La firmeza en los ideales patrios lo caracteriza y no pierde las esperanzas. Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco cubanos prisioneros del Imperio, espera por un acertado tratamiento médico que ponga fin a sus padecimientos. Espera por la justicia del gobierno de los Estados Unidos, país que más cuestiona los derechos humanos en el mundo.
Gerardo está en el hueco, en una celda pequeña de dos metros por uno, que comparte con otro cautivo y carente de ventilación, sí, es inaudito, pero respiran por un pequeño orificio en lo alto de una pared.
Es sorprendente que la Administración de los Estados Unidos, que está al tanto de las dolencias físicas de Gerardo, desde el pasado mes de abril, le programe una consulta para el 20 de julio, ¡tres meses después!, en la cual le prescribieron diversas dolencias a quien lleva 12 años en prisión por el hecho de luchar contra el terrorismo.
Una vez más nuestro pueblo aguarda. Fuimos fuertemente criticados por la muerte de un "preso político" con el que la medicina cubana hizo hasta lo imposible por salvarle la vida. Sin embargo, Gerardo no tiene la atención que merece un ser humano, es ahí donde cabe la pregunta: ¿Dónde están guardados los derechos humanos que los Estados Unidos tanto defienden?
En este momento lo más importante es denunciar, hablar, actuar. ¿Cómo se puede tener oídos sordos ante las voces de miles de personas del mundo que exigen justicia para para Gerardo, un hombre enfermo y sin asistencia médica?
Emplazo a las grandes personalidades a imputar este hecho y reclamar justicia de inmediato. Es increíble e inaudito lo que está sucediendo con Gerardo, indiscutiblemente tenía que enfermarse. Pocos hombres como él, hubieran resistido las horripilantes torturas psicológicas y físicas a las que ha sido sometido. En realidad, merece un monumento imperecedero a la firmeza.
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