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Cederistas cubanos: 60 años haciendo Revolución (+ Video)


"Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva, apuntó Fidel Castro  y añadió: ... Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo". Así, con esta efervescencia revolucionaria,  nacen los primeros Comités de Defensa de la Revolución (CDR), el 28 de septiembre de 1960. 

Fue en un acto público frente al antiguo Palacio Presidencial,  hoy Museo de la Revolución, como respuesta a varios petardos que la contrarrevolución hiciera estallar mientras miles de habaneros escuchaban al máximo líder revolucionario. Había recién llegado de hacer una trascendental intervención durante el XV Periodo de Sesiones en la sede de la ONU,  en Nueva York. 

Ha pasado 60 años y hoy los CDR  mantienen su activo papel frente a los planes de quienes desean truncar el proceso revolucionario cubano. Lo acompaña además, la iniciativa, el desinterés, la solidaridad, el humanismo.. Y la razón es que los cederistas, están diseminados en cada cuadra, barrio, en cualquier punto de la geografía cubana, pues constituye la mayor organización de masas del país.

La activa participación en la Campaña Nacional de Alfabetización, de vacunación,  y en estos momentos, en una tarea que apuesta por la Vida, un combate diario por el cumplimiento de las medidas sanitarias para  luchar contra un enemigo invisible,  la Covid-19, es la esencia principal de los CDR.

 ello se suma la defensa de las conquistas de la Revolución, la recogida de materias primas, embellecimiento de los barrios, el apoyo en la campaña antivectorial, y la defensa a toda costa de la obra toda de la Revolución además de su participación en la noble misión de las donaciones voluntarias de sangre.

El entusiasmo y la increíble rapidez ante cada obra planteada por la Revolución, caracteriza a cada cederista  cubano, ciudadanos que se han entregado en cuerpo y alma junto al pueblo, su principal garante y protector. Esta es la razón por la cual hoy los CDR, organización que nació para ser gigante,  llega a sus 60 años conscientes de que enfrenta  el desafío de seguir, desde cada barrio,  haciendo Revolución.





Cuando sobran más de 94 razones para tener a #FidelPorSiempre


Este 13 de agosto Fidel Castro Ruz, el imperecedero joven rebelde de la Sierra Maestra y el tenaz luchador por la liberación de los pobres del mundo, cumple 94 años. Hoy en toda Cuba y el mundo, brindamos por la vida de quien siempre puso todo su pensamiento en la lucha de los pueblos por mantener la paz internacional.

Tu vida, Fidel, no podemos celebrarla más allá de tu dimensión real, porque en cada sitio dejaste las más profundas huellas de confianza y humanismo. Lo hiciste no por recibir algo a cambio, sino por tus actos, tu legado, tus enseñanzas, por ser el paradigma que eres para Cuba y el resto del mundo.

No hay palabras para escribir del joven revolucionario que iluminó todos los rincones del mundo con la grandeza de su pensamiento y su espíritu perseverante en el triunfo. Hablamos de la valía de quien, despojado de todo linaje, no dejará de ser jamás, nuestro eterno guerrero comandante de las ideas.

Por eso, hoy recordamos con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante.  Y lo recordamos, además, por su vínculo permanente con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio y su entrega sin condiciones a las causas justas.

Y es que nadie como Fidel, ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como él, supo conducir los destinos de un pueblo que tiene la osadía de defender su propio destino, fue el político que rebasó el tiempo y espacio para convertirse en referente mundial, por eso nuestro compromiso se multiplica.

Seguirás batallando como lo que eres, un hombre que dejó de ser de sí mismo, para pertenecer por siempre a tu pueblo. Eres, Fidel, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, por esa razón, ya no te perteneces, dejaste de ser de ti mismo, para ser de tu pueblo. Y eso te hace excepcional.

Para ti, mi comandante guerrillero, el Fidel del Moncada, el del Granma, el de la Sierra, el de Playa Girón, el mentor de la Batalla de Ideas, va este agasajo por tu cumpleaños. Hoy, cuando miramos al futuro con sus ojos, llevamos consigo el compromiso de todos los cubanos con este hombre de talla universal. Y este es el motivo por el cual hoy nos sobran más de 94 razones para tener a #FidelPorSiempre .

Fidel: la verdad de nuestra época

Fidel Castro Ruz, el imperecedero joven rebelde de la Sierra Maestra y el tenaz luchador por la liberación de los pobres del mundo  cumple este 13 de agosto 92 años. Y escribo en presente porque de otra manera negaríamos la inmortalidad  de quien  asentó su pensamiento en el corazón del pueblo, donde volvió a nacer para quedarse por siempre.

Tu vida, Fidel,  no podemos celebrarla más allá de tu dimensión real, porque en cada sitio dejaste las más profundas huellas de confianza y humanismo. Lo hiciste no por recibir  algo a cambio, sino por tus actos, tu legado, tus enseñanzas,  por el paradigma que eres para Cuba y el resto del mundo.

No hay palabras para escribir sobre el joven revolucionario, que iluminó todos los rincones del mundo con la grandeza de su pensamiento y su espíritu perseverante en el triunfo. Hoy hablamos de la valía de un hombre que, despojado de todo  linaje, no dejará de ser jamás, nuestro eterno guerrero Comandante de las ideas.

Pocas veces se tiene la oportunidad de compartir con un líder de tan alta estatura moral y ética como la de Fidel. Sin embargo, este  privilegio lo tenemos por sabernos tan queridos y cercanos a uno de los grandes de la historia. Esta es la razón por la cual las futuras generaciones de cubanos tendrán en él, como en Martí, un ejemplo y un motivo para continuar su obra.

Hoy recordamos con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante, al portador de una imponente personalidad y una sabiduría que perdurará en todos millones de hombres y mujeres de todos los continentes. Y lo recordamos además,  por su vínculo permanente con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio y su entrega sin límite a las causas justas..

Fidel es el mentor de todo un pueblo, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo. Por eso, seguirás batallando como lo que eres, un hombre Comandante, que dejó de ser de sí  mismo, para pertenecer por siempre a tu pueblo,  y ese, es un mérito que te hace, sencillamente, un hombre excepcional.

Para  ti, que nos legaste tu ejemplo eterno, tu optimismo y tu fe en la victoria, incluso en los momentos más difíciles de la Revolución, va este agasajo. Y es que nadie como tú,  ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como tú, ha conducido los destinos de un pueblo que tiene la valentía de defender su propia historia, esta es la razón por la cual ahora, con tu guía, tenemos que seguir descifrando los retos del hoy y el mañana.

Eres  la verdad de nuestra época,  el líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo y una de las figuras más importantes del siglo XX y parte del XXI. Por eso hoy 13 de agosto recordamos a Fidel Castro Ruz, el niño que nació en Birán en 1926 que consagró toda su vida a la solidaridad y encabezó una Revolución en Cuba «de los humildes, por los humildes y para los humildes».

Martí, Fidel y el Moncada...



“Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!. Así expresó el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro después los sucesos del 26 de julio de 1953.

Nadie imaginaría entonces que el ejemplo de José Martí estuviera impregnado entre el grupo jóvenes que siguieron a Fidel en las acciones del Moncada en ciudad de Santiago de Cuba. La presencia del Héroe Nacional entre los moncadistas era una realidad visible.

Sería José Martí y sus ideas defensoras y de progreso humano, la inspiración de Raúl Gómez García, el Poeta de la Generación del Centenario, para su poema Ya estamos en combate,  leído en el alba del día 26 de julio, minutos antes de salir hacia los lugares escogidos para la acción. Este fue el aviso para el cambio de vida que precisaba Cuba.

 “Si vencemos mañana se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o Muerte!”. Así se dirigió Fidel Castro a sus hombres en la Granjita Siboney.

Las ideas de José Martí en torno a la necesidad de pelear, por la vía armada o por la política contra el imperialismo, estaban vigentes en el ideario de Fidel. Por ello el joven abogado ratificó ante los Moncadistas la fidelidad ante su memoria y la decisión de continuar la lucha para lograr la verdadera independencia de la Patria.

El Moncada fue obra martiana realizada por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953. Una obra que no ha pasado a la historia como un acontecimiento aislado, sino como un vínculo de nuestro pasado con el presente. José Martí y el Moncada son la armazón dialéctica del camino ético y revolucionario de una nación y sus luchas por la libertad. El Moncada mostró a Cuba el curso que seguiría la Generación del Centenario.

Con la guía de Fidel, la Revolución construyó una sociedad de los humildes y para los humildes, con todos y para el bien de todos. Y fue con la firma de la Ley de Reforma Urbana, que el Gobierno Revolucionario declaró ante el mundo, que la Revolución Cubana había cumplido con el Programa del Moncada, contenido en La historia me absolverá con­cretados en seis puntos.

Entre estos aspectos se acumulaban los principales problemas de Cuba hacia donde había que dirigir los esfuerzos. Ellos eran el problema de la tierra, el de la vivienda, el de la industrialización, el desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo. Comenzaría en toda Cuba una gran  obra de transformaciones en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.

Con estas transformaciones, fueron beneficiados miles de campesinos cubanos y esta fue una de las primeras manifestaciones de la voluntad política del gobierno que esta era una Revolución para los humildes. Por otra parte, la Campaña de alfabetización con el apoyo de miles de jóvenes movilizados hacia todas las zonas del país, erradicó el analfabetismo en menos de un año.

Lo cierto es que la mayoría de los cubanos no podían pagar  algunos servicios como por ejemplo el de la salud. Sin embargo, el Programa del Moncada llegó para formar médicos y ofrecerle al pueblo el derecho de atender gratuitamente sus dolencias. También se nacionalizaron las empresas y se industrializó el país.

La victoria del 26 de julio de 1953  y el cumplimiento del programa del Moncada, no fue más que el derecho de seguir defendiendo nuestro proyecto social. También fue la certeza de no renunciar jamás a los principios que nos concibe como una nación libre y soberana.



En Bayamo: otra acción armada del 26 de julio de 1953

En Bayamo: otra acción armada del 26 de julio de 1953
El 26 de julio de 1953, mientras en Santiago de Cuba  Fidel Castro arengaba a un centenar de revolucionarios, en Bayamo, otro grupo dirigido por Antonio “Ñico” López, se trasladaba hacia el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, lugar que pretendían tomar con el factor sorpresa.

Una vez en el sitio,  parte del grupo saltó la cerca del fondo y avanzaba hacia el patio. Sin embargo,  uno de los hombres que aún no había cruzado, notó la presencia de un soldado en la caballeriza y, sin haber recibido la orden para ello,  le disparó. Esto provocó un fuerte tiroteo.

El resto de los soldados se advirtieron y de inmediato tomaron posiciones para resistir el ataque. Una ametralladora en la azotea del edificio impidió el avance de los revolucionarios y esto los puso en una situación muy desventajosa.

Perdido el factor sorpresa y tras media hora de desigual combate, los asaltantes no tuvieron más opción que retirarse. Anteriormente  le causaron dos bajas al Ejército de la tiranía, mientras, por la parte de los revolucionarios,  sólo hubo un herido.

En el retroceso, el grupo se dirigió hacia un servicentro cercano para incendiarlo y rear una confusión generalizada, esto les permitiera escapar de la feroz persecución de los esbirros de la dictadura. En el camino se cruzaron con un vehículo donde viajaban varios militares y les dispararon, causando la muerte a un sargento de la Policía Nacional.

Sin pérdida de tiempo, las fuerzas del régimen batistiano, organizaron el acecho y asesinato de los asaltantes capturados. Esta situación, desató una bestial represión y se convirtió en una de las páginas más sangrientas en la historia de Cuba, pero también fue ejemplo del heroísmo de la nueva generación que se gestaba.

El asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes culminó en una derrota militar para los revolucionarios. A  pesar de ello, Fidel Castro brotó como el dirigente y organizador de la lucha armada en Cuba y dicho combate representó un nuevo punto de partida en las luchas de liberación nacional.

Melba y Haydée: mujeres de fuego y miel

Durante los más de cien años de luchas por la libertad de nuestra Patria las mujeres ha tenido un papel importante, pero la heroica acción del 26 de Julio de 1953, marcó la última etapa de liberación nacional.

En esta acción, participaron las heroínas Haydée Santamaría y Melba Hernández, las dos únicas mujeres que participaron en dicha acción. Dotadas de una gran ternura y revolucionarias hasta la médula, ellas estaban convencidas de que las ideas del abogado Fidel Castro eran para transformar la situación económica, política y social de Cuba.
 
Juntas, Melba de 32 años y Yeyé de 33, vivieron los sucesos de las acciones previas al ataque del cuartel Moncada, segundo bastión militar del dictador del dictador Fulgencio Batista, en Santiago de Cuba.
 
Víspera de las acciones bélicas, alistaron los uniformes de los combatientes y aunque no se había tenido en cuenta que tomaran parte activa en el asalto, la dirección del Movimiento aceptó que colaboraran como enfermeras en el hospital Saturnino Lora.
 
Su misión era la de imprimir, distribuir propaganda y garantizar otras tareas de la organización revolucionaria, tal el caso de ocupar el hospital Saturnino Lora, junto a otros compañeros, tranquilizar a los ingresados y curar a los heridos.
Tras el asalto al cuartel Moncada, Melba y Haydée, las mujeres del Moncada, fueron detenidas en Santiago de Cuba y condenadas a siete meses de cárcel. 

Luego trasladadas a la Cárcel de Mujeres de Guanajay, en La Habana y desde allí, siguieron manifestándose contra la tiranía batistiana. Para ellas la lucha contra la tiranía no culminó junto a los muros del Moncada, sino que se acrecentó cuando una vez puestas en libertad el 20 de febrero de 1954, siguieron cumpliendo las misiones  encomendadas.
 
Con su ejemplo, indicaron el camino a seguir junto a nuestro pueblo y demostraron el infinito amor conque enfrentaron las tareas orientadas por el Comandante en jefe Fidel Castro tras el triunfo de enero de 1959. Así eran Melba y Haydée: mujeres de fuego y miel.

Radio Rebelde: la voz de la Sierra


 "...Aquí Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, transmitiendo para toda Cuba en la banda de 20 metros diariamente a las 5 de la tarde y 9 de la noche, desde nuestro campamento rebelde en las lomas de Oriente...."

El 24 de febrero de 1958 sale al aire por vez primera y en el fragor del combate por la definitiva liberación de Cuba, la emisora Radio Rebelde,  fundada por el Comandante Ernesto Che Guevara, en el sitio Pata de la Mesa ubicado en la zona de Altos de Conrado, en la Sierra Maestra.

A mediados de abril y por instrucciones de Fidel Castro, la planta radial fue trasladada hacia la Comandancia General del Ejército Rebelde, en La Plata, municipio de Bartolomé Masó, en Santiago de Cuba, porque allí se hallaba en una zona distante de donde estaba el grueso del ejército rebelde.


Diseñada para informar a Cuba y el mundo, lo ocurrido en los territorios donde operaba el Ejército Rebelde, liderado por el Comandante Fidel Castro, en su primera audición, la emisora ofreció un editorial dedicado al 24 de febrero de 1895. Luego se convirtió en un arma al servicio de la Revolución y un instrumento de la lucha ideológica.


Desde su fundación, Radio Rebelde ha estado en cada tarea del proceso revolucionario del país. Con su voz, llega a todos los rincones de nuestra geografía con un mensaje educativo, con la dramatización de la Historia  de Cuba, en las competencias deportivas,  eventos culturales y siempre orientando al pueblo desde los acontecimientos sociales, hasta el impacto de los fenómenos naturales y meteorológicos.


La señal de Radio Rebelde era la prolongación del periodismo iniciado por José Martí en “Patria” y ha seguido durante años toda la obra de la Revolución. Transmite durante 24 horas del día y goza de una programación esencialmente informativa, con un por ciento de sus entregas a la transmisión de eventos deportivos nacionales e internacionales,  en vivo o de manera diferida.


La emisora que nació en la Sierra Maestra sigue alzando la bandera libertaria como hace 60 años desde los Altos de Conrado.  La planta radial, surca el éter para llevar la voz de Cuba fuera de sus fronteras, a través de sus corresponsales y con presencia del audio en vivo por Internet.


Son muchas las misiones de esta emisora para acompañar al Partido, el Gobierno y a sus máximos líderes, quienes han tenido en Radio Rebelde,  una trinchera para preservar a la Revolución y con ello, hacer frente a las campañas mediáticas. Esta es la razón por la cual Cuba necesitaba de una radio que dijera la verdad de lo que ocurría en el campo de batalla y estuviera siempre con su pueblo para decir: "...Aquí Radio Rebelde"...

Martínez Heredia: Algo intermedio es confusión; se trata de o el capitalismo, o el socialismo (+ Video)

Fernando Martínez Heredia respondió a las preguntas de José Manzaneda, director de Cubainformación.
Fernando Martínez Heredia respondió a las preguntas de José Manzaneda, director de Cubainformación


Transcripción de la entrevista realizada a Fernando Martínez Heredia por José Manzaneda, coordinador de Cubainformación, diciembre de 2016

Fernando Martínez Heredia (izq) dialoga con José Manzaneda.
José Manzaneda.– Uno de los intelectuales claves para entender la Cuba de hoy y también la Cuba de mañana, es Fernando Martínez Heredia, el director del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello.
Fernando, el gobierno de Estados Unidos parece apostar por las vías amables para forzar un cambio político en Cuba, tratando de influir en diferentes sectores sociales con dos vías: la de la división y la de la confusión. ¿Realmente lo está consiguiendo?

Fernando.- Yo te diría en dos palabras que no; pero hay que decir más: los Estados Unidos no son nuevos en esto; incluso, hace 115 años casi, el presidente Roosevelt, el viejo, que era joven, dijo que el garrote y la zanahoria; el garrote era lo que él usaba más en ese momento contra Venezuela, por cierto. Con nosotros han usado el garrote más de medio siglo, después de 1959, pero lo usaron muy duro en 1898 cuando nos invadieron y ocuparon; pero también usaron la zanahoria. 

Y en todo el sistema de 60 años de dominación que hubo en Cuba, Estados Unidos practicó las formas de penetración cultural de encontrar cómplices, y los encontró, de tener un sistema que por eso es que se llama neocolonialismo, porque consiste por un lado en dominar económicamente, pero también culturalmente, y por otro lado en tener cómplices subordinados que reciben beneficios, dominan el país y los sirven a ellos, son dominantes dominados.

De manera que ellos se han dado cuenta, de pronto, que después de más de medio siglo de guerra prácticamente abierta, ilegal, inmoral, todo esto que sabemos, pues más valía como bien dice el presidente de la República, Obama, cambiar la táctica, pero no la estrategia. Pero lo que pasa es que a veces ellos tienen cosas que parecen como un niño malicioso, que dicen: él no se va a dar cuenta. Si no fueran criminales uno se reiría.

Yo estuve en Panamá hace año y medio, en aquella reunión a la que Obama fue, porque si no no iba a haber reunión, si no iba Cuba no iba a poder, entonces allí parecía que todo era zanahoria, incluso hubo medios verdaderamente conservadores, para no decir reaccionarios, que decían que el personaje más importante que estaba allí era Raúl Castro; eso se lo mandaron a decir.

Pero nosotros, por suerte, incluso no los viejos, si no los jóvenes cubanos, tenemos mucha experiencia, es un combate contra el país más poderoso militarmente del mundo, pero también más poderoso culturalmente del mundo, eso nos ayuda mucho, porque ellos están aplicando a fondo, tienen centenares de acciones culturales legales; nosotros denunciamos las ilegales, pero las legales aquí están, centenares sucedieron el año pasado, centenares están sucediendo este año.

Ellos están permitiendo y auspiciando que entre en Cuba la mayor cantidad de dinero posible desde Estados Unidos, en la forma de remesa que siempre ha sido muy hermoso que los familiares ayuden a su familia; pero ahora, más bien, es que se hagan inversiones por lo que ellos aspiran a que mañana sea un empresariado burgués en Cuba y apoyar esas inversiones.
No creo que tampoco ellos estén pensando solamente en lo que ellos llaman ni la sociedad civil ni el pequeño empresario, ellos están pensando en todo, están tratando de confundirnos a fondo, de encontrar cómplices dentro del país.

Bueno, está bien, por lo menos hay quien dice: Pero por lo menos lo dicen. Yo no hallo que eso sea algo especialmente bueno, es que hay formas de trabajar, una de las formas de trabajar del imperialismo norteamericano es la aparente franqueza, o lo que actualmente llaman transparencia.

Yo no creo que estén teniendo éxitos, pero sí creo muy fuertemente que no hay que descuidarse nunca y que, incluso, es terrible cómo vienen decenas y decenas de miles de norteamericanos que ninguno ni es mala persona, ni pretende nada malo con Cuba; pero nosotros somos una pequeña isla que ha sido sometida al colonialismo nuevo norteamericano demasiado tiempo y no podemos ver nada inocentemente.

José Manzaneda.– Fernando, en tus escritos afirmas que el dilema de la Cuba de hoy y del futuro sigue siendo entre el desarrollo del socialismo, que debe ser profundizado, y el retorno al capitalismo. ¿Realmente esto es un peligro hoy? ¿Es una hipótesis el regreso al capitalismo? Y si es así, ¿sería más fuerte este riesgo hoy que hace 10, 15 o 20 años?

Fernando.- Sí, yo creo que son reales las dos cosas. Es decir, primero, el peligro es real, es una disyuntiva y no hay fórmulas intermedias.

Yo les decía a mis compañeros del Consejo Nacional de la UNEAC hace unos meses, que el capitalismo sueco puede tener cosas buenas y malas, pero sin dudas es sueco; el capitalismo cubano no podría ser cubano, tendría que ser norteamericano-cubano, es decir, para Cuba no hay una posibilidad de capitalismo autónomo. 

Entonces, de entrada, la disyuntiva no puede ser: bueno, vamos a seguir introduciendo cosas del capitalismo, vamos a hacer lo que antiguamente algunos llamaban un socialismo de Estado, que es un tránsito hacia que una cantidad de funcionarios se conviertan en empresarios, etcétera, no es factible, eso no es factible en Cuba.

En Cuba no es factible que digamos: sí, vamos a hacer un capitalismo, pero no va a ser neoliberal, ustedes verán que vamos a tener una política social muy buena. Nada de eso es factible.
Podría ser, incluso, que algunas personas hasta lo crean, de buena intención, y digan: si hacemos un pluripartidismo, por ejemplo, y un sistema democrático de elección de personas, vamos a evitar que haya corrupción, que los pobres empiecen a pasar hambre, etcétera. Eso, desgraciadamente hay demasiados ejemplos en el mundo de que no es posible, ni siquiera en Estados Unidos donde casi 4 millones de personas no tienen donde dormir, y le tildaron de comunista a este presidente que está terminando porque trató de que una parte grande de los 52 millones de personas que no tienen posibilidad de una asistencia médica correcta, tuvieran algo.

Es decir, nosotros por lo menos tenemos, y en Cuba creo que eso es de lo más importante, una población con un grado de conciencia política que posiblemente sea un récord mundial y eso sí es una cosa muy, muy valiosa. Y por esto es que yo digo muy claramente: no hay nada intermedio, creer que hay algo intermedio es confusión; se trata de o el capitalismo, o el socialismo.

Hay quien dice, exagerando mucho, que si Cuba pasara al capitalismo sería como Haití; no, como Haití nada más que es Haití, cada uno vive su desgracia, pero la nuestra sería grande, entre otras cosas, porque hemos dado no solo un ejemplo al mundo de cómo es posible que incluso un pequeño país al lado de Estados Unidos, como se decía siempre, subdesarrollado, haya cambiado tan profundamente la vida en favor de toda la población y no de una fracción pequeña de ella.

Pero, bueno, no solo es un ejemplo del mundo, sobre todo que es la vida de nosotros, es lo que hemos logrado hacer entre todos, y no es posible permitir, de ninguna manera, que nuestros hijos y nuestros nietos vuelvan a lo que hubo.

José Manzaneda.- Fernando, tú afirmas que el capitalismo sigue existiendo hoy agazapado en diferentes actitudes, en diferentes prácticas, en cierta psicología social, que de alguna manera habría venido fortalecida por la reintroducción de algunos factores de mercado en los últimos años en la sociedad cubana, ¿cuál es el antídoto?

Fernando.- Yo tengo dificultades para la gran prensa; por ejemplo, yo soy marxista, pero no me queda más remedio, porque me permite darme cuenta de que no se trata meramente de que haya manera de producir, de intercambiar, de ganar dinero los que son dueños, no, se trata de mucho más; se trata de una cultura, el capitalismo es una cultura y en esa cultura, por ejemplo, no es conseguir que la mayoría esté de acuerdo o se sienta mal muchas veces y otras no, o se sienta bien porque hay fiestas, o cobra más dinero; pero no pretenda para nada cambiar lo esencial de la existencia, eso es la cultura capitalista. Por eso se puede tener una cantidad enorme a veces de diversidades, otras veces no, otras veces se decreta un Estado de excepción y no se puede tener ninguna; pero lo esencial es cultural. Toda dominación bien establecida, moderna, es cultural, siempre fue así, de un modo u otro, pero ahora más que nunca.

Entonces hay un capitalismo del comercio exterior, y Cuba lo sufre muy duro; hay un capitalismo del bloqueo contra Cuba que es una barbaridad, veinticinco veces le han dicho que no, y es simpático cómo los de la zanahoria mandaron a la señora a abstenerse. Si yo lo estoy acusando a usted o usted es inocente o es culpable, pero no es que se abstuvo, es una de dos.

Pero, bueno, son formas, digamos, más brutales; pero hay formas más sutiles y una de ellas importantísima es el capitalismo de la educación que cada uno recibió, de la educación que desde niño era lo tuyo, si acaso cuando más lo de tu familia, el interés personal, el egoísmo, aunque se dijera que el afán de lucro no; el egoísmo que opera tanto contra la solidaridad entre las personas y que entonces es muy difícil de erradicar y tiene la capacidad de regresar, de retornar; tiene la capacidad de aparecerse de modo difícilmente censurable, como cuando dice: no, pero él está tratando de resolver, por ejemplo —resolver es un verbo cubano—, y en realidad, ¿a costa de quiénes?, habría que preguntar, ¿contra quiénes?, ¿exigiendo que les paguen lo que nunca se pagó, por ejemplo? ¡Pero qué hermoso es que todos los servicios sociales, que todo lo que son bienes de las personas lo tengan las personas, sin ser otra cosa que personas y no por el dinero que tienen en el bolsillo!

El dinero, como equivalente general de la mercancía es un gravísimo problema cultural; ningún país como Cuba, aunque tenga un poder como el que tenemos, lo ha podido quitar, el salario tampoco. Por eso yo dije al inicio que, bueno, como soy marxista me doy cuenta de que vivimos en una transición socialista, por muy solidarios y humanos a fondo, y con ganas de que ya no haya ninguna forma de dominación.

Lograr, por ejemplo, que todos los cubanos entendieran que la mitad de los cubanos no era inferior a la otra mitad, por ser mujeres, ya fue un éxito dificilísimo, no fue de un día para otro y todos éramos socialistas, vaya; y una parte de los socialistas decía: sí, pero ella que es socialista e inferior a mí que soy socialista.

¿Qué quiere?, que la transición exige no solo paciencia, sino mucho trabajo, no solo usar un tiempo largo, sino educar una y otra vez, y un conjunto de formas que van desde la coerción social hasta la autoeducación, es complejo, y a nosotros se nos ha hecho difícil por una cantidad de las medidas que se han aplicado a partir de los primeros años noventa, porque se han introducido fórmulas primero para sobrevivir, después para que fuera viable la economía del país y todavía estamos en lo segundo, ya lo tenemos, pero una y otra vez hay que volverlo a tener.

Entonces esto ha hecho que crezcan diferencias sociales entre nosotros que no había y que crezca entonces el valor del dinero, que no lo tenía, tenía valor, pero poco; que crezca entonces también la relación directa de lo que cada persona hace, con lo que recibe personal o familiarmente y la calidad de la vida que en algunos aspectos tiene.

Es decir, la relación que tenía la actividad de los cubanos con esto, era muy indirecta, a pesar de lo que dicen a veces los manuales que son tonterías, aquí toda cubana, todo cubano, por ejemplo, tenía derecho gratuitamente a todos los servicios, y los servicios eran de verdad universales y muy satisfactorios, así fue subiendo el grado cultural y con él suben lo que llaman los sociólogos, expectativas. Usted quiere más, porque sabe más, porque tiene un mundo más complejo interior, porque tiene más gustos desarrollados y entonces cuando no hay más y le dicen: Sí, pero si tuvieras dinero habría más; sí, pero si tienes dos trabajos hay más; sí, pero si consigues de algún modo, aunque no sea lícito, sino incluso que pueda ser delictivo, pues aparecen problemas que vienen de una cosa que pudiéramos hasta llamar monstruosa, el aumento enorme de la cultura, de las capacidades laborales pero de todo tipo, del gusto, de las expectativas y el no aumento a ese tamaño de los bienes y servicios.

Entonces la diferenciación social es un enemigo que toca duro a la puerta en nombre del capitalismo, aunque no lo parezca.

José Manzaneda.- El Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, que dirige Fernando Martínez Heredia, realiza numerosas actividades en el campo de la investigación cultural, los estudios de opinión, sobre diferentes grupos sociales, actividades académicas, presentaciones, publicaciones. Me gustaría, Fernando, que nos presentaras el instituto y cuáles son algunas de las líneas fundamentales de trabajo.

Fernando.- No me gusta, porque es como hacerse propaganda, aprovechando lo solidario, pero es una institución grande, para los tamaños nuestros, y se tiene que ocupar de cosas muy diversas, entonces hacer ese tipo de relaciones con siete líneas, por ejemplo, puede ser aburrido para el lector. Prefiero llamar la atención sobre el hecho de que, por ejemplo, a nosotros nos interesa mucho la participación en el consumo cultural, no meramente cuánto hay, cómo es, dónde hay más o menos, sino también cómo puede participar la población en ese consumo desde la elección del consumo, desde el conocimiento de los factores que pueden haber o no, y, claro, hay un problema también en este caso de la educación y del gusto.

O sea, nosotros tenemos que vernos hasta un punto, que en nuestro caso es pequeño, con las bellas artes y hasta un punto, que en nuestro caso es muy grande, con las formas de cultura popular; en ese sentido puede que tengamos trabajos históricos que son muy importantes, como las tradiciones orales, los conjuros, las formas que tiene la gente de ejercer una cultura que los que van a la universidad no siempre se dan cuenta de que también es cultura.

O el trabajo con los que son portadores, como llamamos en la jerga, culturales; porque en un poblado de oriente o de Pinar del Río han mantenido durante más de un siglo una forma cultural expresiva con danza, música y una letra que o viene de uno de los que construyeron Cuba con sus culturas —y no digo de los que aportaron, porque casi siempre se dice que aportaron los africanos, y el que aportó es porque era una persona secundaria, y es que todos concurrieron—, y nosotros, por ejemplo, no solo lo investigamos, y es una fase la investigativa, sino que también lo promovemos en la medida pequeña en que podemos hacerlo. Por ejemplo, hace 10 días tuvimos la reunión anual de premiación de lo que llamamos memoria viva, que es una premiación no de un primer premio, sino de unos 30 premios, son gentes que son grupos culturales de todo el país, de todas las provincias que concurren aspirando, y lo importante, por un lado, es que gana premio una cantidad y, por otro lado, que se presenta un número muchísimo mayor y son tan importantes como los que ganaron los premios; pero son portadores los grupos.

También premiamos a personas que han echado la vida entera como personalidades, pero personalidades que solo son conocidas en la comunidad, en el barrio, cuando más en el municipio, que no salen por la noche en el noticiero cuando cantan ni cuando bailan y que son también portadores culturales importantes. Bueno, eso se llama Memoria Viva y todos los años se convoca, se hace con mucha seriedad y se otorga el premio, y esto fue hace 10 días.

Hay cosas de otro tipo que pueden ser hasta un poco farragosas para el que no le gusta, ¿no?, como el uso de la estadística y tenemos que con las estadísticas discutir con funcionarios, porque les aportamos un trabajo sociológico ya de otro tipo, cuantitativo, con instrumentos cuantitativos que ayuden a discernir mejor y no lo que se le ocurre a uno que es bueno. En ese sentido apoyamos a la institución a la que pertenecemos que es el Ministerio de Cultura; pero también partimos de esto, y con esto termino, de que no hacemos solamente lo que nos piden que hagamos, que eso sería muy estrecho y pequeño y no nos permitiría ni siquiera hacer bien lo que nos piden, hay que tener ideas propias tienen que ocurrírseles a uno con temas necesarios y llevarlos adelante, y eso hacemos.

José Manzaneda.- En tus escritos y en tus reflexiones, Fernando, insistes en la necesidad de impulsar la participación en el país, impulsar el debate franco, transparente, sin miedo a la discrepancia. ¿Cómo está la salud de la participación y la salud del debate discrepante en la Cuba de hoy?

Fernando.- Nunca está de más hablar de eso. Y alguna vez yo he escrito para ser más fuerte, que el debate en el socialismo es como la respiración para las personas, de ese mismo tamaño, es vital; el debate en el capitalismo puede ser incluso interesantísimo, pero tiene otras funciones, tiene las funciones del sistema en el cual existe; cuando participas en él y corren las consecuencias, personas que están opuestas al sistema, es interesante, pero el sistema se encarga de que no sea capaz de acabar con él. En el socialismo tiene que suceder lo contrario, es decir, el sistema tiene que promover el debate, tiene que promover la discusión, tiene que promover la diferencia, tiene que promover, incluso, las divergencias.

A mí me gusta mucho lo que dijo el Presidente nuestro, que es un guerrillero antiguo, Raúl Castro, que le tocó, porque le tocó ser el ministro de las Fuerzas Armadas toda la vida, y resulta que un militar de toda la vida, cuando tomó posesión, al poco tiempo hizo un discurso donde dijo: yo lo que les pido a todos, por favor —porque Fidel es tan grande que solo entre todos lo podemos sustituir—, es que tengamos discusiones y que tengamos discrepancias entre los compañeros. Yo dije: ah, qué bien, porque cada profesión tiene su defecto profesional, y él demostró no solo que no lo tenía, sino que tenía muy claro qué cosa era muy necesario.

Pero no es fácil, los hábitos de autoritarismo que no siempre vienen de algo malo, por ejemplo, para los viejos la lucha frontal fue algo familiar y saben que a veces si no era autoritario no había posibilidad, pero los hábitos de autoritarismo tienen que ser desterrados y no lo han sido, y hay una lucha con ello, y reaparecen de pronto y uno se asombra y dice: ¿Todavía tú piensas así como un troglodita? ¿Todavía tú crees que hay un compañero que no es contrarrevolucionario, pero no sabe que está sirviendo sin querer a la contrarrevolución?, como dice a veces algún que otro funcionario nuestro. Ah, bueno, esas son cosas reales contra las cuales hay que luchar.

Ahora, debatir por debatir, para sentir cómo se hace ruido no vale la pena tampoco. A mí me parece que para debatir hay que estar bien informado, si no se hace real que las áreas tienen que informar de verdad y que los periodistas tienen que servir de verdad, y los medios, por tanto, y que no puede haber lo que en Cuba llaman secretismo contra los que no son secretos de seguridad para nada, entonces, ¿cómo va uno a opinar si no tiene información? La información es básica, la información, como diría un filósofo europeo, es necesaria, pero no es suficiente; es necesario entonces que se discuta, pero para esto también es conveniente, por lo menos, que haya una educación sobre discusiones, sobre discutir.

Si no hay educación yo no me opongo, más vale que sean ineducados, pero que discutan; pero si se discute educadamente, se avanza muchísimo más y no se pierde la fraternidad. Pero, además, se gana en eficiencia, es decir, el debate para algo. Y por esto decía: no solamente por hacer ruido, sino para que se convierta por un lado en una norma que hay que hacerle caso a los debates, no es posible que incluso se diga: pero qué bien se ha discutido algo, pero después no hicieron nada. Entonces es frustrante, se convierte en un adorno; el debate como adorno hay que rechazarlo.

El capitalismo tiene sus adornos, el socialismo debe tener sus adornos, pero otros adornos, los adornos con los cuales se adorne la gente, se adornen las calles, se adornen las fiestas, pero que alguna cosa que tiene que servir para avanzar no sirva como un adorno; es decir, estoy en contra de que se prohíba y en contra de que no sirva para nada.

José Manzaneda.- Hemos conversado, con mucho placer, con Fernando Martínez Heredia, uno de los grandes intelectuales de la Revolución Cubana, director del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, nos ha recibido en su casa y realmente se lo agradecemos.

Despedimos nuestro programa desde la capital de Cuba, desde La Habana.

En el Moncada vivió José Martí y eternizó su memoria

En el Moncada vivió José Martí y eternizó su memoria
El pensamiento martiano ha trascendido los límites del tiempo y hoy constituyen fuente inagotable de valores patrióticos, de justicia y de dignidad humana. Y esta es la base fundamental que sustenta la  Batalla de Ideas que libra el pueblo cubano en su afán por defender las conquistas de la Revolución.

Por tal razón, Fidel Castro Ruz tras los sucesos del 26 de julio de 1953 expresaría: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!

La presencia decisiva del Héroe Nacional en los combatientes moncadistas era una realidad tangible. Tan grande fue el sentido ético de José Martí que bajo esa hermosa frase de "Patria es Humanidad", nos legó una divisa realmente solidaria y justiciera. Sin dudas él, dotado de una inteligencia soberana, siempre usó ese don para hacer de los pueblos de América independientes y libres.

El  intento de tomar los cuarteles resultó fallida y costó mucha sangre a decenas de cubanos humildes, asesinados por orden de la dictadura batistiana, sin embargo, la acción constituyó el comienzo de la lucha armada, que concluyó posteriormente, con el triunfo de las armas del pueblo el 1ro de enero de 1959.   

La presión popular había impuesto a la tiranía Batistiana la amnistía los jóvenes de la Generación del Centenario, encabezado por el joven abogado Fidel Castro. En medio de la persecución constante y las limitaciones materiales, se imponía el entrenamiento y el acopio de recursos, además de la decisión de cumplir la máxima del líder revolucionario cuando expresó: "En el 56 seremos libres o seremos mártires."

José Martí y el Moncada son la armazón dialéctica del camino ético y revolucionario de una nación y sus luchas por la libertad. El Moncada mostró a Cuba el curso que seguiría la Generación del Centenario: la estrategia de lucha armada, sus bases ideológicas, sus metas, su moral revolucionaria y sus principios políticos.

El Moncada fue obra martiana llevada a cabo por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953. Y no ha pasado a la historia como un hecho aislado, sino como un enlace histórico, un vínculo de nuestro pasado con el presente de dura lucha y con el futuro promisorio de victoria. En el Moncada vivió el Apóstol, en el Moncada se eternizó su memoria y se rescató para siempre la dignidad nacional.

Girón: la Victoria

Victoria de Giron
Hace 56 años, la libertad y el futuro de nuestro país  estaban en juego en las arenas de Playa Girón, cuando Cuba aplastó en menos de 72 horas, la operación mejor preparada por Washington en América Latina. Por ello, jamás  podremos olvidar aquel 19 de abril de 1961 y el significado de la Victoria de Girón, sin la cual no se hubiera hecho la Revolución y el destino de este país hubiera sido diferente.

Eran las cinco y treinta de la tarde del 19 de abril de 1961 y las fuerzas mercenarias que invadieron territorio cubano por la Ciénaga de Zapata se rendía ante el empuje revolucionario en las arenas de Playa Girón. El imperialismo  yanqui sufría en sus propias narices, su primera gran derrota en América.

Defender la Revolución Socialista era el objetivo. Por ello, al iniciarse la agresión, nuestro pueblo se organizó para la lucha y se enfrentaron a los invasores. Soldados, artilleros, policías, pilotos, tanquistas, médicos...  todos  pelearon hasta rendir a los invasores. En menos de 72 horas se gestaba el triunfo.

En la gesta de Girón, Cuba perdió más de 150 combatientes revolucionarios, la mayoría de ellos, asesinados por la aviación de los invasores. Sin embargo, los hechos quedarán en la memoria de todos por siempre. Esta batalla nos enseñó que la forma más eficaz para enfrentar una agresión militar y garantizar el triunfo definitivo, era con la participación de todo el pueblo revolucionario y patriota, junto a sus instituciones armadas y profesionales.

Con el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, aprendimos  que la Revolución que construimos y perfeccionamos, es la continuidad de la que comenzó en 1868 y aún no ha concluido. Gracias a su inteligencia se logró el éxito de la batalla porque él fue capaz de prever la invasión pues organizó, preparó y armó al pueblo hasta convertirlo en una fuerza decisiva de combate junto al Ejército Rebelde.

La batalla de Playa Girón fue ganada por nuestro cubano. En tal sentido, Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros dijo: “No vino al mundo nuestro Socialismo en pañales de seda, sino en el rudo algodón de los uniformes de las milicias obreras, campesinas y estudiantiles; de los 
combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria.

Ha pasado 56 años de la heroica gesta en Playa Girón y aunque la más joven generación no participó en dichos combates, mantiene vivo el espíritu de autoridad y el decoro de los caídos en la  hazaña.  Hoy, como aquel 19 de abril de 1961,  todos los cubanos festejamos con amor, el  orgullo de ser libres e independientes para juntos seguir caminando confiados por los surcos de la historia. 

El 16 de abril de 1961 nace la convicción de soberanía que nos salva y nos une


carácter socialista de la Revolución
El 16 de abril, es la fecha que marca un hito en nuestra historia. Este día, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclama el carácter socialista de la Revolución en el sepelio de las victimas de los bombardeos perpetrados en la jornada anterior contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba.
 
Era mediodía y un mar de pueblo escoltaba el cortejo fúnebre. Al frente de la multitud, iba el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien se detuvo en la esquina de 23 y 12 del Vedado capitalino, para  despedir el duelo de los siete compañeros caídos.

El cortejo había salido del Rectorado de la Universidad de La Habana y fue seguido por una ola humana. Desde los balcones, las banderas cubanas, los rostros serios y las flores lanzadas al paso de los siete coches fúnebres impregnaban un aire solemne y dramático a la silenciosa marcha.

Durante aquella jornada la multitud congregada frente al cementerio de Colón Fidel Castro, patentiza, con los fusiles en alto, su decisión de defender la Patria, entonces afirmó: " (...)  lo que no pueden perdonarnos los imperialistas, es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”.

"Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución Socialista, en las propias narices de los Estados Unidos!".  Así, con este temperamento político, Fidel Castro proclamaba el carácter socialista de la Revolución Cubana y llamaba a la unidad del pueblo. Nacía la convicción ineludible de soberanía que hoy nos salva  y nos une frente a cada nueva agresión enemiga.

En otro momento de su significativo discurso, Fidel propuso un juramento de honor: (...) "Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros y de humildes, reafirmemos nuestra decisión de que, al igual que ellos pusieron su pecho a las balas y dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución; orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes, no vacilaremos en defenderla hasta la última gota de nuestra sangre…"

Aquel 16 de abril de 1961, los cubanos hicieron el compromiso de honor de defender hasta la última gota de sangre a la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes. Quedaba claro que la independencia  y el derecho a conquistar su propio destino, eran necesarios. Fidel reconocía que sólo la liberación social sería capaz de garantizar la emancipación nacional. A partir de ese momento y para rendir homenaje a todos los que lucharon por la causa revolucionaria, en esta fecha se conmemora el Día del Miliciano.

Fidel en Guantánamo: " A la contrarrevolución no podemos dejarla que triunfe"

El 3 de febrero de 1959, en el sitio por donde nació la Villa de Guantánamo, la ciudad del Guaso, en alusión a uno de los ríos que la cruzan, el pueblo guantanamero recibió al Comandante en Jefe Fidel Castro acompañado con su tropa victoriosa. Llegaba al otrora aeropuerto de Los Caños, hoy Mariana Grajales y desde allí, miles de guantanameros lo acompañaron durante el trayecto hasta el céntrico parque José Martí donde se haría el recibimiento oficial.

El Movimiento 26 de julio en Guantánamo, había citado a varias mujeres quienes dirigidas por la combatiente Margot Hernández Montes de Oca, recibirían al Comandante. Todo estaba preparado para la ocasión. En el Salón Árabe de la Sociedad Colonial Española, hoy Casa de Cultura Rubén López Sabariego, fue la bienvenida. En su interior, ocho combatientes de la Revolución sujetaban una bandera cubana gigante sobre la cual se despetalaron alrededor de 50 docenas de radiantes.

Había alegría. Las calles estaban tomadas de un lado y otro, los guantanameros no dejaban avanzar al jeep que ya se acercaba. El auto que conducía al líder, siguió por toda la céntrica calle Pedro Agustín Pérez, hasta la esquina de las arterias de Los Maceo y Bernabé Varona, para estacionarse frente a la otrora Escuela Profesional de Comercio, en el entorno del parque 24 de Febrero.

Centenares de hombres, mujeres, niños de la villa del Guaso, esperaban a su Comandante para reafirmar su apoyo irrestricto al proceso humanista y renovador que se gestaba en Cuba. El entusiasmo era indefinible. Por primera vez entraba a esta ciudad, a la primera trinchera antiimperialista de Cuba. Por primera vez, Fidel Castro Ruz hablaba para todos los guantanameros.

En la histórica jornada, el Comandante platicó sobre  el territorio que ocupa ilegalmente la base naval norteamericana en este territorio y dijo: “… Considero estúpido, que estén persiguiendo en la base naval a los obreros cubanos… y cuando los marinos vengan aquí, que vengan con orden; que se acabe el relajo de estar tocando en las casas decentes, porque no hay derecho a que estén por las calles …”

Otro momento de su intercambio con el pueblo fue para referirse al programa de inmediata aplicación por el Gobierno, que incluía la lucha contra la miseria, el desempleo, las enfermedades, analfabetismo, el desarrollo industrial, la cultura, el bienestar y la salud del pueblo, a la difícil situación del desempleo y los bajos salarios de los obreros.

También se refirió al problema de la prostitución y la explotación de los campesinos que no eran propietarios de tierra, entonces el líder revolucionario aseveró: “… se impone una serie de medidas revolucionarias, pero la primera de todas tiene que ser la Reforma Agraria, ¡la primera de todas tiene que ser y va a ser la Reforma Agraria! Después de la Reforma Agraria, irán todas las leyes revolucionarias que hagan falta …”.

“ No pararemos hasta que hayamos acabado con el último bohío. Todo irá parejo: la lucha contra la miseria, la lucha contra el desempleo, la lucha contra el latifundismo, la lucha por el desarrollo industrial, la lucha contra las enfermedades, la lucha contra el analfabetismo, la lucha por la cultura, la lucha por la democracia, el bienestar y la salud del pueblo”. Expuso Fidel Castro  ante su preocupación por las condiciones de vida de los pobladores en general.

El Comandante en Jefe acentuó también en la importancia de la participación de todo el pueblo en la defensa de la Patria y llamó a generalizar el conocimiento del uso de las armas si fuera necesario: “… A la contrarrevolución no podemos dejarla que triunfe. Tenemos que atrincherarnos y pelear aquí hasta el último hombre y hasta la última bala; por lo tanto, la Revolución hay que hacerla …

La visita de Fidel Castro Ruz a Guantánamo y el intercambio con su pueblo, devino fiesta popular en los alrededores del otrora parque 24 de febrero. Y allí, los guantanameros, quienes aportaron valiosas vidas a la lucha insurreccional contra el tirano Fulgencio Batista, aseveraron a su líder, que estas tierras mantendrían invictas las banderas de lucha y de combate, con el compromiso de mantenerse por siempre, más firmes que nunca.

1ro de enero de 1959: mañana de Victorias

Triunfo de la Revolucion en Cuba
Tras largos años de lucha quiso la casualidad que el triunfo de la Revolución Cubana tuviera lugar el Primero de enero de 1959. Ese día se abría una hermosa página en la historia de Cuba y de la humanidad. A partir de ese momento, el primer día del año, significaría para los cubanos, el advenimiento de una nueva vida.
 
Se materializaba entonces el nacimiento de Cuba libre. También se hacían realidad los sueños de justicia de quienes entregaron sus vidas a lo largo de más de 100 años de lucha, por obtener la verdadera independencia de la nación.
 
No es posible olvidar las intensas jornadas que le precedieron a aquel 1ro de enero. Se luchaba duro a lo largo del verde caimán y mientras en las ciudades con incorrompible valentía, los combatientes de la clandestinidad desafiaban la muerte, el Ejército Rebelde en las montañas, con aguerridos e infatigables combatientes, la lucha era sin descanso.
 
Con el triunfo del 1ro de enero, no sólo se defendía la integridad de la Patria, sino que se defendía con firmeza inconmovible la integridad de las ideas, de la dignidad del hombre, del derecho a vivir en un país socialista donde el principal protagonista es el pueblo.

Por primera vez un país latino hizo frente a la soberbia, la arrogancia y la prepotencia del gobierno de los Estados Unidos. Por primera vez  las medidas económicas y las acciones militares fueron paradas en seco. Por primera vez, un gobierno nació contra la voluntad soberana del Imperio y se ha fructificado ahí en sus propias narices. Entonces el desprecio se trocó en odio, el odio en agresión, la agresión en derrota y la derrota,  en respeto.

Somos felices en Cuba y sobran razones para ello. Los cubanos hoy somos dueños absolutos de nuestras riquezas naturales y recursos, los que podemos organizar, planificar y dirigir... Como cada año, estamos orgullosos de llegar a otro aniversario de Revolución, de revivir aquella mañana de Victorias, muestra de lo que significa la Revolución Cubana como paradigma inspirador para miles de países en el mundo.

En Santa Ifigenia, una piedra y un nombre grabado: Fidel ( FOTOS)

Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
 Debía una visita a Santiago de Cuba y fui. Al mediodía de este domingo, un grupo de periodistas de Guantánamo, entrábamos al cementerio Santa Ifigenia. Lo primero que  llamó nuestra atención fue la cantidad jóvenes, adultos y niños que llegaron de todos los rincones de Cuba a rendir tributo al Gigante, así como los extranjeros, que,  a su paso por la Isla,  no dejaron de visitar el sitio.

En el camposanto, están  José Martí, el inolvidable Frank País, Mariana Grajales, los mártires del ataque al Cuartel Moncada, la clandestinidad y las luchas internacionalistas, a pocos pasos de las tumbas de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria  y allá,  en el horizonte, las montañas de la Sierra Maestra custodian el espacio.

Es un lugar sagrado que estremece por su majestuosidad y va más allá de su belleza arquitectónica. Solo hay que entrar y caminar unos pasos para estar frente al  mausoleo: una piedra pulida, de granito y que proviene del yacimiento de Las Guásimas, al este de Santiago de Cuba. Es igual a las que se están en los márgenes del Río Cauto, solo que esta tiene algo especial: en el medio, en una hendidura cuadrada,  guarda la urna protegida por una placa donde está grabado un nombre: Fidel.

El lugar tiene otros detalles donde no faltan como  las palmas, símbolo de
cubanía y rebeldía. A la derecha de la inmensa roca, en una pared de
hormigón y esculpido en letras doradas, se lee el concepto de Revolución expresado por  nuestro  Fidel Castro y que los cubanos llevamos consigo como expresión de la voluntad de dar continuidad a sus ideas y a nuestro socialismo.

El momento es único, de esos que oprimen el pecho y te sacan las lágrimas, pero que engrandecen. Frente a la piedra, el silencio, los recuerdos y la foto, esa foto que todos queremos tener para guardarla por siempre. Hay solemnidad, compromiso, respeto, hay un indescriptible silencio que encierra tantas palabras y solo es roto por el aviso del cambio de guardia de los jóvenes del pelotón de ceremonia.

El Gigante está en Santa Ifigenia y con él,  millones de corazones cubanos que llevan consigo el  compromiso de seguir adelante.  Y como a otros muchos visitantes, no nos sorprende la ausencia de un  majestuoso monumento a su memoria, sino  el lujo de esa inmensa piedra pulida y en medio de ella, tu  nombre,  Fidel.

 Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
Cementerio Santa Ifigenia
Ceremonia  en el cementerio Santa Ifigenia

Guardia de honor en el Cementerio Santa Ifigenia
Guardia de honor en el Cementerio Santa Ifigenia
Guardia de honor en el Cementerio Santa Ifigenia
Guardia de honor en el Cementerio Santa Ifigenia
Conecpto de Revolución Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
Concepto de Revolución Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia

Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
 Visita al Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
 Visita al Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
 
Visitan Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
 Visita al Monumento a Fidel Castro en Santa Ifigenia
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