Reflexiones de Fidel Castro: La fruta que no cayó
Cuba se vio forzada a luchar por su existencia frente a una potencia expansionista, ubicada a pocas millas de sus costas, que proclamaba la anexión de nuestra isla, cuyo único destino era caer en su seno como fruta madura. Estábamos condenados a no existir como nación.
En la gloriosa legión de patriotas que durante la segunda mitad del siglo XIX luchó contra el aborrecible coloniaje impuesto por España a lo largo de 300 años, José Martí fue quien con más claridad percibió tan dramático destino. Así lo hizo constar en las últimas líneas que escribió cuando, víspera del rudo combate previsto contra una aguerrida y bien pertrechada columna española, declaró que el objetivo fundamental de sus luchas era: “… impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso.”
Sin comprender esta profunda verdad, hoy no se podría ser ni patriota, ni revolucionario.
Los medios de información masiva, el monopolio de muchos recursos técnicos, y los cuantiosos fondos destinados a engañar y embrutecer a las masas, constituyen sin duda obstáculos considerables, pero no invencibles.
Cuba demostró que —a partir de su condición de factoría colonial yanki, unida al analfabetismo y la pobreza generalizada de su pueblo—, era posible enfrentar al país que amenazaba con la absorción definitiva de la nación cubana. Nadie puede siquiera afirmar que existía una burguesía nacional opuesta al imperio, tan cercana a este se desarrolló que incluso poco después del triunfo envió catorce mil niños sin protección alguna a Estados Unidos, aunque tal acción estuvo asociada a la pérfida mentira de que sería suprimida la Patria Potestad, que la historia registró como operación Peter Pan y fue calificada como la mayor maniobra de manipulación de niños con fines políticos que se recuerde en el hemisferio occidental.
El territorio nacional fue invadido, apenas dos años después del triunfo revolucionario, por fuerzas mercenarias, —integradas por antiguos soldados batistianos e hijos de terratenientes y burgueses— armadas y escoltadas por Estados Unidos con buques de su flota naval, incluidos portaaviones con equipos listos para entrar en acción, que acompañaron a los invasores hasta nuestra isla. La derrota y la captura de casi la totalidad de los mercenarios en menos de 72 horas y la destrucción de sus aviones que operaban desde bases en Nicaragua y sus medios de transporte naval, constituyó una derrota humillante para el imperio y sus aliados latinoamericanos que subestimaron la capacidad de lucha del pueblo cubano.
La URSS frente a la interrupción del suministro de petróleo por parte de Estados Unidos, la ulterior suspensión total de la cuota histórica de azúcar en el mercado de ese país, y la prohibición del comercio creado a lo largo de más de cien años, respondió a cada una de esas medidas abasteciendo combustible, adquiriendo nuestra azúcar, comerciando con nuestro país y finalmente suministrando las armas que Cuba no podía adquirir en otros mercados.
La idea de una campaña sistemática de ataques piratas organizados por la CIA, los sabotajes y las acciones militares de bandas creadas y armadas por ellos, antes y después del ataque mercenario, que culminarían en una invasión militar de Estados Unidos en Cuba, dieron origen a los acontecimientos que pusieron al mundo al borde de una guerra nuclear total, de la que ninguna de sus partes y ni la propia humanidad habría podido sobrevivir.
Aquellos acontecimientos sin dudas costaron el cargo a Nikita Jruschov, que subestimó al adversario, desoyó criterios que les fueron informados y no consultó su decisión final con los que estábamos en la primera línea. Lo que pudo ser una importante victoria moral se convirtió así en un costoso revés político para la URSS. Durante muchos años las peores fechorías continuaron realizándose contra Cuba y no pocas, como su criminal bloqueo, se cometen todavía.
Jruschov tuvo gestos extraordinarios con nuestro país. En aquella ocasión critiqué sin vacilación el acuerdo inconsulto con Estados Unidos, pero sería ingrato e injusto dejar de reconocer su extraordinaria solidaridad en momentos difíciles y decisivos para nuestro pueblo en su histórica batalla por la independencia y la revolución frente al poderoso imperio de Estados Unidos. Comprendo que la situación era sumamente tensa y él no deseaba perder un minuto cuando tomó la decisión de retirar los proyectiles y los yankis se comprometieron, muy secretamente, a renunciar a la invasión.
A pesar de las décadas transcurridas que suman ya medio siglo, la fruta cubana no ha caído en manos yankis.
Las noticias que en la actualidad llegan de España, Francia, Iraq, Afganistán, Pakistán, Irán, Siria, Inglaterra, las Malvinas y otros numerosos puntos del planeta, son serias, y todas auguran un desastre político y económico por la insensatez de Estados Unidos y sus aliados.
Me limitaré a unos pocos temas. Debo señalar según cuentan todos, que la selección de un candidato republicano para aspirar a la presidencia de ese globalizado y abarcador imperio, es a su vez, —lo digo en serio— la mayor competencia de idioteces e ignorancia que se ha escuchado nunca. Como tengo cosas que hacer, no puedo dedicarle tiempo al asunto. De sobra sabía que sería así.
Ilustran más algunos despachos cablegráficos que deseo analizar, porque muestran el increíble cinismo que genera la decadencia de Occidente. Uno de ellos, con pasmosa tranquilidad, habla de un preso político cubano que, según se afirma, murió tras huelga de hambre que duró 50 días. Un periodista de Granma, Juventud Rebelde, noticiero radial, o cualquier otro órgano revolucionario, se puede equivocar en cualquier apreciación sobre cualquier tema, pero jamás fabrica una noticia o inventa una mentira.
En la nota de Granma se afirma que no hubo tal huelga de hambre; era un recluido por delito común, sancionado a 4 años por agresión que provocó lesiones en el rostro a su esposa; que la propia suegra solicitó la intervención de las autoridades; los familiares más allegados estuvieron al tanto de todos los procedimientos que se emplearon en su atención médica y estaban agradecidos por el esfuerzo de los especialistas médicos que lo atendieron. Fue asistido, afirma la nota, en el mejor hospital de la región oriental como se hace con todos los ciudadanos. Había muerto a causa de fallo multi-orgánico secundario asociado a un proceso respiratorio séptico severo.
El paciente había recibido todas las atenciones que se aplican en un país que posee uno de los mejores servicios médicos del mundo, los cuales se brindan gratuitamente, a pesar del bloqueo impuesto por el imperialismo a nuestra Patria. Es sencillamente un deber que se cumple en un país donde la Revolución tiene el orgullo de haber respetado siempre, durante más de 50 años, los principios que le dieron su invencible fuerza.
Más valdría realmente que el Gobierno español, dadas sus excelentes relaciones con Washington, viaje a Estados Unidos y se informe de lo que ocurre en las cárceles yankis, la conducta despiadada que aplica a los millones de presos, la política que se practica con la silla eléctrica y los horrores que se cometen con los detenidos en las cárceles y los que protestan en las calles.
Ayer lunes 23 de enero, un duro editorial de Granma titulado “Las verdades de Cuba” en una página completa de ese órgano explicó detalladamente la insólita desvergüenza de la campaña mentirosa desatada contra nuestra Revolución por algunos gobiernos “tradicionalmente comprometidos con la subversión contra Cuba”.
Nuestro pueblo conoce bien las normas que han regido la conducta intachable de nuestra Revolución desde el primer combate y jamás mancillada a lo largo de más de medio siglo. Sabe también que no podrá ser jamás presionado ni chantajeado por los enemigos. Nuestras leyes y normas se cumplirán indefectiblemente.
Es bueno señalarlo con toda claridad y franqueza. El Gobierno español y la destartalada Unión Europea, sumida en una profunda crisis económica, deben saber a qué atenerse. Produce lástima leer en agencias de noticias las declaraciones de ambas cuando utilizan sus descaradas mentiras para atacar a Cuba. Ocúpense primero de salvar el euro si pueden, resuelvan el desempleo crónico que en número creciente padecen los jóvenes, y respondan a los indignados sobre los cuales la policía arremete y golpea constantemente.
No ignoramos que ahora en España gobiernan los admiradores de Franco, quien envió a miembros de la División Azul junto a las SS y las SA nazis para matar soviéticos. Casi 50 mil de ellos participaron en la cruenta agresión. En la operación más cruel y dolorosa de aquella guerra: el cerco de Leningrado, donde murieron un millón de ciudadanos rusos, la División Azul formó parte de las fuerzas que trataron de estrangular a la heroica ciudad. El pueblo ruso no perdonará nunca aquel horrendo crimen.
La derecha fascista de Aznar, Rajoy y otros servidores del imperio, debe conocer algo de las 16 mil bajas que tuvieron sus antecesores de la División Azul y las Cruces de Hierro con las que Hitler premió a los oficiales y soldados de esa división. Nada tiene de extraño lo que hace hoy la policía gestapo con los hombres y mujeres que demandan el derecho al trabajo y al pan en el país con más desempleo de Europa.
¿Por qué mienten tan descaradamente los medios de información masiva del imperio?
Los que manejan esos medios, se empeñan en engañar y embrutecer al mundo con sus groseras mentiras, pensando quizás que constituye el recurso principal para mantener el sistema global de dominación y saqueo impuesto, y de modo particular a las víctimas cercanas a la sede de la metrópolis, los casi seiscientos millones de latinoamericanos y caribeños que viven en este hemisferio.
La república hermana de Venezuela se ha convertido en el objetivo fundamental de esa política. La razón es obvia. Sin Venezuela, el imperio habría impuesto el Tratado de Libre Comercio a todos los pueblos del continente que lo habitan desde el Sur de Estados Unidos, donde se encuentran las mayores reservas de tierra, agua dulce y minerales del planeta, así como grandes recursos energéticos que, administrados con espíritu solidario hacia los demás pueblos del mundo, constituyen recursos que no pueden ni deben caer en manos de las transnacionales que le imponen un sistema suicida e infame.
Basta, por ejemplo, mirar el mapa para comprender el criminal despojo que significó para Argentina arrebatarle un pedazo de su territorio en el extremo sur del continente. Allí emplearon los británicos su decadente aparato militar para asesinar bisoños reclutas argentinos vestidos con ropas de verano cuando ya estaban en pleno invierno. Estados Unidos y su aliado Augusto Pinochet le dieron a Inglaterra un desvergonzado apoyo. Ahora, en víspera de las Olimpiadas de Londres, su Primer Ministro David Cameron también proclama, como ya lo hizo Margaret Thatcher, su derecho a usar los submarinos nucleares para matar argentinos. El gobierno de ese país desconoce que el mundo está cambiando, y el desprecio de nuestro hemisferio y de la mayoría de los pueblos hacia los opresores se incrementa cada día.
El caso de las Malvinas no es único. ¿Conoce acaso alguien cómo terminará el conflicto en Afganistán? Hace muy pocos días soldados norteamericanos ultrajaban los cadáveres de combatientes afganos, asesinados por los bombarderos sin pilotos de la OTAN.
Hace tres días una agencia europea publicó que “el presidente afgano Hamid Karzai, dio su aval a un negociado de paz con los talibanes, subrayando que esta cuestión debe ser resuelta por los ciudadanos de su país”, luego añadió: “…el proceso de paz y reconciliación pertenece a la nación afgana y ningún país u organización extranjera puede sacarles a los afganos este derecho.”
Por su parte, un despacho publicado por nuestra prensa comunicaba desde París que “Francia suspendió hoy todas sus operaciones de formación y ayuda al combate en Afganistán y amenazó con anticipar el retiro de sus tropas, luego de que un soldado afgano ultimara a cuatro militares franceses en el valle Taghab, de la provincia de Kapisa […] Sarkozy dio instrucciones al Ministro de Defensa Gérard Longuet para trasladarse inmediatamente a Kabul, y avizoró la posibilidad de un retiro anticipado del contingente.”
Desaparecida la URSS y el Campo Socialista, el Gobierno de Estados Unidos concebía que Cuba no podía sostenerse. George W. Bush tenía ya preparado un gobierno contrarrevolucionario para presidir nuestro país. El mismo día que Bush inició su criminal guerra contra Iraq, solicité a las autoridades de nuestro país el cese de la tolerancia que se aplicaba a los cabecillas contrarrevolucionarios que en esos días demandaban histéricamente la invasión a Cuba. En realidad, su actitud constituía un acto de traición a la Patria.
Bush y sus estupideces imperaron durante 8 años y la Revolución Cubana ha perdurado ya más de medio siglo. La fruta madura no ha caído en el seno del imperio. Cuba no será una fuerza más con la que el imperio se extienda sobre los pueblos de América. La sangre de Martí no se habrá derramado en vano.
Mañana publicaré otra Reflexión que complementa esta.
Fidel Castro Ruz
Enero 24 de 2012
7 y 12 p.m.
Reseñando la neumonía severa y la terapia intensiva
Sala de Terapia Intensiva del Hospital Saturnino Lora, Santiago de Cuba. Foto: TeVeo
Por: Norelys Morales Aguilera
El gobierno de Estados Unidos, impidió a un grupo de médicos intensivistas norteamericanos participar en un congreso científico en Cuba, en abril del 2010, según denunció el vicepresidente de la Sociedad Norteamericana de Tórax, Nicholas S. Hill.
“Muchos médicos de mi país deseaban venir a Cuba y no pudieron por las trabas que pone el gobierno al intercambio científico entre colegas”, dijo Hill en esa oportunidad.
“No tiene sentido prohibir un intercambio que no daña a nadie” y “beneficia a ambas naciones”, añadió Hill, especialista del hospital Rhode Island de Boston, que participaba en la ciudad de Santa Clara -300 km al este de La Habana- en un Simposio Internacional.
Lo que saben los médicos estadounidenses rebasa a la “misericordiosa” administración Obama atada a condicionamientos ideológicos de complacencia y compromiso con la derecha y mafiosos cubanoamericanos, más pandilleros que cubanos.
Por encima de cualquier carencia la Isla formó en sus profesionales de la salud, médicos o paramédicos saberes inocultables.
Recientemente me encontré con la bloguera uruguaya Martha Lidia Ferreira en Brasil. Ella contaba a un grupo de brasileños que estuvo en Cuba durante el período especial y los cubanos lograron dar con su dolencia y la cura. Destacaba el profesionalismo y cariño al paciente.
A su regreso a Uruguay una doctora amiga quiso ver toda su historia clínica. Puso sobre la cama todas las pruebas realizadas en Argentina, Uruguay y Cuba. No dijo de dónde eran los análisis ni los diagnósticos. La doctora concentradamente revisó los papeles. Después de analizarlos, la doctora dijo: “Aquí está la verdad de tu dolencia”. Eran los papelitos de los médicos cubanos, escritos a mano y en recortes de papel reutilizados.
Preguntada la Doctora cubana Raisa Rodríguez Antelo, especialista de Primer Grado en Neumología sobre la empatía lograda como regla por el médico cubano, ella daba una clave: “Nos formamos en el humanismo. Estamos para salvar vidas. Ante un paciente no se pregunta quién es, ni creencias ni condiciones sociales, o quién lo trajo… En las guardias muchas veces me enfrento al paciente grave y sufro con él y su familia. La muerte entre mis manos no es una opción. Lucho por la vida”.
NEUMONÍA SEVERA
Sobre las neumologías severas la doctora Rodríguez Antelo precisó que son graves y podrían llevar al enfermo a la disfunción respiratoria y al shock séptico. El paciente fumador tiene las defensas respiratorias fallidas y no se defiende adecuadamente frente a una infección.
Por su parte, la Doctora Roselia Bustamante Rojas, ha indicado que “el hábito de fumar puede causar destrucción de la anatomía respiratoria y facilitar la entrada de gérmenes virulentos.”
La neumonía es una enfermedad infecciosa del sistema respiratorio que consiste en una inflamación del pulmón y afecta a personas de todas las edades, y puede ser severa.
En el mundo, la neumonía ocupa el tercer puesto en el ranking de las causas de mortalidad adulta. En la Argentina se sitúa en el sexto lugar y Estados Unidos en el séptimo , mientras en Cuba es la cuarta.
LOS INTENSIVISTAS
Hasta un 25% de los casos necesitan internación y de los que se hospitalizan, el 10% requiere terapia intensiva. Algo que también se verifica en Cuba.
El texto “Terapia Intensiva” aporta abundante información sobre el trabajo de los intensivistas en Cuba, su historia y desarrollo. Contiene generalidades en torno al cuidado del enfermo en estado crítico, sin descartar las lesiones y la muerte cerebral, la importancia de la imagenología (rayos X y el resto de las modalidades contemporáneas), el tratamiento de las urgencias respiratorias o la manera de abordar las cardiovasculares, las neurológicas, hematológicas y las sepsis o infecciones, entre otras.
Su autor principal es el Doctor Armando Caballero López, Especialista de 2do. Grado en Anestesiología y Reanimación, y en Medicina Intensiva y Emergencias. Profesor Auxiliar de Anestesiología y Reanimación, y de Medicina Intensiva del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara. Asistente Extranjero de los hospitales de París en Reanimación Médica.
Caballero López ha relatado en un artículo: “He estado en otros países donde los médicos cubanos prestan colaboración y me he quedado sorprendido al ver la enorme cantidad de médicos que se presentan o son conocidos como Intensivistas, eso mismo ocurre en nuestro país, donde ya esta especialidad es una de las 10 más grandes del país”.
Cuando el Dr. Caballero, recibió el Gran Premio anual de la Salud en Cuba, por el libro mencionado afirmó que “jamás se puede concebir la salvación de una vida en solitario.”
Si algo tiene también la medicina cubana es el afán de compartir conocimientos, empezando por la Isla. De Oriente a Occidente el acceso al conocimiento y los saberes está garantizado.
Eso también lo saben los intensivistas norteamericanos que fueron privados por su gobierno de compartir con los cubanos. Mal que les pese, a los “embargadores”, el afán por conocer “el milagro cubano” no será bloqueado.
Por: Norelys Morales Aguilera
El gobierno de Estados Unidos, impidió a un grupo de médicos intensivistas norteamericanos participar en un congreso científico en Cuba, en abril del 2010, según denunció el vicepresidente de la Sociedad Norteamericana de Tórax, Nicholas S. Hill.
“Muchos médicos de mi país deseaban venir a Cuba y no pudieron por las trabas que pone el gobierno al intercambio científico entre colegas”, dijo Hill en esa oportunidad.
“No tiene sentido prohibir un intercambio que no daña a nadie” y “beneficia a ambas naciones”, añadió Hill, especialista del hospital Rhode Island de Boston, que participaba en la ciudad de Santa Clara -300 km al este de La Habana- en un Simposio Internacional.
Lo que saben los médicos estadounidenses rebasa a la “misericordiosa” administración Obama atada a condicionamientos ideológicos de complacencia y compromiso con la derecha y mafiosos cubanoamericanos, más pandilleros que cubanos.
Por encima de cualquier carencia la Isla formó en sus profesionales de la salud, médicos o paramédicos saberes inocultables.
Recientemente me encontré con la bloguera uruguaya Martha Lidia Ferreira en Brasil. Ella contaba a un grupo de brasileños que estuvo en Cuba durante el período especial y los cubanos lograron dar con su dolencia y la cura. Destacaba el profesionalismo y cariño al paciente.
A su regreso a Uruguay una doctora amiga quiso ver toda su historia clínica. Puso sobre la cama todas las pruebas realizadas en Argentina, Uruguay y Cuba. No dijo de dónde eran los análisis ni los diagnósticos. La doctora concentradamente revisó los papeles. Después de analizarlos, la doctora dijo: “Aquí está la verdad de tu dolencia”. Eran los papelitos de los médicos cubanos, escritos a mano y en recortes de papel reutilizados.
Preguntada la Doctora cubana Raisa Rodríguez Antelo, especialista de Primer Grado en Neumología sobre la empatía lograda como regla por el médico cubano, ella daba una clave: “Nos formamos en el humanismo. Estamos para salvar vidas. Ante un paciente no se pregunta quién es, ni creencias ni condiciones sociales, o quién lo trajo… En las guardias muchas veces me enfrento al paciente grave y sufro con él y su familia. La muerte entre mis manos no es una opción. Lucho por la vida”.
NEUMONÍA SEVERA
Sobre las neumologías severas la doctora Rodríguez Antelo precisó que son graves y podrían llevar al enfermo a la disfunción respiratoria y al shock séptico. El paciente fumador tiene las defensas respiratorias fallidas y no se defiende adecuadamente frente a una infección.
Por su parte, la Doctora Roselia Bustamante Rojas, ha indicado que “el hábito de fumar puede causar destrucción de la anatomía respiratoria y facilitar la entrada de gérmenes virulentos.”
La neumonía es una enfermedad infecciosa del sistema respiratorio que consiste en una inflamación del pulmón y afecta a personas de todas las edades, y puede ser severa.
En el mundo, la neumonía ocupa el tercer puesto en el ranking de las causas de mortalidad adulta. En la Argentina se sitúa en el sexto lugar y Estados Unidos en el séptimo , mientras en Cuba es la cuarta.
LOS INTENSIVISTAS
Hasta un 25% de los casos necesitan internación y de los que se hospitalizan, el 10% requiere terapia intensiva. Algo que también se verifica en Cuba.
El texto “Terapia Intensiva” aporta abundante información sobre el trabajo de los intensivistas en Cuba, su historia y desarrollo. Contiene generalidades en torno al cuidado del enfermo en estado crítico, sin descartar las lesiones y la muerte cerebral, la importancia de la imagenología (rayos X y el resto de las modalidades contemporáneas), el tratamiento de las urgencias respiratorias o la manera de abordar las cardiovasculares, las neurológicas, hematológicas y las sepsis o infecciones, entre otras.
Su autor principal es el Doctor Armando Caballero López, Especialista de 2do. Grado en Anestesiología y Reanimación, y en Medicina Intensiva y Emergencias. Profesor Auxiliar de Anestesiología y Reanimación, y de Medicina Intensiva del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara. Asistente Extranjero de los hospitales de París en Reanimación Médica.
Caballero López ha relatado en un artículo: “He estado en otros países donde los médicos cubanos prestan colaboración y me he quedado sorprendido al ver la enorme cantidad de médicos que se presentan o son conocidos como Intensivistas, eso mismo ocurre en nuestro país, donde ya esta especialidad es una de las 10 más grandes del país”.
Cuando el Dr. Caballero, recibió el Gran Premio anual de la Salud en Cuba, por el libro mencionado afirmó que “jamás se puede concebir la salvación de una vida en solitario.”
Si algo tiene también la medicina cubana es el afán de compartir conocimientos, empezando por la Isla. De Oriente a Occidente el acceso al conocimiento y los saberes está garantizado.
Eso también lo saben los intensivistas norteamericanos que fueron privados por su gobierno de compartir con los cubanos. Mal que les pese, a los “embargadores”, el afán por conocer “el milagro cubano” no será bloqueado.
Vividores y terroristas. La "familia" se reúne en Miami
Reina LuisaTamayo vuelve a posar con Posada. En la foto ( de izquierda a derecha Luis Conte Agüero, el terrorista Posada Carriles y la Dama de Blanco Reina Luisa Tamayo.
Por M. H. Lagarde
Leer: Editorial del diario Granma “Las verdades de Cuba”
Históricamente la llamada disidencia cubana y la delincuencia del patio han estado estrechamente relacionadas. La razón es bien sencilla. Los "opositores" cubanos no son para decirlo de algún modo, endémicos, sino algo exportado, puro invento del gobierno de Estados Unidos.
Desde el triunfo mismo de la Revolución cubana, sucesivas administraciones de Washington se han ocupado de crear dentro de la Isla una quinta columna que le sirva de vocero, sobre todo ante la opinión pública internacional, a los intereses imperiales en Cuba. Para lograr tal empeño se han gastado cientos de millones de dólares que, la mayoría de las veces, han servido de incentivo a vividores oportunistas, en muchas ocasiones, con probados antecedentes penales que nada tienen que ver con la política.
A la izquierda de la foto, el asesino de Barbados y la madre de Orlando Zapata Tamayo, Dama de Blanco.
Nada soprendente resulta entonces que esa delincuencia cubana se encuentre entre sus iguales al asociarse con la mafia terrorista de Miami, como ilustran las imágenes de arriba, donde la madre de Orlando Zapata Tamayo, otro delincuente convertido en agente de una potencia extranjera por obra y gracia de las campañas mediáticas, aparece posando en las fotos junto al asesino de Barbados Posada Carriles durante un convite del llamado Partido Ortodoxo Cubano.
Esa mafia terrorista es la que funge muchas veces como "familiares" de los vividores y es a través de ella que el gobierno de EEUU. le hace llegar el dinero a los llamados "disidentes", recuérdese el caso del cómplice de Posada, Santiago Álvarez quien proveía de dólares a las Damas de Blanco.
El papel del gobierno en todo esto, si bien durante décadas se mantuvo encubierto, ahora se hace cada vez más cínico. En las fotos de la reunión de la ortodoxia terrorista de Miami, junto a Posada y Reina Luisa Tamayo, aparece el congresista David Rivera, otro de los defensores reconocidos del Ben Laden de América.
Micrófono en mano, el Congresista, varias veces acusado de corrupción, David Rivera, junto a la Dama de Blanco Reina Luisa Tamayo.
La nota que acompaña a las fotos, publicada en el periodiquillo de Miami La Voz de la Calle, asegura: "El martirio de estos y otros muchos héroes (léase mercenarios) lo han reconocido el Presidente y la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, los senadores federales Marco Rubio, Robert Menéndez y Bill Nelson y los congresistas David Rivera, Mario Díaz Balart, Alvio Sire e Ileana Ros-Lehtinen, Presidenta de Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes".
Como si fuera poco, hace solo unos días, a propósito de la muerte de otro preso común al que ahora los buitres del imperio pretenden convertir también en mártir, el presidente de Estados Unidos Barack Obama, declaró públicamente que su gobierno le seguirá enviando dinero de "ayuda" a los llamados "opositores" y sus familiares.
Por M. H. Lagarde
Leer: Editorial del diario Granma “Las verdades de Cuba”
Históricamente la llamada disidencia cubana y la delincuencia del patio han estado estrechamente relacionadas. La razón es bien sencilla. Los "opositores" cubanos no son para decirlo de algún modo, endémicos, sino algo exportado, puro invento del gobierno de Estados Unidos.
Desde el triunfo mismo de la Revolución cubana, sucesivas administraciones de Washington se han ocupado de crear dentro de la Isla una quinta columna que le sirva de vocero, sobre todo ante la opinión pública internacional, a los intereses imperiales en Cuba. Para lograr tal empeño se han gastado cientos de millones de dólares que, la mayoría de las veces, han servido de incentivo a vividores oportunistas, en muchas ocasiones, con probados antecedentes penales que nada tienen que ver con la política.
A la izquierda de la foto, el asesino de Barbados y la madre de Orlando Zapata Tamayo, Dama de Blanco.
Nada soprendente resulta entonces que esa delincuencia cubana se encuentre entre sus iguales al asociarse con la mafia terrorista de Miami, como ilustran las imágenes de arriba, donde la madre de Orlando Zapata Tamayo, otro delincuente convertido en agente de una potencia extranjera por obra y gracia de las campañas mediáticas, aparece posando en las fotos junto al asesino de Barbados Posada Carriles durante un convite del llamado Partido Ortodoxo Cubano.
Esa mafia terrorista es la que funge muchas veces como "familiares" de los vividores y es a través de ella que el gobierno de EEUU. le hace llegar el dinero a los llamados "disidentes", recuérdese el caso del cómplice de Posada, Santiago Álvarez quien proveía de dólares a las Damas de Blanco.
El papel del gobierno en todo esto, si bien durante décadas se mantuvo encubierto, ahora se hace cada vez más cínico. En las fotos de la reunión de la ortodoxia terrorista de Miami, junto a Posada y Reina Luisa Tamayo, aparece el congresista David Rivera, otro de los defensores reconocidos del Ben Laden de América.
Micrófono en mano, el Congresista, varias veces acusado de corrupción, David Rivera, junto a la Dama de Blanco Reina Luisa Tamayo.
La nota que acompaña a las fotos, publicada en el periodiquillo de Miami La Voz de la Calle, asegura: "El martirio de estos y otros muchos héroes (léase mercenarios) lo han reconocido el Presidente y la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, los senadores federales Marco Rubio, Robert Menéndez y Bill Nelson y los congresistas David Rivera, Mario Díaz Balart, Alvio Sire e Ileana Ros-Lehtinen, Presidenta de Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes".
Como si fuera poco, hace solo unos días, a propósito de la muerte de otro preso común al que ahora los buitres del imperio pretenden convertir también en mártir, el presidente de Estados Unidos Barack Obama, declaró públicamente que su gobierno le seguirá enviando dinero de "ayuda" a los llamados "opositores" y sus familiares.
Editorial del diario Granma “Las verdades de Cuba”
En los últimos días, medios de prensa y representantes de algunos gobiernos tradicionalmente comprometidos con la subversión contra Cuba han desatado una nueva campaña de acusaciones, aprovechando inescrupulosamente un hecho lamentable: el fallecimiento de un preso común, que quizás solo en el caso de Cuba, se convierte en noticia de repercusión internacional.
El método utilizado es el mismo de siempre, que pretende imponerse infructuosamente, a golpe de repetición, para satanizar a Cuba, en este caso, a partir de la deliberada manipulación de un acontecimiento totalmente inusual en nuestro país, a diferencia de otros.
El denominado “preso político” cumplía una sanción de privación de libertad de 4 años, tras un proceso justo durante el cual estuvo en libertad y de un juicio conforme a derecho, por haber golpeado brutalmente y en público a su esposa, agredir a los policías y resistirse violentamente a la detención.
Esta persona murió a causa de un fallo multiorgánico asociado a un proceso respiratorio séptico severo, a pesar de haber recibido toda la atención médica necesaria, incluidos los medicamentos y el tratamiento especializado, en la sala de cuidados intensivos del principal centro hospitalario de Santiago de Cuba.
¿Por qué algunas autoridades españolas y de la Unión Europea se apresuraron a condenar a Cuba sin intentar siquiera informarse sobre el tema? ¿Por qué usan, siempre y de antemano, la mentira cuando de Cuba se trata? ¿Por qué, además de mentir, censuran la verdad? ¿Por qué a la voz y la verdad de Cuba se le niega, sin ningún disimulo, el más mínimo espacio en los medios de comunicación internacional?
Se actúa con gran cinismo y doble rasero. ¿Qué calificativo le darían ellos a la brutalidad policial puesta de manifiesto en España y en la mayor parte de la “culta y civilizada Europa”, muy recientemente, contra el movimiento de los “indignados”?
¿Quién se ha preocupado por la dramática situación de hacinamiento en las cárceles españolas que albergan a una población penal inmigrante muy alta, que sobrepasa el 35 % del total de reclusos en el país, según el último informe disponible del sindicato de prisiones ACAIP, fechado el 3 de abril del 2010? ¿Quién se ha preocupado por investigar el fallecimiento en julio del 2011, en el centro penitenciario de Teruel, en España, de Tohuami Hamdaoui, un preso común de origen marroquí, que perdió la vida tras una huelga de hambre voluntaria que duró varios meses? ¿Quién ha referido que el recluso se había declarado inocente?
¿Acaso ha perdido la memoria y la noción de la realidad el vocero chileno que nos calumnia cuando afirma que el difunto era un disidente político que se mantuvo 50 días en huelga de hambre? Debe conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los militares golpistas de Pinochet que masacraron a su pueblo y extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur mediante el “Plan Cóndor”, pero no se le conocen declaraciones sobre la brutal represión contra los estudiantes que se manifiestan pacíficamente en defensa del derecho humano a la educación universal y gratuita. ¿Será de los que quisieron rebautizar en los libros escolares a la dictadura como régimen militar? ¿Habrá dicho algo sobre la represiva y arbitraria Ley Antiterrorista que se aplica a los mapuches de la huelga de hambre?
No podía faltar en esta campaña el gobierno de Estados Unidos, principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba, con el único propósito de justificar su política de hostilidad, subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el pueblo cubano.
Impresiona la hipocresía de los voceros de Estados Unidos, país que ostenta un pobre récord en materia de derechos humanos, tanto dentro de su territorio como en el mundo. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha reconocido que en ese país ocurren a diario graves violaciones en materia de los derechos de la mujer, la trata de personas, la discriminación racial y contra minorías étnicas, las condiciones inhumanas en las prisiones, el desamparo de los reclusos, un patrón racial diferenciado y los frecuentes errores judiciales en la imposición de la pena de muerte, la ejecución de menores y enfermos mentales, los abusos del sistema de detención migratorio, las muertes en la militarizada frontera sur, los actos atroces contra la dignidad humana y los asesinatos de víctimas inocentes de la población civil por parte de efectivos del ejército estadounidense en Iraq, Afganistán, Paquistán y otros países, y las detenciones arbitrarias y torturas perpetuadas en el ilegal centro de detención de la Base Naval de Guantánamo que usurpa nuestro territorio.
Apenas se conoce en el mundo que en noviembre del 2011, en los Estados Unidos, tres personas murieron en medio de una huelga de hambre masiva de prisioneros en California. Según los testimonios de los presos alojados en las celdas contiguas, los guardias no les ofrecieron ninguna asistencia, e incluso deliberadamente ignoraron sus gritos de auxilio, a diferencia de su abusiva práctica de someter a los huelguistas a alimentación forzada.
Semanas antes, había sido ejecutado el afroamericano Troy Davis a pesar de la copiosa evidencia que demostraba el error judicial sin que la Casa Blanca ni el Departamento de Estado hicieran nada.
En los Estados Unidos, 90 prisioneros han sido ejecutados desde enero del 2010 hasta la actualidad, mientras que otros 3 222 reos esperan su ejecución en el corredor de la muerte. Su gobierno reprime asiduamente con brutalidad a quienes se atreven a denunciar la injusticia del sistema.
Este nuevo ataque contra nuestro país tiene una franca intención política que nada tiene que ver con una legítima preocupación por la vida de las cubanas y cubanos. Se fustiga con la complicidad de emporios financiero-mediáticos como el Grupo Prisa y el que administra la CNN en Español, en el mejor estilo de las mafias de Miami. Se acusa de manera irracional al gobierno de Cuba, al que se culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los hechos. Se condena primero y se juzga, si acaso, después.
Es visible en este caso que ni las autoridades que se han referido con inmediatez y torpeza a este hecho, ni el aparato al servicio de la agresión mediática contra Cuba, se tomaron siquiera el trabajo de confirmar la información. Poco importa la verdad si lo que se pretende es fabricar artificialmente y vender una imagen falsa de supuestas violaciones flagrantes y sistemáticas de las libertades en Cuba que algún día justifique una intervención con el fin de “proteger a cubanos civiles indefensos”.
Resulta evidente la intención de imponer una matriz de opinión diabólica, encaminada a mostrar un deterioro sensible de la situación de derechos humanos en Cuba, construir una supuesta “oposición victimizada que muere en las cárceles”, donde incluso se le niega el acceso a los servicios de salud.
El mundo entero conoce la vocación humanista de nuestros médicos y personal de la salud, que no escatima esfuerzos ni los escasos recursos con que cuenta el país -en gran medida debido al criminal bloqueo que sufre nuestro pueblo desde hace más de 50 años- para salvar vidas y mejorar el estado de salud de su pueblo y de muchos otros en todos los confines de la Tierra.
Cuba cuenta con el respeto y la admiración de los pueblos y de muchos gobiernos que reconocen su obra social en la isla y en el mundo.
Los hechos hablan más que las palabras. Las campañas anticubanas no harán mella en la Revolución cubana ni en su pueblo, que continuará perfeccionando su socialismo.
La verdad de Cuba es la del país donde el ser humano es lo más valioso: una esperanza de vida al nacer de 77.9 años como promedio; una cobertura de salud gratuita para todo su pueblo; un índice de mortalidad infantil de 4.9 por cada mil nacidos vivos, cifra que supera los estándares norteamericanos y es la más baja en el continente, ligeramente inferior que la de Canadá; toda una población alfabetizada y con pleno acceso a todos los niveles de educación de manera gratuita; un 96% de participación en las elecciones generales del 2008, un proceso democrático de discusión de los lineamientos económicos y sociales, previo al VI Congreso del Partido.
La verdad de Cuba es la del país que ha llevado sus universidades y escuelas a los centros penitenciarios, en los que los reclusos fueron oportuna e imparcialmente juzgados, reciben salario igual por su trabajo y disponen de elevados niveles de atención médica sin distinción de raza, sexo, credo ni origen social.
Quedará otra vez demostrado que la mentira, por muchas veces que se la repita, no necesariamente se convierte en verdad, porque “un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”.
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