Piercing: Moda peligrosa
Agujerear el cuerpo en busca de autenticidad, es como tratar de vestir a la naturaleza y hacer desaparecer sus encantos innatos, mas hoy no resulta difícil encontrar en nuestras calles guantanameras a muchachas y muchachos con piercing o perforaciones en la piel, que cada día ganan protagonismo entre las modas y la juventud.
Su nombre es originario del vocablo pierce, que significa perforar, atravesar, y su técnica consiste en agujerear el tejido del cuerpo, ya sean en las orejas, la nariz, las cejas, el ombligo, la lengua... El hecho es que los piercing tienen la finalidad de acicalar estas partes con anillos, aretes y otras joyas de diferentes formas y tamaños, las cuales representan “valiosos adornos corporales”.
Durante miles y miles de años, en diversas partes del mundo se realiza el arte de perforar el cuerpo con muchos propósitos como una forma más de realce y de adorno. Los esquimales, por ejemplo, emplearon originariamente los piercings de nombre "labrets" en los jóvenes, responsables con cualidades y aptitudes para salir a cazar acompañados de los mayores.
Los romanos del gran César, usaban los anillos, como rasgo distintivo de masculinidad y valía, los ombligos perforados constituían símbolo de los derechos entre los egipcios antiguos, en tanto los cazadores de tribus amazónicas, utilizaban las narigueras para intimidar a su presa. Pero no fue hasta el siglo XV que esta práctica se hizo célebre entre los marineros y miembros de clases sociales marginadas.
Cuando en la realización del piercing no se emplean técnicas estériles, se puede contraer el virus de la hepatitis B y causar además hepatitis crónica y cáncer hepático, el HIV, (virus que causa el SIDA), además, hay partes del cuerpo como la lengua, el ombligo, las tetillas, los labios… que están más expuestas al arrancamiento ya sea por el roce o porque el adorno quede enganchado en la ropa, por tanto, se deben aplicar las medidas higiénicas sanitarias para evitar las consecuencias que ocasionan para la salud.
La perforación de la lengua, por ejemplo, puede ocasionar una privación permanente de sensación, dificultad para hablar, e incapacidad de captar el sabor además de problemas respiratorios, si la hinchazón es severa. Pero los riesgos no terminan sino se realizan las curaciones necesarias hasta que el orificio cicatrice completamente.
Me pregunto ¿De dónde sale esto de “embellecer” los cuerpos de forma permanente? A fin de cuentas, y es mi percepción en torno al tema, los piercing no son “bonitos” o “feos”, eso depende del gusto de cada cual.
Con estas reflexiones no abogo por el cierre de las puertas a lo novedoso, entiendo que la perforación del cuerpo es algo muy personal. Sin embargo, nada es más lindo que lo natural, más si se trata de adolescentes y jóvenes dueños de las ilusiones, y quienes tienen lo necesario para exhibir lo que le dio la vida.
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