El 16 de abril, es la fecha que marca un hito en nuestra historia. Este día,
el Comandante en Jefe Fidel Castro proclama el carácter socialista de la
Revolución en el sepelio de las victimas de los bombardeos perpetrados en la
jornada anterior contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los
Baños y Santiago de Cuba.
Era mediodía y un mar de pueblo escoltaba el cortejo fúnebre. Al frente de
la multitud, iba el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien se detuvo en la
esquina de 23 y 12 del Vedado capitalino, para
despedir el duelo de los siete compañeros caídos.
El cortejo había salido del Rectorado de la Universidad de La Habana y fue
seguido por una ola humana. Desde los balcones, las banderas cubanas, los
rostros serios y las flores lanzadas al paso de los siete coches fúnebres
impregnaban un aire solemne y dramático a la silenciosa marcha.
Durante aquella jornada la multitud congregada frente al cementerio de Colón
Fidel Castro, patentiza, con los fusiles en alto, su decisión de defender la Patria,
entonces afirmó: " (...) lo que no pueden perdonarnos los
imperialistas, es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los
imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el
espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”.
"Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución Socialista, en las propias narices de los Estados Unidos!". Así, con este temperamento político, Fidel Castro proclamaba el carácter socialista de la Revolución Cubana y llamaba a la unidad del pueblo. Nacía la convicción ineludible de soberanía que hoy nos salva y nos une frente a cada nueva agresión enemiga.
"Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución Socialista, en las propias narices de los Estados Unidos!". Así, con este temperamento político, Fidel Castro proclamaba el carácter socialista de la Revolución Cubana y llamaba a la unidad del pueblo. Nacía la convicción ineludible de soberanía que hoy nos salva y nos une frente a cada nueva agresión enemiga.
En otro momento de su significativo discurso, Fidel propuso un juramento de
honor: (...) "Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; junto a
los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros y de humildes, reafirmemos
nuestra decisión de que, al igual que ellos pusieron su pecho a las balas y
dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros,
orgullosos de nuestra Revolución; orgullosos de defender esta Revolución de los
humildes, con los humildes y para los humildes, no vacilaremos en defenderla
hasta la última gota de nuestra sangre…"
Aquel 16 de abril de 1961, los cubanos hicieron el compromiso de honor de
defender hasta la última gota de sangre a la Revolución de los humildes, por
los humildes y para los humildes. Quedaba claro que la independencia y el derecho a conquistar su propio destino,
eran necesarios. Fidel reconocía que sólo la liberación social sería capaz de
garantizar la emancipación nacional. A partir de ese momento y para rendir
homenaje a todos los que lucharon por la causa revolucionaria, en esta
fecha se conmemora el Día del Miliciano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario