Despidió presidente cubano Raúl Castro a Lula da Silva ( Más Video)
El presidente cubano, Raúl Castro, despidió hoy en el capitalino aeropuerto internacional José Martí al exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien concluyó una visita de dos días a la isla.
En declaraciones a la prensa, Raúl Castro se refirió al excelente estado de las relaciones entre Cuba y Brasil, así como a la importancia de la creación el próximo 5 de julio en Caracas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Por su parte, Lula Da Silva expresó su satisfacción por los resultados de esta visita y se pronunció por seguir consolidando los vínculos bilaterales. En la despedida estuvo presente también el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Durante su estancia en la isla, Lula da Silva conversó con Raúl Castro sobre diversos temas de la actualidad internacional. Ambos visitaron el puerto de Mariel, donde se construye una moderna base marítima, que permitirá el atraque de buques de 15 metros de calado, así como una amplia infraestructura ferroviaria y de autopistas.
Lula da Silva realizó cuatro visitas a La Habana durante su período como presidente brasileño, la última de ellas ocurrió en febrero de 2010. Los dos países mantienen excelentes relaciones bilaterales y vínculos de cooperación en las esferas económica, comercial, salud y capacitación, entre otras.
Históricamente, Brasil ha votado en Naciones Unidas a favor del proyecto de resolución cubano contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba.
Afganistán y todos los niños invisibles
Por Sheyla Valladares
El líder afgano Hamid Karzai acusó el martes, con diez años de atraso, a la OTAN
de actuar como una “fuerza de ocupación” por los bombardeos contra civiles, que
causaron la muerte el sábado último, a 12 niños en la provincia de Helmand, considerada una de las áreas de mayor influencia del movimiento insurgente talibán y por lo tanto una zona donde la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad(ISAF) actúa regularmente.
Estas muertes reafirman la revelación hecha hace algunos días por la Afghan Rights Monitor (ARM) de que 739 niños han perdido la vida en lo que va de año en Afganistán, como resultado del conflicto bélico que dura una década y en el que dos de cada tres víctimas mortales son menores de edad.
La población civil afgana ha sido sistemáticamente diezmada desde que comenzó en este país en el 2001, la cruzada contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN. Las matanzas de civiles en el 2010 ascendieron a 2.777, un aumento del 15% respecto a 2009.
Cuando ocurre un hecho como el del sábado último el líder afgano acostumbra a lanzar “advertencias” contra las acciones de las fuerzas de la Alianza, a las que esta invariablemente responde con “sinceras disculpas” por los daños colaterales, pero dejando muy claro, como sucedió en esta última ocasión, que los bombardeos, donde pueden morir muchos pequeños y de hecho mueren, siguen siendo necesarios.
La OTANtambién ha puesto como pretexto el momento que vive Afganistán, en el que las fuerzas afganas asumen paulatinamente la responsabilidad de la seguridad en el territorio como parte de un proceso que debe completarse a finales del 2014. Por lo tanto cualquier respuesta ante las acciones de la insurgencia tiene que considerarse como válida, aunque en ellas pierda la vida aproximadamente un millar de niños cada año.
Las fuerzas extranjeras se están esforzando para hacer el mejor trabajo posible, a fin de que sus colegas afganos tomen buena cuenta de ello. Por eso seguirán, tal como lo han planteado, el modus operandi habitual, las incursiones nocturnas y los bombardeos a hogares civiles para neutralizar las posiciones de la insurgencia, cuyo resultado más visible son un gran número de bajas civiles y detenciones, que en la mayoría de los casos no proceden por no contar con pruebas fehacientes.
Y está comprobado que cuando ocurre una matanza sin sentido como la de este sábado resurge la cólera popular, o lo que es lo mismo, el número de bombas colocadas al borde de los caminos y disminuye la proporción de bombas entregadas por la población a las fuerzas de la seguridad extranjeras.
A pesar de la indignación tardía de Karzai y legítima del pueblo afgano, principal víctima de este conflicto, este 1 de junio, día internacional de la infancia, los niños siguen jugando, si es que acaso lo hacen, en uno de los medio ambientes más contaminados por minas terrestres y restos de explosivos de guerra, donde más de 5 millones no pueden acceder a la educación, y son cada vez más vulnerables a la enfermedad y la desnutrición.
Las partes involucradas en el conflicto bélico, tome el tiempo que tome zanjarlo,
que no parece ser muy pronto, deberán ejecutar medidas eficaces para garantizar la seguridad y protección de los menores, para que no sigan constando en las listas de las bajas como simples números que indiquen los resultados de los incursiones armadas.
Sancionan a antisociales por perturbar el orden y la tranquilidad en Cuba
Foto de familia. Mercenarios en las afueras del tribunal de 10 de Octubre posan para la prensa extranjera
Por M. H. Lagarde
El Tribunal Municipal de 10 de Octubre, celebró ayer la vista oral en contra los elementos antisociales Luis Enrique Labrador Díaz, Walfrido Rodríguez Piloto Barceló y Yordani Martínez Carvajal por los delitos de resistencia, desacato y desorden público.
Al comprobarse su autoría en el hecho de esparcir octavillas contrarrevolucionarias -durante el mes de enero de este año, en los municipios de Plaza de la Revolución y Cerro-, el tribunal acordó sancionar a 5 años de privación de libertad a Luis Enrique Labrador Díaz, Walfrido Rodríguez Piloto, David Piloto Barceló y a 3 años a Yordani Martínez Carvajal.
Según fuentes consultadas por Cambios en Cuba, los sancionados, con edades comprendidas entre los 24 a 42 años, cuentan con amplios antecedentes delictivos. Luis Enrique Labrador Díaz fue procesado en 3 ocasiones por robo con violencia; Walfrido Rodríguez Piloto es un ex interno por robo con fuerza, tenencia ilegal de arma de fuego, riña tumultuaria, evasión de presos y desacato; David Piloto Barceló fue sancionado con anterioridad a 9 años por robo con violencia y Yordani Martínez Carvajal fue procesado por tenencia ilegal de arma blanca.
Durante el juicio, elementos contrarrevolucionarios al servicio del gobierno norteamericano y la SINA, se presentaron en las afueras del tribunal y profirieron ofensas contra los integrantes de esa instancia, provocación que fue rechazada por la enérgica respuesta de los vecinos de Santos Suárez.
Por lo visto, los llamados defensores de los “Derechos Humanos”, como es el caso de Elizardo Sánchez Santa Cruz y Laura Pollán, luego de quedarse sin argumentos tras la reciente liberación por parte del gobierno cubano de 104 internos que cumplían sanciones por realizar actividades al servicio de EE.UU., han abrazado ahora la causa de defender a delincuentes comunes para alimentarlas campañas mediáticas de satanización de la Revolución Cubana.
La SINA continúa funcionando como una verdadera Agencia de Pasajes, para aquellos que logren acumular méritos en “provocaciones contra el régimen” -léase vulgares delincuentes que no encuentran otra salida que acogerse al programa de refugiados y emigrar a los Estados Unidos.
Las costuras de éste sucio juego son tan visibles que hasta los familiares de los acusados, indignados, increparon a la salida del tribunal a los llamados “defensores” de la verdad. En declaraciones realizadas a este blog, Julio Martínez Acosta, padre de Yordani Martínez, se supo que se dirigió a Elizardo Sánchez cuando posaba para las cámaras de la prensa extranjera y lo acusó de manipulador, vago y mercenario y de ser el responsable de la situación de su hijo. De igual forma, Arturo Abreu Pruna, padrastro de Luis Enrique Labrador Díaz, increpó a Laura Pollán, a la que calificó de pordiosera que se dedica a mendigar el dinero de los americanos.
Como ya hemos dicho anteriormente -los mercenarios, última versión del anexionismo cubano-, intentan hacerle el juego al imperialismo en su afán de crear situaciones que sirvan de pretexto para desatar una agresión militar contra nuestro país.
En Libia, los bombardeos de la OTAN arrebatan diariamente la vida a mujeres y niños inocentes mientras los llamados “activistas de los derechos humanos en Cuba” guardan un silencio cómplice ante la barbarie. Bastaría recordarles que las bombas no tienen nombres.
La obviedad de Karzai
Tomado de Cubadebate
Por: Hugo Ríus
Todo es tan obvio en Afganistán, que no deja de sorprender que a la altura de casi 10 años de invasión estadounidense, y con tantos desmanes acumulados que el presidente Hamid Karzai recién llega a la conclusión de acusar a la OTAN de que actúa, como siempre lo hicieron desde se plantaron en el país centroasiático, esto es “como una fuerza de ocupación”.
Y todavía parece dudarlo, porque a tono con su declaración, así habría que considerarlo “si no frenan los ataques áreos sobre las viviendas”. ¿Para cuándo esperará?, si según datos de la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), 2.777 civiles fallecieron el año pasado por la violencia, lo que supone un aumento del 15% respecto a 2009.
Al menos ha vuelto a quejarse de que tras cada frecuente infanticidio bélico sigue invariablemente una disculpa del Pentágono acompaña de lágrimas de cocodrilo, y hasta la próxima para seguir repitiendo el mismo guión, y el continuo irrespeto a la figura ejecutiva que Washington eligió para colocar en el gobierno afgano, a falta de otra. A veces respondón, como acaba de ocurrir, les recordó a la OTAN que “la historia muestra con claridad cómo reaccionan los afganos contra un conquistador”. Y esto también debería ser muy obvio para los ocupantes.
A los niños cubanos nadie podrá borrarle la sonrisa
(…) Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo (…). Así expresó nuestro José Martí en el prólogo a la Edad de Oro, revista que escribiera para todos los niños del mundo.
Ser un niño privilegiado es algo poco común en muchas partes del mundo, pero en Cuba, esa condición le garantiza a todos sus derechos más elementales desde su nacimiento. Por tal motivo ni las crisis globales, ni bloqueo que el gobierno de los Estados Unidos impone a nuestro país, podrán borrar la sonrisa de sus niños, felices, protegidos y en pleno goce de sus derechos.
Fue en diciembre de 1954, cuando la Asamblea General de la ONU acordó la conmemoración anual de un Día Internacional de la Infancia, del entendimiento y fraternidad entre todos los niños del mundo, en la fecha que cada país decidiera y Cuba, igual que otras naciones del mundo, escogió el primero de junio.
En Cuba se celebran este día con la alegría de saber que los niños y niñas constituyen el tesoro más preciado. Viven un mundo donde existe la belleza, la paz, la bondad, y donde se benefician, sin distinción alguna, de educación, juegos, recreación sana, de participar libremente en la vida cultural.
Poseer una atención médica esmerada y el expresarse en foros y congresos, son otros de los derechos que disfrutan los niños y niñas de Cuba, país donde se lucha por mantener las conquistas de la Revolución y está muy lejos de la prostitución infantil, la mendicidad y otros actos de violencia muy comunes en otras sociedades donde impera la economía de mercado.
Cuando sea grande, voy a fumar
No, amigo lector, la frase que da título al trabajo nada tiene que ver conmigo, sino con una amiga de la infancia que cuando éramos adolescentes siempre me decía: “Cuando sea grande voy a fumar”. Sin embargo, el tiempo pasó y Jadilly, que es el nombre de mi amiga de marras, jamás se ha puesto un cigarro en la boca.
Ahora comprendo que la afirmación por lo totalmente desconocido, no era más que cosas de la adolescencia, de esa etapa tan linda de la vida y momento de las dudas e incomprensiones, que en ocasiones traen consigo se imiten comportamientos poco saludables como por ejemplo, el hábito de fumar.
Y este motivo es suficientemente fuerte para que cada 31 de mayo se celebre el Día Mundial sin Fumar, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, que sirve a muchos adictos como punto de partida para dejar el nocivo vicio y principal epidemia prevenible en nuestro planeta.
Giro mi atención en los jóvenes y las disímiles razones que conllevan a que fumen. Unos lo hacen por seguir el mal ejemplo de compañeros de aula, otros de sus padres, hermanos, de artistas, por querer parecerse a los adultos...o sencillamente, por experimentar lo novedoso.
Aunque es una decisión totalmente personal, la mayoría de los fumadores se creen con el derecho expandir el humo del cigarro encima de quienes le rodean, y esto no debe ser. Es necesario promover el respeto hacia quienes no tienen este hábito y se convierten, indudablemente, en fumadores pasivos.
No bromeo cuando digo que no me acerco a nadie que fume. El fumar, además de representar un placer para algunos, como dice la letra una canción, constituye el acto de exponerse a una muerte lenta y sigilosa y esto es lo que debemos evitar.
Adicción al fin, comprendo que resulta trabajoso abandonarlo, pero si hay que tener certeza de a qué nos exponemos. Aspirar el humo del tabaco provoca la aparición entre otros, de cáncer de pulmón, nasal, esófago, estómago, páncreas, hígado, riñón, uréter, vejiga… y se asocia a afecciones del corazón, cerebro vasculares, y respiratorias. Entonces medite, y, al menos hoy, no fume y quizás mañana, tampoco encienda su cigarrillo.
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