Era la mañana del 12 de julio de 1962 y Rodolfo Rosell Salas, radicado
en Caimanera, preparaba su bote para pescar en la bahía
de Guantánamo. Sin embargo, su familia jamás
iba a imaginar que volvería dos días después, ya sin vida, a su humilde
hogar donde lo
espera esposa Eloísa, quien llevaba en su vientre a su tercer hijo.
Debía retornar al día siguiente, pero el 14, sus
compañeros de la cooperativa pesquera y los guardacostas
cubanos, tras cuarenta y ocho horas de búsqueda, encontraron su cadáver boca
arriba y en estado de descomposición, sobre la popa del bote Las dos
Hermanas, en la zona de Tres Piedras, área de la Ilegal base naval
Yanqui. ¿El motivo de la muerte?: Hemorragia intracraneana.
Fue asesinado. Los marines yanquis de la
Ilegal Base Naval en Guantánamo, se ensañaron con el pescador cubano. Tras
provocarle varias heridas con punzones en el cuerpo, le golpearon el
cráneo hasta provocarle la muerte. Sangre cubana
e derramaba nuevamente en las costas de la Ilegal Base Naval Yanqui y el 12 de abril de 1962, la de un humilde
pescador quien trató de hacer valer su derecho de navegar en aguas
territoriales de su país.
El sepelio del humilde pescador cubano fue una estremecedora manifestación de
duelo popular en Caimanera y un rotundo rechazo del pueblo
cubano a la barbarie norteamericana. Su muerte respondió a una agresiva
política de provocaciones ejecutadas por las fuerzas armadas
norteamericanas, cuyo propósito fue buscar una respuesta cubana para
justificar una agresión contra nuestro país.
Y no fue Rodolfo
Rosell fue la única víctima legada por la Ilegal Base Naval yanqui,
espina clavada en el corazón de Cuba hace más de un siglo, también lo
fueron el pescador Rubén López Sabariego, Ramón López Peña y
Luis Ramírez López, combatientes del otrora Batallón Fronterizo, valerosos cubanos jóvenes que cumplían con su deber.
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Rodolfo Rosell Salas: Otra muestra del terrorismo contra Cuba
El 1ro de enero de 1959 en Cuba, trajo consigo cuantiosos
cambios radicales en todo el país y Caimanera, poblado
de Guantánamo, se convirtió en un municipio dotado de todas las riquezas
espirituales para mejorar la vida de los habitantes de este territorio oriental.
Por sus condiciones marinas, en Caimanera existía una cooperativa pesquera, en la que sus integrantes, entre ellos el pescador Rodolfo Rosell Salas, capturaban peces tanto dentro de la bahía, como en las aguas cercanas de la costa sur del territorio, variante con la que precisaban navegar por la entrada de la bahía de Guantánamo, zona ilegalmente ocupada por la Base Naval Yanqui.
Era la mañana del 12 de julio de 1962, cuando Rodolfo Rosell Salas, radicado en Caimanera preparaba su bote para salir hacia la bahía de Guantánamo a cumplir con su trabajo. Sin embargo, su familia jamás iba a imaginar que volvería dos días después, ya sin vida, a su humilde hogar donde lo espera esposa Eloísa, quien llevaba en su vientre a su tercer hijo.
Debía retornar al día siguiente, sin embargo, el día 14, sus compañeros de la cooperativa pesquera y los guardacostas cubanos, tras dos días de búsqueda, encontraron su cadáver boca arriba y en estado de descomposición, sobre la popa del bote Las dos Hermanas, en la zona de Tres Piedras, área de la Ilegal base naval Yanqui. ¿El motivo de la muerte?: Hemorragia intracraneana.
Rodolfo Rosell fue asesinado. Los marines yanquis de la Ilegal Base Naval en Guantánamo, se ensañaron con el pescador cubano. Tras provocarle varias heridas con punzones en el cuerpo, le golpearon el cráneo hasta provocarle la muerte. Sangre cubana e derramaba nuevamente en las costas de la Ilegal Base Naval Yanqui, ese día, la de un humilde pescador quien trató de hacer valer su derecho de navegar en aguas territoriales de su país.
El sepelio del humilde pescador cubano fue una estremecedora manifestación de duelo popular en Caimanera y un rotundo rechazo del pueblo cubano a la barbarie norteamericana. Su muerte respondió a una agresiva política de provocaciones ejecutadas por las fuerzas armadas norteamericanas, cuyo propósito fue buscar una respuesta cubana para justificar una agresión contra nuestro país.
Y no fue Rodolfo Rosell fue la única víctima legada por la Ilegal Base Naval yanqui, espina clavada en el corazón de Cuba hace más de un siglo, también lo fueron el pescador Rubén López Sabariego, Ramón López Peña y Luis Ramírez López, combatientes del otrora Batallón Fronterizo, valerosos cubanos jóvenes que cumplían con su deber.
Por sus condiciones marinas, en Caimanera existía una cooperativa pesquera, en la que sus integrantes, entre ellos el pescador Rodolfo Rosell Salas, capturaban peces tanto dentro de la bahía, como en las aguas cercanas de la costa sur del territorio, variante con la que precisaban navegar por la entrada de la bahía de Guantánamo, zona ilegalmente ocupada por la Base Naval Yanqui.
Era la mañana del 12 de julio de 1962, cuando Rodolfo Rosell Salas, radicado en Caimanera preparaba su bote para salir hacia la bahía de Guantánamo a cumplir con su trabajo. Sin embargo, su familia jamás iba a imaginar que volvería dos días después, ya sin vida, a su humilde hogar donde lo espera esposa Eloísa, quien llevaba en su vientre a su tercer hijo.
Debía retornar al día siguiente, sin embargo, el día 14, sus compañeros de la cooperativa pesquera y los guardacostas cubanos, tras dos días de búsqueda, encontraron su cadáver boca arriba y en estado de descomposición, sobre la popa del bote Las dos Hermanas, en la zona de Tres Piedras, área de la Ilegal base naval Yanqui. ¿El motivo de la muerte?: Hemorragia intracraneana.
Rodolfo Rosell fue asesinado. Los marines yanquis de la Ilegal Base Naval en Guantánamo, se ensañaron con el pescador cubano. Tras provocarle varias heridas con punzones en el cuerpo, le golpearon el cráneo hasta provocarle la muerte. Sangre cubana e derramaba nuevamente en las costas de la Ilegal Base Naval Yanqui, ese día, la de un humilde pescador quien trató de hacer valer su derecho de navegar en aguas territoriales de su país.
El sepelio del humilde pescador cubano fue una estremecedora manifestación de duelo popular en Caimanera y un rotundo rechazo del pueblo cubano a la barbarie norteamericana. Su muerte respondió a una agresiva política de provocaciones ejecutadas por las fuerzas armadas norteamericanas, cuyo propósito fue buscar una respuesta cubana para justificar una agresión contra nuestro país.
Y no fue Rodolfo Rosell fue la única víctima legada por la Ilegal Base Naval yanqui, espina clavada en el corazón de Cuba hace más de un siglo, también lo fueron el pescador Rubén López Sabariego, Ramón López Peña y Luis Ramírez López, combatientes del otrora Batallón Fronterizo, valerosos cubanos jóvenes que cumplían con su deber.
Rodolfo Rosell Salas: La humildad asesinada
Aquella mañana del 12 de julio de 1962, el pescador Rodolfo Rosell Salas, radicado en Caimanera, alistó su bote hacia la salida de la bahía de Guantánamo para cumplir su esforzada labor. Entonces no imaginó que volvería dos días después, sin vida a su hogar donde lo espera esposa Eloísa, quien esperaba su tercer hijo.
Debía de retornar al día siguiente, sin embargo, el día 14, los compañeros de la cooperativa pesquera donde laboraba y los guardacostas cubanos, después de buscarlo dos días, hallaron su cadáver boca arriba y en estado de descomposición, sobre la popa del bote Las dos Hermanas, en la zona de Tres Piedras, área de la Ilegal base naval Yanqui. ¿El motivo de la muerte?: Hemorragia intracraneana.
Horrenda Muerte:
Los marines yanquis de la Ilegal Base Naval en Guantánamo, se ensañaron con Rodolfo Rosell. Cual si cual si fuera un animal, tras provocarle varias heridas con punzones en el cuerpo, le golpearon el cráneo hasta provocarle la muerte. Fue en su bote donde encontraron ya inerte el cuerpo del humilde pescador junto a su perro, inseparable amigo en su vida y en esta fatal desgracia.
Nuevamente se derramaba sangre cubana en las costas de la Ilegal Base Naval Yanqui. Esta vez la de un humilde pescador quien trató de hacer valer su derecho de navegar en aguas territoriales de su país. Y ante tamaña acción, millones de cubanos en todo el país repudiaron el crimen y protestaron por la política agresiva del imperio norteamericano.
El sepelio de Rodolfo Rosell Salas fue una estremecedora manifestación de duelo popular en Caimanera, además de un rotundo rechazo del pueblo cubano a la barbarie norteamericana. Su muerte respondió a una agresiva política de provocaciones ejecutadas por las fuerzas armadas norteamericanas, cuyo propósito fue buscar una respuesta cubana para justificar una agresión contra nuestro país.
Para ningún cubano es un secreto las constantes amenazas que había de soportársele a los marines reaccionarios del enclave militar, quienes desbordados de rabia, ofendían a los pescadores y les aseguraban que todo el desagravio que tenían contra el gobierno cubano, lo tomarían contra ellos.
No fue Rodolfo Rosell la única víctima legada por la Ilegal Base Naval yanqui, espina clavada en el corazón de Cuba hace más de un siglo. También lo fueron el pescador Rubén López Sabariego, Ramón López Peña y Luis Ramírez López, combatientes del otrora Batallón Fronterizo, cuerpos ultimados por los marines imperialistas, quienes impotentes ante el triunfo y desarrollo de la Revolución, arremetieron con odio contra estos valerosos jóvenes cubanos.
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