Felicidades para los que saben querer


El domingo 15 es el Día de los niños en Cuba, y momento para reflexionar en lo que significa la fecha para los que saben querer. Ser un niño privilegiado es algo poco común en muchas partes del mundo, pero en Cuba, hoy esa condición es un privilegio que le garantiza a todos sus derechos más elementales desde su nacimiento.

En Cuba, las niñas y los niños celebran este día con la alegría de saberse el tesoro más preciado al beneficiarse, sin distinción alguna, de escuelas, juegos, recreación sana y atención médica esmerada.

Participar libremente en la vida cultural, recibir antes y después del nacimiento todos los cuidados, estar protegidos de 13 enfermedades peligrosas, expresar sus opiniones en foros, dirigirse en los congresos y en sus organizaciones los distingue respecto a sus semejantes en otros países.

Los informes de Naciones Unidas confirman las cifras escalofriantes de que cada minuto mueren en el mundo 16 infantes por hambre y falta de asistencia médica.

En contraste, Cuba exhibe una de las tasas de mortalidad infantil más baja del mundo, 5,3 por cada mil nacidos vivos, a pesar de que este pequeño país ha sido objeto del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos durante casi medio siglo.

Muy lejos están los infantes cubanos de la explotación laboral, la prostitución, mendicidad, el tráfico de personas u otros actos de violencia muy comunes en otras sociedades donde impera la economía de mercado.

Los niños cubanos viven un mundo donde existe la belleza, la paz y la bondad para que ellos mismos, cuando les llegue el momento de hacerlo, cuiden ese legado y todo lo valioso que ha creado el ser humano para los que saben querer.

Tesón del periodista y energía de organizador


El batey del ingenio Vellocino, en el poblado de Sabanilla del Encomendador, en la provincia de Matanzas, vio nacer libre al mulato Juan Gualberto Gómez, el 12 de julio de 1854, cuando sus padres Fermín Gómez y Serafina Ferrer, compraron en 25 pesos el vientre aún grávido, razón esta por la cual los primeros años de su niñez quedaron marcados para siempre por el despreciable agravio de la esclavitud.

A los diez años, ya leía y escribía con soltura y era tan precoz, que sus padres hicieron un gran sacrificio y decidieron enviarlo a La Habana para estudiar en el colegio Nuestra Señora de los Desamparados, liderado por un distinguido maestro negro seguidor de las ideas pedagógicas de José de la Luz y Caballero.

Era apenas un adolescente cuando en La Habana le sorprende el estallido independentista de La Demajagua, el 10 de octubre de 1868, allá se convirtió en testigo involuntario de la feroz represión desatada por el Cuerpo de Voluntarios contra los asistentes a una de las funciones teatrales y esto lo marcó para siempre, sólo tenía 15 años y conoció el horror de la sociedad---.

Temeroso por sus ideales independentistas, sus padres lo envían a París a aprender el oficio de carruajero, oficio que no le imposibilitó apreciar lo que ocurría a su alrededor, y aunque no tuvo mucho tiempo en ese tipo de actividad, comprendió que si en el orden natural todos los hombres son iguales, era menester que lo fuera en lo social y en lo político.

De regreso a Cuba, el joven separatista convicto e hijo de esclavos, inició sus actividades públicas en el ámbito legal como colaborador en el periódico La Discusión, aquí, dentro de las labores como periodista, ocurre un acontecimiento importante en la vida del excelso patriota: conocer a José Martí y Pérez en el lugar donde éste laboraba como abogado.

Entre Martí y Juan Gualberto existió una íntima relación conceptiva en lo relacionado a los métodos y procedimientos para alcanzar la independencia total de Cuba, sobre todo en la valiosa colaboración prestada para cumplir las bases expuestas al constituirse el Partido Revolucionario Cubano y en su resuelto enfrentamiento a las distintas alternativas políticas de ese periodo.

La intransigencia ante el deber patrio, existía como denominador común entre Martí y Juan Gualberto y esto se evidencia en que mientras el primero desde el destierro realizó una intensa labor por eliminar las diferencias, el segundo desde su palenque periodístico en tierra cubana, había propagado las ideas defensoras de la libertad por medio del separatismo.

La madrugada del 5 de marzo de 1933 dejó de existir este insigne patriota, rodeado del cariño de sus seres más queridos y de los verdaderos amigos. Su vida es un ejemplo en el que vemos al hombre que hizo del dolor de Cuba su propio dolor. Se perdía el hombre que como dijera Martí tenía el tesón del periodista y la energía del organizador.

Embarazadas en Guantánamo poseen asistencia priorizada


La atención priorizada a las embarazadas en Guantánamo para dar a luz con buena vitalidad y prevenir la mortalidad infantil y materna, constituye un constante desvelo del estado y gobierno cubanos por elevar el bienestar de las mujeres en estado de gestación.

La promoción de conocimientos acerca de planificación familiar, las medidas de transmisión sexual, el chequeo de las mujeres en edad fértil para detectar los riesgos reproductivos, son prioridades que asumen los especialistas en aras de prepararlas para llegar al embarazo en las mejores condiciones de salud.

Médicos, enfermeras y ginecólogos de las áreas de salud, inciden de manera positiva en el cuido de estas mujeres y laboran en otros factores que puedan incidir en el estado general de las futuras madres.

Para evitar posibles complicaciones en el parto, las gestantes guantanameras son atendidas, además, por profesionales del sector que controlan su presión arterial, la anemia y las infecciones vaginales, entre otras anomalías para evitar el riesgo de un embarazo pretérmino y el bajo peso al nacer.

El adolescente y la familia: poderosa dualidad

No sin razón los especialistas califican la adolescencia como una de las etapas más difíciles en la vida del ser humano. El afán por pertenecer a un grupo, incluirse y ser aceptado en él, preocupa, absorbe y hasta complica, en muchas ocasiones, al adolescente. Pero hasta dónde los padres aceptan o no las amistades de sus hijos…

La adolescencia, importante y decisiva etapa o edad en el curso de la vida humana situada entre la niñez y la adultez. El adolescente ha dejado de ser un niño dependiente y no ha llegado aún a ser un adulto independiente: es un individuo que se orienta hacia la madurez si reúne las condiciones adecuadas para ello y aprende las tareas del desarrollo propias de su edad.

Pero, ¡qué rivales tan poderosos son los amigos para mamá y papá¡, que sienten celos de “esos” que según ellos, le roban el cariño al hijo o hija.

Sin embargo, los amigos en la adolescencia cubren una necesidad y constituyen el eslabón que une al hogar con el mundo, facilitan independencia del núcleo familiar y amortiguan el golpe que representa para ellos incluirse en el mundo adulto.

Y, ¿de qué adolescente hablamos? Nos referimos al que vive en el presente, pero elabora planes para su futuro; es capaz de solucionar sus propios problemas y, cuando estos son insolubles, de forma independiente, acepta la discreta ayuda de los aquellos adultos en quienes más confían.

Tanto los padres como los maestros deben tener en cuenta las características del adolescente a la hora de estructurar sus relaciones con ellos y ellas, por que tan perjudicial resulta tratarlos y exigirles como si fueran niños, que considerarlos adultos.

El respeto y la confianza deben primar en las relaciones entre los adolescentes y la familia, de forma tal que ellos sientan el reconocimiento a su nueva condición, y encuentren comprensión ante algunas dudas que aún puedan tener todavía.

El verdadero valor de la amistad

Estoy segura de que recuerdas con añoranza las primeras amistades que tuviste hace ya algún tiempo, también la importancia que tienen los amigos y el papel que desempeñan en la formación de tu personalidad.

La amistad es una de las relaciones humanas más hermosas... y se puede formar, a cualquier edad de la vida. Dentro de cualquier relación de amistad, surgen diversos comportamientos hacia la otra persona. Muchas veces se es pañuelo de consuelo frente a una pena, existe respeto, simpatía, cariño, compañerismo, tolerancia, afinidad de pensamientos…

Cuando conocemos a una persona, se siente algo especial, en la medida que creamos que vamos a llegar a ser amigos. Sin embargo, para hacer amigos, no hay una receta universal. Lo único que hay que hacer es... conocer a distintas personas y escoger... saber escoger…

Muchos de nosotros, cultivamos la amistad, no sólo con nuestros congéneres, sino que también con el sexo opuesto. Y no por ello, significa que uno está enamorado de aquella persona.

Las relaciones entre compañeros son sumamente importantes, pues proporcionan las oportunidades necesarias para desarrollar habilidades y resolver conflictos. Los amigos aconsejan y sobre todo, hablamos de muchos temas, problemas con los compañeros... cosa que en ocasiones no hacen con los padres.

En la amistad, las opiniones de parte y parte deben de ser respetadas aunque sean diferentes, sin embargo, sucede que muchas veces tememos tanto a estar solos, que no nos atrevemos a discrepar y hacemos cualquier cosa para evitar discutir y conservar la amistad, por tanto, si tienes amigos o un amigo, consérvalo bajo la llave de tu vida, porque un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.

Las “gracias” ¿ en saco roto?

Hace unos días presencié una escena que bien vale la pena, como dice nuestro colega Manuel Calviño, cuando termina su programa televisivo, comentar con ustedes. Se trataba de una abuelita, que, en una guagua con destino a Santiago de Cuba, y frente a la mirada inquisidora de quienes la rodeaban ante la malacrianza del nieto, prefirió darle el asiento al pequeño de seis años aproximadamente, para “que se quedara tranquilo”.

En ese momento, con gran indignación, me pregunté hasta qué punto los padres del niño le enseñan los modales de educación formal. El brindarle el asiento en el ómnibus a una anciana, un impedido físico, una mujer embarazada..., son hechos que se repiten con periodicidad en la mayoría de los jóvenes y no tan jóvenes. Sin embargo, lamentablemente esta afirmación no es tan así, pues todavía prevalecen ciertos ademanes negativos en la conducta social de algunos ciudadanos.

¿En cuántas ocasiones usted no ha presenciado actos que denotan falta de educación formal? Es el caso de jóvenes que a altas horas de la noche vociferan, rompen botellas en el medio de la calle después de disfrutar de una fiesta, te interrumpen el paso sin antes pedir permiso, y hasta los que se hacen los dormidos para no ceder el asiento en una guagua a personas que, por problemas de salud, edad avanzada o cualquier otra razón limitante merecen este acto de cortesía.

También estoy segura de que en varias ocasiones has pedido permiso entre un grupo de personas que conversan, o has dado las gracias al bajarte de un carro que te dio una ayuda para llegar temprano al trabajo y el "es suyo" o el “ por nada”, no han aparecido por ningún lugar. Al parecer el saludo, la retribución de un favor está fuera de moda para algunas personas, y, por ende, consideran anacrónicas expresiones como: " gracias", " con permiso", “para servirte”, " ¿me disculpas, por favor ".

El idioma español es rico en locuciones y frases de muy buen gusto para agradecer un elogio o un favor. De manera que, si no las usamos en el momento preciso y en su forma correcta, podríamos correr el riesgo de que desaparezcan del Diccionario de la Lengua Española, cuando menos lo imaginemos. Por lo tanto, es oportuno utilizar las armas que nos impone la lengua de Cervantes.

Los buenos hábitos deben primar en las relaciones interpersonales, ellos perduran en la medida en que volvamos nuestras miradas hacia las buenas costumbres. El cubano es portador de una increíble simpatía, de buen sentido del humor, compañerismo..., cualidades que, acompañadas de buenos modales, son imprescindibles en las relaciones humanas.

Y soy optimista cuando pienso en que estos ademanes están ahí, cerquita de nosotros, pero en ocasiones nos cuesta trabajo sacarlos a relucir. Es cierto que entre compañeros hay acomodo y nos adaptamos a no agradecer por que simplemente compartimos todos los días, pero esto no justifica el utilizar las reglas de las buenas costumbres para que no se nos vayan como agua de entre las manos.

Sólo basta una mirada o una sonrisa para agradecer el detalle. El saludo en la mañana, pedir permiso entre personas que conversan en la acera, apartar el asiento para que nuestra compañera se coloque primero, son simples detalles que siempre se agradecen.

Seguro coincidimos en que no hacen falta tantos halagos, ni sendas palabras de agradecimientos, con un simple “muchas gracias”, retribuimos la cortesía. El compañerismo, la caballerosidad, el respeto... deben de prevalecer entre los individuos. No permitamos que la insensibilidad y la descortesía hieran los sentimientos de las personas. Las “gracias”, “los con permiso”, no deben jamás caer en saco rotoen saco roto?

Hace unos días presencié una escena que bien vale la pena, como dice nuestro colega Manuel Calviño, cuando termina su programa televisivo, comentar con ustedes. Se trataba de una abuelita, que, en una guagua con destino a Santiago de Cuba, y frente a la mirada inquisidora de quienes la rodeaban ante la malacrianza del nieto, prefirió darle el asiento al pequeño de seis años aproximadamente, para “que se quedara tranquilo”.

En ese momento, con gran indignación, me pregunté hasta qué punto los padres del niño le enseñan los modales de educación formal. El brindarle el asiento en el ómnibus a una anciana, un impedido físico, una mujer embarazada..., son hechos que se repiten con periodicidad en la mayoría de los jóvenes y no tan jóvenes. Sin embargo, lamentablemente esta afirmación no es tan así, pues todavía prevalecen ciertos ademanes negativos en la conducta social de algunos ciudadanos.

¿En cuántas ocasiones usted no ha presenciado actos que denotan falta de educación formal? Es el caso de jóvenes que a altas horas de la noche vociferan, rompen botellas en el medio de la calle después de disfrutar de una fiesta, te interrumpen el paso sin antes pedir permiso, y hasta los que se hacen los dormidos para no ceder el asiento en una guagua a personas que, por problemas de salud, edad avanzada o cualquier otra razón limitante merecen este acto de cortesía.

También estoy segura de que en varias ocasiones has pedido permiso entre un grupo de personas que conversan, o has dado las gracias al bajarte de un carro que te dio una ayuda para llegar temprano al trabajo y el "es suyo" o el “ por nada”, no han aparecido por ningún lugar. Al parecer el saludo, la retribución de un favor está fuera de moda para algunas personas, y, por ende, consideran anacrónicas expresiones como: " gracias", " con permiso", “para servirte”, " ¿me disculpas, por favor ".

El idioma español es rico en locuciones y frases de muy buen gusto para agradecer un elogio o un favor. De manera que, si no las usamos en el momento preciso y en su forma correcta, podríamos correr el riesgo de que desaparezcan del Diccionario de la Lengua Española, cuando menos lo imaginemos. Por lo tanto, es oportuno utilizar las armas que nos impone la lengua de Cervantes.

Los buenos hábitos deben primar en las relaciones interpersonales, ellos perduran en la medida en que volvamos nuestras miradas hacia las buenas costumbres. El cubano es portador de una increíble simpatía, de buen sentido del humor, compañerismo..., cualidades que, acompañadas de buenos modales, son imprescindibles en las relaciones humanas.

Y soy optimista cuando pienso en que estos ademanes están ahí, cerquita de nosotros, pero en ocasiones nos cuesta trabajo sacarlos a relucir. Es cierto que entre compañeros hay acomodo y nos adaptamos a no agradecer por que simplemente compartimos todos los días, pero esto no justifica el utilizar las reglas de las buenas costumbres para que no se nos vayan como agua de entre las manos.

Sólo basta una mirada o una sonrisa para agradecer el detalle. El saludo en la mañana, pedir permiso entre personas que conversan en la acera, apartar el asiento para que nuestra compañera se coloque primero, son simples detalles que siempre se agradecen.

Seguro coincidimos en que no hacen falta tantos halagos, ni sendas palabras de agradecimientos, con un simple “muchas gracias”, retribuimos la cortesía. El compañerismo, la caballerosidad, el respeto... deben de prevalecer entre los individuos. No permitamos que la insensibilidad y la descortesía hieran los sentimientos de las personas. Las “gracias”, “los con permiso”, no deben jamás caer en saco roto

Patria: Un soldado

Un día como hoy 14 de marzo pero de 1892, hace 115 años, vio la luz el primer número del periódico Patria cuando José Martí, y un grupo de cubanos emigrados en Nueva York, robándole horas al descanso, después de la ruda labor diaria para ganar el sustento de su familia, se reunían a confeccionar el periódico.
Nace Patria, por la voluntad y con los recursos de los cubanos y puertorriqueños independientes de New York, para contribuir, sin premura y sin descanso, a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto Rico. Surge, además, para mantener la amistad entrañable que une, y debe unir, a las agrupaciones independientes entre sí, para explicar y fijar las fuerzas vivas y reales del país y para fomentar y proclamar la virtud donde quiera que se la encuentre. Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, nace este periódico.

Así, con estas palabras, José Martí define lo que para él debe ser la ética de un periodista y manifiesta: "El periódico es una espada y su empuñadura la razón. Solo deben esgrimirla los buenos, y no ha de ser par para el exterminio de los hombres, sino para el triunfo necesario sobre los que se oponen a su libertad y progreso".
Es en el artículo "Sobre periodismo", publicado en Patria en 1892, es el sitio oportuno donde nuestro José Martí expone la misión del periodista y dice: ?que no haya una manifestación de la vida, cuyos diarios accidente no sorprendan al diarista: eso es hacer un buen diario. Decir lo que a todos conviene y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir.
Que todos encuentren en el diario lo que pueden necesitar saberlo, pero decirlo con un lenguaje especial para cada especie, decía el Maestro, que un periódico sea literario quiere decir que se vierta en él mucha literatura, sino que se escriba literariamente todo. El periódico debe estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano, y la espuela en el tacón.
Y al referirse a la Prensa en sentido general, nuestro Martí expresó: Debe ser coqueta para seducir, catedrático para explicar, filósofo para mejorar, pilluelo para penetrar, guerrero para combatir. Debe ser útil, sano, elegante, oportuno, saliente. Eso es Patria en la prensa: Un soldado. No hay cetro mejor que un buen periódico, como tampoco hay monarca como un periodista honrado.

Lugar sagrado para guardar el tiempo

Visitar el museo 11 de abril en el poblado de Playitas de Cajobabo, municipio de Imías en Guantánamo, es aferrarse a un pedazo de historia que comenzó en al año 1985 cuando nuestro héroe nacional José martí, puso pie en tierra cubana.

Llego al reciento y a la entrada me recibe, a lo alto de la pared frontal, un retrato realizado por el artista de la plástica Jorge Arguelles, de Salustiano Leyva, el niño que conoció a Martí cuando el desembarco. Es una fotografía prototipo del campesino cubano, viste ropa apropiada a su condición, luce un sombrerote yarey, alpargata y en la cintura un machete, símbolo de cubanía.

“Mira, periodista - dice el retrato, que me acompaña durante el recorrido-, en este balance todavía guardo mi sombrero, aquí el Comandante en jefe Fidel Castro Ruz me hizo una entrevista para el documental realizado por Santiago Álvarez “Mi hermano Fidel”.

Estoy en la habitación de Salustiano, hoy una de las salas del museo, desde su fallecimiento el 17 de septiembre de 1981. “Aquí, - explica - todavía se conservan mis objetos personales, puedes ver la cama, el escaparate, la silla de ruedas que utilicé los últimos días de mi vida y el radio que me regaló el Comandante Fidel Castro cuando me visitó en el año 1976.

“Mis objetos personales, están dentro de esa vitrina, espejuelos, brocha de afeitar, una cajita porta cuchillas, el pijama de dormir, la chequera y un busto de José Martí, donado por la CTC, y en la cocina, se conservan los utensilios que usaba, mira el empinao para colar café, los calderos, el fogón, y el juego de comedor”.

En mi recorrido constaté encima de la mesa, una exposición con una réplica en miniatura del Monumento de Martí, en Dos Ríos, lugar donde cayera en combate, y el de Playitas de Cajobabo”, fotos del Comandante en jefe cuando vino para homenajear el centenario del desembarco de Martí y otros combatientes el 11 de abril de 1895 y un escrito de Eusebio leal, donde catalogó el sitial de Playitas de Cajobabo como “Rincón Sagrado de la Patria.

“El 14 de noviembre de 1983, - prosigue explicándome el anfitrión -, se le agregan al Museo las salas aborigen y colonial, la primera, muestra objetos encontrados en la parte baja del municipio, hay un sumergidor de red de pescar, cuenta de collar de oliva, palto de concha y fotos de aborígenes fumando tabaco y bailando el areito”.

Resulta interesante conocer que el en municipio habitó un grupo de agro alfareros, que se dedicaban a la caza, pesca, recolección y a la agricultura, además de gran concentración de Taínos, razón por la cual presencié un hacha petaloide ceremonial, fragmentos de cazuelas y fotos de culto de indígenas al ídolo del tabaco.

“Ven, aquí hay otra sala, - refiere Salustino, la colonial, en ella hay fotos de Pedro Agustín Pérez, Calixto García, José Martí, Máximo Gómez, y prendas personales de este incansable patriota, (un cordón de sombrero mambí, una canana de veterano, una réplica de su revolver donado por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque), también una foto del Monumento a Playitas de Cajobabo, de la Ruta Martiana, y un mapa con el recorrido del Apóstol, desde Nueva York hasta Playitas en 1895”.

La sala Logros del municipio, última del museo, constata fotos del combatiente imiense Roel Pérez Laffita, de Ciro Frías, banderas alegóricas a fechas históricas, documentación que asevera la ley de reforma agraria, la Campaña de alfabetización, la cantidad de escuelas del municipio, la estadística de los éxitos de la salud y una foto de Amado Romero Noa, primer internacionalista del municipio que cayó en Granada.

“Pero todo no queda ahí, - alega el anfitrión -, las especialistas que laboran aquí trabajan con tres círculos de interés, Guía de museo, Conservación de piezas museables y Guardianes de la Naturaleza, este último vinculado al Bosque Martiano, pero de esta otra maravilla puedo hablarte en tu próxima visita”.

Casi dos horas no bastan para guardar toda la historia encerrada en este museo. De regreso, el adiós y el agradecimiento al retrato que me acompañara durante el recorrido por las salas y a las compañeras que nos atendieron, quienes albergan la esperanza de exhibir, en breve tiempo y en la parte frontal de la Casa Museo, una tarja que identifique el sitio como lugar sagrado para guardar el tiempo.