Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la obra de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa. Y esta es la razón por la que el legado político del joven revolucionario a quien no pudieron silenciar en las aulas universitarias, en talleres y fábricas, perdura en varias generaciones de cubanos.
Julio Antonio Mella: ''Magriñat tiene que ver en esto... «Muero por la Revolución»
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la obra de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa. Y esta es la razón por la que el legado político del joven revolucionario a quien no pudieron silenciar en las aulas universitarias, en talleres y fábricas, perdura en varias generaciones de cubanos.
A Julio Antonio Mella nadie pudo silenciarlo jamás
El 10 de enero de 1929, cerca de las 10 de la
noche, la fotógrafa Tina Modotti y el revolucionario cubano Julio Antonio Mella
escucharon a su espalda el primer disparo. Iban hacia el departamento
que compartían en la ciudad de México. Entonces se detuvieron y escucharon el
tiroteo.
Ella divisó el olor a pólvora, en tanto, el joven se soltaba de su
brazo y corriendo, cruzaba hacia la acera opuesta. Se desplomó al suelo. Tina
lo alcanzó y arrodillada junto a él, escuchó: ''Magriñat tiene que ver en
esto... Muero por la revolución". Eran las dos de la madrugada del día 11
y con solo 26 años de edad, decía adiós a la vida Julio Antonio Mella.
Ella divisó el olor a pólvora, en tanto, el joven se soltaba de su brazo y corriendo, cruzaba hacia la acera opuesta. Se desplomó al suelo. Tina lo alcanzó y arrodillada junto a él, escuchó: ''Magriñat tiene que ver en esto... Muero por la revolución". Eran las dos de la madrugada del día 11 y con solo 26 años de edad, decía adiós a la vida Julio Antonio Mella.
Julio Antonio Mella había nacido el 25 de marzo de 1903. Era una de las figuras más avanzadas en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX, un líder comprometido con la defensa de los ideales más puros del pueblo cubano.
La Universidad de La Habana
y sus aulas, fueron su primer campo de batalla y si bien desde ese escenario
emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su
huella como organizador y guía.
Importantes responsabilidades lo vincularían
definitivamente al quehacer revolucionario y justo es en ese espacio
estudiantil donde inició su lucha política, en el año 1922 estalló la
reforma universitaria en Cuba.
Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y
se vincula entoncesa la Liga Antiimperialista de las Américas, importante
instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en
fundador en 1925.
Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador Gerardo
Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su expulsión
de la Universidad
de La Habana. Por
ello, buscó refugio en México y desde allí, persistió en su actividad
política, para convertirse en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del
Partido Comunista de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los
preceptos martianos, la acción luchadora de Julio Antonio Mella despertó
multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa.
Esta es la razón por la que el legado político del impetuoso hombre a quien
no pudieron silenciar su ejemplo en las aulas universitarias, en talleres,
fábricas, perdura en generaciones de cubanos que, años más tarde llevaron a
cabo la gesta que llevó a Cuba a la plena soberanía.
Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y se vincula entoncesa la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.
Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador Gerardo Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su expulsión de la Universidad de La Habana. Por ello, buscó refugio en México y desde allí, persistió en su actividad política, para convertirse en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la acción luchadora de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa.
Julio Antonio Mella: acción y amor
dos tiros de revólver 38 penetraban el cuerpo del joven mientras caminaba por las calles de México junto a su inseparable compañera Tina Modotti. Los asesinos enviados por el dictador Gerardo Machado le habían disparado por la espalda. Con solo 26 años de edad, decía adiós a la vida Julio Antonio Mella.
La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron sus primeros campos de batalla. Y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía. Importantes responsabilidades vincularían definitivamente al joven quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba.
Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y entonces se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925. Con el objetivo de impartir temas políticos y académicos a trabajadores, funda además la Universidad popular José Martí y junto a Carlos Baliño, el Partido Comunista de Cuba, organización política que aunaba a seguidores del pensamiento marxista leninista y que Gerardo Machado cuando asumió el poder ilegalizó junto a la FEU.
Julio Antonio Mella: Amor, coraje, virtud…
La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron el primer campo de batalla del joven excepcional, convertido en líder indiscutible de los universitarios en sus luchas contra la tiranía de Gerardo Machado. Y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía.
Importantes responsabilidades lo vincularían definitivamente al quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba. Las ideas de Mella trascendieron los marcos de la universidad y se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.
La relación con líderes del sector obrero, como Carlos Baliño, y Alfredo López, trazó pautas en el pensamiento marxista y revolucionario del joven cubano. Su labor más relevante, fue la de aunar intereses de estudiantes y trabajadores con el objetivo de derrocar la tiranía que oprimía a la Cuba de aquellos tiempos.
Mella, el honesto revolucionario que enfrentó las discrepancias y erróneas acusaciones, dentro de las propias filas comunistas. Halló las vías idóneas para superar los momentos difíciles que se gestaban en la Isla e inició un camino que años después se consolidaría con la vinculación del Directorio Revolucionario, y el Movimiento 26 de Julio, factores que intervinieron en la lucha contra Fulgencio Batista, y el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
Mella: " Muero por la Revolución"
¿Sus primeros campos de batalla? La Universidad de La Habana y sus aulas. Y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía. Importantes responsabilidades vincularían definitivamente al joven quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba.
Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y entonces se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925. Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador Gerardo Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su expulsión de la Universidad de La Habana. Por ello, buscó refugio en México, y desde allí, persistió en su actividad política, de esta manera se convierte en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la acción luchadora de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa. Y esta es la razón por la que el legado político del impetuoso hombre a quien no pudieron silenciar su ejemplo en las aulas universitarias, en talleres, fábricas, perdura en generaciones de cubanos que, años más tarde llevaron a cabo la gesta que llevó a Cuba a la plena soberanía.
Julio Antonio Mella: Muero por la Revolución
El 10 de enero de 1929, cerca de las 10 de la noche, la fotógrafa Tina Modotti y el revolucionario cubano Julio Antonio Mella escucharon a su espalda el primer disparo, se dirigían hacia el departamento que compartían en la ciudad de México. Entonces se detuvieron y escucharon el tiroteo.
La activa mujer divisó el olor a pólvora, en tanto, el joven se soltaba de su brazo y corriendo, cruzaba hacia la acera opuesta. Se desplomó al suelo. Tina lo alcanzó y arrodillada junto a él, escuchó: ''Magriñat tiene que ver en esto... Muero por la revolución". Eran las dos de la madrugada del día 11 y con solo 26 años de edad, decía adiós a la vida Julio Antonio Mella.
El 25 de marzo de 1903 nace quien a la postre sería una de las figuras más avanzadas en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX y líder comprometido con la defensa de los ideales más puros del pueblo cubano: Julio Antonio Mella.
La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron su primer campo de batalla y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía. Importantes responsabilidades vincularían definitivamente al joven quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba.
Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y entonces se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.
Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador Gerardo Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su expulsión de la Universidad de La Habana. Por ello, buscó refugio en México, y desde allí, persistió en su actividad política, de esta manera se convierte en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la acción luchadora de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa.
Y esta es la razón por la que el legado político del impetuoso hombre a quien no pudieron silenciar su ejemplo en las aulas universitarias, en talleres, fábricas, perdura en generaciones de cubanos que, años más tarde llevaron a cabo la gesta que llevó a Cuba a la plena soberanía.
Julio Antonio Mella: Amor y pasión
El 25 de marzo de 1903 nació Julio Antonio Mella, una de las figuras más avanzadas en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX y líder comprometido con la defensa de los ideales más puros del pueblo cubano.
La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron su primer campo de batalla y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía.
Importantes responsabilidades lo vincularían definitivamente al quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba.
Las ideas de Mella trascendieron los marcos del recinto universitario y entonces se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.
Su incesante crítica a los males sociales engendrados por el dictador Gerardo Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, condicionaron su expulsión de la Universidad de La Habana.
El acecho le hizo buscar refugio en México, y desde allí, persistió en su actividad política, de esta menera se convierte en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país.
Movido por el concepto de que todo tiempo futuro debe ser mejor y fiel a los preceptos martianos, la acción luchadora de Julio Antonio Mella despertó multitudes y sumó voluntades en el camino hacia una sociedad justa.
El legado político de aquel joven alto, impetuoso, al que no pudieron silenciar su ejemplo en las aulas universitarias, en talleres, fábricas y quien fuera todo amor y pasión, guió a generaciones de cubanos que, años más tarde llevaron a cabo la gesta que llevó a Cuba a la plena soberanía.
Paquito González Cueto: ejemplo de responsabilidad y bandera de lucha para los pioneros cubanos.
Estaba consciente del peligro que había en la calle. Sin embargo, ese día antes de salir le dijo a su mamá: «Julio Antonio Mella ha muerto por la Revolución y mi deber es ir al entierro aunque me maten». Entonces marchó con un cartel donde se leía «¡Abajo el imperialismo!».
Francisco González Cueto, Paquito, había nacido el 19 de octubre de 1919 en Pueblo Nuevo, La Habana. Era un buen estudiante, inquieto, generoso, de carácter jovial, siempre de buen humor; además, le gustaba el cine, jugaba a la pelota y era muy aficionado a los animales.
Independientemente de poseer un carácter alegre y compartir con los niños de su edad, tuvo una formación ideológica prematura. Era sorprendente verlo conversar con personas mayores sobre temas de actualidad, específicamente de las luchas revolucionarias.
El 29 de septiembre de 1933, la calle Reina, en la capital cubana, le dio paso al pueblo con las cenizas de Julio Antonio Mella en sus brazos. La brutalidad y el miedo abrieron fuego y la metralla alcanzó a Paquito. Su cuerpo fue abatido en medio de la muchedumbre. Caía el primer mártir de los pioneros cubanos.
La historia quiso que Paquito, ejemplo de responsabilidad y bandera de lucha para los pioneros cubanos, subiera al podio de los mártires de la mano de Mella, este día. Iniciaba la lucha por la unidad de los pioneros y los jóvenes comunistas cubanos, consolidada el 4 de Abril de 1959, cuando aquellas tradiciones nacidas al calor de la batalla, florecieron por el arrebato y la firmeza de la naciente Revolución.