Una veintena de reos que permanecen maniatados en la cárcel de la ilegal base estadounidense enclavada en Guantánamo contra la voluntad de las autoridades y su pueblo, llevan casi 50 días en huelga de hambre y amenazan con dilatarla, lo cual apresura el reclamo mundial del cierre de lo que constituye una violación de los derechos humanos.
El ayuno para protestar por los maltratos que reciben en el enclave militar, comenzó el pasado 6 de febrero con seis prisioneros del bloque denominado Campo seis, que posteriormente sumó más reos quienes alegan estar frustrados por el fallo de la Casa Blanca de clausurar lo antes posible este centro de torturas.
El capitán Robert Durand, portavoz de esa instalación, aseveró que dos huelguistas continúan internados por deshidratación severa, "para ser rehidratados, observados y alimentados", en tanto, explicó, otros ocho reciben nutrientes líquidos para evitar una recaída de la salud por la pérdida excesiva de peso.
La protesta, según testifica Omah Farah - abogado de siete de los huelguistas - surgió en rechazo a la
aplicación de severos medidas como el aislamiento en celdas con temperaturas
extremas o los continuos registros a sus pertenencias y retención de copias del
Corán, libro sagrado de los musulmanes, considerado según el jurista, una trasgresión a la fe religiosa de los reclusos,
en su mayoría originarios de naciones árabes.
El 11 de enero de 2002 llegaron a la base naval
yanqui unos 20 prisioneros encapuchados, esposados y vestidos con un mono
naranja y todavía existen 166 prisioneros de un total de 779 que pasaron por la
prisión en la última década. De estos reos, cerca de la mitad son yemeníes,
otros de Afganistán, Argelia y Arabia Saudita.
La ilegal cárcel yanqui enclavada en territorio de Guantánamo se convirtió a partir de ese momento, en símbolo de los peores excesos de Estados Unidos en su llamada "guerra contra el terrorismo", lanzada contra Al Qaeda poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.
Ha pasado una década y la mayoría de los inculpados que están en la mentada cárcel llevan 11 años sin enfrentar cargos concretos. La prisión de Guantánamo es un establecimiento nefasto. La huelga de hambre que mantienen reclusos en el penal es otro motivo más que suficiente para que Estados Unidos cierre el malvado establecimiento carcelario, donde se pisotean de modo grosero los derechos humanos.
¿Hasta cuándo persistirán en la cárcel los detenidos que llevan ya
once años en prisión?. A esta interrogante, ni el propio Barack Obama
le sabe dar respuesta. Ssi en su primer mandado, se jactó exhibiendo una
orden que disponía la clausura del centro de detención en un año, a la postre
cedió a las presiones de legisladores republicanos y demócratas, opuestos a la
idea. Entonces … de qué hablamos?
El centro de detenciones que Estados Unidos mantiene en territorio de
Guantánamo, no es más que una vergüenza
para el mundo. Y a esto se suma esta huelga de hambre, como otra de las tantas
meteduras de pata de la administración de Obama, presidente que tendrá mucho que enfrentar por
olvidarse de los presos que mantiene en la ilegal cárcel de Guantánamo.
si bien es cierto que estan presos y de manera ilegal con torturas , que es un horror, me pregunto que intereses tendra el gobierno de estados unidos para seguir con eso, dado que la solución mas facil y logica segun mi pensamiento, seria ,deportarlos a su pais en lugar de tanta aberración.
ResponderEliminarno es nada bueno para las nuevas generaciónes, este ejemplo de violación de derechos humanos.