Cuba y la visita del Papa Benedicto XVI

La visita a Cuba del Papa Benedicto XVI permitirá al mundo acercarse a la realidad de un país muchas veces blanco de ataques mediáticos dirigidos a distorsionarla, coincidieron en esta capital personalidades y líderes religiosos.

El Sumo Pontífice llegará a la isla el próximo 26 de marzo por la oriental provincia de Santiago de Cuba, y dos días después regresará desde La Habana a la Santa Sede; estancia que pese a su breve duración representará una oportunidad de conocer los logros y retos de la nación caribeña.

Jueza de Miami autoriza viaje de René González a Cuba


En la tarde del 19 de marzo de 2012 se conoció que la jueza Joan Lenard, de la Corte para el Distrito Sur de Florida, quien ha estado a cargo del caso de los Cinco cubanos presos injustamente en las cárceles de los Estados Unidos desde el inicio del proceso, aprobó la moción presentada por el abogado de René González que solicitaba que se le permitiera viajar a Cuba por dos semanas para ver a su hermano Roberto González, quien está gravemente enfermo.

La jueza ordenó, no obstante, que este viaje debe realizarse bajo un grupo de condiciones.

En esencia, René debe obtener todos los permisos necesarios para viajar a Cuba por parte del Gobierno de Estados Unidos, debe entregar el itinerario detallado del viaje, su localización en Cuba e información de contacto en el país, así como reportarse telefónicamente con su oficial probatorio.

Por último, la orden de la jueza deja claro que todas las condiciones de la libertad supervisada de René permanecen invariables y tiene que regresar a los Estados Unidos en cuanto se cumplan dos semanas, a partir de la fecha del viaje.

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Mensaje del Cardenal Jaime Ortega al pueblo de Cuba con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a la Isla


Ante todo agradezco a la Televisión Cubana esta oportunidad para comunicarme con mis amigos y hermanos de Cuba sobre esta ya cercana visita del Papa Benedicto XVI a Cuba.

Se ha hablado ya de su visita, hemos visto en la prensa los primeros informes acerca de su condición, del momento en que él vendrá, de las celebraciones que tendrá, pero se impone una pregunta al principio: ¿Por qué el Papa viene a Cuba?

Para esto tenemos que tener en cuenta, según mi parecer, la visita pastoral que el Papa Juan Pablo II hizo a nuestro país hace 14 años. En aquel tiempo, el Papa Benedicto XVI era simplemente el Cardenal Ratzinger que estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El no acompañó al Papa en la visita pero la visita a Cuba del Papa Juan Pablo II no fue realmente una visita más. En cualquier tipo de resumen, de compendio de la actividad papal, sea cinematográfico, sea gráfico, sea histórico simplemente escrito, hay una mención a la visita a Cuba entre aquellas que fueron como paradigmáticas.

La visita del Papa Juan Pablo II fue muy esperada. Era la primera visita de un Papa a Cuba. Las condiciones especiales de nuestro país hacían que la mirada del mundo estuviera muy fija en aquella visita, y después los comentarios en la Santa Sede, la apreciación de la Iglesia en Roma fue una apreciación alta, positiva y, al mismo tiempo, comentada ampliamente, en lo cual intervino el Papa Benedicto XVI, entonces simplemente Cardenal Ratzinger, acogiendo todo aquel eco y aquel paso del Papa por Cuba. De manera que algo quedó en su corazón.

Desde el comienzo de su pontificado, ya en la primera ocasión que yo tuve un contacto con él, vamos a decir que como Cardenal he tenido ese privilegio, al mismo tiempo doloroso porque ha muerto un Papa, pero único en la vida de un cardenal de participar en la elección de un sucesor, de aquel Papa Juan Pablo II tan querido en el mundo entero. En aquella ocasión, cuando ya él, el Papa había sido nombrado, cuando ya él después del último momento que se dijo el nombre de Ratzinguer estalló un aplauso al ver que tenía las dos terceras partes de los votos necesarios para ser elegido, en ese momento el Papa recuerdo cómo bajó la cabeza como estremecido, como alguien que tenía un peso inmenso. Después fue, se cambió, vino ya el momento en que él explicaba su aceptación y el nombre que había elegido, Benedicto, y después vino nuestro ir a ofrecer al Papa nuestro homenaje y nuestra obediencia de Iglesia. Me arrodillé delante de él, él tomó mis manos y me dijo palabras muy cariñosas –vamos a decir así- para Cuba.

Esto fue el primer signo de esa especie de presencia que ha tenido –como me decía después el Secretario de Estado- Cuba en su corazón desde el inicio de su pontificado, como lugar que él deseaba visitar.

Cuando ya fui a Roma en otra ocasión, y lo encontré y hablé de la invitación para que viniera a Cuba, él decía que era ya un hombre mayor, que ya él no podía pensar en tantos viajes como el Papa Juan Pablo II. Sin embargo, más adelante, al volverle a insistir en otras ocasiones, me decía siempre: “Si Dios quiere”. En una ocasión me dijo con alegría cómo el presidente Raúl Castro lo había invitado a venir a Cuba. Yo creo que él siempre tenía su proyecto. América Latina tiene muchos países católicos, países de gran extensión y de gran población católica, pero el Papa quiso, sobre todo después de venir a Brasil, lugar donde él estuvo por primera vez en América Latina, quiso venir también a México, y no pudo en aquella ocasión de la fiesta mundial de la familia debido a que la altura de la Ciudad de México no le convenía y los médicos le dijeron que no debía ir. Tenía pendiente este viaje y ahora al tener esta oportunidad de venir a México incluyó a Cuba, que es un pequeño país de América Latina, en su recorrido.
Lo quiso incluir porque desde siempre tenía este deseo en su corazón, pero ahora tenía una oportunidad extraordinaria: celebrábamos en Cuba los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. Es un Año Jubilar. Los cubanos están peregrinando este año al Santuario del Cobre, todos para visitar a la Patrona de Cuba y él quiso venir como peregrino. Ese es el motivo del lema que se ha escogido para esta visita: “Peregrino de la Caridad”.

Para él era también entusiasmante esta última decisión de incluir a Cuba en su viaje a México porque en Roma, allí en la Santa Sede, había un seguimiento de todo lo que ha sido la preparación de este año jubilar con la gran misión que recorrió toda Cuba llevando a la Virgen Peregrina de la Caridad hasta los últimos rincones del país. Había un interés grande en esta peregrinación, porque el Papa está empeñado en revivir la fe de países ya cristianizados antes pero que necesitan una nueva evangelización, y veía en esta misión una verdadera muestra de lo que es revivir la fe de un pueblo.

Miles y miles de cubanos, millones diría yo, salieron al encuentro de la Virgen. No es el número lo que nos ha impactado; es las muestras de religiosidad de ese pueblo. Es ver a aquellos cubanos que salían de los cruces de caminos haciendo la señal de la cruz, arrodillándose al paso de la virgen, levantando sus brazos en oración, todo esto incluso nos lo han pedido que lo relatemos con detalles a la Santa Sede para hacer una especie de compendio, de libro, que sea ilustrativo para América Latina, y no sólo para América Latina, me decía el Cardenal Prefecto de la Congregación de los Obispos en carta escrita a mí en el mes de noviembre, sino también un poco para el mundo entero. Porque yo creo que había en esa misión algo que era el revivir de una fe dormida, de una fe que está quizás un poco borrada, pero que estaba presente en el corazón del pueblo. Y el Papa entonces siente que viene a confirmarnos en esa fe, que viene a reafirmarnos en esos valores cristianos que esa fe sembró en nuestro país.

Ahora vamos a hablar no tanto de qué es el Papa, de esto se ha hablado un poco ya en los medios de comunicación de Cuba. El Papa es aquel que rige la Iglesia, pondré yo un acento muy breve en esto. El Papa para nosotros en la fe cristiano católica es el vicario de Jesucristo. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir, el que hace presente a Jesucristo, el que hace las veces de Jesucristo. Cuando hay alguien que está ausente en un cargo en la Iglesia, que está ausente por un tiempo, hay aquel que hace las veces del ausente, es el vicario el que lo sustituye, hace presente así a Cristo.

El Señor Jesús creó una Iglesia, creo un grupo, el Grupo de los Doce Apóstoles. En ese grupo el nombró un jefe. El estaba creando una comunidad, estaba formando lo que sería el núcleo de lo que sería la Iglesia. Cuando forjó esa comunidad, le puso al frente a uno de esos apóstoles, Pedro. Pedro fue el nombre que él le puso, porque se llamaba Simón. Pero él le dijo: Ahora tú serás Piedra, Pedro, y sobre esta piedra yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Infierno nunca vencerán esta iglesia que yo te confío a ti, de la cual te doy como las llaves. Entonces Pedro tiene esta misión en la Iglesia. Ya una vez de pasada la muerte de Jesús en la cruz, resucitado se aparece a Pedro y le dice: Pedro, ¿me quieres?, tres veces se lo pregunta. Y él dice: Sí, señor, tú sabes que te quiero. Ya él responde un poco impactado: Apacienta a mis corderos, apacienta a mis ovejas, cuida del rebaño, pastoréalo.

Entonces esa es la misión de Pedro en la Iglesia. Pero no es una misión para él solamente. Si el Señor dijo a los discípulos: Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo, y vayan hasta el fin del mundo y anuncien el evangelio, esa iglesia que el fundó tenía que durar siempre y el cargo de Pedro no podía morir con él. Entonces había que nombrar un sucesor, y se ha nombrado siempre, de distintos modos, un sucesor de Pedro. El Papa es el sucesor de Pedro, el que hace que continúe la misión que Cristo le confió a Pedro de hacer a Cristo presente en el mundo.
El Papa debe por lo tanto tener esta misión y como esto viene a Cuba, para cuidar de ese rebaño. Aquel mandato es para él: Cuida mis ovejas, apacienta a mi rebaño. Es el mandato del Señor para Pedro el que él cumple en su persona.

Ahora, ¿cómo es este Papa? Porque no solamente qué es el Papa sino cómo es él. El Papa es un intelectual, el Papa de la razón. Es un hombre que tiene una vocación para la ciencia teológica y a eso dedicó su vida. Fue sacerdote –claro está- y profesor de universidad, distinguidísimo.
Cuando llegó aquella magna reunión de la Iglesia Católica en los años 60, que se llamó el Concilio Vaticano II, cuando el Papa estuvo durante tres años, cuatro años prácticamente, al frente de la Iglesia reuniendo a todos los obispos del mundo, allí estaba él, el teólogo Ratzinger, como el consejero de aquella gran reunión. Después, más adelante, fue nombrado obispo, Arzobispo de Munich, en Alemania, su patria natal, y cardenal más tarde. Y después ya el Papa Juan Pablo II lo nombró a él colaborador suyo inmediato y lo puso al frente de la doctrina de la fe.

El hombre de la razón ahora tenía que dedicarse al otro tipo de conocimiento que tiene el ser humano, que es el de la fe. Hay dos modos de conocimiento en el hombre: el de la razón y el de la fe, y los dos tienen una fuerza muy grande. Si la razón ha desarrollado el mundo y ha creado civilizaciones, la fe también lo ha hecho. Y Fe y Razón juntas han sido capaces de crear la gran civilización occidental, Biblia y mundo griego de filósofos y de pensadores son inseparables en esta civilización nuestra. Pero él que era hombre de escuela, de razón, de filosofía, de pensamiento, tiene ahora que ser el que está al frente de la congregación que cuida de la doctrina de la fe, es decir, de ese otro modo de conocimiento que nos viene dado por Dios, la revelación. Y la revelación es lo que la Biblia nos presenta. Lo que después la tradición recoge y nos entrega.

La revelación es algo que viene de Dios y no puede ser alterado. En un mundo donde hay desde el punto de vista filosófico tanto movimiento, hacia un sentido o hacia el otro, con respecto a lo que es la verdad, es un riesgo muy grande que este mismo movimiento se introduzca en el campo de la fe, aun en el campo del pensamiento. El Papa Benedicto XVI es el Papa de la Verdad. Porque en su condición de científico del pensamiento teológico, él sabe que no hay ciencia sin verdad. Nadie puede llegar a un nuevo descubrimiento científico si no llega a la verdad de las cosas. Nadie puede llegar a un tipo de conclusión válida acerca de un diagnóstico de la realidad si no llega a la verdad de las cosas. Es decir, el ser humano tiene que buscar la verdad y él ha sido un defensor de esta causa, del buscador de la verdad.

El mismo se pregunta en uno de sus escritos: ¿en nombre de la verdad cuántas injusticias y cuántas cosas malas se han hecho? Es verdad, es cierto, porque en nombre de la verdad muchas veces relativizada, la verdad de este o de aquel, se puede llegar a un relativismo que cada uno reclame su verdad y podamos entonces llegar a un laxismo en el sentido ético por el cual nosotros somos indiferentes a cualquier tipo de pensamiento y nuestra actitud ante la vida se vuelve acomodaticia, variable, o podemos llegar a un absolutismo o a un verdadero régimen totalitario o tirano cuando alguien cree que tiene una verdad y es esa.

No es eso lo que el Papa propone con respecto a la verdad. Ninguno de esos dos excesos puede ser aceptado. La verdad es la que es y yo no puedo ni seguir esas corrientes de verdades todas individuales y subjetivas, que son variables, ni puedo someterme a una verdad erigida como totalidad en la cual yo tengo que encontrar como el único modo de sentir y de pensar. El Papa es este guardián de la verdad. Que nosotros lo recibamos así, como aquel que viene a traernos toda esta verdad, toda esta búsqueda… Buscador de la verdad es lo que quiere él que nosotros seamos, porque ahí nos podemos encontrar todos los seres humanos. Porque cualquiera tiene una parcela, una parte de esa verdad.

El viene así a traernos todo esto, a traernos también un corazón muy pastoral. El Papa viene a hacernos una visita pastoral. A cumplir el mandato que Jesús dio a Pedro: Apacienta a mis corderos, apacienta a mis ovejas. El viene a traer esto con un verdadero corazón de pastor. Conozco esta actitud -yo diría cariñosa- del Papa en el trato con las personas. El hecho de haberlo presentado como un alemán, como un hombre de razón, como un intelectual de universidades, puede hacer que algunos crean que es aquel hombre de la disciplina, de la fe que debe ser custodiada siempre, cargo que ejerció durante muchos años. Pero esto es algo que impactó a los obispos de Cuba cuando visitamos Roma y él era el cardenal que estaba a cargo de la doctrina de la fe. Teníamos que ir a los distintos ministerios que tiene la Iglesia en nuestra visita que cada cinco años tenemos que hacer a Roma para informarnos, rendir cuenta de cómo marcha la Iglesia, etc.

Al llegar a la doctrina de la fe en Cuba no había grandes problemas en este sentido y pensábamos que sería un trámite formal, pero aquel Cardenal Ratzinger, hoy Papa, nos recibió con un afecto, con una simpatía, con un deseo de saber sobre nosotros sobre nuestra vida, sobre nuestro sistema social, sobre cómo andaban las cosas en Cuba, nos acogió de tal modo que era la última de nuestras visitas en Roma y salimos diciendo es la mejor de todas, nadie nos ha acogido y nadie ha estado tan interesado en nuestra vida y en nosotros como este hombre. Bueno, ese hombre es el que llegó a ser el Papa de la Iglesia, el que ahora viene a visitarnos.

Recuerden que al principio les decía que él se quejaba un poco en el primer momento de la edad que tenía. Después de esto él fue a Australia, fue al África, ha viajado y ahora viene a Cuba. Ya viene con 84 años, casi a punto de cumplir 85. Es un hombre de mucho sentir humano, de mucho corazón, y así va a venir a visitarnos a nosotros. Y yo creo que nuestra respuesta debe ser adecuada a este interés que él mostró.

Ahora en nuestra última reunión en Roma, hace unos días, cuando se crearon nuevos cardenales, estaba yo en la reunión de la mañana y al terminar él –estaba yo como en la tercera fila- que recogía sus papeles de la sesión de la mañana para irnos ya a la hora del almuerzo, levantó la vista y me vio, y entonces me llamó, con una sonrisa, de tal manera que fui yo el primer cardenal que fue a saludar al Papa aquel día. Y entonces con gran afecto me tiende la mano y me dice: Nos vemos en La Habana. Yo creo que para mi fue… El no puede hablar mucho con todo el mundo porque tiene mucha gente con quien hablar. Pero esas palabras que él me dirigió al final indican todo su deseo, sus simpatías, sus ansias de visitarnos y de cumplimentar nuestra invitación y de venir como peregrino a Cuba en este año jubilar.

Los invito a todos para que estén con el, tanto en Santiago, a ustedes los santiagueros, como a ustedes, los habaneros, a estar aquí. Los de otras provincias pues en la medida que el transporte se les facilite y tengan fuerzas para esto pues también. Si no, pues en la televisión podrán seguir su presencia entre nosotros.

Que el Señor nos conceda un buen tiempo y una presencia del Papa en Cuba que dejará esa huella espiritual no contabilizable, no reducible a estadísticas, pero que será siempre también en nuestro corazón, en el espíritu del pueblo, porque en último término la espiritualidad del pueblo es tan importante, muchas veces, como sus necesidades materiales.

Que el Señor los bendiga a todos.

Guantánamo representado en la misa del Papa Benedicto XVI en La Habana, Cuba

Músico guantanamero Conrado Monier

La provincia de Guantánamo estará representada en las actividades culturales relacionadas con la Misa que oficiará el Papa Benedicto Dieciséis en La Habana, durante su visita a Cuba del 26 al 28 de marzo próximo.

Por su profesionalismo, Conrado Monier fue seleccionado como orquestador principal de las obras concebidas para la Sinfónica de Cuba, y en su aporte despunta el contexto armónico otorgado a la música para ese acontecimiento de impacto internacional.

Los arreglos míos, dice el artista, están presentes en cuatro de los 7 temas del programa, con una fuerte carga de cubanía, línea que rompe con las melodías tradicionalmente utilizadas para ambientar sucesos de ese tipo en la estructura instrumental de una orquesta sinfónica.
Mi propuesta inserta chachachá, guarachas, son y danzón, agrega Monier y destaca su satisfacción por el mérito de representar a los artistas del oriente cubano en la ceremonia que podrá ver el mundo entero.

Apunta el arreglista que la designación para tan alta responsabilidad, proviene de Alina Orraca, directora del Coro y la Orquesta de la jornada artística en cuestión y con quien ya tiene experiencias de trabajo para la agrupación fundada por ella.

El guantanamero Conrado Monier Ribeaux , es músico, director de orquesta y ha realizado arreglos y orquestaciones para la Banda de Conciertos de su natal provincia, el Coro Masculino y otras agrupaciones y en su currículum resalta su participación en el CUBADISCO 2009 con el changüí VAMOS PAL GUASO, COMPAY, interpretado por la Orquesta Sinfónica Nacional.

Vaticano condena bloqueo de EEUU contra Cuba


La Santa Sede condenó el bloqueo estadounidense contra Cuba, en declaraciones previas a la visita que realizará el Papa Benedicto VXI a la mayor de las Antillas la próxima semana.

“La Santa Sede considera que el embargo es algo que hace que las personas sufran las consecuencias. No logra el objetivo de un bien mayor”, dijo el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

“La Santa Sede no cree que es una medida positiva y útil”, agregó en respuesta a una pregunta durante una sesión informativa acerca del viaje que el Papa realizará desde el próximo día 23 de este mes a México y Cuba.

El Papa Benedicto XVI visitará la isla por primera vez entre el 26 y el 28 de este mes, en un viaje que lo llevará también por México.

El bloqueo cumplió 50 años el mes pasado y sigue siendo la piedra angular de la política de Estados Unidos hacia la isla caribeña, situada a sólo 145 kilómetros de Florida, a pesar de que la medida no ha cumplido su principal objetivo de socavar a la revolución cubana.

Arzobispado confirma que ocupantes no autorizados fueron retirados del templo en La Habana

El Santuario Diocesano y Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana...

Comunicado del Arzobispado de La Habana

En horas de la noche de hoy, jueves 15 de marzo,tras más de cuarenta y ocho horas de permanencia ininterrumpida y no autorizada en el interior del Santuario Diocesano y Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana, los trece ocupantes fueron retirados de ese sagrado lugar.

En las primeras horas de su permanencia en el templo, y durante uno de los diálogos sostenidos con los ocupantes, el canciller de la arquidiócesis, monseñor Ramón Suárez Polcari, les había manifestado la promesa del Cardenal Jaime Ortega de que serían conducidos a sus casas bajo la protección de la Iglesia y que nada atentaría contra su seguridad, pues esa había sido la solicitud del Cardenal a las autoridades correspondientes.

Los ocupantes respondieron entonces que no desconfiaban del Cardenal Ortega, pero sí de la palabra dada a este por las autoridades del país. Sin embargo, afirmaron que si esas mismas autoridades acudían a decírselo personalmente lo creerían.

No obstante, los esfuerzos unilaterales de la Iglesia por poner fin a esta situación continuaron. Nuevamente en la noche del miércoles 14 de marzo, el canciller del Arzobispado de La Habana se presentó en el templo, y en compañía del padre Roberto Betancourt, rector del Santuario, les reiteró la invitación a salir voluntariamente. No faltó tampoco la exhortación de los fieles católicos, quienes no han podido escuchar misa los días miércoles y jueves. Otras invitaciones a poner fin a la ocupación se repitieron en la mañana y la tarde de hoy. La respuesta del grupo siempre fue negativa.

Por este motivo, en uso de la autoridad y facultad que le compete, el Cardenal Jaime Ortega se dirigió a las autoridades correspondientes para que invitaran a los ocupantes a abandonar el Santuario y Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana. Se tuvo en cuenta, además, la propuesta de los mismos ocupantes de ser visitados directamente por las autoridades para recibir garantía de su seguridad. Esta solicitud del Cardenal Ortega a las autoridades reiteraba salvaguardar la integridad de estas personas.

La acción de poner fin a la ocupación se inició a las 9:00 p.m. hora local, duró menos de diez minutos. Los trece ocupantes fueron invitados a salir del templo y no ofrecieron resistencia. Los agentes que ejecutaron la operación habían asegurado a la Iglesia que no portarían armas, que trasladarían inicialmente a las trece personas a una unidad policial y que después los llevarían a sus casas. Igualmente aseguraron que no serían procesados por este hecho.

Se pone fin así a una crisis que no debió nunca producirse. La Iglesia confía que hechos semejantes no se repitan y que la armonía que todos anhelamos pueda realmente alcanzarse.

Orlando Márquez Hidalgo
Oficina de Prensa del Arzobispado de La Habana
La Habana, 15 de marzo de 2012

Jerarquía de la Iglesia Católica en Cuba rechaza provocación contrarrevolucionaria


En la tarde de ayer, martes 13 de marzo, un grupo de trece personas conformado por hombres y mujeres adultos, quienes se identifican como disidentes y habían acudido a la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad de esta arquidiócesis de La Habana, manifestaron al rector de este Santuario Diocesano, padre Roberto Betancourt, que tenían un mensaje para el Santo Padre Benedicto XVI y una serie de demandas sociales y se negaban a abandonar el templo.

Con posterioridad, en el lugar se presentó el canciller de la arquidiócesis de La Habana, monseñor Ramón Suárez Polcari, quien igualmente escuchó sus peticiones, les aseguró que el mensaje sería trasmitido y les pidió abandonar el templo para el cierre, a la hora acostumbrada, lo cual rechazaron. Finalmente el templo fue cerrado y los ocupantes permanecieron en su interior. Con frecuencia hacían y recibían llamadas usando sus teléfonos celulares.

Durante todo este tiempo, además, las autoridades eclesiásticas mantuvieron una comunicación frecuente con las autoridades de gobierno, quienes se comprometieron a no actuar en modo alguno. Esto igualmente fue trasmitido al grupo de ocupantes, y se les ofreció conducirlos a sus casas en autos de la Iglesia. Todo intento por persuadirlos fue inútil. Al amanecer de hoy, miércoles 14, supimos que situaciones similares se habían presentado en otras iglesias del país, pero los ocupantes ya habían abandonado los templos.

Se trata de una estrategia preparada y coordinada por grupos en varias regiones del país. No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba. Hemos recibido comunicación de que otros grupos y personas disidentes fueron convocados a ocupar templos en otras diócesis pero se negaron a hacerlo por considerarlo “una actitud irrespetuosa hacia la Iglesia”.

A los templos católicos de todo el país acuden miles y miles de fieles cada día. Las oraciones por los presos, los que sufren alguna injusticia, los difuntos o los necesitados de una vida digna, nunca faltan en nuestras liturgias y celebraciones. Todo el que desee puede ir a rezar al templo, que es casa de oración abierta a todos los que buscan en Dios la respuesta a sus necesidades espirituales y aun materiales, o a dar gracias por un bien recibido.

Por este mismo hecho, todo acto que pretenda convertir el templo en lugar de demostración política pública, desconociendo la autoridad del sacerdote, o el derecho de la mayoría que va allí en busca de la paz espiritual y el espacio para la oración, es ciertamente un acto ilegítimo e irresponsable. La Iglesia escucha y acoge a todos, e igualmente intercede por todos, pero no puede aceptar los intentos que desvirtúan la naturaleza de su misión o pueden poner en peligro la libertad religiosa de quienes visitan nuestras iglesias. Invitamos a quienes así piensan y actúan, a cambiar de actitud, y si son hombres y mujeres que se consideran católicos, a proceder como tales.

Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas. Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba.

Orlando Márquez Hidalgo

Arzobispado de La Habana
La Habana, 14 de marzo de 2012

Acompañemos el llamado de Fidel: este miércoles #SavetheWorld en Twitter

Acompáñenos desde las 10 am de este miércoles 14 de marzo (hora de Cuba, 15:00 GMT) en un gran tuitazo con la etiqueta #SavetheWorld. Respondamos al llamado que hizo Fidel a salvar el planeta, columna vertebral del libro “Nuestro deber es luchar” que estará disponible en Cubadebate.

El libro Nuestro deber es luchar, diálogo de Fidel con un grupo de intelectuales, se presentará simultáneamente este 14 de marzo en Buenos Aires, La Paz, Santo Domingo, San Juan de Puerto Rico, México DF, Washington DC, Kingston, Madrid, Berlín y Luanda.

Un 14 de marzo, pero de 1892, José Martí, el cubano que educó y predicó con la idea de que “Patria es humanidad”, fundó el periódico Patria.

Convencido de que como dijera Martí “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”, el líder de la Revolución cubana ha lanzado la convocatoria a un debate global sobre los peligros que acechan la supervivencia de la especie humana, a partir del diálogo que sostuviera el pasado feberero, durante más de nueve horas, con intelectuales de África, Europa y América, presentes en la Feria del Libro de La Habana.

Desde las 10 am de este miércoles 14 de marzo (hora de Cuba, 15:00 GMT), el libro estará disponible en PDF en Cubadebate y muchos compartiremos ideas y argumentos en la red social Twitter con la etiqueta #Savetheworld. Una vez más se demostrará que, como ha dicho el propio Fidel, Internet es un instrumento revolucionario y que “parece inventada para nosotros”.