Este
primero de septiembre Cuba se convierte
en una gran escuela, comienza el nuevo curso escolar y con ello, la vida cambia.
Hoy, desde temprano, la ciudad de Guantánamo y sus calles, fueron tomadas por los colores de la enseñanza, para que los estudiantes tengan otra cita
con el conocimiento, desde el preescolar
hasta la universidad.
Con inmensa
alegría que los envuelve, todos los estudiantes van hacia sus escuelas, con sus
mochilas cargadas de sueños a
enfrentar metas superiores. Hay
risas, llantos, canciones, mucho que aprender… en la escuela se afianza el
verdadero significado de la amistad, la solidaridad y la confianza.
Más de 94 mil 513 son los estudiantes guantanameros
que hoy van hacia los 736 centros educativos de la provincia. Allí, tienen asegurada la base material de
estudio, el mobiliario y el equipamiento
tecnológico necesario para el desarrollo exitoso del proceso docente
educativo.
El inicio
de curso es un suceso importante para los estudiantes, incluso para
quienes ya han dejado las aulas. En este
esperado encuentro, los estudiantes se apropien del saludo, las palabras de bienvenida al centro
a los estudiantes de nuevo ingreso, o sencillamente
el hecho de poner los ojos sobre el que se presenta por primera vez
ante el grupo.
Al parecer
son sencillas memorias, pero son tan importantes que perdurarán en el tiempo
por el significado que para cada escolar deviene el encuentro: el reencuentro con los amigos, los profesores, la añoranza por los pasillos de la escuela, las
primeras ilusiones amorosas, o simplemente las travesuras de un compañero
siempre tan especial.
Este lunes comienzan las clases y con ello, las nuevas generaciones recibirán el mejor regalo que se puede dar a un ser humano: la educación, que como dijera nuestro José Martí, significa “depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente hasta el día que vive… es prepararlo para la vida”.
Este lunes comienzan las clases y con ello, las nuevas generaciones recibirán el mejor regalo que se puede dar a un ser humano: la educación, que como dijera nuestro José Martí, significa “depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente hasta el día que vive… es prepararlo para la vida”.