Mis recuerdos
se trasladan hacia el año 1978 cuando te conocí, ahí cerquita de mí. Te recuerdo montado en aquel ómnibus paseando entre niños
y jóvenes cubanos y de otros países por la otrora Cuidad de Pioneros José Martí
en Tarará, a propósito de la celebración
ese año en Cuba, del XI festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Ha pasado 25
años, para algunos mucho tiempo, sin embargo, ya no te pienso como niña ante tu estatura de
gigante de verde olivo, sino como artífice de la Revolución Cubana. Te
pienso como estadista brillante, como portador
de una imponente personalidad y una sabiduría que perdurará en todos los
hombres de Cuba, Latinoamérica y del mundo.
Tu figura
gallarda la guardé por siempre en mi memoria. Y es que estás en todas partes, Fidel: en el aire, en
el agua, en el fuego, en el amor... Con
tu ejemplo, iluminas los rostros de
todos los cubanos y latinoamericanos, razón
por la que no dejarás de ser nuestro eterno guerrero Comandante de las ideas.
Hoy tu voz, cual bastión inquebrantable, nos prepara para desafiar las realidades que se presenten en cualquier momento. Y es que ya no te perteneces, Comandante: dejaste de ser de ti mismo para ser de tu pueblo y ese, es un mérito que no podrán quitarte jamás.
Hoy tu voz, cual bastión inquebrantable, nos prepara para desafiar las realidades que se presenten en cualquier momento. Y es que ya no te perteneces, Comandante: dejaste de ser de ti mismo para ser de tu pueblo y ese, es un mérito que no podrán quitarte jamás.
Fidel, se te
quiere, admira y respeta en Cuba y más allá de las aguas que bañan este verde
archipiélago. Y con tu ejemplo iluminas
el rostro de todos los cubanos, para
acrecentar la valía de un hombre como tú: Eterno guerrero.
A ti, mi eterno
Comandante va este agazajo en tu cumpleaños 87. A ti, el Fidel del Moncada, del
Granma, de la Sierra, de Playa Girón, el mentor de la Batalla de Ideas, te
recordamos en tu cumpleaños. Eres verbo constante del padre nuestro
latinoamericano. Eres luz, épica, canción, presente, futuro, precepto y
principio. Eres, sencillamente, Fidelidad y Grandeza.