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Concluyó en Guantánamo IV seminario por la Paz y por Abolición de las Bases Militares Extranjeras

En Guantánamo IV Seminario de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras
El IV Seminario de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, concluyó en la provincia de Guantánamo, con un llamado de alerta a los pueblos sobre peligro de una nueva confrontación mundial de inconmesurables consecuencias para la Humanidad. Así quedó expresa en la declaración final al evento, leída por Felipe Ferreira, vicepresidente del Consejo Portugués para la Paz y Cooperación y aprobada por los 211 delegados de los 33 países participantes.

En el llamado, se exigió además, el cese del injusto y criminal bloqueo, económico, comercial y financiero que desde de más de cinco décadas mantiene el gobierno de Estados Unidos sobre Cuba, así como la ilegal ocupación del territorio cubano en Guantánamo por la base naval estadounidense, impuesta desde 1903 contra la voluntad de su pueblo.

El documento aclaró la inconformidad con la creciente agresividad de la OTAN y la injerencia norteamericana en América Latina para tratar de revertir los procesos políticos, así como la tenencia en el enclave militar, de una cárcel devenida desde hace más de diez años centro de detención y tortura, donde se violan los más elementales derechos humanos de los reos.


La declaración final del IV Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, se realizó junto a los pobladores del municipio de Caimanera, primera trinchera antimperialista de Cuba con la presencia de  María do Socorro Gomes, Presidenta del Consejo Mundial por la Paz y Silvio Platero Yrola, titular del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, junto a Denny Legrá Azahares, primer secretario del Comité Provincial del Partido en la provincia.



Fernando sigue en Guantánamo y la gente lo clama, lo rodea, lo abraza


Fotos: Lorezo Crespo Silverira


Fernando González Llort, sigue su recorrido por Guantánamo y con él, va su inmenso cariño por la gente que lo clama, lo rodea, lo abraza… Lo acompaña además, el inmenso sentimiento de gratitud  hacia los guantanameros y su pueblo cubano que cada día clama por el regreso pronto y definitivo de Gerardo, Ramón y Antonio.

En su segunda jornada por esta provincia,  el antiterrorista cubano estuvo en  la Universidad de Guantánamo, centro estudiantil donde intercambió sobre su experiencia vivida en el hueco, esa horrenda prisión dentro de otra, donde se anulaban hasta las mínimas libertades. 

En diálogo con los estudiantes y profesores les dijo  que el caso de los antiterroristas es una forma que tiene el gobierno de los Estados Unidos para castigar a Cuba  y que las cartas escritas por niñas, niños y jóvenes cubanos,  le dieron más aliento para soportar con dignidad las condiciones del  encierro.


Fernando sigue en nuestro Guantánamo que  lo acoge como hijo de esta tierra. Durante su recorrido visitó Caimanera, el municipio más pequeño del país que posee  una extensión de 360,58 Km2 (incluyendo el área de 117,6 kilómetros cuadrados del territorio nacional de Cuba, ocupados por una Base Naval Norteamericana).


A su paso por la primera trinchera antimperialista de Cuba  Fernando visitó el Hotel y  compartió con los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base Salinera Guantánamo, quienes tributan al país, la totalidad de sal que consumen los cubanos.   
 
Para los días sucesivos, al antiterrorista cubano le esperan otras emociones en Guantánamo en otros sitios guantanameros que le abrirán sus puertas en  la primera trinchera antimperialista de Cuba.







 


“Marines, hijos de puta, me han matado”

“Marines,  hijos de puta, me han matado”. Esas fueron las últimas palabras de Luis Ramírez López, soldado de la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo, en Guantánamo, aquella noche del 21 de mayo de 1966. Entonces  cuando su cuerpo era alcanzado por las balas enemigas desde el otro lado de la cerca perimetral.

Sólo llevaba 11 meses en cumplimiento de su deber, cuando fue asesinado mientras realizaba la guardia en la casamata 65, instalada a 150 metros del límite este de esa mentada fortaleza norteamericana. Cubría su turno de guardia en la Brigada de la Frontera.


Lo caracterizaba la exigencia, la entereza y la combatividad, cualidades que, junto a su serenidad y voluntad de hierro, predominaban en la personalidad de Luis. También lo acompañaba la simpatía hacia sus compañeros, quienes reclamaban cubrir la posta con él. Por ello, la indignación que ocasionara en ellos el vil asesinato del camarada.

El combatiente “traspasó la cerca que limitaba la Ilegal Base Naval y después huyó”. Esa fue la razón por la cual un centinela de la infantería le provocó la muerte. Y de hecho, con el que un portavoz del pentágono, trató de justificar lo ocurrido, quien alegó entre otras falsedades, que el suceso se produjo dentro del perímetro de la Base Naval Norteamericana.

“Nosotros no podemos caer en actos y provocaciones que no hemos realizado jamás y de los cuales sí hemos sido víctimas sistemáticamente durante años, y por otra parte, no vamos a abandonar la custodia de nuestro territorio". Fue esta la respuesta a esos falsos planteamientos que dera entonces nuestro invicto Comandante en jefe Fidel Castro Ruz, respecto a esta afirmación.

Muchas teorías se tejieron en torno al vil asesinato del joven soldado. Sin embargo, el argumento fue desmentido cinco días después cuando 30 periodistas varias agencias noticiosas, radicados en Cuba,  visitaron la Brigada de la Frontera y allí, en conferencia de prensa, conocieron todo lo relacionado con el homicidio y probaron la falsedad de las imputaciones.


Y fue el 18 de octubre del propio año, cuando el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa García, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, denunció el alevoso crimen, calificando de insolente la distorsión del hecho y de absurda la irrupción de soldados cubanos en el ilícito enclave, espina clavada en el corazón de todos los cubanos.

Luis Ramírez López, había nacido el 19 de mayo de 1944, en Guisa, Granma y  ese día se convertiría en otro combatiente caído a consecuencia de las constantes provocaciones que se lanzaban desde la ilegal base naval yanqui, territorio ocupado por el gobierno de los Estados Unidos en Guantánamo.
Ha pasado 48 años del asesinato de este joven soldado, sin embargo, los cubanos nos sentirnos cada vez más comprometidos con nuestra Revolución victoriosa. Al igual que Luis, fueron otras las víctimas por los ataques realizados por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. Por tanto, hoy nos sobran razones para exigir la retirada inmediata del enclave militar yanqui de nuestro territorio de una vez y por todas.

Obama: la cárcel en la ilegal base naval en Guantánamo tiene que cerrarse ya



La cárcel que el gobierno de los Estados Unidos tiene  ilegalmente ocupada en la Ilegal Base Naval en la provincia de Guantánamo,  es catalogada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH ) entre los principales desafíos en el continente americano.  


Según opiniones de la CIDH,  el gobierno de Barack Obama  ha fallado en el compromiso de garantizar el derecho a la libertad de los detenidos en la prisión la Base Ilegal Naval de Guantánamo, pues desde su apertura se ha recomendado su inmediato cierre así como la posibilidad de exigir permiso para visitar la prisión y  entrevistar libremente a los detenidos.



Un total de 154 presos de los 779 que estuvieron encarcelados,  permanecen recluidos en la prisión ubicada en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo,  después de la llegada de los 20 primeros desde el 11 de enero de 2002, hace ya doce años. Estos reos proceden de unos 20 países,  la mitad de ellos son yemeníes y los otros de Afganistán, Argelia y Arabia Saudí.


De estos detenidos, 76 han recibido una “aprobación de transferencia”, en su casi totalidad desde el 2010, sin embargo, aún  permanecen detenidos en ausencia de países que los acepten. Por su parte, 45 reos  no recibieron esta “aprobación de transferencia”, por la sencilla razón de que a su juicio, son considerados demasiado peligrosos para ser liberados, sin embargo,  no pueden ser juzgados por falta de pruebas en su contra.


La tenencia de este  centro de detenciones  en la base naval yanqui, una de las promesas incumplidas de Barack Obama, quien se  comprometió a cerrar el mentado lugar  al asumir la presidencia en 2009. Si en su primer mandado, el presidente estado unidense se jactó exhibiendo una orden que disponía la clausura del centro de detención en un año, a la postre cedió a las presiones de legisladores republicanos y demócratas, opuestos a la idea. Entonces… ¿de qué hablamos si no hay fuerza moral para el cierre?...



Doce años tiene ya este centro de detención y aunque ha  devenido en símbolo de más de diez años de fallos de la administración de Obama en cuanto al respeto a los derechos humanos, la pregunta que la opinión pública mundial se hace es la misma: ¿Cuánto tiempo hay que seguir esperando para que Obama cumpla la promesa de cerrar la cárcel y la ilegal base militar como lo reclama Cuba y  la comunidad internacional?



Estoy segura de que a estas interrogantes, ni el propio presidente Barack Obama encontrará una respuesta, no porque no la tenga, sino porque no la quiere encontrar. Al parecer no hay voluntad por parte de la administración estadounidense para resolver esta situación,  máxime cuando este centro de detención es un verdadero infierno donde se pisotean groseramente los derechos humanos.



Ha pasado una década y la mayoría de los inculpados que están en la mentada cárcel llevan más de 12 años sin enfrentar cargos concretos. La prisión que tiene la ilegal base naval yanqui en Guantánamo es un establecimiento nefasto y la situación que se vive ahí dentro no se hace esperar más. Por lo tanto, este es el momento para que  Barack Obama se percate de que definitivamente el establecimiento carcelario tiene que cerrarse.

Presos en cárcel de la ilegal base naval en Guantánamo se lanzan a huelga de hambre




Una veintena de reos que permanecen maniatados en la cárcel de la ilegal base estadounidense enclavada en Guantánamo contra la voluntad de las autoridades y su pueblo,  llevan casi 50 días en huelga de hambre y  amenazan con dilatarla, lo cual apresura el reclamo mundial del cierre de lo que constituye una  violación de los derechos humanos.

El ayuno para protestar por los maltratos que reciben en el enclave militar,  comenzó el pasado 6 de febrero con seis prisioneros del bloque denominado Campo seis, que posteriormente sumó más reos quienes alegan estar  frustrados por el fallo de la Casa Blanca de clausurar lo antes posible este centro de torturas.


El capitán Robert Durand, portavoz de esa instalación, aseveró que dos huelguistas continúan internados por deshidratación severa, "para ser rehidratados, observados y alimentados", en tanto,  explicó, otros ocho reciben nutrientes líquidos para evitar una recaída de la salud por la pérdida excesiva de peso.


La protesta, según testifica  Omah Farah - abogado de siete de los  huelguistas - surgió en rechazo a la aplicación de severos medidas como el aislamiento en celdas con temperaturas extremas o los continuos registros a sus pertenencias y retención de copias del Corán, libro sagrado de los musulmanes, considerado según el jurista,  una trasgresión a la fe religiosa de los reclusos, en su mayoría originarios de naciones árabes.

El 11 de enero de 2002 llegaron a la base naval yanqui unos 20 prisioneros encapuchados, esposados y vestidos con un mono naranja y todavía existen 166 prisioneros de un total de 779 que pasaron por la prisión en la última década. De estos reos, cerca de la mitad son yemeníes, otros de Afganistán, Argelia y Arabia Saudita.

La ilegal cárcel yanqui enclavada en territorio de Guantánamo se convirtió a partir de ese momento, en símbolo de los peores excesos de Estados Unidos en su llamada "guerra contra el terrorismo", lanzada contra Al Qaeda poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.

Ha pasado una década y la mayoría de los inculpados que están en la mentada cárcel llevan 11 años sin enfrentar cargos concretos. La prisión de Guantánamo es un establecimiento nefasto. La huelga de hambre que mantienen reclusos en el penal es otro motivo más que suficiente para que Estados Unidos cierre el malvado establecimiento carcelario, donde se pisotean de modo grosero los derechos humanos.


¿Hasta cuándo persistirán en la cárcel los detenidos que llevan ya once años en prisión?. A esta interrogante, ni el propio Barack Obama le sabe dar respuesta. Ssi en su primer mandado, se jactó exhibiendo una orden que disponía la clausura del centro de detención en un año, a la postre cedió a las presiones de legisladores republicanos y demócratas, opuestos a la idea.  Entonces … de qué hablamos?

El centro de detenciones que Estados Unidos mantiene en territorio de Guantánamo,  no es más que una vergüenza para el mundo. Y a esto se suma esta huelga de hambre, como otra de las tantas meteduras de pata de la administración de Obama,  presidente que tendrá mucho que enfrentar por olvidarse  de los presos que mantiene en  la ilegal cárcel  de Guantánamo.

Con cable o no, mi Guantánamo es otra cosa

Guantánamo es éste, el verdadero
Mi Guantánamo no es el de la Ilegal Base Naval Yanqui
Este mi Guantánamo, el verdadero, no otro

Desde hace varios días, un titular corre como pólvora por toda la red: Estados Unidos extenderá un cable submarino entre base naval de Guantánamo y la Florida. Para cualquier cubano leer un titular así, llena de indignación, pues el mentado enclave militar yanqui no es de Guantánamo, sino que desde 1903, ocupa unos 117,6 kilómetros cuadrados de nuestro territorio, en contra de la voluntad del pueblo cubano.

Y es que el solo hecho de que el Pentágono invierta 40 millones de dólares, para mejorar las comunicaciones entre la ilegal base naval yanqui con la costa del estado de Florida, confirma una vez más, las ínfulas del Imperio de eternizar la permanencia del enclave militar en territorio cubano.

El inicio de la intervención yanqui en Cuba data del momento en que el gobierno de los Estados Unidos tomó posesión de las tierras y las aguas de parte de la bahía de Guantánamo, por medio del Tratado Permanente. A partir de ese año, la ilegal base naval se convirtió en una espina clavada en el corazón de todos los cubanos.

(Territorio que ilegalmente tiene ocupado el gobierno de los Estados Unidos en Guantánamo)

Recordar este acontecimiento posee trascendental valor en la historia de Cuba, debido al sufrimiento y los daños que su permanencia durante más de un siglo, ha provocado tanto al territorio como a la familia guantanamera. Y es que para nadie es un secreto el definido carácter ilegal de este enclave, fundamentado básicamente, entre otros elementos, por las amenazas y violencia utilizadas como método para su imposición.

El Guantánamo de Cuba difiere del que insinúan cuando se menciona la ilegal base naval yanqui. Por ello y para dicha de quienes habitamos en esta tierra erigida entre el mar y las montañas, este año celebraremos el acto nacional por el aniversario 59 del histórico asalto al cuartel Moncada, el próximo 26 de Julio, que para orgullo de todos los cubanos es el Día de la Rebeldía Nacional.


Celebrar la fecha en Guantánamo, tiene gran importancia para todos los cubanos. Una vez más, de cerquita y en las propias narices del Imperio, tendremos la oportunidad de seguir repudiando la política exterior de Washington, que habla de democracia para todos, libertad y defensa de los derechos humanos. Sin embargo, mantiene en territorio cubano la ilegal base naval yanqui, recrudece cada día más el genocida bloqueo contra Cuba y viola los principios del derecho internacional al mantener encerrados injustamente en cárceles norteamericanas a los cinco compatriotas cubanos.

La ilegal base naval yanqui es una humillación a la soberanía cubana y su campo de detención ubicado dentro de ella, una muestra de los fallos de la administración de Obama en cuanto al respeto a los derechos humanos, pues a pesar del reclamo universal de clausura y la promesa electoral de cerrarlo, realizada por el presidente Barack Obama en noviembre de 2008, antes de llegar a la Casa Blanca, sigue en el mismo lugar.

Ahora la noticia es el cable. Las pruebas la harán al decir del gobierno estadounidense, a partir de este mismo verano, pero las obras no comenzarían hasta dentro de dos años. Aún falta tiempo, de cualquier manera, amigo lector, esperemos a ver cómo se desarrollan los hechos, por ahora, es solo un anuncio, lo que si les puedo asegurar es que con cable o no en la ilegal base naval yanqui, mi Guantánamo es otra cosa.

La cárcel yanqui en Guantánamo: Diez años de violación de derechos humanos


Hoy el campo de detención de Guantánamo, ubicado dentro de la base ilegal que el gobierno de los Estados Unidos mantiene en la bahía homónima de Cuba, cumple diez años, a pesar del reclamo universal de clausura y la promesa electoral de cerrarlo, realizada por el presidente Barack Obama en noviembre de 2008, antes de llegar a la Casa Blanca.

Ha pasado una década y aún el mundo no sale de su asombro debido a las cruentas imágenes de los llamados por Washington, sospechosos de terrorismo, y que hoy permanecen encerrados en el enclave militar, donde por demás, se violan los más elementales derechos humanos.

Fue aquel 11 de enero de 2002 cuando llegaron a la base naval yanqui unos 20 prisioneros, llegaban encapuchados, esposados y vestidos con un mono naranja. Todavía en el enclave existen 171 hombres, de un total de 779 que pasaron por la prisión en la última década, de ellos, cerca de la mitad son yemeníes, otros de Afganistán, Argelia y Arabia Saudita.

A partir de ese momento, la cárcel yanqui de Guantánamo se convirtió en símbolo de los peores excesos de Estados Unidos en su llamada "guerra contra el terrorismo", lanzada contra Al Qaeda poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.

Sin dudas, amigos lectores, el centro de detenciones que Estados Unidos mantiene ilegalmente en Guantánamo, con una extensión de 117,5 kilómetros, constituye hoy una vergüenza para el mundo y ha devenido en símbolo de 10 años de fallos de la administración de Obama en cuanto al respeto a los derechos humanos.

Rodolfo Rosell Salas: La humildad asesinada


Aquella mañana del 12 de julio de 1962, el pescador Rodolfo Rosell Salas, radicado en Caimanera, alistó su bote hacia la salida de la bahía de Guantánamo para cumplir su esforzada labor. Entonces no imaginó que volvería dos días después, sin vida a su hogar donde lo espera esposa Eloísa, quien esperaba su tercer hijo.

Debía de retornar al día siguiente, sin embargo, el día 14, los compañeros de la cooperativa pesquera donde laboraba y los guardacostas cubanos, después de buscarlo dos días, hallaron su cadáver boca arriba y en estado de descomposición, sobre la popa del bote Las dos Hermanas, en la zona de Tres Piedras, área de la Ilegal base naval Yanqui. ¿El motivo de la muerte?: Hemorragia intracraneana.

Horrenda Muerte:
Los marines yanquis de la Ilegal Base Naval en Guantánamo, se ensañaron con Rodolfo Rosell. Cual si cual si fuera un animal, tras provocarle varias heridas con punzones en el cuerpo, le golpearon el cráneo hasta provocarle la muerte. Fue en su bote donde encontraron ya inerte el cuerpo del humilde pescador junto a su perro, inseparable amigo en su vida y en esta fatal desgracia.

Nuevamente se derramaba sangre cubana en las costas de la Ilegal Base Naval Yanqui. Esta vez la de un humilde pescador quien trató de hacer valer su derecho de navegar en aguas territoriales de su país. Y ante tamaña acción, millones de cubanos en todo el país repudiaron el crimen y protestaron por la política agresiva del imperio norteamericano.

El sepelio de Rodolfo Rosell Salas fue una estremecedora manifestación de duelo popular en Caimanera, además de un rotundo rechazo del pueblo cubano a la barbarie norteamericana. Su muerte respondió a una agresiva política de provocaciones ejecutadas por las fuerzas armadas norteamericanas, cuyo propósito fue buscar una respuesta cubana para justificar una agresión contra nuestro país.

Para ningún cubano es un secreto las constantes amenazas que había de soportársele a los marines reaccionarios del enclave militar, quienes desbordados de rabia, ofendían a los pescadores y les aseguraban que todo el desagravio que tenían contra el gobierno cubano, lo tomarían contra ellos.

No fue Rodolfo Rosell la única víctima legada por la Ilegal Base Naval yanqui, espina clavada en el corazón de Cuba hace más de un siglo. También lo fueron el pescador Rubén López Sabariego, Ramón López Peña y Luis Ramírez López, combatientes del otrora Batallón Fronterizo, cuerpos ultimados por los marines imperialistas, quienes impotentes ante el triunfo y desarrollo de la Revolución, arremetieron con odio contra estos valerosos jóvenes cubanos.

Luis Ramírez López: exigencia, entereza y combatividad


Aquel 21 de mayo de 1966, los compañeros de Luis Ramírez López, prometieron amar con más fuerza a la Revolución y soportaron con arrojo el alevoso crimen. Habían recibido el cadáver del soldado de la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo, alcanzado por las balas enemigas disparadas desde el otro lado de la cerca perimetral. “Marines, hijos de puta, me han matado”, fueron sus últimas palabras.

Luís se convertiría entonces en otro combatiente cubano caído a consecuencia de las constantes provocaciones que casi a diario, se lanzaban contra Cuba desde ese enclave militar, ilegalmente ocupado por el gobierno de los Estados Unidos en territorio de Guantánamo.

Había nacido el 19 de mayo de 1944, en Guisa, Granma y fue llamado a las filas del Servicio Militar Obligatorio el 25 de mayo de 1965. Sólo llevaba 11 meses en cumplimiento de su deber, cuando fue asesinado mientras realizaba la guardia en la casamata 65, instalada a 150 metros del límite este de esa mentada fortaleza norteamericana. Cubría su turno de guardia en la Brigada de la Frontera.

La exigencia, entereza y combatividad eran cualidades que, junto a su jovialidad, predominaban en Luis. También lo acompañaban su serenidad y voluntad de hierro, además de la simpatía hacia sus compañeros, quienes reclamaban cubrir la posta con él, de ahí la indignación que ocasionara en ellos el vil asesinato del camarada.

A raíz del alevoso crimen, un portavoz del pentágono, trató de justificar lo ocurrido al alegar que el suceso se produjo dentro del perímetro de la Base Naval Norteamericana y expresó, entre otras falsedades, que el combatiente “traspasó la cerca que limitaba la Ilegal Base Naval y después huyó”, razón por la cual un centinela de la infantería le provocó la muerte.

Respecto a esta afirmación y para dar firme respuesta a esos falsos planteamientos, nuestro Comandante en jefe Fidel Castro Ruz, subrayó: “Nosotros no podemos caer en actos y provocaciones que no hemos realizado jamás y de los cuales sí hemos sido víctimas sistemáticamente durante años, y por otra parte, no vamos a abandonar la custodia de nuestro territorio".

Las especulaciones en torno al asesinato del joven soldado, fueron disímiles, sin embargo, el argumento fue desmentido cinco días después cuando 30 periodistas de 16 países visitaron la Brigada de la Frontera y allí, en conferencia de prensa, los corresponsales de varias agencias noticiosas, conocieron lo relacionado con el homicidio y comprobaron, la falsedad de las imputaciones al verificar que la sangre vertida por el combatiente todavía se apreciaba en la casamata donde resultara herido.

Conmoción, repudio, rabia y odio, caracterizaban a Cuba ante la pérdida de Luis Ramírez López, cuyos restos mortales yacen en el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del cementerio de Santa Ifigenia en la provincia de Santiago de Cuba.

Y es que ninguna riqueza, por inmensa que sea, podría devolver la vida de los caídos durante el cumplimiento del deber, como tampoco los más de 50 años de victorias bastan para sentirnos cada vez más comprometidos con Cuba y su Revolución victoriosa.

Cuando el dolor permanece en la memoria


Era 19 de octubre de 1961 y había pasado más de medio mes del arresto del humilde chofer, cuando la agencia noticiosa UPI, dio a conocer el hallazgo del cadáver de un obrero, en una fosa de poca profundidad. ¿Su nombre? Rubén López Sabariego.

El 30 de septiembre de 1961, su esposa e hijos lo vieron con vida por última vez. Ese día se despedía como de costumbre antes de salir para su trabajo como chofer en la Ilegal Base Naval que el gobierno de los Estados Unidos mantiene en Guantánamo desde hace más de un siglo y que constituye una espina clavada en el corazón de todos los cubanos.

Rubén había sido detenido por militares de la Base a las 10:40 pm, situación que indignó a sus compañeros de trabajo y familiares. A pesar de la denuncia de su esposa y el reclamo de su libertad, las autoridades norteamericanas negaban que el obrero estuviese en dicho lugar.

Debido a la persistencia de su esposa, el cuerpo del obrero le fue entregado el 21 de octubre. Y al ser reconocido por los forenses cubanos, el cadáver mostraba fracturas en el cráneo, el pómulo derecho y el costillar izquierdo, heridas de ballonetas en el abdomen, fracturas en una pierna, heridas de culatazos y otras lesiones. Evidentemente se trataba de un asesinato.

Una gran ira sobrevino en toda Cuba al conocerse el brutal hecho. El velorio y el sepelio de Rubén, constituyeron una extraordinaria manifestación, de igual manera fue la acalorada despedida del duelo a la entrada del Cementerio San Rafael de Guantánamo, por el entonces comandante Raúl Castro Ruz, quien acusó y condenó al imperialismo yanqui por el repulsivo crimen.

El asesinato de Rubén López Sabariego por militares de la Ilegal Base Naval Yanqui, hace 49 años, corrobora el desprecio del Imperio por los cubanos y reafirma además, que las torturas, han devenido práctica usual durante décadas en el enclave militar.

Cuando el dolor permanece en la memoria, se mantiene la fuerza y el decoro para soportar hechos abominables como éste. La muerte de Rubén, fue sólo uno de los tantos crímenes ejecutados dentro o desde el ilegal enclave militar, que han puesto en peligro la paz y la seguridad nacional e internacional. Sin embargo, estas violaciones procuraron a Cuba la fortaleza necesaria para mantener en alto por principios por los que hoy luchamos y defendemos.