Mercenarios cubanos celebraron Día de la DependenCIA
Los casi 50 mercenarios que asistieron al festejo fueron pasados por un detector de metales. Les quitaron los celulares y las cámaras fotográficas antes de entrar a casa del todavía Jefe de la SINA.
Por M. H. Lagarde
Como ya se ha vuelto habitual los mercenarios cubanos volvieron a celebrar, en la residencia del Jefe de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, ubicada en la barriada habanera de Siboney, el Día de la Independencia de Estados Unidos.
La actividad, que tuvo lugar la noche del pasado lunes 4 de julio, duró casi tres horas (de 7 y 30 a 10 y 30) y además del discurso leído por el anfitrión -el jefe saliente de la SINA, Jonhatan Farrar-, y otros rituales asociados a la magna fecha, la celebración tuvo su punto culminante cuando a los contrarrevolucionarios se les permitió acercarse a las mesas servidas con comidas y bebidas.
De acuerdo con una fuente de Cambios en Cuba presente en la actividad, en esta ocasión la oferta líquida estuvo conformada por coñac, vodka, ron Barcadí, vinos tinto y blanco, jugos naturales, champaña y refresco gaseado, mientras el bufet por bolas de yuca azucaradas, tostones de plátano con crema, brocheta de pescado perlán, rositas de maíz y dulces finos.
Contrariamente a lo que se esperaba, el principal tema de conversación durante la “cena” en casa de Farrar no fueron los 20 millones de la USAID, retenidos por Comisión que encabeza el senador Jonh Kerry, sino lo precario de la oferta gastronómica.
La comida, como hizo notar uno de los presentes, contrastó visiblemente con la de años anteriores, cuando el surtido entre las bebidas y los alimentos sólidos resultaba más equilibrado y los mercenarios podían darse el lujo de abandonar la celebración con las jabas cargadas de pedazos de carne.
-"No en balde, a Farrar le llaman el blando" - apuntó alguien, mientras mostraba, atrapada entre sus dedos, una azucarada friturita de yuca.
En cuanto a los invitados, entre las parejas mercenarias que asistieron a la fiesta sobresalieron Laura Pollán y Héctor Maseda, Berta Soler y Ángel Moya, Héctor Palacios y Gisela Delgado y Antunez y su esposa Iris Aguilera, entre otras personalidades de la sociedad anexionista cubana como es el caso del plusmarquista mundial de las huelgas de hambre Guillermo Fariñas de quien se comenta suspendió su última huelga solo para poder atracarse durante este importante festejo.
Según testigos, especial tratamiento por parte de los anfitriones -el todavía Jefe de la SINA y su segundo, el señor Monserrate-, recibieron Héctor Maseda y sus esposa, el periodista contrarrevolucionario Juan González Febles y Manuel Cuesta Morúa.
Notable -por la devoción demostrada hacia ella, en sendos cables de Wikileaks, por Farrar y su antecesor, el otrora jefe de la SINA, Michael Parmly-, resultó la ausencia de Yoani Sánchez. No obstante, la bandita encabezada por la "influyente" bloguera, a quien según una encuesta de la propia SINA solo conoce un 2 por ciento de los cubanos, estuvo de algún modo representada en las figuras de acólitos y sirvientes de la talla de Eugenio Leal, Gustavo Pardo Valdés, el agente de la CIA Dagoberto Valdés y el twittero Henry Contantín.
Igualmente llamativa resultó la ausencia de Martha Beatriz, alias la tía McPato, Bladimiro Roca u Oswaldo Payá, cuya falta fue asociada por algunos con el cable de la SINA, donde Farrar afirmaba que a los llamados disidentes cubanos lo único que en realidad les importa es el dinero que les paga por sus servicios el gobierno estadounidense.
Aunque a la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos también asistieron miembros de la varias agencias de prensa acreditadas en La Habana como Notimex, Reuters, AFP e IPS, por lo menos en internet, hasta el momento en que fue redactada esta nota, sobre la participación de los mercenarios en la recepción de la SINA, no se había dicho una palabra.
Condenan en Cuba a empresario francés por lavado de dinero
El empresario francés Jean-Louis Autret y ocho funcionarios cubanos fueron sancionados hoy en la sala segunda del Tribunal Provincial Popular de La Habana, especializada en el conocimiento de delitos económicos y otros asociados a la corrupción.
En el juicio oral y público desarrollado desde el 28 de junio hasta el pasado día 2 de julio el fiscal solicitó para Autret 15 años de privación de libertad, como sanción conjunta por la comisión de los delitos de lavado de dinero, actividades económicas ilícitas, tráfico de divisas y evasión fiscal.
Con relación a los ocho restantes acusados por los delitos de falsificación de documentos públicos y cohecho propuso penas entre tres y siete años de privación de libertad, precisó una nota del Noticiero Nacional de Televisión.
Durante el desarrollo del juicio se examinaron las declaraciones de los acusados, abundantes de pruebas documentales, entre las que se incluyen las propuestas por las autoridades francesas a solicitud de Cuba, así como las testificales y periciales, todas expuestas ante el tribunal.
El fiscal sostuvo en su acusación que la actividad de lavado de dinero estuvo realizada por Jean Louis Autret enmarcada en el funcionamiento de varias sociedades, la utilización de servicios bancarios para la realización de presuntas operaciones comerciales.
Además -agrega la nota- entre sociedades y movimiento cíclicos y de dinero entre las cuentas bancarias en Cuba y el extranjero, dirigido a ocultar, desvirtuar y legalizar el origen de los fondos resultantes del comercio prohibido de estupefacientes.
También, de asociaciones delictivas creadas y dedicadas a ejecutar estas actividades logrando incrementar significativamente su propio capital, señala el texto.
El ministerio fiscal explicó que entre los años 1997-2009 Autret desarrolló actividades comerciales a través de sociedades mercantiles no registradas legalmente.
En otros casos -indicó- estas eran ajenas al objeto social de identidades creadas oficialmente en el ámbito de cuyas actividades incurrió en ilícitos penales tipificados como tráfico de divisas y evasión fiscal.
Los abogados que asumieron su defensa de los encartados en la causa contaron con todas las garantías requeridas para su desempeño profesional y expresaron los argumentos que entendieron pertinentes.
El Tribunal declaró el proceso concluso para sentencia y pronunciara su veredicto en los próximos días. (Con información de Prensa Latina)
La nota leída en la Televisión Cubana es la siguiente:
En la Sala Segunda del Tribunal Provincial Popular de La Habana, especializada en el conocimiento de delitos económicos y otros asociados a la corrupción, fueron juzgados durante cinco días el empresario francés Jean Louis Henry Autret, radicado en Cuba hace más de una década, y ocho ciudadanos cubanos.
En el acto del juicio oral y público, desarrollado desde el 28 de junio hasta el pasado día 2, el Fiscal en su acusación solicitó para Autret 15 años de privación de libertad, como sanción conjunta por la comisión de los delitos de Lavado de Dinero, Actividades Económicas Ilícitas, Tráfico de Divisas y Evasión Fiscal.
En relación con los restantes acusados por los delitos de Falsificación de Documentos Públicos y Cohecho, interesó penas de entre tres y siete años de privación de libertad. Son ellos María Collazo González, Juan Carlos Hechevarría Aguilar, José Diosdado Romero Basulto, Daymís Daisy Toriza del Valle, Jesús Alberto Zaldívar Ochoa, Yaíma Sáliva Castellanos, Yizza Lassalle Marino y Delia Rosa Rosales Leyva.
Durante el desarrollo del juicio se examinaron las declaraciones de los acusados, abundantes pruebas documentales (entre las que se incluyen las propuestas por las autoridades francesas a solicitud de Cuba), así como las testificales y periciales, todas las cuales fueron puestas a la valoración del Tribunal.
El Fiscal sostuvo en su acusación que la actividad de Lavado de Dinero realizada por Jean Louis Henry Autret estuvo enmarcada en el funcionamiento de varias sociedades, la utilización de servicios bancarios para la realización de “presuntas operaciones” comerciales entre sociedades, y movimientos cíclicos de dinero entre las cuentas bancarias en Cuba y en el extranjero, dirigidos a ocultar, desvirtuar y legalizar el origen de los fondos resultantes del comercio prohibido de estupefacientes y de asociaciones delictivas creadas y dedicadas a ejecutar estas actividades, logrando incrementar significativamente su propio capital.
El Ministerio Fiscal explicó que entre los años 1997 y 2009, el acusado Autret desarrolló actividades comerciales a través de sociedades mercantiles no registradas legalmente, y en otros casos ajenas al objeto social de entidades creadas oficialmente, en el ámbito de cuyas actividades incurrió en ilícitos penales, tipificados como Tráfico de Divisas y Evasión Fiscal.
Los abogados que asumieron la defensa de los encartados en la causa contaron con todas las garantías requeridas para su desempeño profesional, y expresaron en defensa de los acusados los argumentos que entendieron pertinentes.
El Tribunal declaró el proceso concluso para sentencia y pronunciará su veredicto en los próximos días.
Obama: En tus manos está la libertad inmediata de los Cinco
Todos los días Cinco de cada mes, el Comité Internacional de solidaridad por los Cinco, convoca a una nueva jornada a favor de la pronta excarcelación de los antiterroristas cubanos, presos injustamente en los Estados Unidos hace más de doce años.
El anuncio precisa que se envíe un fax, un correo electrónico, se haga una llamada por teléfono o envíe un telegrama para demandar al presidente Barack Obama que libere a esos patriotas cubanos, quienes han convertido en la causa de millones de personas en el mundo.
Por tanto, nos corresponde a nosotros, personas de buena voluntad, exigir al presidente Obama que, haciendo uso de las facultades que le confiere la Constitución de su país, como abogado, padre, hijo, esposo, como Premio Nobel de la Paz, ponga fin a esta inmensa injusticia y libere a los Cinco de inmediato.
Los Cinco no son espías, ni con sus acciones pusieron en riesgosa seguridad nacional de los EEUU, ni la vida de sus ciudadanos. Son hombres que a partir de su heroica resistencia durante más de doce años en la cárcel, se han convertido en hombres universales, sinónimo de sacrificio y auténtico estoicismo.
La verdad tiene que salir adelante. Se impone que el movimiento de solidaridad mundial haga un llamado a todas las personas honestas a levantar las voces por la injusticia cometida contra estos valerosos hombres. El Presidente Obama, solo él, puede y debe liberarlos ahora mismo y sin condiciones.
Reflexiones de Fidel Castro: Una declaración brillante y valiente
La atención a otros asuntos ahora prioritarios, me apartaron momentáneamente de la frecuencia con que elaboré reflexiones durante el año 2010, sin embargo, la proclama del líder revolucionario Hugo Chávez Frías el pasado jueves 30 me obliga a escribir estas líneas.
El presidente de Venezuela es uno de los hombres que más ha hecho por la salud y educación de su pueblo; como son temas en los que mayor experiencia ha acumulado la Revolución cubana, gustosamente colaboramos al máximo en ambos campos con este hermano país.
No se trata en absoluto de que ese país careciera de médicos, por el contrario, los poseía en abundancia e incluso entre ellos profesionales de calidad, como en otros países de América Latina. Se trata de una cuestión social. Los mejores médicos y los más sofisticados equipos podrían estar, como en todos los países capitalistas, al servicio de la medicina privada. A veces ni siquiera eso, porque en el capitalismo subdesarrollado, como el que existía en Venezuela, la clase rica contaba con medios suficientes para acudir a los mejores hospitales de Estados Unidos o Europa, algo que era y es habitual sin que nadie pueda negarlo.
Peor aún, Estados Unidos y Europa se han caracterizado por seducir a los mejores especialistas de cualquier país explotado del Tercer Mundo para que abandonen su patria y emigren a las sociedades de consumo. Formar médicos para ese mundo en los países desarrollados implica fabulosas sumas que millones de familias pobres de América Latina y el Caribe, no podrían pagar nunca. En Cuba sucedía eso hasta que la Revolución aceptó el reto, no solo de formar médicos capaces de servir a nuestro país, sino a otros pueblos de América Latina, el Caribe o del mundo.
Jamás hemos arrebatado las inteligencias a otros pueblos. En cambio en Cuba se han formado gratuitamente decenas de miles de médicos y otros profesionales de alto nivel para devolverlos a sus propios países.
Gracias a sus profundas revoluciones bolivarianas y martianas, Venezuela y Cuba son países donde la salud y la educación se han desarrollado extraordinariamente. Todos los ciudadanos tienen derecho real a recibir gratuitamente educación general y formación profesional, algo que Estados Unidos no ha podido ni podrá garantizar a todos sus habitantes. Lo real es que el gobierno de ese país invierte cada año un millón de millones de dólares en su aparato militar y sus aventuras bélicas. Es además el mayor exportador de armas e instrumentos de muerte y el mayor mercado de drogas del mundo. Debido a ese tráfico, decenas de miles de latinoamericanos pierden la vida cada año.
Es algo tan real y tan conocido, que hace más de 50 años, un Presidente de origen militar denunció, con tono amargo, el poder decisivo acumulado por el complejo militar industrial en ese país.
Estas palabras estarían de más si no mediara la odiosa y repugnante campaña desatada por los medios de difusión masiva de la oligarquía venezolana, al servicio de ese imperio, utilizando las dificultades de salud que atraviesa el Presidente bolivariano. A este nos une una estrecha e indestructible amistad, surgida desde que visitó por primera vez nuestra patria, el 13 de diciembre de 1994.
A algunos les extrañó la coincidencia de su visita a Cuba con la necesidad de atención médica que se produjo. El Presidente venezolano visitó a nuestro país con el mismo objetivo que lo llevó a Brasil y Ecuador. No traía intención alguna de recibir servicios médicos en nuestra patria.
Como se conoce un grupo de especialistas cubanos de la salud prestan, desde hace años, sus servicios al Presidente venezolano, que fiel a sus principios bolivarianos, jamás vio en ellos extranjeros indeseables, sino hijos de la gran Patria Latinoamericana por la cual luchó el Libertador hasta el último aliento de su vida.
El primer contingente de médicos cubanos partió hacia Venezuela cuando se produjo la tragedia en el estado de Vargas, que costó miles de vidas a ese noble pueblo. Esta acción de solidaridad no era nueva, constituía una tradición arraigada en nuestra patria desde los primeros años de la Revolución; desde que hace casi medio siglo médicos cubanos fueron enviados a la recién independizada Argelia. Esa tradición se profundizó a medida que la Revolución cubana, en medio de un cruel bloqueo, formaba médicos internacionalistas. Países como Perú, la Nicaragua de Somoza y otros del hemisferio y el Tercer Mundo, sufrieron tragedias por terremotos u otras causas que requirieron la solidaridad de Cuba. Así nuestra patria se convirtió en la nación del mundo con más alto índice de médicos y personal especializado en salud, con elevados niveles de experiencia y capacidad profesional.
El Presidente Chávez se esmeró en la atención de nuestro personal de salud. Así nació y se desarrolló el vínculo de confianza y amistad entre él y los médicos cubanos que fueron siempre muy sensibles al trato del líder venezolano, el cual por su parte, fue capaz de crear miles de centros de salud y dotarlos de los equipos necesarios para prestar servicios gratuitos a todos los venezolanos. Ningún gobierno del mundo hizo tanto, en tan breve tiempo, por la salud de su pueblo.
Un elevado porcentaje de personal cubano de la salud prestó servicios en Venezuela y muchos de ellos actuaron además como docentes en determinadas materias impartidas para la formación de más de 20 mil jóvenes venezolanos que comienzan a graduarse como médicos. Muchos de ellos comenzaron sus estudios en nuestro propio país. Los médicos internacionalistas integrantes del Batallón 51, graduados en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, han ganado un sólido prestigio en el cumplimiento de complejas y difíciles misiones. Sobre esas bases se desarrollaron mis relaciones en ese campo con el presidente Hugo Chávez.
Debo añadir que a lo largo de más de doce años desde el 2 de febrero del año 1999, el Presidente y líder de la Revolución venezolana no ha descansado un solo día, y en eso ocupa un lugar único en la historia de este hemisferio. Todas sus energías, las ha consagrado a la Revolución.
Podría afirmarse que por cada hora extra que Chávez dedica a su trabajo, un Presidente de Estados Unidos, descansa dos.
Era difícil, casi imposible, que su salud no sufriera algún quebranto y eso sucedió en los últimos meses. Persona habituada a los rigores de la vida militar, soportaba estoicamente los dolores y molestias que con frecuencia creciente lo afectaban. Dadas las relaciones de amistad desarrolladas y los intercambios constantes entre Cuba y Venezuela, sumada a mi experiencia personal con relación a la salud, que viví desde la proclama del 30 de julio del año 2006, no es raro que me percatara de la necesidad de un chequeo riguroso de la salud del Presidente. Es demasiado generoso de su parte, atribuirme algún mérito especial en este asunto.
Admito, desde luego, que no fue fácil la tarea que me impuse. No era para mí difícil percatarme de que su salud no andaba bien. Habían transcurrido 7 meses desde que se realizó su última visita a Cuba. El equipo médico dedicado a la atención de su salud me había rogado que hiciera esa gestión. Desde el primer momento la actitud del Presidente era informar al pueblo, con absoluta claridad, su estado de salud. Por ello, estando a punto ya de regresar, a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, informó al pueblo sobre su salud hasta ese instante y prometió mantenerlo detalladamente informado.
Cada cura iba acompañada por rigurosos análisis celulares y de laboratorio, que en tales circunstancias se realizan.
Uno de los exámenes, varios días posteriores a la primera intervención, arrojó resultados que determinaron una medida quirúrgica más radical y el tratamiento especial del paciente.
En su digno mensaje del 30 de junio, el Presidente notablemente recuperado habla de su estado de salud con toda claridad.
Admito que para mí no fue fácil la tarea de informar al amigo de la nueva situación. Pude apreciar la dignidad con que recibió la noticia que -para él con tantas tareas importantes que llevaba en la mente, entre ellas el acto conmemorativo del Bicentenario y la formalización del acuerdo sobre la unidad de América Latina y el Caribe- mucho más que los sufrimientos físicos que implicaba una cirugía radical, significa una prueba que como expresó la hizo comparar con los momentos duros que le tocó enfrentar en su vida de combatiente indoblegable.
Junto a él, el equipo de personas que lo atienden y que él calificó de sublimes, han librado la magnífica batalla de la que he sido testigo.
Sin vacilación afirmo que los resultados son impresionantes y no vacilé en afirmar que el paciente ha librado una batalla decisiva que lo conducirá y con él a Venezuela, a una gran victoria.
Hay que hacer que su alegato se comunique al pie de la letra en todas las lenguas, pero sobre todo que sea traducido y subtitulado al inglés, un idioma que pueda entenderse, en esta Torre de Babel que el imperialismo ha convertido el mundo.
Ahora los enemigos externos e internos de Hugo Chávez están a merced de sus palabras y sus iniciativas. Habrá sin dudas sorpresas para ellos. Brindémosle el más firme apoyo y confianza. Las mentiras del imperio y la traición de los vendepatrias serán derrotadas. Hoy hay millones de venezolanos combativos y conscientes, que la oligarquía y el imperio no podrán volver a someter jamás.
Fidel Castro Ruz
Julio 3 de 2011
4 y 12 p.m.
Cada joven se parece más a su tiempo que a sus padres
La frase “Cada joven se parece más a su tiempo”, encierra una gran verdad. Con frecuencia he escuchado criterios a cerca de los adolescentes y jóvenes con quienes conviven los adultos y cito: ... “Unos se muestran rebeldes en el hogar, otros se atropellan a la entrada del ómnibus, utilizan un lenguaje callejero en la comunicación en cualquier lugar, a algunos les ha dado por tatuarse, ponerse un piercing en alguna parte del cuerpo o raparse la cabeza…”
Sin embargo, si desenvolvamos 20 almanaques, nos percataríamos de que de ninguna manera en aquellos años, un estudiante universitario u obrero se dibujaba el cuerpo y mucho menos, se dejaba la cabeza cual bola de billar por la sencilla razón de que la moda por aquellos tiempos para uno y otro sexo era la de llevar el pelo largo.
Y quiero se me entienda, un tatuaje, piercing, un hombre con pelo largo o con un rapado de cabeza no definen la personalidad de una muchacha o un joven, por la sencilla razón de que son tendencias de moda y en su mayoría sucumben ante sus mandatos. Por tanto, apariencia física a un lado, los jóvenes cubanos se distinguen por los valores y la cultura que asimilan en el curso de la vida.
Y es justo aquí donde la familia desempaña un rol fundamental, pues como célula comunitaria de la sociedad, es la primera referencia para cualquier ser humano. Históricamente fue así, pues antes de existir las clases sociales, aparecieran las naciones, y se concibiera cualquier tipo vínculo humano, ya el hombre necesitaba vivir en comunidad.
Las primeras normas de conductas vinculadas a un comportamiento moralmente bueno y una adecuada relación de respeto, se adquieren en el seno familiar. En la convivencia familiar se forman las primeras nociones culturales y estéticas, valores que se asumen en una primera etapa como un proceso lógico y natural de identificación con su medio social inmediato.
La familia es referente en la formación integral de la personalidad y excelente medidor en las actitudes asumidas por el hogar en los marcos de la sociedad. Sin embargo, no podemos imponernos a modas y costumbres determinadas de una epoca determinada.
Debemos de aceptar, educar y persuadir en los principios y valores sociales, estoy segura que nueastros descendientes entenderán el por qué de tus aseveraciones. Es complejo, pero no dificl, recuerda que cada joven se parece más a su tiempo que a sus padres...
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