El 25 de marzo de 1903, nace
en La Habana del amor entre un sastre dominicano y una joven inglesa, Julio Antonio Mella, a quien inscribieron como Nicanor Mac
Partland, a partir de una combinación formada con el nombre de su
padre y el apellido materno.
La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron el primer campo de batalla del joven excepcional, convertido en líder indiscutible de los universitarios en sus luchas contra la tiranía de Gerardo Machado. Y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía.
Importantes responsabilidades lo vincularían definitivamente al quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba. Las ideas de Mella trascendieron los marcos de la universidad y se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.
La relación con líderes del sector obrero, como Carlos Baliño, y Alfredo López, trazó pautas en el pensamiento marxista y revolucionario del joven cubano. Su labor más relevante, fue la de aunar intereses de estudiantes y trabajadores con el objetivo de derrocar la tiranía que oprimía a la Cuba de aquellos tiempos.
Mella, el honesto revolucionario que enfrentó las discrepancias y erróneas acusaciones, dentro de las propias filas comunistas. Halló las vías idóneas para superar los momentos difíciles que se gestaban en la Isla e inició un camino que años después se consolidaría con la vinculación del Directorio Revolucionario, y el Movimiento 26 de Julio, factores que intervinieron en la lucha contra Fulgencio Batista, y el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador
Gerardo Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su
expulsión de la Universidad de La Habana. El acecho le hizo buscar refugio en México, y
desde allí, persistió en su actividad política, de esta manera se convierte en
miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista
de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a
los preceptos martianos, la acción de Julio Antonio Mella, una de las
figuras más avanzadas en el pensamiento político latinoamericano de inicios del
siglo XX y líder
indiscutible de los universitarios en sus luchas contra la tiranía de Gerardo
Machado, despertó multitudes y
sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa.
A 110 años de natalicio de Julio Antonio Mella, sus sueños
se han hecho realidad en
miles de jóvenes multiplicados en el amor, el coraje y la entereza del legado de quien fuera paradigma de los que lucharon a su lado por una sociedad mejor, y también, de las
generaciones que le sucedieron.
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