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Cumbre de la Celac buscará declarar a la región como zona de paz

Tomado del Sitio Oficial de la Cumbre de la CELAC. Cuba

El vicecanciller cubano Abelardo Moreno dijo en La Habana que en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se buscará declarar la región como zona de paz.

Es preciso que los jefes de Estado y de Gobierno den su apoyo para que siempre se resuelvan los conflictos a través del diálogo y las negociaciones, expresó el funcionario en entrevista con la televisión nacional.


Recordó que las 33 naciones de la CELAC son parte del tratado de Tlatelolco, el cual prohíbe las armas nucleares en Latinoamérica y el Caribe. Sin embargo consideró necesario ir más allá y alcanzar una unión por la paz, apuntó.

Moreno aseguró que la organización para el evento marcha muy bien e informó que se discute a distancia un proyecto de declaración política y un plan de acción para el 2014.

Comentó que se preparan unas 26 comunicaciones especiales que abordan temáticas como el apoyo a Argentina en su lucha por la recuperación de las islas Malvinas, el dominio de las trasnacionales, la explotación de los recursos naturales, el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, las políticas culturales y el terrorismo.

El próximo 28 y 29 de enero el recinto expositivo Pabexpo, en La Habana, acogerá las delegaciones de los países miembros de la CELAC, reunión que estará precedida por un encuentro de expertos nacionales, los días 25 y 26, en tanto el 27 se reunirán los cancilleres.

La Comunidad se constituyó en el 2011, en Venezuela, y está considerada como el suceso institucional más importante de la región y tuvo su primera cumbre el pasado año en Santiago de Chile, donde Cuba asumió la presidencia pro témpore, la cual traspasa es-te año a Costa Rica.

Celac: un proyecto joven de unidad, soberanía e integración



Cuando el 3 de diciembre del 2011 en la Cumbre fundacional de la CELAC en Caracas, el General de Ejército Raúl Castro Ruz en la Cumbre expresó:  “La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada.  Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común“, no estaba lejos de pensar que nacía la concreción de los sueños de una región que permaneció dormida durante años a la espera de su momento.

Sin embargo, hoy nuevos retos y esperanzas van tomados de la mano en un nuevo proyecto regional cuyo baluarte obedece de la sapiencia con la que las 33 naciones independientes situadas en lo que definió José Martí como Nuestra América: “los pueblos que se extienden al sur del Río Bravo hasta la Patagonia”.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac),  es una organización regional intergubernamental que reúne a los países de América Latina y el Caribe, sin la injerencia de Estados Unidos y Canadá.  Nace en 2011 en Caracas, Venezuela, de la unión del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), conocida Cumbre de la Unidad.

Hecho institucional más importante en América Latina y el Caribe en el último siglo,  la Celac, fue creada para impulsar la integración bajo nuevas formas de solidaridad y colaboración, en aras de propiciar el multilateralismo, el intercambio y las estrategias para enfrentar la pobreza y la crisis económica en la región y constituye  es además, un instrumento para aunar voluntades, resolver diferencias y cooperar por el bien de la región.

La Celac no es más que la  realización de los sueños de unidad, justicia y soberanía de los grandes hombres y mujeres de estas tierras.  Y esta es la premisa que regirá en la II Cumbre a desarrollarse desde el 25 y hasta el 29 de enero en La Habana, Cuba, un espacio  que no quedará en la historia como un encuentro más entre líderes políticos, sino el contexto internacional para que se consolide el concepto de región articulada, reconocible y comprometida con un destino común.

Por la erradicación del hambre y la pobreza, es el lema que preside la II Cumbre de la Celac donde los ministros intercambiaron experiencias en torno a  los programas elaborados por los diferentes países en materia de educación, salud y alimentación propuestas para que sean establecidos en los 33 Estados.

Aún La Celac es un  joven proyecto de integración y unidad, sin embargo, sigue avanzando hacia perspectivas comunes entre sus miembros, con la mirada puesta en los problemas que verdaderamente desgarran a Nuestra América y  se perfecciona  como un elemento de unificación para bienestar de los pueblos en la búsqueda de la verdadera independencia.

Raúl Castro: Vamos construyendo el ideal de una América Latina y Caribe diversa pero unida (+ Video)

(Tomado de Cubadebate)

Intervención del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Santiago de Chile, 28 de enero de 2013.



Excelentísimo Señor Sebastián Piñera, Presidente de la República de Chile:
Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de Delegaciones:

Pueblo hermano de Chile:
Sea mi primer pensamiento para honrar la memoria de Salvador Allende, insigne latinoamericano y patriota que entregó su vida por la independencia de su nación y la justicia social. Pensamos como él, cuando dijo: “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”.

La existencia de la CELAC nos permitió encarar los desafíos del 2012 con más conciencia de quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos, en medio de circunstancias convulsas y complejas.

Vamos construyendo, en la dura realidad, trabajosamente, el ideal de una América Latina y Caribe diversa, pero unida en un espacio común de independencia política, de control soberano sobre nuestros enormes recursos naturales para avanzar hacia el desarrollo sostenible, la integración regional y el enriquecimiento de nuestra cultura.

Los obstáculos no han sido ni serán menores. Las amenazas a la paz son crecientes y la injerencia en los asuntos de nuestra región continúa. Las trasnacionales, fundamentalmente norteamericanas, no renunciarán al control de los recursos energéticos, hídricos y minerales estratégicos en vías de agotamiento. La concepción estratégica de la OTAN es cada vez más agresiva y se orienta claramente en ese sentido. A dos décadas del fin de la Guerra Fría, crecen los enormes arsenales nucleares y convencionales que, como ha dicho Fidel, no podrán matar el hambre ni la pobreza.

El orden económico internacional es injusto y excluyente, atrapado en una crisis global a la que, por ahora, no se vislumbra solución. El cambio climático avanza inexorablemente ante la falta de voluntad política de los gobiernos de los países desarrollados.

Sin nuestra unidad, nada sería posible y todo lo logrado se perdería. En la llamada Cumbre de las Américas de Cartagena, Nuestra América dio un paso decisivo, asentada en el sólido cimiento de Mar del Plata, donde en el 2005, fue derrotada el ALCA. Disipados los cantos de sirenas de Estados Unidos en la Cumbre del 2009, en Trinidad Tobago, América Latina y el Caribe brillaron por su solidez e independencia cuando reclamaron que las Malvinas son argentinas y que el bloqueo y la exclusión de Cuba deben cesar, acontecimiento que el pueblo cubano guardará siempre, con profunda gratitud, en su memoria.

El ejercicio de la autodeterminación y la soberanía de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados son principios irrenunciables de la CELAC, establecidos en la Declaración de Caracas.

Sabemos que entre nosotros hay pensamientos distintos e, incluso, diferencias, pero la CELAC ha surgido sobre el acervo de doscientos años de lucha por la independencia y se basa en una profunda comunidad de objetivos. 

No es la CELAC, por tanto, una sucesión de meras reuniones ni coincidencias pragmáticas, sino una visión común de la Patria Grande latinoamericana y caribeña que solo se debe a sus pueblos.

Los incuestionables triunfos obtenidos por las fuerzas patrióticas en las elecciones presidenciales y regionales celebradas en Venezuela y las movilizaciones recientes demuestran el extraordinario liderazgo del presidente Hugo Chávez Frías, y el enorme respaldo popular al proceso venezolano. Junto al dolor y la preocupación por la salud del Jefe de la Revolución Bolivariana, ese hermano pueblo está dando, junto a los dirigentes chavistas un destacado ejemplo de lealtad, convicción y unidad para profundizar sus irreversibles conquistas.

El gobierno bolivariano está enfrentando una permanente campaña de intriga y descrédito por parte del imperio y de la oligarquía golpista; pero ha continuado su obra, consagrado a la defensa de los legítimos intereses de los trabajadores y de todos los venezolanos patriotas, de la Constitución y de su democracia revolucionaria.

Desde aquí le reiteramos a Chávez nuestro afecto, respeto y admiración, al igual que a su valiente pueblo que lucha por la mayor suma de estabilidad política, de seguridad social y la mayor suma de felicidad, como lo soñó el Libertador Simón Bolívar.

Compartimos y apoyamos la resolución y oportunidad con que UNASUR ha actuado frente al golpe parlamentario en Paraguay. En una región que ha sufrido décadas de dictaduras sangrientas, impuestas y sostenidas por los Estados Unidos, no puede permitirse impunidad a los sectores violentos y golpistas.
 
Nuestra Comunidad estará incompleta mientras falte en ella el escaño de Puerto Rico, nación hermana genuinamente latinoamericana y caribeña que padece una situación colonial.

No podemos olvidar que cerca de 170 millones de latinoamericanos y caribeños viven en la pobreza, de ellos 75 millones de niños, 66 millones de personas en la región están en pobreza extrema, de los cuales 34 millones son menores. ¿Qué puede significar para ellos la CELAC?

Es cierto que hemos avanzado en el desarrollo de programas económicos y de desarrollo social al interior de varios países, como Brasil. La experiencia del ALBA y PETROCARIBE en la cooperación solidaria y en la complementariedad entre nuestras naciones, es considerable.

La CELAC está en condiciones de trazar su propio concepto de cooperación, adaptado a nuestras realidades y a las mejores experiencias de la última década.

Pese a lo avanzado, podríamos hacer más en apoyo a Haití, cuyo gobierno necesita recursos para la reconstrucción y el desarrollo. Es posible hacerlo entre todos, bajo las decisiones del gobierno haitiano.

Estamos obligados a alcanzar progresos considerables en la educación como base del desarrollo económico y social. Nada de lo que nos proponemos, desde la disminución de la inequidad hasta la reducción de la brecha tecnológica y digital, sería posible sin ello. La eliminación del analfabetismo, como meta primaria, es totalmente alcanzable. Con políticas adecuadas y cooperación regional, para proveer un mínimo de recursos a los más necesitados, podríamos dar un salto en pocos años.

Debemos ser capaces de promover una arquitectura regional propia, adecuada a las particularidades y necesidades de la América Latina y el Caribe.
Podemos también conjugar nuestros esfuerzos contra la drogadicción, como se ha planteado en estos dos últimos días de la reunión, y el tráfico ilícito de estupefacientes.

Ayer se habló aquí de que había drogas en todos los países del continente, quiero aclarar que en Cuba no hay drogas, intentaron introducirla, existen más de 250 detenidos(*) extranjeros de diferentes países del continente por intentar introducir drogas. Solo un poquito de marihuana que se cultiva hasta en una maceta en cualquier balcón de cualquier ciudad de Cuba; pero drogas no hay ni habrá.

Solo quiero expresar -fuera de texto- sobre este tema, que se pueden tomar medidas.

Como se sabe, Cuba no es un país atractivo para la droga, para los traficantes; pero cuando empezó a incrementarse el turismo, y el propio año pasado ya nos aproximamos a los 3 millones de visitantes extranjeros, sí se convirtió en un objetivo de los traficantes. Además, empezaban a arribar por las costas, sobre todo por la costa norte, los paquetes de diferentes tamaños o peso, de kilogramos de cocaína que arrojaban los traficantes cuando eran presionados y perseguidos por los norteamericanos, se arrimaban a nuestras costas, eran perseguidos por nosotros y los arrojaban al mar, y las diferentes corrientes, sobre todo la del nordeste, los depositaban por las playas; en menor cuantía también por el sur. Empezó a adquirir fuerza el consumo y hasta hubo ciudadanos de algunos países de América Latina que empezaban a entregar gratuitamente dosis individuales, regaladas.

Personalmente, tuve una reunión con todos los organismos que tienen que ver con este problema y tomamos una decisión: “Vamos a combatir la droga, que nos está empezando a amenazar, a sangre y fuego.” Se coordinaron todos los factores en estos aspectos, utilizamos nuestras organizaciones de masa, vinculadas estrechamente con el pueblo, con nuestro Partido gobernante y con el gobierno, dígase Central de Trabajadores de Cuba, Asociación Nacional de Campesinos, Federación de Mujeres Cubanas, Comités de Defensa de la Revolución, y se apeló a las familias, que hacía falta la colaboración de todo el país para ubicar y proceder legalmente contra los que empezaban a tratar de introducir en nuestra juventud desde marihuana hasta algunas dosis de cocaína, como dijimos.

Fueron arrestados. Si queremos vencer, estos son tipos de problemas que hay que enfrentarlos cuando son pequeños o, mejor, cuando son nonatos. Es el mejor momento, si dejamos que cojan fuerza -decíamos y razonábamos-, ahí tienen el ejemplo de varios países hermanos del continente, y, por lo tanto, esta batalla tiene que ser a sangre y fuego.

Nuestras leyes permiten la pena de muerte, está suspendida, pero está de reserva, porque una vez la suspendimos y lo único que hicimos con ello fue estimular las agresiones y los sabotajes contra nuestro país a lo largo de estos 50 años, como todos ustedes conocen.

Les razonaba a mis compañeros: ahí está el caso de México. A México lo amamos profundamente, decimos: México es México, su historia, su vinculación con nosotros. Allí recibimos asilo generoso durante 1955 y 1956; de allí salió nuestra expedición, cierto es que violando algunas leyes mexicanas, pero no violamos nunca la amistad con México, y ellos ejercieron su derecho y arrestaron a todos los compañeros, incluyendo a Fidel. 

Yo fui uno de los pocos que pude escaparme, y bajo la natural presión que sentíamos ya próximos a salir para Cuba, salimos en medio de una pequeña tormenta, de un poderoso norte que estuvo a punto de hacernos naufragar y conducirnos a la muerte a los 82 expedicionarios que ahí veníamos. Solo hubo un día de mar tranquilo por el sur de las islas de Gran Caimán. 

Tal era la tormenta que un marinero experimentado que trataba, desde la proa, esa noche tormentosa del desembarco, de ver si veía el faro de Cabo Cruz al suroeste de Cuba, una ola se lo llevó; perdimos casi una hora en su recuperación, hasta que nos lanzamos a la costa y desembarcamos en un pantano horroroso, y antes de salir de él ya estaba encima de nosotros la aviación del dictador Batista.

Yo les razonaba a los compañeros: me rompo la cabeza pensando qué solución puede tener lo de México, que no es casual que sea México, no porque los mexicanos propicien esa situación, sino ya lo dijo un expresidente mexicano en el siglo pasado: “¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos!” Es ahí donde está el problema, el problema fundamental, para donde se mandan las drogas, que nunca he leído en la prensa de una gran operación en Estados Unidos contra los traficantes, nunca he leído eso; solo películas de pequeñas bandas de traficantes. Y por el mismo lugar por donde entran las drogas, pasa el armamento para la venta, ese es el problema.

Yo hablé este tema con el presidente Calderón en la reunión de Sauipe, en Brasil, en el año 2008, donde ya se estaba gestando, esta organización magnífica que en estos días celebra su primera reunión, además de la reunión fundacional en Venezuela, y hablé profundamente de estos temas con el presidente Calderón, y hemos seguido, seguimos preocupados. 

Pero ese problema avanza como una marea terrible hacia el sur: problemas en Guatemala, problemas en los demás países de Centroamérica. Y solo puedo dar una opinión a los países a los que todavía no les ha llegado esa marea nefasta y trágica, porque es verdaderamente trágica, donde los drogadictos, como ustedes conocen, son capaces de matar hasta a un familiar para obtener dinero para comprar droga. Por eso nuestra población apoyó esa medida y nos resultó fácil capturar a cerca de 5 000, juzgados con todo lo que permitían las sanciones del Código Penal, y nos equivocamos en muy pocos casos, que fueron resueltos inmediatamente.

¿Por qué?, por la colaboración de la población, que era la más interesada en que ese problema no se extendiera. Y estos problemas -es la moraleja que podemos sacar de ello, y la sugerimos a los países que todavía no son víctimas de este flagelo- son de los tipos de problemas que hay que enfrentar cuando están naciendo y mejor, como les decía, cuando son nonatos. Por eso, en Cuba no hay drogas ni las habrá. Perdonen este paréntesis que abrí sobre este tema.

Como ustedes ven, yo también improviso discursos hasta de dos y tres horas, pero no quiero hacer eso, lo hacía antes cuando era joven, pero prefiero ya, a esta altura, leer mis intervenciones. No critico que los demás los improvisen, el primer improvisador es mi Jefe, Fidel Castro, y el que pronuncia los discursos más largos en la ONU, tiene un récord que ni Chávez se lo ganó (Risas).

No podríamos renunciar a la protección de nuestros inmigrantes, víctimas del orden actual de la xenofobia, y de la discriminación que proliferan en el mundo industrializado.

Tenemos también la posibilidad real de constituirnos, sobre bases apropiadas y concretas, en una zona de paz, en la que complementemos nuestro tradicional rechazo a las armas nucleares de exterminio en masa y a las cada vez más avanzadas y letales que se desarrollan hoy, con la expresa y firme voluntad de resolver todas nuestras diferencias por la vía pacífica, de la negociación y el diálogo.

Concluyo con un emocionado homenaje a José Martí, hoy -como decía el compañero Maduro-, en el 160 aniversario de su natalicio. De su pensamiento aprendimos que, en tiempos difíciles como estos, “¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”.
Muchas gracias (Aplausos).

Resalta Raúl unidad y soberanía como conceptos clave de la Celac

El presidente cubano, Raúl Castro, consideró aquí en la I Cumbre de la Celac que ese bloque integracionista debe avanzar por los caminos de la unidad y la soberanía en un escenario global convulso y complejo.

“Sin nuestra unidad, nada sería posible y todo lo logrado se perdería”, afirmó al intervenir en la plenaria del foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que hoy concluye en el centro de eventos Espacio Riesco de la capital chilena.

Raúl Castro recordó la postura asumida por la región en la llamada Cumbre de las Américas de Cartagena, Colombia, donde reclamó la soberanía argentina
sobre las Islas Malvinas y demandó el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba durante más de 50 años.


“El ejercicio de la autodeterminación y la soberanía de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados son principios irrenunciables de la Celac”, apuntó.

Para el dignatario, la Comunidad fundada en diciembre de 2011, en Venezuela, por los 33 países independientes de la región, representa una visión común de patria grande, más allá de pensamientos distintos y diferencias.

En su discurso, el jefe de Estado cubano destacó la importancia del control soberano de los enormes recursos naturales de Latinoamérica y el Caribe, en aras de avanzar hacia el desarrollo sostenible, la integración y el enriquecimiento de la cultura.

A propósito del escenario en el cual se desempeña la Celac, advirtió sobre las amenazas a la paz, la injerencia en los asuntos internos de los países, el cambio climático y el objetivo de las transnacionales -fundamentalmente norteamericanas- de controlar los recursos energéticos, hídricos y minerales de la región.

“A dos décadas del fin de la guerra fría, crecen los enormes arsenales nucleares y convencionales (…) El orden económico internacional es injusto y excluyente, atrapado en una crisis global a la que, por ahora, no se vislumbra solución”, añadió.

Raúl Castro ratificó el respaldo de la isla a la decisión de la Unión de Naciones Suramericanas frente al golpe parlamentario en Paraguay. Sostuvo asimismo que “nuestra Comunidad estará incompleta mientras falte en ella el escaño de Puerto Rico, nación hermana genuinamente latinoamericana y caribeña que padece una situación colonial”.

En otros momentos de su intervención, llamó a darle una fuerte dimensión social a la Celac, con un enfoque encaminado a solucionar los problemas de
pobreza, educación y consumo de drogas.


Durante la jornada final de la I Cumbre del bloque, otros presidentes abordaron la lucha contra la pobreza y el narcotráfico, la defensa de la seguridad alimentaria y del medio ambiente.

También apoyaron a Argentina en su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, ocupadas por Reino Unido, así como el rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba por más de medio siglo.

En las intervenciones se produjeron además felicitaciones a Cuba, por asumir hoy la presidencia pro témpore de la Celac, y a Chile por sus gestiones en esa responsabilidad y la organización de la Cumbre.

Cuba asume presidencia pro tempore del bloque integracionista Celac

Tomado de Prensa Latina

Cuba asume hoy la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), bloque integracionista que concluye en esta capital su primera cumbre después de su fundación en diciembre de 2011.

La isla caribeña tomará durante el 2013 las riendas de la entidad creada en Caracas, Venezuela, por los 33 países independientes de una región que buscará avanzar por los caminos de la integración y la concertación.

Esos esfuerzos estarán conducidos por una Troika en la que además de Cuba trabajarán Costa Rica y Chile, nación que entrega hoy la presidencia.

Reunidos en el segundo y último día de sesiones de la I Cumbre de la Celac, que se realiza en el centro de eventos Espacio Riesco, los mandatarios deberán aprobar la declaración final del encuentro y un Plan de Acción.

Esos documentos agrupan las prioridades de la organización en temas como llevar una voz única a foros internacionales, el desarrollo sustentable, la armonía con el medio ambiente, las soluciones a la crisis económica y el combate a los flagelos de la pobreza y el narcotráfico.

Corresponderá a La Habana ejecutar durante 2013 las actividades acordadas aquí por los jefes de Estado y Gobierno.

Para el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, el nacimiento de la Celac constituye el suceso institucional más importante de la región en un siglo.

Por su parte, el presidente Raúl Castro calificó de una gran responsabilidad tomar las riendas de esta entidad regional.

Este hecho representa, además de un alto honor, una gran responsabilidad a la que consagraremos los mayores esfuerzos y energías, afirmó el mes pasado al clausurar la VII Legislatura del Parlamento de la isla.

Hace apenas unos días, el vicecanciller Abelardo Moreno adelantó a Prensa Latina en un encuentro con periodistas que la gestión de Cuba al frente de la Celac impulsará la integración, la concertación y la consolidación de la paz regionales. Según explicó, también potenciará la coordinación en el marco del bloque de los mecanismos ya existentes, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unasur, la Caricom, el Mercosur, el Sistema de Integración Centroamericana y la Comunidad Andina.

Otra línea de trabajo será introducir el concepto de la solidaridad en la cooperación entre nuestros países, dijo.

Moreno adelantó la celebración este año de varios encuentros, entre ellos la I Reunión de ministros de Educación de la Celac, en febrero en La Habana, y un evento de los titulares de Cultura, en Suriname.

Durante el transcurso de 2013 se celebrarán otros sobre drogas, infraestructura y la búsqueda de una nueva arquitectura financiera regional, expuso.

Declaración final de la Cumbre de los Pueblos, Santiago de Chile

En el marco da la Cumbre de los Pueblos realizada entre los días 25, 26 y 27 de Enero de 2013, en Santiago de Chile, las organizaciones y movimientos sociales y políticos de los diferentes países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea suscribieron la siguiente declaración:

Hoy, somos testigos de cómo los bienes naturales, los derechos y las personas han sido mercantilizadas en las naciones y pueblos de América Latina, Europa y el Caribe, producto de la lógica capitalista, que en su vertiente neoliberal y machista, permite su instalación y profundización a través de aparatos cívicos, políticos, militares.

Las relaciones existentes entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe que priorizan los privilegios y ganancias de los inversionistas frente a los derechos de los pueblos a través de acuerdos comerciales y acuerdos bilaterales de inversiones, profundizan este modelo que perjudica a los pueblos de ambas regiones.

Es así, que estos Estados mercantilistas, las transnacionales y las corporaciones continúan siendo administradores y profundizadores de la pobreza y la desigualdad social en el mundo, amparados por un tipo de democracia representativa, de mano de la élite, que se aleja de los intereses de las grandes mayorías de nuestro pueblo.

Esta hegemonía del capital financiero se manifiesta entre otros en la privatización y mercantilización de los servicios públicos, el desmantelamiento del Estado de bienestar, la precarización del trabajo, el extractivismo, la usurpación, la destrucción y mercantilización de los bienes naturales y sociales propios del pueblo y el desplazamiento forzoso de los pueblos originarios, provocando las crisis alimentarias, energéticas, climáticas.

En la Unión Europea la crisis capitalista ha significado un verdadero golpe de estado financiero que ha impuesto políticas de austeridad en contra de los derechos de los pueblos, de los derechos laborales, ambientales, etc. La troika europea (FMI, BCE, Comisión Europea) obliga los estados a endeudarse para salvar los bancos para que seamos los pueblos los que paguen la crisis provocada por ellos mismo.

Al mismo, es necesario visibilizar la creciente opresión y discriminación hacia las mujeres en América Latina, el Caribe y Europa.

No obstante, a este panorama que parece adverso, reconocemos procesos históricos y recientes a partir de las luchas de nuestros pueblos en el mundo, que han logrado tensionar y agrietar las actuales lógicas y nos dan la esperanza de que otro mundo es posible.

De este modo, surge la necesidad de construir las bases para un nuevo modelo de sociedad que transforme las actuales lógicas y coordenadas políticas, económicas, sociales y culturales en todas nuestras naciones y pueblos de ambos lados del continente las luchas de los diferentes actores y organizaciones del campo popular.

Para alcanzar estos objetivos proponemos que:
Los derechos y bienes naturales arrebatados a nuestro pueblo deben ser recuperados, por medio de la nacionalización, la comunitarización de los bienes y servicios y los medios de producción y el reconocimiento constitucional de la naturaleza como sujeto de derecho. Esto implica pasar de ser resistencia y movimientos reivindicativos a una alternativa que contenga una propuesta política-social integral de país.

Promover el paradigma del buen vivir basado en equilibrio del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente y los derechos de la tierra, al servicio de los pueblos, con una economía plural y solidaria.

Democracia directa, participativa y popular y su concretización desde las bases sociales. Para ello, es necesario la integración de actores sociales y políticos del mundo, valorando prácticas territoriales y haciendo el dialogo entre las instancias locales y globales.

Promover la integración en la participación política de los niños y niñas y las juventudes, desde un enfoque de género. Respeto a la libre determinación de los pueblos originarios del mundo, entendiéndolos como pueblos hermanos no sometidos a la territorialidad impuesta por la colonización. Esto, sumando a la promoción de la soberanía alimentaria en perspectiva de una autotomía territorial que a los pueblos y comunidades decidir qué y cómo producirlo.

En cuanto al avance de la represión y la criminalización de la protesta, movimientos sociales y populares, debemos articularnos de tal manera de generar la fuerza necesaria para frenar el avance de leyes antiterroristas y la inserción en las comunidades indígenas de nuestros pueblos, como a su vez la militarización imperialista que ha instalado bases militares en America Latina, Europa y el Caribe.

Sensibilizar, agitar y promover luchas contra las transnacionales, mediante campaña de denuncias y boicot en todos los niveles.

Posicionar el feminismo con un proyecto político antipatriarcal y anticapitalista. Reconocer y promover los derechos de los migrantes y los derechos de los pueblos de libre tránsito entre las naciones.

Plena solidaridad con el pueblo Palestino y todos aquellos pueblos y naciones oprimidos por el poder colonizador y el imperialismo, así como el repudio a las intervenciones cívicos-militares en Honduras, Haití y Paraguay. Apoyamos los procesos de paz, con la participación de los actores sociales y políticos en Colombia. 

Solidaridad con el pueblo cubano en contra del bloqueo, con Argentina en el proceso de recuperación de las Malvinas, con Bolivia y su demanda por salida al mar, con el pueblo Venezolano en el proceso Bolivariano y con los movimientos sociales en Grecia y España. En el caso de Chile, solidaridad con el movimiento estudiantil en defensa de la educación pública, gratuita y con el pueblo-nación mapuche contra la represión realizada de parte del Estado.

Acompañando la lucha por la soberanía de nuestros territorios en América Latina, es necesario luchar por el respeto de la soberanía de nuestro cuerpo como territorio propio de las mujeres.

Entendemos que la superación de la precarización laboral a la que se ven expuestos las mayorías de trabajadores en América Latina y el mundo, pasa por un cambio estructural que altere las relaciones de propiedad y producción de bienes y servicios valorando la labor esencial que desempeñan los trabajadores y trabajadoras como sustento sobre el cual se construye toda sociedad.

De manera transversal, debemos avanzar en la construcción de plataformas de lucha comunicacional que no sólo permitan develar y difundir las demandas y alternativas de nuestros pueblos frente al modelo hegemónico, sino también como forma de explicar las verdaderas causas de los problemas que hoy nos aquejan.

Debemos ser capaces de construir demandas unitarias que aglutinen a todos los actores sociales y pueblos en disputa y que a su vez nos permitan trazar un horizonte estratégico hacia el cual avanzar, articulando y organizando la unidad entre el movimiento sindical, social y político en América Latina, el Caribe y Europa. Esto debiera traducirse en una hoja de ruta de trabajo y de movilizaciones para el presente periodo, pero con perspectivas a largo plazo.

Al mismo tiempo, fortalecer la organización social y popular en cada sector de inserción, potenciando la amplificación de nuestras demandas a las grandes mayorías por medio de la politización y la movilización.

No podemos dividir más las instancias organizativas en las que estamos, conducir hacia un proyecto en la diversidad es el mayor desafío que se nos presenta para la generación de una alternativa real de poder popular. Romper con los sectarismos que fragmentan, dividen e impiden la construcción de unidad del campo popular, es una tarea urgente.

Frente al poder del bloque dominante sólo la unidad y la solidaridad entre nuestros pueblos nos darán la fuerza necesaria para alcanzar nuestros más alto objetivos y vencer.

Santiago de Chile, Enero 2013

Canciller de Cuba Bruno Rodríguez: Nuestra misión será proteger la unidad de la Celac

Tomado de: Portal de la Radio Cubana 

 “Nuestra misión será proteger la unidad de la Celac”, aseveró este viernes en Santiago de Chile el Canciller de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla, quien destacó además que el mayor archipiélago antillano  asumirá con mucha modestia la Presidencia pro témpore de la organización, cuya Primera Cumbre se desarrollará en la nación austral durante los días 27 y 28 de enero. 

En entrevista exclusiva a Telesur, Rodríguez Parrilla señaló que Cuba evitará las separaciones y mantendrá los intereses de nuestra América, “La Patria Grande”, como la llamó el Héroe Nacional Cubano José Martí.

El Ministro de Relaciones Exteriores expresó que durante el año 2012 se avanzó en experiencias de intercambio a través de los mecanismos de cooperación como el ALBA, Petrocaribe, el Mercosur y Unasur, que permitieron a América Latina y el Caribe concurrir a intercambios internacionales en situaciones mucho menos precarias.

El funcionario cubano dijo que si Europa mirara a América Latina y el Caribe como un socio igualitario, sin aquellos dejos coloniales, tendrá una oportunidad de establecer una fructífera relación comercial con los países de la Celac. Precisó que el bloque refleja una época distinta, y este año ha sido de construcción, y Cuba seguirá trabajando en eso.

Subrayó que Cuba rechaza cualquier manifestación de terrorismo contra cualquier país y dijo que este hecho se debe enfrentar en cooperación, y puso como ejemplo la dictadura en Chile y el asesinato del Presidente chileno, Salvador Allende. "Se han conocido terrorismos de Estado, más de 40 mil chilenos fueron torturados, desaparecidos por políticas de terrorismos de Estado y a través del Plan Cóndor (de Estados Unidos) que alentó y respaldó estas acciones, enfatizó Rodríguez.

Destacó que a pesar del bloqueo estadounidense, Cuba avanza al ritmo de los procesos que la sociedad cubana necesita, preservando y actualizando el sistema económico.

Afirmó que la falsa foto que publicó El País del presidente bolivariano Hugo Chávez demuestra la falta de veracidad de ese medio respecto a todas las noticias que publica sobre Cuba y Venezuela, y sin embargo, no lo hacen con los grandes dirigentes del gobierno español.

El Canciller cubano resaltó que América Latina y El Caribe tiene ventajas, pues es una región donde no hay conflicto entre estados, es una área de paz que acepta la diversidad de pensamientos y rechaza los planteamientos políticos neoliberales.

Hoy 26 de enero y mañana 27, Chile será sede de la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), en tanto desde la tarde del 27 y hasta el 28 sesionará la reunión de la Celac.

Llega Raúl Castro a Chile para Cumbre de la Celac ( Video)

Tomado de Prensa Latina

El presidente cubano, Raúl Castro, llegó hoy a Chile, donde participará en la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebrará este domingo y lunes.

Cuba recibirá de manos de Chile la presidencia pro tempore del organismo regional para el año 2013.

El gobernante preside la delegación integrada, además, por Miguel Díaz-Canel, vicepresidente del Consejo de Ministros, y Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores.

Participará también en la I Cumbre Celac-Unión Europea que comenzará mañana sábado en esta capital.




Raúl Castro preside delegación cubana a Cumbre de Celac

Tomado de Prensa Latina

El mandatario Raúl Castro preside la delegación cubana a la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que tendrá lugar los días 27 y 28 de enero en Santiago de Chile.

En la reunión, Cuba recibirá la presidencia pro témpore de esta organización para el año 2013.  El día 26, también en Santiago de Chile, se iniciará la I Cumbre Celac-Unión Europea.

La delegación cubana está integrada, además, por Miguel Díaz-Canel, vicepresidente del Consejo de Ministros, y Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores.

Aprueba CELAC, por unanimidad, Declaración Final de Caracas


Con la aprobación unánime de la Declaración Final de Caracas y la entrega de la presidencia a Chile, concluyó hoy en Venezuela la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Presidentes, primeros ministros y jefes de delegaciones de los 33 países que integran el nuevo organismo regional, expresaron postura común al ratificar su acuerdo con los 18 documentos debatidos durante los dos días que sesionó la histórica cita.

Al finalizar las deliberaciones fue aprobada sin ninguna objeción, y luego de ser discutida con suficiente tiempo -dijo el mandatario Hugo Chávez-, la Declaración de Caracas, documento final de la reunión.

Igualmente se acordó el Plan de Acción de la CELAC, el que -precisó el jefe de Estado suramericano- debe ser cumplido por todas las naciones miembros, y en especial por los miembros de la llamada troika (Venezuela, Chile y Cuba: país saliente, nuevo presidente pro témpore, y próxima sede, respectivamente).

El único punto pendiente, precisó, es lo relativo al procedimiento orgánico de la nueva entidad, especialmente la fórmula para la toma de decisiones, lo que por ahora se hará por consenso, mientras es objeto de mayor debate entre los países de la Comunidad.

También informó que fue recogida la propuesta de Kamila Persad-Bissessar, primera ministra de Trinidad y Tobago, quien propuso la incorporación de otro grupo de países en la troika, aunque aclaró que por falta de tiempo para su análisis se decidió pasarla a la próxima reunión de cancilleres.

Otro tanto se decidió con la propuesta del presidente panameño Ricardo Martinelli, referida a la creación de una secretaría permanente de la Comunidad, idea que se acordó entregarla a la troika para su decisión.

Entre los 22 documentos suscritos se cuentan sendos comunicados sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y el reconocimiento del derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas.

Además, aprobaron la declaración especial sobre la defensa de la democracia y el orden constitucional de los países que integran la CELAC.

Textos políticos referidos al compromiso con la inclusión social, la seguridad alimentaria y nutricional, la situación de los derechos humanos de las personas migrantes, y el desarrollo sostenible de la Comunidad de Estados Caribeños (CARICOM), fueron acordados igualmente.

Otros comunicados aprobados trataron sobre la solidaridad con Haití, contra la especulación financiera y excesiva volatilidad de los precios de los alimentos, el reconocimiento de Paraguay como país en desarrollo, sin litoral marítimo; y sobre la coca originaria y ancestral, patrimonio nacional de Bolivia y el Perú.

Se firmaron otros textos que respaldan la iniciativa ecológica Yasuní-ITT-CALC-CELAC, en Ecuador; la situación de emergencia centroamericana debido a las depresiones tropicales, y también acordaron declarar al 2013 como año internacional de la quinua (grano comestible procedente de Bolivia).

Además, se refrendaron documentos que recogen el respaldo a las estrategias de seguridad de Centroamérica, la eliminación total de armas nucleares, y el saludo al vigésimo aniversario de la agencia brasileño-argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABAC)

Entre las resoluciones pactadas figuran también, el apoyo a la lucha contra el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones; y el combate al problema mundial de la droga y el narcotráfico.

Raúl en CELAC: No se nos puede tratar en Latinoamérica como en el pasado (+ Video)


“Sería un grave error desconocer que América Latina y el Caribe han cambiado, que no se nos puede tratar como en el pasado... Así expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)

Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) / Caracas, Venezuela, 2 de diciembre de 2011, Año 53 de la Revolución

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Compañero Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela;

Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de delegaciones:

Saludamos, en primer lugar, al hermano pueblo venezolano y a la Revolución bolivariana. Venezuela nos recibe hoy hospitalaria y orgullosa, en el año que celebra el bicentenario de su independencia y nos ofrece la oportunidad de reunir a los gobiernos de toda América Latina y el Caribe.

Tenemos el privilegio de asistir a un acto fundacional de carácter trascendental. Con las decisiones que aquí adoptamos y el trabajo conjunto de los últimos tres años, reivindicamos más de dos siglos de luchas y esperanzas. Llegar tan lejos nos ha costado esfuerzo, pero también sangre y sacrificio.

Las metrópolis coloniales de antaño y las potencias imperiales de hoy han sido enemigas de este empeño. Han intentado desafiar el ideario de Simón Bolívar quien, con larga visión, sentenció: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada. Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común.

En términos estratégicos, nos brinda el instrumento político requerido para aunar voluntades, respetar la diversidad, resolver diferencias, cooperar por el bien de nuestros pueblos y solidarizarnos los unos con los otros. Su éxito dependerá del carácter y la sabiduría de sus miembros, que somos las 33 naciones independientes situadas entre el Río Bravo y la Patagonia.

En la unidad en torno a la soberanía, el desarrollo y la equidad estará nuestra fuerza y de ella dependerá la prosperidad con justicia de los ciudadanos de esta vasta y rica región. No tenemos un ideario plenamente homogéneo, ni coincidimos en todas las posiciones políticas. Esa es parte de la realidad y con ella debemos trabajar en un clima de respeto y cooperación.

Vivimos en una zona libre de armas nucleares, privilegio que disfrutan muy pocas regiones del mundo. Es una contribución fundamental a la causa de la humanidad por la eliminación total de esta amenaza, que pone en peligro la supervivencia humana.

Debemos aspirar a declararnos también, un día no muy lejano, territorio libre de bases militares extranjeras, como aporte adicional a la identidad regional.

El patrimonio común de nuestras tierras y mares atesora una riqueza natural extraordinaria que, utilizada de forma sostenible, con responsabilidad y solidaridad, ofrece a las futuras generaciones las bases de un porvenir de prosperidad y justicia. Contamos con una cultura diversa e interrelacionada, con valores ancestrales autóctonos. Existe un potencial técnico y científico de alto calibre e insuficientemente aprovechado.

A pesar de todo esto y de índices de crecimiento económico no despreciables, América Latina y el Caribe, con más de 20 millones de kilómetros cuadrados de extensión territorial y más de 580 millones de habitantes, avanza lentamente y no logra superar las deformaciones que obstaculizan su desarrollo.

Habitamos en la que se considera la región del mundo con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza. Junto al reconocimiento de que hemos sobrellevado en mejores condiciones los efectos de la crisis económica global, está la gran brecha que significa la extrema concentración de la riqueza en pocas manos frente a la inmensa pobreza de las mayorías.

La prosperidad de nuestra región depende de la solución de este problema. Actualmente hay 180 millones de latinoamericanos y caribeños pobres y, de ellos, 72 millones en extrema pobreza. Es una tragedia que no tendrá solución incluso si cumpliéramos todos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por las Naciones Unidas.

Hoy, la pobreza afecta a 81 millones de nuestros niños y unos 13 millones de ellos ni siquiera pueden acceder a una alimentación adecuada, en una región que produce más nutrientes de los que necesita. Esos niños son los acreedores del futuro de esta región. Nosotros, sus deudores.

La reciente evolución económica de América Latina y el Caribe muestra que, a pesar de la profunda crisis global, han crecido los ingresos por exportaciones, principalmente de productos básicos; que la carga de la deuda externa, aunque injusta y agobiante, ha sido menor, y que se ha incrementado la acumulación de reservas. Este escenario nos brinda una oportunidad si actuamos con responsabilidad y verdadero espíritu solidario.

Y es con ese espíritu que debemos encarar la situación en Haití, que representa una prueba para todos nosotros. América Latina y el Caribe tienen una responsabilidad histórica y ética con esa república hermana, la primera en independizarse del yugo colonial en nuestra región, donde se produjo, dirigida por esclavos, la primera revolución victoriosa en la historia de la humanidad. Haití requiere y merece que nos esforcemos para contribuir, con aportes más sustantivos, a su reconstrucción y desarrollo, y con estricto apego a la voluntad de su gobierno y a las necesidades de su pueblo.
En nuestro caso, ya lo expresamos en la pasada Cumbre de Cancún, en febrero del 2010, y lo ratificamos hoy: “la colaboración cubana y su modesto esfuerzo permanecerán en Haití los años que sean necesarios, si el Gobierno de esa nación así lo dispone. A nuestro país, férreamente bloqueado, no le sobra ningún recurso, más bien le falta de todo, pero está dispuesto a compartir su pobreza con los que tienen menos, en primer lugar con quien hoy más lo necesita en el continente”.

Yo recuerdo en una ocasión que visité Ecuador, en una de esas tantas reuniones internacionales en que hemos coincidido, que aproveché y visité la Capilla del Hombre, fundada por ese magnífico pintor del continente, Osvaldo Guayasamín, y me impresionó un letrero de un pensamiento que no era de él -según me explicó su hijo mayor- y que estaba en una de las paredes de tan importantísimo centro cultural e histórico. Decía el letrero: “Cuando era niño, lloraba porque no tenía zapatos, hasta que un día vi un niño que no tenía pies”. Quiere decir que siempre, por muy difícil que sea la situación de un país, por muy compleja y grande que sea nuestra pobreza, siempre hay alguien más pobre que nosotros, siempre hay un niño sin pies y que no necesita zapatos.

Estimados colegas:

Hemos asumido el compromiso de oponernos con firmeza a todo intento de desestabilización del orden constitucional en nuestros países.

No es una manifestación fortuita, sino de genuina respuesta al golpe de Estado contra Venezuela del 2002 y luego la asonada petrolera, la sedición en Santa Cruz en Bolivia, el golpe militar perpetrado en Honduras, el intento de golpe en Ecuador y las constantes acciones de desestabilización contra gobiernos legítimamente constituidos, firmemente comprometidos con los reclamos de justicia social de sus pueblos, defensores de la soberanía de sus países y expresiones de la más limpia y efectiva democracia.

Se conoce la naturaleza y las motivaciones de quienes impulsan estos ataques a la institucionalidad soberana y contra los derechos constitucionales de los pueblos. Se sabe también que reciben el apoyo de Estados Unidos y de algunos gobiernos europeos, así como la complicidad de poderosas organizaciones privadas de la industria de la información y la publicidad.

Recuerdo que en una reunión que sostuvimos en Nicaragua, en la capital Managua, por los acontecimientos recientes similares sucedidos en América Central, llamé la atención cuando hice uso de la palabra: ¡Qué casualidad que todos esos intentos han sido contra países del ALBA!, y me viré para el presidente Correa, que estaba a mi izquierda, y le dije: “El próximo serás tú”. Me puso cara de sorpresa, como diciendo: “¿Pero por qué?”. Él mismo y todos ustedes conocen por qué.

Es la pugna entre mezquinos intereses oligárquicos, con apoyo del capital transnacional y los derechos legítimos de los pueblos. Sería un grave error desconocer que América Latina y el Caribe han cambiado, que no se nos puede tratar como en el pasado. Nos ha costado trabajo enfrentar el lastre del colonialismo y el neocolonialismo y debe esperarse una firme determinación regional de defender la independencia duramente alcanzada. La Carta Bicentenaria que hoy adoptamos debe asumirse como expresión de esa realidad.

Más allá de nuestro entorno regional, compartimos un mundo complejo y convulso, en el que los pueblos se rebelan contra las injusticias -lo que vemos en Europa, en otras regiones del mundo y en el propio Estados Unidos con la población norteamericana lo demuestra-, las políticas imperialistas de saqueo, la concentración de la riqueza, la corrupción y el abuso del poder. Se trata de un fenómeno expresado particularmente en el Norte de África, el Medio Oriente, casi toda Europa y Norteamérica. Es expresión del colapso de despiadados modelos económicos neoliberales ya conocidos y repudiados en nuestra región.

Es también un mundo en el que las grandes potencias violan el Derecho Internacional, ejercen su dominación mediante el uso de la fuerza y agreden a naciones soberanas al amparo de pretextos y manipulaciones.

En Libia, la OTAN ha cometido un crimen internacional que ahora amenaza convertirse en modelo. (Se escuchan explosiones de fuegos artificiales).

Esa es la guerra que está echando Chávez contra los mosquitos o no sé contra qué (Chávez le dice que es un cohetazo en Caracas en homenaje a la CELAC).

Para vergüenza de las Naciones Unidas, se ha bombardeado durante ocho meses consecutivos a ciudades indefensas, masacrando civiles, destruyendo servicios sociales, mutilando la infraestructura y llevando a la condición de desplazados y refugiados a cientos de miles de personas.

Para Cuba, no es noticia la actitud de Estados Unidos. Es la misma de siempre. Llevamos enfrentando más de cinco décadas de hostilidad y agresión. Sufrimos el bloqueo económico, comercial y financiero más abarcador y duradero que se haya impuesto a país alguno. Nuestra región lo sabe y no ha dejado de pronunciarse con firmeza, lo cual los cubanos agradecemos a todos ustedes.

Voy a terminar leyendo un párrafo que lo puse, después lo quité, pero después de lo dicho por Chávez lo leeré.

Deseo agradecer a la reunión de Cancilleres del día de ayer, sus generosos planteamientos sobre Cuba y la recomendación de una futura presidencia cubana de la CELAC en el 2013. Iba a dejarlo para mañana o después que ustedes, presidentes, primeros ministros y jefes de delegaciones se manifestaran; pero Chávez, el presidente de Venezuela, el país sede, aquí sacó acuerdos, me hizo votar a mí, yo estuve de acuerdo, voté, y ahora interpreto… ya le pregunté a Correa si está de acuerdo con ese tipo de votación, si se le cede a Cuba la celebración de la próxima CELAC, después de Chile.

Les doy las gracias además, en este caso, no solo a los cancilleres sino a todos los presidentes, primeros ministros y jefes de delegaciones presentes.

Por fin, ¿cómo queda la cosa, Correa? Está de acuerdo, como diría Chávez, ¿no?

¿Están de acuerdo todos o retiro este párrafo? No quiero dar las gracias y que después uno levante la mano y diga: no, no estoy de acuerdo.

(Chávez afirma que estarán en Cuba en el 2013).

Bien, entonces lo mantenemos.

Muchas gracias a todos (Aplausos).

Reconocemos a Venezuela el inmenso esfuerzo desplegado para crear las bases y organizar esta Cumbre, así como al liderazgo del presidente Hugo Chávez Frías al conducirnos hasta aquí, hacia resultados tan prometedores para el futuro de la región y su aporte a favor de la integración y la unidad de América Latina y el Caribe.

En la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Cuba trabajará con dedicación, altruismo y compromiso por la unidad de nuestros pueblos, por un futuro de paz y justicia social, y por el empeño irrenunciable de consolidar la plena independencia de lo que José Martí definió para el porvenir como “Nuestra América”.

Muchas gracias (Aplausos).

Raúl Castro: "Celac es nuestra obra más preciada" (Discurso I)


Raúl Castro: "América Latina y el Caribe han cambiado" (Discurso II)