Antes del triunfo revolucionario de enero de 1959, el
desamparo frente al apetito de latifundistas era uno de los mayores males
sufridos por los agricultores pequeños cubanos. Por ello, la posibilidad del
desalojo por vías ilegales o la fuerza, se evidenciaron en las luchas campesinas del Realengo 18 en Guantánamo y trajeron consigo
un movimiento más fuerte en defensa de
la tierra en toda Cuba, a raíz del
fracaso de la tiranía de Gerardo Machado.
En Guantánamo se erigía entonces un
nuevo escenario de combate: El Vínculo, que, para desdicha de los habitantes del
lugar, los terrenos colindantes eran ocupados por la Guantánamo Sugar Company,
la Compañía Ermita, S.A, y el latifundista Lino Mancebo Rosell, al cual
llamaban indistintamente El Tiburón o El Virrey de La Maya, poblado ubicado en
la actual provincia de Santiago de Cuba.
Niceto Pérez García, había
nacido en el municipio de Güira de Melena, en La habana, el 27 de marzo de
1908, pero se establece, en tierras guantanameras debido a la precaria situación económica de su
familia. Padre de cinco niños y miembro de la Asociación Campesina de El
Vínculo, ocupaba ocho caroes de tierra tan poco fructífera que solamente podía
producir para la subsistencia familiar.
Corría
el 26 de abril de 1946, cuando Niceto presentó una nueva acusación donde
expresaba las constantes amenazas de muerte que hicieran Lino Mancebo y sus
esbirros, pero la Guardia Rural hace caso omiso al líder agrario y fuera vilmente asesinado el 17 de
mayo de ese mismo año, mientras trabajaba en su finca María Luisa, en El Vínculo.
El sepelio de Niceto se convirtió en
un acto de rebeldía, el aparente homicidio por un litigio de tierras se había
convertido en un serio problema político. Su muerte, trajo consigo que las luchas por defensa de la tierra continuaron no sólo ocurrieran en
esta zona de la provincia oriental, sino en el Realengo 18, el Valle de Caujerí
y otras regiones del país.
Guía
entre los campesinos a los que alentaba a luchar por su tierra, fue la síntesis
de un honesto campesino que defendió con sangre su pequeña tierra y devino
bandera de lucha del campesinado cubano.
En honor a Niceto Pérez García, en el aniversario 13 de su asesinato y a otros que como él fueron víctimas de cruentos asesinatos, el 17 de mayo de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, firmó en La Plata, Sierra Maestra, la Ley de Reforma Agraria, documento legal que resolvería por siempre el problema de la tierra en Cuba y hacía valedero uno de los problemas principales planteados en el Programa del Moncada.