Disímiles razones conllevan al hábito de fumar en las personas de cualquier edad, fundamentalmente en los jóvenes. Unos lo hacen por seguir el mal ejemplo de compañeros de aula, otros de sus padres, hermanos, de artistas, por querer parecerse a los adultos...o sencillamente, por experimentar lo novedoso.
Aunque es una decisión totalmente personal, la mayoría de los fumadores se creen con el derecho expandir el humo del cigarro encima de quienes le rodean, y esto no debe ser. Por tanto, es necesario promover el respeto hacia quienes no tienen este hábito y se convierten, indudablemente, en fumadores pasivos.
No bromeo cuando digo que no me acerco a nadie que fume. No soporto que fumen cerca de mí, es necesario promover el respeto hacia quien no fuma, pues la mayoría de las personas que fuman se creen con el derecho de expandir el humo del cigarro encima de quienes le rodean, y esto no debe ser, hay que respetar las individualidades.
Aspirar el humo del tabaco provoca la aparición entre otros, de cáncer de pulmón, nasal, esófago, estómago, páncreas, hígado, riñón, uréter, vejiga. Estas se asocian a afecciones del corazón, cerebros vasculares, respiratorios y consecuencias, entre ellas, a empeorar la memoria, retrasa el crecimiento y el desarrollo sexual, trae dificultades en la apariencia externa y perjudica la cavidad bucal.
Cuba ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe en cuanto a la prevalencia del tabaquismo, siendo mayor la proporción de hombres que fuman que de mujeres. Además, el cáncer sigue siendo la segunda enfermedad de muerte en el país, superada sólo por los padecimientos cardíacos. De las 10 primeras causas de muerte en la isla, ocho de ellas, como diversos tipos de cáncer, están vinculados con esta adicción, lo cual constituye un reto para la población y las autoridades de salud.
Según la OMS, el tabaquismo es uno de los factores de riesgo de 29 enfermedades, y la principal causa de 10 tipos de cáncer, de las bronquitis y de más de la mitad de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, el consumo de tabaco, según esta organización, podría causar para 2015 más de ocho millones de muertes en todo el planeta, y reducir al menos en 15 años la media de vida de los fumadores.
El hábito de fumar no es más que exponerse a una muerte lenta y sigilosa, no sólo para usted, sino también, la de quienes le rodea. Para dejar el cigarrillo, sólo se necesita fuerza de voluntad y esa, está solamente en usted. Por lo tanto, medite, y, al menos hoy, no fumes, pero mañana tampoco.