Haydee y Melba: Fuego a flor de piel
Durante los más de cien años de luchas por la libertad de nuestra Patria las mujeres ha tenido un papel importante, pero la heroica acción del 26 de Julio de 1953, la cual marcó la última etapa de liberación nacional.
En esta acción, participaron las valientes heroínas Haydeé Santamaría y Melba Hernández, las dos únicas mujeres que participaron en el ataque al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, año en que se cumplía, precisamente, el centenario del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí.
Dotadas de una gran ternura y revolucionarias hasta la médula, estaban convencidas de que las ideas del abogado Fidel Castro eran en aras de transformar la situación económica, política y social de Cuba. Y juntas, vivieron los sucesos de las acciones previas al ataque del cuartel Moncada, segundo bastión militar del dictador
Fulgencio Batista, en Santiago de Cuba.
Aquellas mujeres, Melba de 32 años y Yeyé de 33, víspera de las acciones bélicas, alistaron los uniformes de los combatientes y aunque no se había tenido en cuenta que tomaran parte activa en el asalto, la dirección del Movimiento aceptó que colaboraran como enfermeras en el hospital Saturnino Lora.
¿Su misión? Imprimir, distribuir propaganda y de garantizar otras tareas de la organización revolucionaria, tal el caso de ocupar el hospital Saturnino Lora, junto a otros compañeros, tranquilizar a los ingresados y curar a los heridos. Así, desde aquella trinchera estas mujeres lucharon por la libertad.
Melba y Haydee, las mujeres del Moncada, fueron detenidas en Santiago y condenadas a siete meses de cárcel. Posteriormente trasladadas a la Cárcel de Mujeres de Guanajay, en La Habana y desde allí, continuaron manifestándose contra la tiranía al conocer de asesinatos y represión a jóvenes revolucionarios.
Para ellas la lucha contra la tiranía de Batista no culminó junto a los muros del Moncada, sino que se acrecentó cuando fueron puestas en libertad el 20 de febrero de 1954 y siguieron cumpliendo las misiones que le eran encomendadas
Con su ejemplo, indicaron el camino a seguir junto a nuestro pueblo y demostraron el infinito amor conque enfrentaron las tareas orientadas por el Comandante en jefe Fidel Castro tras el triunfo de enero de 1959. Así eran Melba y Haydee: Fuego a flor de piel.
El Moncada: Asalto a la Historia
El 26 de julio de 1953, Cuba fue conmovida por una noticia: el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. ESte no fue un intento golpista ni una aventura apresurada, sino la acción de un grupo de jóvenes que, dirigidos por el doctor Fidel Castro, vio en la lucha armada el primer paso para lograr la definitiva independencia.
Ese día marcó un nuevo período en la historia de Cuba: la fase de la acción armada como método principal de lucha contra la tiranía batistiana y contra el dominio semicolonial extranjero sobre nuestro país. Fue la respuesta del pueblo ante la situación creada por Fulgencio Batista con el golpe de estado el 10 de marzo de 1952.
La fecha no pudo ser mejor escogida. El 26 de julio, era domingo de Santa Ana y día en que estaba en mayor auge carnavales de Santiago de Cuba. Por esta razón, cubanos de otras provincias, acudían a esta ciudad para divertirse durante las tradicionales fiestas populares y así, pasarían inadvertidos entre quienes trasladarían desde La Habana hasta la Ciudad Héroe, las armas que se necesitarían para la acción.
Las acciones del Moncada, segunda fortaleza militar de la tiranía batistiana, devino acción sorpresa para desarmar al enemigo y armar al pueblo a fin de emprender con éste la lucha revolucionaria armada. Era el inicio para transformar todo el régimen político y económico-social de Cuba y acabar con la miseria, el desempleo, la insalubridad y la incultura que pesaban sobre Cuba.
El Asalto no significó el triunfo de la Revolución en ese instante, pero fue un asalto a la historia, pues señaló el camino y trazó un programa de liberación nacional que abriría a Cuba las puertas del socialismo, hecho realidad el Primero de enero de 1959.
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