Luis Posada Carriles y el caso de los Cinco


Desde hace ya doce años, están prisioneros en los Estados Unidos Cinco cubanos dignos que no hacían más que impedir acciones terroristas que, desde Miami, operaban contra Cuba. ¿Entre los cabecillas de estos actos? Luis Posada Carriles, connotado terrorista que será condenado esta vez por 11 cargos menores de fraude, obstrucción de procesos, perjurio y falsas declaraciones, sin embargo, la Casa Blanca se niega a juzgarlo por sus verdaderos crímenes.

Ex agente de la CIA, Posada tiene que responder ahora no solo por mentiroso, sino también por crímenes cometidos que a lo largo de su vida, por ejemplo el ser artífice de la voladura de un avión de cubana el 6 de octubre de 1976 donde perdieron la vida 73 civiles o por planificar la colocación de bombas en hoteles cubanos.

Otras causas que carga en sus hombros este “distinguido” asesino, que es capaz de alegar que “esas acciones no hacen que duerma como un bebé”, es la muerte del joven turista italiano Fabio Di Celmo en 1997, en un hotel de La Habana y, en el año 2000, llevara a cabo el proyecto de atentado contra el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Universidad de Panamá.

Con la táctica a seguir con Posada Carriles, las autoridades norteamericanas, presionadas por los grupos extremistas cubanos del sur de la Florida, han puesto en absoluta evidencia la doble moral de su guerra contra el terrorismo. Es una indiscutible burla para la comunidad internacional.

El tratamiento a este asesino quien se pasea tranquilamente por las ciudades de Miami, es risible. Mientras buscan la manera de justificarle todos sus crímenes y ahora solo quieren condenarlo por “mentiroso”, el gobierno de Obama mantiene prisioneros a Cinco valerosos cubanos por impedir acciones terroristas justamente en los Estados Unidos. Realmente una gran ironía.

Es apremiante que todas las personas honestas del mundo alcen sus voces contra la guerra, contra el terrorismo y la liberación inmediata de los Cinco antiterroristas cubanos. ¿La razón? Tienen en sus propias narices, una prueba irrefutable de la carencia de ética de la actual administración de Washington: Proteger a Luis Posada Carriles.

El gobierno de Washinton, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, tiene que enjuiciar a Posada Carriles como lo que es, un asesino. Argumentos suficientes los hay. Este terrorista confeso e internacional, tiene que cumplir por todas las atrocidades que ha protagonizado.

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