Ahora los "chivos espiatorios", fueron una docena de jóvenes latinoamericanos de Costa Rica, Perú y Venezuela reclutados para viajar a Cuba , con el marcado objetivo de identificar a las personas probables de convertirse en activistas políticos y a quienes le pagarían un bajo salario.
Había que buscar un pretexto y esta vez, tocaron un tema sensible de la sociedad cubana: la prevención de la epidemia de VIH/SIDA. La intención con los llamados "viajeros", era formarlos como “agentes para el cambio social” a través de supuestos “talleres” sobre la enfermedad, máxime cuando Cuba es el Estado con la menor tasa de infección por VIH en el Caribe y por ende, más baja que la de Canadá y Suiza.
Más de 20 años de trabajo en la prevención de este flagelo, es válido para que Cuba conozca al dedillo sus puntos vulnerables. Por lo tanto, no hay razón para que el gobierno de los Estados Unidos meta sus narices en los asuntos internos de nuestro país, y mucho menos manipule una campaña de salud de tal magnitud en un tema tan sensible. Evidentemente tienen que ser más creativos.
No cabe dudas de que el programa de desestabilización interna que ahora sale a la luz, utilizó tácticas de espionaje para ocultar las actividades de los jóvenes encubiertos, además de códigos para la comunicación entre los agentes. Por lo tanto, esta nueva maniobra de la USAID, pone una vez más al descubierto su carácter subversivo y con ello, su obsesión por estimular la desestabilización interna en Cuba.
Nuevamente la USAID está enredada en un proyecto de subversión contra nuestro país. Acciones como estas quedarán registradas en la historia de la Agencia Central de Inteligencia, como una de sus más ineptas operaciones. El proyecto de los "agentes viajeros", es solo una página de más de medio siglo en la historia de la política de hostilidad del gobierno estadounidense contra Cuba, una flagrante violación del derecho internacional y la soberanía de los estados.
En más de 55 años de Revolución en Cuba, la CIA, la USAID y demás redes de espionaje no han cesado en la permanente hostilidad de tentativas de subversión contra la Isla Caribeña. Y estos no son más que intentos vacíos utilizados por la administración de Obama, que no ha sido lo suficientemente perspicaz para detener el empuje de una nación que no deja de bailar, de reírse, de soñar, de ser feliz, de ser solidarios, a pesar de la permanencia de un bloqueo que lastima el desarrollo de la economía y la sociedad cubana.