He preparado algunas notas para leer y comentar aquí;
no con el propósito de hacer ningún tipo de conclusión sobre los temas
específicos tratados en el evento, sino para describir, primero, a
grandes rasgos, el entorno cultural realmente inédito, estremecedor, en
que se está produciendo este debate y compartir luego con ustedes
algunas apreciaciones sobre el papel de las TIC en la coyuntura actual. Y
es que (como me decía un amigo aquí presente el viernes por la tarde,
cuando muchos delegados hacían énfasis en la necesidad de generar
contenidos), el problema sobre el que hemos estado reflexionando es también en última instancia cultural.
1) La crisis cultural global
-Habría que empezar diciendo que vivimos en medio de una crisis
cultural gravísima, la más grave y devastadora de que se tenga memoria.
Los paradigmas de la tradición cultural humanista están en franco
retroceso frente a la avalancha irresistible de una industria del
entretenimiento que no reconoce jerarquías, que ha reducido el arte
definitivamente a la condición de la mercancía más vulgar, que expulsó
de los altares a los llamados clásicos, que lo mezcla todo, sin orden ni
concierto, aquello que puede ser artísticamente valioso con la
cultura-chatarra, con fetiches vacíos, con símbolos de la mayor
estupidez y frivolidad, y que va más allá en su afán caótico y mezcla
realidad y ficción, historia y leyenda, y crea vertiginosamente nuevos
mitos y recicla otros, en el torbellino de un espectáculo permanente
concebido solo para vender y divertir.
-Con todos estos componentes se pretende formar una criatura rendida
ante la tecnología (idealizada más allá de sus funciones y de todo
sentido ético) y los fetiches de la industria del entretenimiento; una
criatura sin raíces, sin memoria, desamparada frente a la manipulación,
egoísta hasta el delirio, sometida, colonizada, incapaz de luchar por su
emancipación, que sabe muy bien, siempre, en todo momento, quiénes son
los “malos” y quiénes los “buenos” en las guerras virtuales y en las
reales; una criatura indefensa ante la arremetida publicitaria, cuyo
destino e identidad dependen de su condición de consumidora potencial.
-Todo esto tiene que ver con la llamada globalización, ese fenómeno que Frei Betto ha rebautizado con razón “globocolonización”.
-Alessandro Baricco ha calificado (en Los bárbaros) las
experiencias intelectuales del presente como un “surfeo” sobre las olas,
siempre en la superficie. Aunque no concuerdo con la benevolencia
post-moderna de Baricco, creo que esta idea de “surfear” sintetiza muy
bien la superficialidad que propone el proyecto “educativo” del
sistema, extraño por esencia al más mínimo afán de rigor y profundidad.
Superficialidad, modas, marcas, frivolidad, “surfeo”, en este ámbito
deben formarse nuestros jóvenes. En términos de información, el “surfeo”
se puede traducir en quedarse, en el mejor de los casos, con los
titulares de las noticias, con cápsulas muy simplificadas de los
procesos históricos, sociales y culturales, con estereotipos de pueblos,
naciones, razas, que nutren forzosamente el desprecio al “otro”.
Hay un
segundo mensaje central en el proyecto del sistema que es también
comentado por Baricco: la impresión de que vivimos un eterno presente;
la subvaloración de la historia y la consiguiente amnesia o (en todo
caso) una utilización libérrima, fuera de contexto, de “fragmentos” del
pasado.
-El entretenimiento ha sido colocado en un trono incuestionable. Es
el rey supremo. El valor principal. Sólo él le otorga significado a la
producción cultural hegemónica. Se trata además de un entretenimiento
amoral, insulso, asociado a la trivialidad más absoluta, al rechazo del
más mínimo ejercicio intelectual, al vouyerismo implícito enlos realitys
shows y en las distintas plataformas donde se cuentan chismes de
“famosos”.Para colmo, se han ido agotando las reservas de historias más o
menos divertidas, y la industria se ve obligada a acudir una y otra vez
a remakes, a fábulas ya contadas, a personajes de antiguos cómics.
-El entretenimiento ha llegado a dominar incluso el mundo de la
información, que está obligada a presentarse de manera “divertida”.
Hasta un escritor tan reaccionario como Vargas Llosa, un “intelectual orgánico” del sistema, habla en su libro La civilización del espectáculo de
que la profusión de información ha derivado en convertir al
entretenimiento y a la diversión en los valores más altos de nuestra
época, ocasionando “un trastorno recóndito de las prioridades: las
noticias pasan a ser importantes o secundarias sobre todo, y a veces
exclusivamente, no tanto por su significación económica, política,
cultural y social como por su carácter novedoso, sorprendente, insólito,
escandaloso y espectacular” (p. 54). Se está produciendo incluso un
tipo de censura por sobresaturación, de modo que un hecho de importancia
pierde visibilidad al sumergirse en un torrente de noticias y detalles
accesorios.
-El capitalismo, como sabemos, propició momentos de un portentoso
esplendor cultural, desde el Renacimiento hasta las vanguardias de la
primera mitad del siglo XX, pasando por la Ilustración, los románticos,
la gran narrativa realista, la poesía de los llamados “decadentes” y la
pintura deslumbrante de aquellos que al decir de Martí quisieron vencer
al sol. (No sé si esto suena demasiado “nostálgico”.) Esta acumulación
literaria y artística admirable, tan diversa en estilos y expresiones,
tenía un componente común: su humanismo. El ser humano, con todos sus
demonios y ángeles, con sus deseos más oscuros, con sus esperanzas más
hermosas e iluminadas, estaba ahí, en el centro de las búsquedas de los
creadores y en el centro de la batalla íntima del público por hacer suyo
aquel caudal que lo enriquecía y podía marcar su vida.
-Ese arte y esa literatura de extraordinaria calidad estuvieron
siempre acompañados con más o menos suerte por “chatarra” kitsch.
Recuerdo que Hauser decía que con el pintor Greuze en el siglo XVIII se
había inaugurado en cierto modo el kitsch.
-No olvidemos que, al margen de un Balzac, un Stendahl, un Flaubert,
Eugenio de Sue estaba publicando en los periódicos los capítulos de sus
novelas con un éxito colosal. Dublinenses de Joyce se publicó en 1914, el mismo año en que naceTarzán de los monos,
el libro inicial de la interminable serie de best sellers de Edgar Rice
Burroughs. Las 4 mil novelas de Corín Tellado, que llegaron a vender
400 millones de ejemplares, acompañaron durante décadas a muchas obras
capitales del siglo XX. Sin embargo, de alguna manera, lo kitsch y la
creación auténtica vivían en ámbitos separados.
-Lo que ha pasado en los últimos tiempos es difícil de describir. La
creación que tiene valor cultural o se somete a los requerimientos
implacables del mercado, se traiciona a sí misma y se prostituye o es
desterrada, suprimida o arrinconada, si navega con suerte, a los
rincones alternativos.
-Y el éxito en sí mismo de una película mediocre o de un libro
mediocre, por ejemplo, propagandizado adecuadamente, es un gancho para
que el público vaya a ver la película o a comprar desesperadamente ese
libro. Las cifras de recaudación funcionan como parte de la campaña
publicitaria. “Si eso lo busca tanta gente, no puedo perdérmelo.”
También funcionan del mismo modo los costos millonarios de las
superproducciones. “Algo que costó tanto tiene que ser imprescindible
para mi vida.”
-La escritora croata Dubravka Ugresic traza en Gracias por no leer un
panorama impresionante del mercado literario actual. Describe una Feria
del Libro de Londres que se inauguró con la presentación de la primera
obra “literaria” de una popular actriz. Según esta autora, “lo trivial
ha anegado la vida literaria contemporánea”, en un mundo “donde las
memorias de Mónica Lewinsky merecen mil veces más publicidad que las
obras completas de Marcel Proust…” (35-36)
-Resulta ineludible recordar ahora la encrucijada que planteaba aquel
libro de Umberto Eco que se hizo muy popular a finales de los 60: Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas.
Los primeros, los apocalípticos, por supuesto, serían los
intelectuales herederos de la crítica muy radical, muy dura, en
ocasiones exagerada, de Adorno y Horkheimer, contra la simplificación
mutiladora y degradante que estaba sufriendo la gran cultura burguesa
europea a manos de los medios de difusión y del empresariado
norteamericano.
Los segundos, los integrados, vendrían a ser aquellos
que se dejan absorber por el sistema sin conflictos de conciencia, que
trabajan para él, que aplauden como signo de una nueva época la
expansión a través del cine, de la radio y la televisión, del disco, de
los cómics, del teatro musical, de la prensa, de un producto cultural
ingenuo, sencillo, ajeno a las ambigüedades y a los enigmas. Eco se
colocaba, si mal no recuerdo, en un punto intermedio: no asumía el
rechazo apocalíptico ni la integración a plenitud. Su posición podría
definirse como la de un “integrado crítico”.
-Es útil, repito, recordar hoy aquella encrucijada planteada por Eco,
aunque hay que tener en cuenta que en los 50 años transcurridos desde
la publicación de aquel libro los avances de la llamada “industria
cultural” han sido aplastantes como han sido francamente trágicos los
retrocesos de la cultura humanista, la europea en particular, aunque de
todas partes. Ya hay cada vez menos espacio para el “integrado crítico”
que proponía Umberto Eco. Ahora la encrucijada que propone la maquinaria
hegemónica es más radical: o te integras definitivamente o no existes.
Es así. (El propio Umberto Eco anunció no hace mucho una versión
abreviada, más “ligera”, más light, de El nombre de la rosa,
que en su momento fue un best seller, y provocó un debate muy virulento.
Muchos vieron una capitulación vergonzosa, por dinero, en ese
proyecto.)
2) Las TIC y la crisis cultural global
-Es evidente que el mundo virtual de las TIC refleja los principales
problemas y contradicciones del mundo real del presente: la
concentración de poder en manos de transnacionales; la desigualdad
creciente, abismal, entre pobres y ricos, entre el Norte y el Sur; la
privatización del conocimiento y la cultura; la visión imperial y
belicista que concibe la Web como un espacio militarizado; la
injerencia, la violación de la soberanía de las naciones y de la
privacidad más elemental de los individuos; la reducción del ciudadano
al estatus de consumidor potencial y el manejo inescrupuloso de sus
inclinaciones más íntimas para crearle falsas necesidades.
-Pueden distinguirse dos polos extremos, antagónicos, entre los
usuarios de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación:
(1) aquellos que se han apropiado de estas herramientas para construir
desde distintos ángulos núcleos de resistencia cultural que de un modo u
otro se orientan hacia la emancipación humana; y (2) los que comparten
los códigos y modelos de los medios tradicionales de difusión y se
entregan a la mezcla amorfa, desjerarquizada, característica de la
crisis cultural de la contemporaneidad.
–Un ejemplo del primer grupo, el de la vanguardia (no “apocalíptica”
en este caso; sino crítica y capaz de generar alternativas), son las
comunidades de software libre o los científicos que presionaron a través
de sus blogs para divulgar la verdad sobre la central nuclear de
Fukushima o aquellos que han sido capaces de fundar agrupaciones
colaborativas ecológicamente racionales y sustentables en medio del
torbellino consumista. Otros muchos los hemos escuchado aquí, de
compañeros argentinos, venezolanos, ecuatorianos, brasileños, que
emplean las TIC en defensa de las causas populares.
-Los segundos, absolutamente “integrados”, aprovechan al máximo las
posibilidades ofrecidas por las redes para disfrutar el encanto de la
frivolidad; son los seguidores en Twitter de los “famosos”, los que
nutren las estadísticas del llamado Golden Tweet, ganado por la selfie
de Ellen DeGeneres con diversas celebridades durante la transmisión de
los premios Oscar (foto que suma tres millones 367 mil 950 retuits y dos
millones 018 mil 644 favoritos); los que se han sumado a la marea de
seguidores de Katy Perry, que le ha permitido batir el recórd de los 50
millones de seguidores en Twitter; los que han colocado en segundo
lugar a Justin Bieber motivados por sus últimos problemas con la
justicia en EEUU, y que le han llevado a tener 49.214.521 seguidores.
Según el ranking de una cadena de noticias sobre los diez momentos más
tuiteados en la historia de la red social el hecho que más tráfico
generó fue el embarazo de Beyonce, que alcanzó los 8.868 tweets por
segundo, cuando la cantante anunció la noticia en la gala de los MTV
Video Music Awards.
El segundo y el tercer momentos que tuvieron más
reacción están vinculados a dos noticias del fútbol, con 7.196 y 7.166
tweets por segundo. Hubo que esperar al noveno y al décimo lugar para
llegar a temas no asociados al universo del espectáculo (cultura y
deportes), aunque también presentados de modo “espectacular”: el
terremoto en la costa este de Estados Unidos y, finalmente, la muerte de
Osama Bin Laden. Entre las trampas del sistema hay que subrayar que
estas personas del segundo grupo creen que están debidamente informadas y
que participan con decisiones libres en estos procesos. En realidad,
escogen a quién seguir o qué hecho los motiva más para retweetear a
partir de la agenda que se les ofrece y termina imponiéndose.
-Al propio tiempo, en esta zona de las TIC “integradas” al sistema
hay que resaltar el empleo de las mismas por la reacción para reiterar
la agenda mediática hegémonica y circular mensajes falsos para
desacreditar a líderes y procesos progresistas. En el 1er panel de este
evento el viceministro bolivariano de redes sociales puso ejemplos de
cómo, através de Twitter, la oposición puso a circular fotos de actos
violentos provocados supuestamente por el gobierno que en realidad
pertenecían a imágenes de hechos ocurridos en otros contextos y países.
-Entre esos dos extremos, podrían añadirse otros internautas que
utilizan las redes para hacer negocios o con propósitos educativos o
para mantener vínculos profesionales de utilidad o emprender proyectos
colectivos de creación o incluso de modo más personal, para combatir la
soledad o el aburrimiento, o combinar cualquiera de los objetivos
mencionados con la búsqueda de información general, distracción o
placer.
3) Papel de las vanguardias en el uso de las TIC como instrumento de emancipación
-Alfredo Guevara decía que no creía en las élites pero sí en las
vanguardias. Es importante el hecho de que lo haya dicho el fundador del
ICAIC (siglas que significan Instituto Cubano de Arte e Industria
Cinematográficos), es decir, la persona que dirigió la gestación de un
cine nacional, dirigido a las masas, sí, pero con alto valor artístico,
sin perder de vista que había un componente industrial en esa creación.
-Creo que esta idea es esencial para enfrentar el desafío de las
nuevas tecnologías y su doble rostro, como instrumento de emancipación y
como espacio reproductor de la dominación. Es imprescindible conectar a
los núcleos de vanguardia que están utilizando las TIC en la defensa
de la verdad, la justicia, la democracia real, de un mundo mejor, e
intentar trabajar de manera más articulada.
-La diferencia entre las élites y las vanguardias es que las primeras
se enclaustran, se aíslan, intentan no contagiarse con bacterias
plebeyas, y las segundas se empeñan en reclutar a todo aquel que sea
reclutable para una causa que vale la pena.
-No hay que criticar al que habita, fascinado, el mundo de las nuevas
tecnologías solo por entretenimiento o por sumar obsesivamente “amigos”
que compartan sus aficiones en Facebook u otra red social. No podemos
reprocharlos en nombre de un uso exclusivamente “culto” o de “activismo
social” de las nuevas tecnologías. Pienso que el reto de la vanguardia
sería atraer de manera respetuosa a algunos de ellos, que quizás podrían
multiplicarse. Un miembro del panel del viernes por la tarde, un
compañero brasileño que creo que vive en Ecuador, al debatir la
necesidad de crear redes sociales propias, ajenas al control de las ya
conocidas, decía: “Hay que estar donde esté la gente, y, si la gente
está en Facebook y en Twitter, tenemos que estar también ahí.”
Recuerdo
que Chomsky contó en una visita que nos hizo, hace varios años, que a
los primeros conversatorios que organizó contra la guerra de Viet Nam
iban cinco o seis personas, muy poca gente. Tenía que anunciarlos con un
añadido, no sé, “Hoy se hablará en tal sitio de la guerra de Viet Nam y
de la vigencia de Freud” o algo así, un tema “gancho” que motivara a la
gente. Y se fueron sumando a esas charlas más y más jóvenes.
-Tal vez nuestra vanguardia pudiera emplear aquella técnica de
Chomsky y convidar a foros virtuales para debatir temas diversos,
atractivos (no la vigencia de Freud, quizás no funcionaría) y, entre
esos temas, incluir otros con cierta sustancia. Habría que promover la
idea de que el conocimiento puede ser placentero, de que no solo las
lentejuelas de la farándula son atractivas y alegres, de que ejercitar
un poco la inteligencia y entender algunas cuestiones esenciales del
mundo en que vivimos puede ser atractivo y alegre, “dulce y útil”, como
decía el clásico.
Quizás podrían usarse como pretexto una fecha
importante, qué sé yo, el nacimiento de Hemingway (ya casi nadie lee a
Hemingway, ni casi nadie lee a casi nadie, pero al menos la gente tiene
una idea de que existió un individuo algo exótico llamado así), y
hablar un poco de él y de su obra, y hasta circular alguno de sus breves
y excelentes cuentos. O un evento de mucha resonancia, tratando de
llegar a las causas, adonde nunca llegan los medios hegemónicos.
-No soy quién para aconsejar a nuestra vanguardia en el uso de las
redes; pero creo que tenemos que reflexionar sobre la polarización que
se produce automáticamente (y con mucha pasión y virulencia) cuando
aparece un “apocalíptico” cuestionándose algún aspecto de estas
tecnologías en nombre de la tradición cultural humanista. Inmediatamente
es acusado de “nostálgico”, de fósil viviente incapaz de entender las
posibilidades infinitas que ofrecen las TIC y de asumir que este planeta
cambió definitivamente y que ya aquellos paradigmas culturales
pertenecen al pasado. Lo vi cuando Vargas Llosa publicó el libro que
mencioné, La civilización del espectáculo, que es un refrito, lo sé, del de Guy Debord (La sociedad del espectáculo)
y de muchos otros estudios anteriores. Sé que se permite
descalificaciones absurdas de las artes visuales contemporáneas y no
entiende lo esencial del problema denunciado: se autotitula un
neoliberal convencido, fundamentalista, pero se escandaliza con las
consecuencias culturales del neoliberalismo. Sin embargo, dice cosas
atendibles; describe fenómenos reales que tienen que preocuparnos.
No
podemos asumir posiciones nostálgicas; pero hay que defender la memoria
cultural de la humanidad. La burguesía, que la propició y financió gran
parte de esa memoria, está terminando de aniquilarla; pero, si es
patrimonio de alguien, lo es sin duda de la izquierda, de la gente que
cree aún en las utopías, y debemos seguirla defendiendo hasta que el
planeta desaparezca.
-Por otra parte, hay observaciones que nuestra vanguardia debe
evaluar con cierto detenimiento. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, las TIC
están afectando los hábitos de lectura, de expresión escrita, de
pensamiento? ¿La percepción que trasmite Nicholas Carr sobre cómo fue
perdiendo su capacidad para “la lectura profunda” y para el propio
ejercicio del pensar pertenece a una dramatizada alarma “apocalíptica” o
describe un proceso genuino? Dice Carr: “¿quién podría negar que es un
avance casi milagroso que, ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño
clic con el mouse, un internauta obtenga una información que hace pocos
años le exigía semanas o meses de consultas en bibliotecas? Pero
también hay pruebas de que, cuando la memoria de una persona deja de
ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a
su alcance un ordenador, se entumece y debilita.” ¿Será cierto eso? Creo
en todo caso que los intelectuales más preparados para responder estas
preguntas son los miembros de esa vanguardia emancipatoria de las TIC.
-A su vez, el teórico, activista y crítico de Internet holandés Geert
Lovink, profesor de la Universidad de Ámsterdam y fundador del
Instituto de Culturas de Red, denuncia que la mezcla caótica de
elementos que no valen la pena con otros de importancia (un rasgo
esencial, como hemos visto, de todo el panorama cultural contemporáneo)
está presente en los propios “motores de búsqueda” de Internet: “Con el
auge de los motores de búsqueda, ya no es posible distinguir entre
perspicaces percepciones patricias y el chismorreo plebeyo. (…) Hoy día
un fenómeno completamente nuevo está causando alarma: los motores de
búsqueda disponen en orden de acuerdo con la popularidad, no con la
Verdad. (…) Pronto buscaremos y solo nos perderemos.
El espectro de la
sobrecarga de información ronda a las élites intelectuales del mundo.
(…) No solo han hecho implosión las viejas jerarquías de la
comunicación: la comunicación misma ha asumido el estatus de una
agresión al cerebro.” (Geert Lovink, “La sociedad de la consulta: la
googlización de nuestras vidas”, nueva versión de un ensayo de junio de
2008, Denken Pensée Thought Myśl. E-zine de Pensamiento Cultural Europeo,
Criterios, volumen 1, p. 52-3.) (Fíjense: la idea de la popularidad
como cualidad dominante para “saltar” a los primeros puestos de los
buscadores coincide casi literalmente con los pilares del universo de
los “famosos”.)
-Lovink acusa directamente a Google de recopilar información de sus
usuarios para venderla luego y rinde homenaje en el texto citado a
Joseph Weizenbaum (autor de El poder de las computadoras y la razón humana,
1976). Para Weizenbaum, “El problema de Internet (…) es que se nos
invita a verla como un oráculo de Delfos (…) (que) proporcionará la
respuesta a todas nuestras preguntas y problemas. Pero Internet no es
una máquina tragamonedas (…) para obtener lo que se quiere. La adquisición de una adecuada educación y pericia para formular la consulta correcta es esencial. (…) Escribe Weizenbaum: La
posibilidad de que cualquiera ponga algo en Internet no significa gran
cosa. Tirar en ella cosas al azar es tan inútil como pescar de ella al
azar. (…) Desde el auge de los motores de búsqueda en los 90
vivimos en la Sociedad de la Consulta, que, como indica Weizenbaum, no
está tan alejada de La sociedad del espectáculo de Guy Debord
(…) [que] se basaba en el auge de las industrias del filme, la
televisión y la publicidad. La principal diferencia de hoy es que se nos
pide explícitamente que interactuemos…” Lovink, cit., p. 60-61.
-Por supuesto, creo que la descalificación brutal de la
“interactividad” por parte de Weizenbaum no puede tomarse al pie de la
letra. Hay muchos ejemplos de cómo “tirar cosas al azar en Internet NO es
siempre inútil”, sobre todo si no se hace al azar y en especial si
logramos articular los empeños de muchos. Ramonet, por ejemplo, habla
de que la información de los blogs y las redes “puede ser muy buena o
muy mala”; pero, al referirse a lo que hemos llamado “vanguardia”, dice
que “hoy día, por ejemplo, las redes funcionan como un gran corrector”.
“Si un medio dice una enorme mentira [asegura], las redes lo van a
corregir y van a difundir el error. Las redes han hecho las principales
revelaciones de este tiempo. No son los periódicos, no son los medios,
los que han hecho las dos grandes revelaciones de los últimos 5 años,
como son Wikileaks y Edward Snowden (…). Hoy, las redes son el
complemento indispensable y, en sí, un medio de información. (Entrevista
para El Telégrafo, Ecuador)”
4) Las TIC y su influencia en la vida política. La Red EDH
-Cuando escuchaba al periodista mexicano Pedro Miguel, de La Jornada,
diciéndonos en el panel del viernes que “el escenario bélico, de
confrontación” de Internet y de las TIC “es menos desventajoso para las
mayorías” (“los pueblos”, dijo él, “tienen más chances” de hacer oír sus
voces en este nuevo espacio), recordé la gestación, precisamente en
México y por Pablo González Casanova y otros intelectuales vinculados
casi todos a La Jornada, de una red de escritores, artistas,
comunicadores, activistas y luchadores sociales para movilizar la
opinión pública frente a la ofensiva armada imperial encabezada por Bush
en el año 2003. Era un momento extremadamente peligroso: todavía no
había señales de la resistencia irakí y los tanques norteamericanos
avanzaban hacia Bagdag en una marcha triunfal, mesiánica, escoltados por
sus fieles cronistas de CNN. En Miami la ultraderecha de origen cubano
organizaba marchas con la consigna “Irak ahora, Cuba después”. En una
graduación de oficiales en West Point, Bush había dicho que las fuerzas
armadas de los Estados Unidos tenían que estar dispuestas a atacar de
inmediato, tan pronto se les indicara, a “sesenta o más oscuros lugares
del mundo”.
-Nunca olvidaré cuando Fidel invitó al núcleo que estaba gestando la
red, y nos reunimos aquí en la Habana, en un saloncito de este mismo
Palacio, con varios intelectuales cubanos, para hablar del proyecto.
Invertimos varias horas discutiendo si debía llamarse “frente
antifascista” (algunos pensaban que el fascismo era un fenómeno europeo,
históricamente enmarcado, y que Bush y su equipo de halcones no podían
clasificarse propiamente como fascistas) hasta que finalmente uno de los
amigos mexicanos, Gilberto López y Rivas, fundamentó que el nombre no
debía ser “anti” o “contra” algo, sino “en defensa de algo”, y por
aclamación quedó bautizada como red “En defensa de la humanidad”. Se
hizo un 1er encuentro en México, en octubre de 2003, al que asistió, por
cierto, el líder de un movimiento social que sería después presidente
de Bolivia: Evo Morales; uno segundo en Oviedo (España), en abril de
2004; y un congreso muy trascendente, casi multitudinario, con varios
cientos de participantes, en Caracas, en diciembre de 2004, presidido
por el Comandante Hugo Chávez. Al año siguiente, la Red EDH participó
muy activamente en los eventos paralelos a la Cumbre de las Américas de
Mar del Plata, cuando el ALCA (que pretendía imponer Bush) fue
derrotado.
-Esta red ha trabajado durante todos estos años, utilizando Internet y
más recientemente las redes sociales, en el esfuerzo por interconectar a
muchísimas personas y grupos que trabajan en América Latina y el
Caribe, en España, en Francia, en Italia y otros países europeos, para
mover las ideas anti hegemónicas, sin sectarismos, sin dogmatismos, sin
exclusiones, en torno a los llamados “ejes temáticos” aprobados en el
evento de Caracas: en defensa de la verdad y frente a la mentira
mediática; en defensa del medio ambiente; en defensa de la diversidad
cultural; en defensa de la soberanía y de la legalidad internacional; en
defensa de la cultura y el conocimiento para todos… Ha tenido
altibajos, momentos opacos y otros brillantes, como su contribución (de
gran valor conceptual) a la Cumbre de los Pueblos, en Río de Janeiro
(2012). Tuvimos incluso el privilegio de que Fidel se reuniera dos años
consecutivos, en 2011 y 2012, en torno a la celebración de nuestra Feria
del Libro, con integrantes de la Red EDH y de que nos propusiera el
lanzamiento simultáneo en varias ciudades de un folleto con la
transcripción de esos diálogos en formato digital.
-Ha sido difícil: la derecha actúa férreamente unida cuando siente
que su reinado está en peligro; la izquierda tiende por desgracia a
dividirse. La maquinaria hegemónica, ya lo sabemos, legitima con su
enorme poder mediático a las celebridades sin ideas y descarta a los
incómodos. E impide que se unan por todas las vías a su alcance. Pero,
de todos modos, sería muy estimulante para la Red EDH que algunos
luchadores de las TIC se aproximaran a lo que hemos hecho desde Cuba,
desde Venezuela, desde Ecuador (que convocó un interesantísimo evento de
la Red exclusivamente dedicado a los jóvenes), desde Bolivia, desde los
demás países del ALBA, desde el increíble Festival de Poesía de
Medellín. Había un principio que Pablo Glez Casanova defendía con mucha
insistencia: no es una Internacional; se trata de una red de redes. Se
le suman redes que no pierden su identidad.
La red de poetas, por
ejemplo, que coordina Fernando Rendón en Medellín, se sumó. Y así lo
hicieron Alex Pausides y Aitana Alberti con su Red Poesía Sur, y así lo
han hecho muchas otras. Qué útil sería establecer contactos con los
amigos de Argentina que fundaron su propia red social y con otras
compañeras y compañeros que trajeron aquí sus experiencias. La Red En
defensa de la humanidad está presente en la web con varios sitios,
blogs, y está en distintas redes sociales: en Twitter, en Facebook,
Google+, Youtube, y otras.
-En cuanto a las TIC, hay que tener en cuenta que estos nuevos
instrumentos para hacer política, para movilizar a la gente, para
construir afinidades y consensos, para gestar comunidades, para mover
ideas, surgen en una etapa en que los sectores políticos tradicionales
han venido cayendo en el descrédito. Corrupción, mediocridad, juego
sucio, falta de transparencia, golpes bajos, demagogia barata,
subordinación a las grandes corporaciones, todo esto junto y mucho más,
ha hecho que la política toque fondo en términos éticos.
-En general es un momento en que las diferencias entre los políticos
que compiten por un determinado puesto tienen más que ver con la imagen
que proyectan que con sus programas o sus ideas.
-Uno de los principales retos de nuestra vanguardia tiene que ver
precisamente con el tema de este evento. ¿Cómo utilizar las nuevas
tecnologías para propiciar la participación ciudadana y hacer política
de verdad, política revolucionaria, política emancipadora?
-Hay un artículo muy interesante publicado en la revista Temas de
nuestro Ministerio de Cultura, de un profesor de la Universidad Sur de
California, Roberto Suro, sobre la movilización que logró en el 2012 el
equipo de campaña de Obama a través de las redes sociales. Se llegó a
movilizar a los jóvenes votantes de entre 18 y 29 años (las dos terceras
partes del voto juvenil) y esto fue decisivo para el triunfo del
candidato demócrata. “La campaña de Obama (dice Suro) generó un flujo
estable de contenido digital sumamente atractivo que alcanzó al público
en una variedad de plataformas en línea (…), mensajes de correo
electrónico, colocaciones en Facebook, mensajes en Twitter y videos en You Tube.
(…) Los videos de campaña de Obama colocados en la Red fueron vistos
alrededor de 133 millones de veces.”
Con mucho mayor impacto, según
Suro, que si se hubieran exhibido a través de la TV. Los receptores de
los mensajes emitidos por el equipo de campaña se convertían a su vez en
“creadores” (al incorporarles elementos de su cosecha y circularlos a
su propia red) y miles de ellos terminaron siendo activistas
voluntarios. “La organización política digital de Obama (…) imprimió en
los participantes la sensación de involucrarse en algo diferente, de
hacer algo por vez primera, de estar a la vanguardia. Y así, aunque
estaban sirviendo a los intereses de alguien en el poder y de un partido
político profundamente enredado con la élite de negocios y de los
medios (…), los soldados digitales de a pie podían sentirse como si
fuesen rebeldes, gente de afuera.” “El contenido en línea fue diseñado
específicamente para hacer que los receptores se sintieran tentados a
compartirlos con sus amigos.” Se utilizó el humor y fue una campaña
“inspiradora en su tono, alentadora e inexorablemente positiva porque se
estimó que un material así tenía muchas más probabilidades de ser
compartido”. El monitoreo sistemático del “centro” le proporcionó
información continua sobre qué mensajes eran mejor acogidos.
La red
estaba diseñada además “para permitir que el centro le inyectara
contenido en múltiples puntos al flujo de información”. Por otra parte,
Suro reconoce que “Lo que mostró la campaña de Obama fue que, en la
sociedad de la información, la calidad del contenido es importante, pero
no decisiva”. Aunque se diferenció de otros modelos tradicionales, muy
sucios y a menudo escandalosos, de búsqueda de apoyo y financiamiento
electorales, Suro reconoce que “Esto no quiere decir que Internet haya
acabado con el clientelismo, la corrupción y la compra de influencias.
En lo absoluto. El dinero sigue contando y los empleos siguen siendo la
moneda de cambio de la lealtad. (…) Por lo tanto (se pregunta), ¿cuál
es, entonces, el producto final de esta nueva forma de activismo
político? ¿Cuánto está cambiando la sociedad de la información los modos
en que se practica la política? ¿Acaso todo esto es apenas un poco más
de la sobrexpectación que asociamos al último aparato o software?”
-Debo decir que este analista me pareció muy honesto: aunque se
confiesa deslumbrado por la campaña digital de Obama, por su novedad,
por su originalidad, aunque exagera a mi juicio los aportes personales
con que los receptores-creadores-difusores pudieron enriquecer los
mensajes del “centro”, Suro se ve obligado a describir cómo se diseñaron
esos mensajes “optimistas”, con un toque de humor, concebidos para
gustar a los jóvenes e incitarlos a su circulación. Tampoco oculta el
papel decisivo del “centro” y su pertenencia orgánica al sistema. Y lo
que siempre ha sido el fundamento de ese sistema: el dinero.
-Por otra parte, recordemos la alerta de un grupo de especialistas de
la coalición Just Net (“Por un Internet Justo y Equitativo”) sobre la
influencia directa que han logrado o pudieran lograr las redes sociales
en los resultados electorales: “¿Cuánto poder tendría, en una campaña
electoral, o en un momento crucial de decisión gubernamental, un
Facebook desregulado, armado con datos masivos sobre gran parte del
electorado, y con el control sobre los algoritmos que determinan lo que
este electorado ve en su suministrador de noticias?” (www.justnetcoalition.org)
-Recordemos el papel de “sargento político” que le tocó desempeñar a
Bin Laden cada vez que la popularidad de Bush bajaba. Siempre aparecía
un video muy oportuno y satánico del líder de Al Quaeda donde amenazaba
con volar en pedazos a la mitad de Estados Unidos. (Una aclaración: un
“sargento político” en nuestra carnavalesca república neocolonial era
una especie de “recaudador de votos” con métodos muy personales de
persuasión, compra, chantaje.)
-Ahora, luego de echar un vistazo a la experiencia de Obama y
teniendo en cuenta estas alertas, volvamos a la pregunta anterior: ¿cómo
utilizar las nuevas tecnologías para propiciar la participación
ciudadana y hacer política de verdad? Ya sabemos que se han usado para
la politiquería, para vender un candidato, una imagen, un par de slogans
vacíos, alguna promesa de las que se lleva el viento. Pero aquí
hablamos de otra cosa.
-Díaz-Canel abordó el tema en la clausura del 1er Taller Nacional de
Informatización y Ciberseguridad, en febrero de este año: “Internet (…)
impone desafíos a las formas hasta ahora prevalecientes de organización y
participación social. El socialismo le otorga un lugar preferencial al
derecho a la información como condición para el pleno ejercicio de la
crítica y la participación del pueblo. Internet plantea desafíos a las
formas tradicionales de comunicación social, al uso de los medios de
comunicación, al papel de los individuos en el espacio público y exige
la existencia de políticas, normas y formas de funcionar nuevas (…) para
garantizar ese derecho. Internet, además de un espacio de acceso a la
información, es un espacio para la comunicación social, la cooperación,
la asociación y el trabajo en sus más variadas manifestaciones y como
tal debe favorecerse.”
-En esa ocasión, dejó establecida con total claridad la posición de
Cuba en torno a las nuevas tecnologías, algo que en este evento se ha
ratificado por otras autoridades cubanas. Insistió allí en “la
determinación de la dirección de la Revolución en llevar a cabo un
proceso de informatización de la sociedad, masificando el uso de las
TIC, satisfacer las necesidades crecientes de información y servicios,
elevar el bienestar de la población, acelerar el desarrollo económico y
social y dar a conocer las razones de Cuba y nuestra verdad en la red”.
Señaló que se garantizará “el uso seguro y amplio de Internet de manera
inclusiva en función del desarrollo del país. El Estado trabajará para
que este recurso esté disponible, accesible y costeable para todos”. “La
estrategia para su acceso [añadió] debe convertirse en un arma
fundamental de los revolucionarios para lograr la participación social
en el proyecto de sociedad que queremos.”
-Como puede verse, hay diferencias sustanciales entre un uso
coyuntural de las TIC para la movilización política, basado en ciertas
habilidades, en ciertos trucos, en aspectos más formales que de
contenido en el diseño de los mensajes, en lo que Suro llama
“sobrexpectación” ante un nuevo dispositivo o un nuevo software, y las
bases conceptuales que explicó Díaz-Canel. La participación real de
nuestros ciudadanos, su ejercicio sistemático y comprometido de la
crítica revolucionaria, la convocatoria transparente (nunca
manipuladora) al debate y a la intervención en los procesos para
alcanzar el socialismo próspero y sostenible que nos hemos propuesto,
son características del modo en que Cuba se ha venido apropiando de las
TIC y de cómo aspiramos a convertirlas en un instrumento democrático
genuino y no engañoso.
-Para nosotros no se trata de darle una utilización pragmática,
instrumental, al uso de plataformas digitales, es decir, concebirlas
únicamente para facilitar transacciones financieras o hacer más visibles
nuestras instituciones o aprovechar las redes para gestionar más
eficientemente determinados servicios. De lo que se trata es de pensar
la tecnología como un proceso que, integrado a la economía, la política y
la cultura, sea parte esencial del desarrollo de la sociedad y del
crecimiento (intelectual, profesional, espiritual, político) de los
seres humanos.
5) La influencia de la industria hegemónica del entretenimiento en Cuba y su coincidencia con proyectos subversivos
-Todos los elementos nocivos para la inteligencia, para nuestros
valores, para nuestra identidad cultural, que caracterizan a la
industria hegemónica del entretenimiento, tienen una fuerte presencia
hoy en Cuba. Por supuesto, nuestro criterio para enfrentar este desafío
no tiene nada que ver con censuras ni prohibiciones. Aparte de que ya es
una verdad suficientemente verificada que prohibir algo equivale a
contribuir de inmediato a promoverlo, las nuevas tecnologías convierten
esa pretensión en algo inútil.
-Esta guerra de símbolos, esta guerra cultural, de valores e ideas, tenemos que ganarla dentro del
individuo, en su tejido espiritual y moral, en su intelecto, en su
comprensión cabal de quién es, dónde habita y qué aspira para su país y
para la humanidad. Y es de vida o muerte para nosotros ganarla entre los
jóvenes que nacieron y se formaron en medio de las gravísimas
limitaciones materiales del Período Especial y no conocieron la Cuba
capitalista.
-Sobre nosotros coinciden la campaña universal de “globocolonización”
al decir de Betto y proyectos específicos de subversión. Tienen
obviamente muchos puntos en común; porque la “globocolonización” aspira a
liquidar toda resistencia frente al gobierno mundial de las
corporaciones y a conducirnos a la aceptación del capitalismo como el
sistema “natural” e inevitable de organizar la sociedad y las relaciones
entre seres humanos.
-El proyecto a escala global se propone desmantelar cualquier forma
de pensamiento crítico que surja en los jóvenes, incorporarlos al
sistema o hacerlos derivar hacia un cinismo inocuo, apartar su atención
de los problemas sociales, llevarlos a seguir creyendo en el mito de
Rockefeller y en la leyenda de Cenicienta, a fantasear sobre el golpe de
suerte que los sacará de las sombras y los conducirá hacia una
recompensa dorada. La lotería, el matrimonio con un príncipe o una
princesa azules o también dorados, una herencia imprevista, la victoria
de tu caballo o de tu perro en las carreras, el empleo prometedor de un
ascenso vertiginoso, la visita inesperada del Hada Madrina o del Ángel
de la Guarda o de un amigo de la infancia que se ha vuelto millonario,
el éxito en una audición para actuar en una película y dar el primer
paso hacia el club de las estrellas, cualquiera de los miles de caminos
que pueden tomar los “elegidos”.
-El proyecto de subversión específico contra Cuba incluye todo el
plan anterior, con un énfasis particular en la promoción de un ideario
anticomunista, antipatriótico, anexionista, que conduzca a pensar en la
restauración del capitalismo en nuestro país como sinónimo de progreso y
desarrollo.
-Hay un artículo de Rosa Miriam Elizalde, precisamente en el número de la revista Temas que les mencioné, que es excelente: “La glasnost:
paradoja en la era de la Web 3.0”. Allí Rosa Miriam revela varios
antecedentes de los proyectos de nuestros enemigos de utilizar las
nuevas tecnologías contra la Revolución. Habla del Grupo de Trabajo para
la Libertad de la Internet Global (GIFT), que fue creado en febrero de
2006 por Condoleezza Rice y se planteó entre sus objetivos principales
monitorear a Irán, China y Cuba las 24 horas del día para crear
herramientas “contra la censura”. Hillary Clinton revitalizó el GIFT
“como foro para abordar las amenazas a la libertad de Internet en todo
el mundo” y “desafiar a los gobiernos extranjeros que practican la
censura y la vigilancia”. El GIFT estuvo vinculado activamente a la
llamada revolución verde iraní, una campaña a través de Twitter contra
las elecciones en Irán. Se demostró que de los 10 mil usuarios de esa
plataforma que enviaron mensajes durante la “rebelión” solo cien estaban
ubicados en el país islámico. Este Grupo de Tareas recibió en 2010 el
nombre de NetFreedom y sigue siendo clave para dar fondos, construir
líderes locales y generar proyectos contra Cuba en el espacio digital.
El proyecto ZunZuneo (una operación encubierta del gobierno de los
Estados Unidos contra nuestro país develada por la agencia de prensa AP)
muestra las fórmulas de este tipo de plataforma ilegal: crear, sin
alertar a sus usuarios, una base de datos potente que segmenta a la
población, identifica entre multitudes a aquellos propensos a
movilizarse para el cambio de sistema político y activarlos en momentos
de conflicto.
-Rosa Miriam profundiza en este artículo en las diferencias radicales
que separan a la Revolución Cubana de aquel socialismo europeo que,
para emplear la expresión tan gráfica de Fidel, “se desmerengó”. Sin
embargo, nos alerta con mucha lucidez y muchos argumentos sobre cómo no
podemos descuidar, incluso en medio de la batalla económica, el terreno
de “la subjetividad”. “A diferencia de la Isla (dice Rosa Miriam), bajo
influencia de la industria cultural de EEUU y con un notable número de
emigrados cubanos en ese país, la URSS se había cerrado a cal y canto a
la influencia occidental, mientras excluía de sus instituciones
políticas todo instrumento teórico que resaltara la importancia de la
subjetividad.” Y cita a Julio García Luis: la comunicación social fue
“el punto neurálgico más débil por donde se abrió paso la estrategia de
desmontaje político y moral de la sociedad soviética…”
-En este punto es inevitable recordar a Gramsci (un marxista
considerado heterodoxo en el llamado “socialismo real”) y sus ideas
acerca de la hegemonía cultural. Sin ella, sin esa hegemonía cultural,
aunque las fuerzas anticapitalistas tengan el poder político, económico y
militar, todo termina siendo frágil y reversible. Por fortuna, Martí
fue gramsciano antes de que naciera Gramsci, y Fidel, Raúl y la
generación del Centenario lo fueron, aunque quizás no por lecturas
directas, sino por la vía martiana. “Trincheras de ideas valen más que
trincheras de piedras”, dijo Martí, algo que Gramsci hubiera suscrito
sin dudarlo. “Toda Revolución es hija de la cultura y de las ideas”,
dijo Fidel, y Gramsci le hubiera dado enseguida la razón. De ahí que la
transformación de la sociedad cubana que comenzó en enero de 1959 se
acompañó de la alfabetización del ciento por ciento de la población, de
la fundación de la Imprenta Nacional y la publicación de miles y miles
de libros, de cubrir el país de escuelas y maestros. Para transformar la
sociedad había que transformar al ser humano y la única vía para
hacerlo eran la educación y la cultura.
-Martí fue uno de los más trascendentes pensadores de la
descolonización de todos los tiempos y, aunque obviamente no llegó a
conocer las TIC, nos dejó un instrumental magnífico para apropiarnos de
ellas y utilizarlas a plenitud de una manera descolonizada. Como mismo
ocurre en el orden político y económico, debemos promover, Cuba, el
ALBA, la CELAC, otros actores progresistas de la comunidad
internacional, la difusión de un pensamiento descolonizador sobre el uso
de estas tecnologías. Eso y la promoción del uso de Internet en
beneficio de los que menos tienen, es lo que esperan los pueblos de
nosotros. Internet es un derecho social que debemos promover para todos.
Tenemos que rechazar la pretensión de aquel que por tener mayor poder
adquisitivo pueda considerarse con mayor derecho. Como dijera en la
inauguración de este evento Abelardo Moreno, “Debemos apostar por un uso
de las TIC que promueva la solidaridad social, el compartir y cooperar,
valores que deben estar asociados a la sostenibilidad económica,
cultural y política de nuestras naciones”.
-Cuba cuenta con el acceso masivo al conocimiento y la cultura de
sucesivas generaciones, que forman parte de las reservas de capital
humano de la Isla, para estar a la ofensiva en estos nuevos escenarios.
Tenemos que construir un socialismo digital, no la imitación del
internauta como consumidor enajenado. Hay que acompañar el reto
tecnológico con el desafío cultural, y enfrentar ambos reforzando una
conciencia crítica colectiva, con la participación de todos los
ciudadanos. Como decía Díaz-Canel en el Taller Nacional ya mencionado,
estamos aplicando en esta área el estilo de siempre de la Revolución
Cubana: la convocatoria al debate, a la consulta popular, al análisis
entre todos. Las cifras de participantes en ese Taller, por vía de los
foros online y en los encuentros presenciales, fueron de varios miles.
Aquella recomendación capital de Weizenbaum sobre la “educación” y la
“pericia” indispensables para buscar en Internet tenemos que
convertirla en un patrimonio masivo de nuestro pueblo, en una brújula
para todos.
-En Cuba Internet debe ayudar a hacer nuestra sociedad más dinámica,
eficiente, participativa y justa. Vemos Internet como una herramienta al
servicio del desarrollo humano sostenible del país y de su inserción
efectiva en el concierto de naciones. Nuestra estrategia de acceso está
siendo diseñada sobre la base de la más amplia participación, a partir
de las prioridades del país y de la búsqueda de la soberanía
tecnológica. Internet debe ponerse en función de la defensa de la
identidad y de la cultura nacional y de la apropiación por parte de los
cubanos del patrimonio cultural y científico del mundo. Dará cada vez
más un apoyo decisivo a la promoción internacional de los frutos del
capital humano formado en todos los campos por la Revolución.
6) La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de 2003. Breve recuento
-Hace más de once años de la primera fase de la Cumbre Mundial de
la Sociedad de la Información (CMSI) realizada en Ginebra en diciembre
de 2003, en la que por vez primera el debate acerca de estos asuntos
dejó de ser estrictamente técnico para convertirse en político y
despertar el interés de la comunidad internacional.
-Esta Cumbre se destacó por el choque entre representantes de los
gobiernos de los países ricos y el bloque de países llamados “en
desarrollo”. El bloque del sur se pronunció por “ahondar en el
intercambio del conocimiento tecnológico entre los pueblos como un
método más adecuado para el desarrollo de una Sociedad de la Información
democrática e incluyente”. En cambio, los gobiernos de los países
ricos, guiados por Estados Unidos, exigieron “mantener el control
absoluto y egoísta sobre la tecnología a través de las leyes de
propiedad intelectual. (…) Para nosotros (es decir, para el Sur)
restaría el papel de consumidores tecnológicos y de productos enlatados producidos
en el norte del planeta, privando a nuestras universidades, centros de
investigación, empresas privadas, gobiernos y población de tener dominio
y conocimiento de la tecnología que está (o debería estar) siendo
diseminada.” “Defendieron que el mercado debería imponer las reglas de
la inclusión digital, o sea, quien tiene dinero para pagar y comprar de
las grandes empresas monopolistas del hemisferio norte podrá participar
de la sociedad de la información. Los demás deben aguardar su hora en la
larga fila de los excluidos digitales. Todos estos puntos tuvieron un
desenlace ambiguo y contradictorio, fruto de las duras negociaciones
diplomáticas.” (Marcelo D’Elia Branco)
-Hay consenso en calificar de trascendente la “Declaración de la
sociedad civil” en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de
2003, que tuvo como título “Construir sociedades de la información que
atiendan a las necesidades humanas”. Eso, colocar al ser humano en el
centro de los debates y examinar “las regulaciones y prácticas de las
TIC (…) y su conformidad con (…) los derechos humanos”, como el derecho a
la libertad de expresión, asociación e información, a los que añaden el
derecho al desarrollo, a la educación, a la salud, a la alimentación, a
la vivienda. Las TIC deben favorecer el respeto y el ejercicio de los
derechos de los pueblos y contribuir a una distribución más equitativa
de los recursos y a la eliminación de la pobreza. Los conocimientos, la
creatividad, la cooperación y la solidaridad humanos deben ser
considerados principios esenciales; y los recursos del conocimiento,
información y comunicación, reconocidos y protegidos como patrimonio
común de la humanidad. Respecto a la gobernanza de Internet, la sociedad
civil se manifestó en contra de un gobierno mundial diseñado para
proteger los intereses de corporaciones.
-En la segunda etapa de la Cumbre, en 2005, en Túnez, se acordó que,
cualesquiera que sean los mecanismos de gobernanza que se establezcan,
deberán ser multilaterales, democráticos y transparentes y
hacerse con la plena participación de los gobiernos, el sector privado,
la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
-Las grandes corporaciones estadounidenses dominan casi todas las
áreas de Internet: desde la infraestructura base, el comercio
electrónico, el mercado publicitario, los buscadores y el almacenamiento
de datos. A ellos les interesa un mercado desregulado,
con leyes de propiedad intelectual muy estrictas, en oposición a
acuerdos internacionales que establezcan normas para su funcionamiento
en defensa del interés público.
-Si en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información 2003 se
decidió que las cuestiones de política pública de Internet competen como
derecho soberano a los Estados, en el 2005 se da un paso atrás y se
señala que las políticas públicas internacionales relacionadas con
Internet deben desarrollarse “por consenso y con la participación de
todos los actores” o sea los “multistakeholder”. Existe un acuerdo
amplio de que la participación “multisectorial” en la gobernanza es
vital; pero no está claro qué puede significar esto.
-El sistema multisectorial (multi-stakeholders) debe ser democrático,
transparente y responsable y no hay ninguna garantía que así sea.
Muchas ONG han sido cooptadas por intereses transnacionales y va siendo
costumbre que las grandes empresas participen al mismo nivel que los
gobiernos, e incluso con más protagonismo, y en los debates de la
sociedad civil los más desposeídos quedan marginados.
-En abril de 2014 en Sao Paulo se celebra la “Reunión Multisectorial
Global sobre el futuro de la Gobernanza de Internet” (NETmundial). El
objetivo del encuentro fue elaborar principios sobre este tema y
proponer un camino a seguir. De una manera un tanto arbitraria, allí se
decidió qué criterios incluir o no de los planteados por los
participantes en el documento final. Se mantienen las indefiniciones
esenciales.
9) Este evento
-Las ricas discusiones de este evento nos reafirman la validez de
muchos de los reclamos que se han venido haciendo desde la Cumbre del
2003, sobre todo los relacionados con la eliminación de la brecha
digital, un espejismo que oculta la brecha primigenia: la del
desarrollo, la que nos ratifica la urgencia de un nuevo orden económico
internacional más justo y sustentable.
-El debate sobre el uso de las TIC resulta imprescindible y nos
involucra a todos, a toda la sociedad, a todas las instituciones, a
todos los ciudadanos.
-En el desarrollo y manejo de Internet en el mundo prevalece un
modelo neoliberal que impulsa la privatización y comercialización. Se
trata de un contexto donde unas pocas empresas estadounidenses ostentan
un dominio monopólico, y el propio Gobierno de los Estados Unidos
controla algunos de los nodos más importantes de la red. Estos dos
poderes son los que definen hoy la forma en que se usa y controla
Internet.
-Ante el actual escenario, resulta imprescindible promover
alternativas en el uso de las TIC que generen redes de conocimiento a
nivel regional e internacional que contrarresten las prácticas
hegemónicas en el ámbito digital.
-A causade la actual gobernanza de Internet, han tomado fuerza
amenazas que pueden provocar conflictos muy graves: el empleo de las
tecnologías de la información y las comunicaciones como arma de guerra,
el ataque a un Estado a través de un tercero y la promoción del racismo,
del odio más violento, del terrorismo, del nuevo fascismo. El uso
hostil de las TIC con el propósito declarado o encubierto de subvertir
el orden jurídico y político de los Estados, es una violación de todas
las normas reconocidas en esta materia. La cooperación mancomunada entre
todos los Estados es el único camino para prevenir y enfrentar tales
peligros.
-Internet y las TIC deben ser objeto de regulaciones compatibles con
el Derecho Internacional, la soberanía de los Estados, los derechos de
las personas y las normas de convivencia reconocidas mundialmente.
-Cuba apoya la adopción de un mecanismo intergubernamental que
permita a los países cumplir en igualdad de condiciones su papel y
responsabilidades en las políticas relativas a la red de redes.
-Tiene que ser un empeño de todos los gobiernos lograr en un futuro
cercano que Internet sea (como la CELAC ha propuesto para nuestra
región) una zona de paz y no un teatro de operaciones militares. Hay que
han llegado a expresar, incluso, la posibilidad de responder a los
ataques cibernéticos con armas convencionales. Por tanto, llegar a
acuerdos de ciberseguridad debe ser una meta y un punto de convergencia y
cooperación entre los Estados.
-Debemos avanzar hacia la obtención de una cultura de Ciberseguridad
sólida, con acciones de adiestramiento y sensibilización que permitan a
los ciudadanos y organizaciones tomar conciencia de la importancia de la
seguridad de la información y del empleo responsable de las nuevas
tecnologías y de los servicios de la sociedad del conocimiento. Se trata
de un tema que no puede ser función exclusiva de los órganos
especializados de la defensa, ya que por sus implicaciones tiene ser
asumida conscientemente por todos los usuarios de las TIC.
-El área de las comunicaciones cubanas es una de las más sensibles
para el país y ha sido y es blanco de todo tipo de ataques. Junto al
daño económico causado por la política de hostilidad de Estados Unidos,
se suman las violaciones de nuestro espacio radioelectrónico y el uso de
las TIC para promover la desestabilización. La Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, ha venido denunciando envíos masivos
de mensajes no deseados desde EEUU hacia la red de telefonía móvil de
la Isla. No solo provinieron de la ya referida red ZunZuneo, sino de
otros proyectos gubernamentales estadounidenses para el “cambio de
régimen”. Estas acciones violan las leyes que regulan las
comunicaciones, tanto en Cuba como en Estados Unidos. Todo lo anterior
contrasta con la negativa a nuestro país, por parte de las autoridades
estadounidenses, del acceso a equipamiento, tecnología, conexión a las
redes, cables de fibra óptica que rodean la Isla y otros recursos.
-En este evento se han resaltado conceptos muy importantes, que
tienen que ver con los principios de Cuba (compartidos, como se hizo
explícito, por delegados de otros países) en su política de
informatización, auténticamente democrática, inclusiva, avanzada. Se
habló de la necesidad de alcanzar la soberanía tecnológica y de diseñar
nuestras propias plataformas para no depender de los poderosos. Un
compañero de Argentina, que ha fundado con un grupo de amigos (de amigos
de verdad, no como muchos “amigos” de Facebook) una red social
independiente, recordó la fábula del pequeño David enfrentado a Goliat,
el gigante, el monstruo al parecer invencible. Esa fábula para los
cubanos (que por las leyes de la geopolítica parecíamos destinados a
subordinarnos al Imperio del Norte) es muy entrañable: Martí la hizo
suya; después la usaron muchos otros patriotas dignos; y, por supuesto,
la usó Fidel. En nuestro país vamos a trabajar muy duro por acceder a
Internet y a las redes sociales para beneficio de David y de su pueblo,
no para servir a Goliat.
-Se habló de cómo a pesar de las Cumbres de la Sociedad de la
Información que se han realizado, de los compromisos y promesas y de los
reclamos de la sociedad civil y de los movimientos sociales, la llamada
brecha digital entre países ricos y pobres se ha ido haciendo mayor.
Hay que exigir en todos los espacios a nuestro alcance erradicar esa
brecha digital, que es un reflejo directo del orden mundial injusto que
se ha impuesto al planeta.
-Como han expresado los máximos dirigentes de Cuba, y reiteró el
viernes aquí el secretario del Consejo de Informatización y
Ciberseguridad Senén Casas, el gobierno cubano se opone enérgicamente al
uso del ciberespacio con un polígono de guerra y como plataforma para
la subversión política, y ha expresado claramente que jamás nuestro
gobierno ejercerá de manera unilateral acciones de este tipo contra
otros Estados.
-Debemos mantener activos los mecanismos para la protección, con un
análisis exhaustivo de las vulnerabilidades en nuestros países.
-Aunque no pude estar todo el tiempo que hubiera querido en el
evento, sus organizadores me han comentado la calidad y profundidad de
los debates que se han suscitado en estos tres días de Conferencia.
También me hablaron de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas
que tendrá lugar en diciembre de 2015 para revisar los acuerdos de la
Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, y, intercambiando con
ellos, surgió la idea de enviar la Relatoría de este evento al
Secretario General de las Naciones Unidas para que sea incluida como una
contribución para esa Reunión de Alto Nivel. Y enviársela también al
Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo y
al Secretario General de la UIT.
-Resulta evidente que el ámbito de las nuevas tecnologías está
contaminado inevitablemente del cúmulo de plagas de este siglo XXI,
hegemonismo imperial, manipulación informativa, crueles
privatizaciones, miseria en las mayorías y egoísmo fatuo y enloquecido
de las élites, irracionalidad consumista y suicida, insensibilidad,
morbo, banalidad, vacío espiritual. No obstante, utilizadas con
responsabilidad, con ética, con sentido de la justicia, con humanismo,
las TIC son un importantísimo factor de transformación para sociedades
que promuevan el conocimiento, la innovación productiva y sustentable y
la mejora de la calidad de vida de la población.
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