lo caracterizaba su carácter fuerte, la serenidad y la honestidad. Además, gustaba de la lectura y quienes lo conocieron,  coinciden en que tenía vocación intelectual. Era muy querido por los empleados de la empresa que administraba.

Era un joven valeroso, fuerte, además de inteligente y capaz. Ante el llamado de la patria escarnecida, desangrada, ingresó en las filas del Movimiento 26 de Julio, al cual aportó todo cuanto material poseía, para contribuir con ello a los fondos de la organización.

En la noche del 18 de febrero de 1958, cuando el movimiento decidió la ejecución de la quema de un ómnibus de la ruta 13 - norte al 13 - sur, Omar Ranedo, quien ostentaba el grado de sargento, fue responsabilizado con aquella acción en unión de otros dos compañeros; pero fueron sorprendidos por una patrulla militar.

El joven resultó herido y aunque sus compañeros lograron escapar, resistió cuanto pudo y trató de escapar; pero quedó junto a una cerca de alambre de púas en las inmediaciones del lugar. Allí fue sorprendido por el ejército, resulta herido y posteriormente asesinado. Solo tenía l8 años de edad. 

Su cadáver fue hallado en la calle Luz Caballero y el 11 Sur, lugar donde fuera eregido un obelisco que honra su memoria. A su sepelio asistieron cientos de personas, fue una verdadera manifestación de duelo.  

Los restos mortales de Omar Ranedo, se llevaron hasta su última morada y allí, aprovechando la confusión y la tensión de aquel triste momento en que se efectuaba la despedida de duelo, un joven izó la bandera roja y negra símbolo del movimiento. Así el pueblo guantanamero honró a su mártir.

Frank País: en sus ojos, el joven hombre poseído por una causa

No se puede hablar de él sin pensar en el intrépido joven de hablar pausado y mirada serena. Sin pensar en el primer hijo del matrimonio de Francisco, y Doña Rosario, en quien ocupa hoy un lugar de honor entre los principales mártires de Cuba, en Frank País García, quien vio la luz el 7 de diciembre de 1934 en Santiago de Cuba Leer más

Tenía sólo cinco años cuando ayudaba a sus hermanos Agustín y Josué. Su padre había fallecido y entonces la madre asumió toda la responsabilidad de la familia con su apoyo. Ordenado, responsable, apacible, natural y callado, así era Frank.

Fue en la escuela Normal para Maestros donde comienza su liderazgo estudiantil. Era el año 1949. El golpe de estado del dictador Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 comienza a combatir contra este tirano y esa es la razón principal para que ese mismo año fuera electo presidente de la Asociación de Alumnos con lo que se ganó la admiración de sus compañeros.

El también Jefe del frente de Acción y Sabotajes del Movimiento 26 de Julio, fue un eterno enamorado y un apasionado del buen verso y de la amistad como divisa suprema. Tocó piano en la Iglesia Bautista y nunca estuvo tan triste, como cuando supo la noticia del asesinato de su hermano Josué el 30 de junio, exactamente, un mes antes de Frank caer asesinado.

En apoyo al desembarco del yate Granma, Frank organiza el alzamiento armado en Santiago de Cuba y extiende su labor hasta la zona oriental específicamente en  el central Ermita, hoy Costa Rica en Guantánamo. Y por su alto sentido de responsabilidad, acomete a través de Celia Sánchez, acomete la tarea de enviar a los revolucionarios, municiones y recursos necesarios para sobrellevar la vida en las montañas.

¿Su nombre de guerra? David. Y fue al decir de Fidel, el más valioso, el más útil y el más extraordinario de nuestros combatientes. Por su parte, Ernesto Che Guevara, quien lo conociera en una de sus visitas a la Sierra, escribiría de él: “sus ojos mostraban enseguida al hombre poseído por una causa, con fé en la misma… Hoy se le llama ‘el inolvidable Frank País’; y para mí, que lo vi una sola vez, es así".

¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado…


“Solo cuando una vida finaliza, es posible valorarla en toda su dimensión», dice una máxima de Sócraniana. Y es cierto: el pueblo cubano conoció en realidad quién era Frank País, cuando fue cobardemente baleado el 30 de julio de 1957 en El Callejón del Muro, Santiago de Cuba, junto a su compañero Raúl Pujol.

Ese día, Cuba perdía a uno de sus más valiosos hijos: Frank País García, el valeroso Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Fue "el más valioso, el más útil, el más extraordinario de nuestros combatientes", expresó Fidel Castro en carta a Celia Sánchez tras conocer la noticia de su muerte. ¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado… prosigue Fidel.

Dueño de una disciplina férrea, Frank País, el Jefe del frente de Acción y Sabotajes del Movimiento 26 de Julio, había nacido el 7 de diciembre de 1934. Fue además un eterno enamorado y un apasionado del buen verso y de la amistad como divisa suprema, tocó piano en la Iglesia Bautista y nunca estuvo tan triste, como cuando supo la noticia del asesinato de su hermano Josué el 30 de junio, exactamente, un mes antes de Frank caer asesinado.

David, fue el nombre de guerra del combatiente en la clandestinidad, del autodidacta que poseía conocimientos de habilidades militares, política, filosofía, derecho, literatura, poesía. Fue ejemplo y forjador a partir de sus experiencias en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, de donde se graduó a los 18 años de edad, fue al decir de Fidel, el más valioso, el más útil y el más extraordinario de nuestros combatientes.

El enemigo sabía perfectamente a quién liquidaba. Negaba la vida a un joven poseedor de cualidades como dirigente y dotado de su capacidad revolucionaria y reputación intachable. Por eso lo asesinaron junto a su amigo y compañero Raúl Pujols, en plena flor de la vida, cuando entregaba toda su energía a la Revolución.

Hoy Frank País es recordado con admiración por su pueblo y la nueva generación de cubanos que hacen suya las ideas del Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Por tal motivo y para rendir tributo permanente de recordación, se instituyó el día de su muerte, 30 de julio, como el Día de los Mártires de la Revolución.