Cada tercer domingo de
julio se celebra en Cuba el Día de los niños, momento para reflexionar en lo
que significa esta fecha para quienes tienen la alegría de vivir en un país que
garantiza a los pequeños, los derechos más elementales desde su nacimiento.
En la provincia de Guantánamo los
escenarios que protagonizarán la fiesta para los que saben querer, serán las
comunidades y los Consejos Populares. Las instituciones de Cultura, Deporte,
Comercio y Gastronomía, también garantizarán que el disfrute sea tan grande
como el cariño, energía y júbilo que representan nuestros pequeños.
Desde las 9 de la mañana comenzarán
las actividades esencialmente en los parques infantiles y las áreas de verano
de todo los municipios guantanameros. Mientras, en la cabecera provincial, los
chicos se concentrarán en la céntrica calle Los Maceo, la Plaza Polifuncional
Pedro Agustín Pérez, y los parques infantiles 24 de Febrero y La Edad de Oro,
donde habrá fiestas de disfraces, venta de libros además de las ricas golosinas
que junto a los juegos infantiles harán de esta jornada deleite y felicidad.
La Ludoteca infantil Ismaelillo,
abrirá sus puertas para el disfrute de los que al decir de José Martí son
"el tesoro más preciado". Otros de los espacios que han diseñado la
estrategia para colmar de felicidad a quienes viven un mundo donde existe la
belleza y la ternura, son la Casa de la Trova Benito Odio, el Piano-bar Cerca
de ti, el cine Huambo, y el Club - karaoke Corazonero, todos de buena
aceptación en el público infantil.
Para el horario de la tarde en la
Concha del parque José Martí, el coro Minivoces acompañado de la Banda de Conciertos de Guantánamo, deleitará a los
niños y niñas con un concierto de música infantil, juegos de participación y
otras sorpresas para quienes jamás dejarán de mostrar en sus rostros esa linda
sonrisa.
Constante ha sido el pensamiento y
la voluntad de Cuba y de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro respecto los
niños y niñas desde la etapa perinatal. Y es que a ellos no sólo se les
garantiza la salud y la alimentación, sino además educación, seguridad y la
felicidad que les produce ser como decía José Martí: “ El tesoro más valioso”.