Haydeé Santamaría, fue la mujer cubana que, junto a Melba Hernández, participó en las acciones del asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y una de las encargadas de sacar de la cárcel en forma clandestina y de recomponer, por distintas vías, La historia me absolverá, alegato de autodefensa del joven abogado Fidel Castro Ruz.
En una entrevista Haydee Santamaría a cerca del las acciones de 26 de julio de 1953, expresó: “A mí el Moncada se me reveló muy claramente cuando nació mi hijo Abel. Fueron momentos muy difíciles. Eran dolores profundísimos, eran dolores que nos desgarraban las entrañas y, en cambio había fuerzas para no llorar, no gritar o no maldecir... Porque va a llegar un hijo”.
En esta comparación, la heroína establece un paralelo entre los dos momentos difíciles para ella y acota: “ Ese fue el hijo que despertó las conciencias y puso en pie de lucha a todo el pueblo de Cuba, que señaló el camino y trazó un programa de liberación nacional que abrió a nuestra patria las puertas del socialismo”.
Intachable mujer, amó entrañablemente a sus hijos Celia y Abel y sobre todo a Ernesto Che Guevara y a Fidel Castro, con quienes participó en la trinchera de combate. Su vasta cultura la hizo ganar prestigio internacional dentro de la intelectualidad cubana que respetó por sus dotes de dirigente cabal.
Fundadora del Movimiento 26 de Julio, participó tanto en las acciones del Movimiento 26 de Julio en las ciudades como en la Sierra Maestra, fue además una de las organizadoras del levantamiento del 30 de noviembre en Santiago de Cuba y creó el pelotón María Grajales del Ejército Rebelde en 1958 y el cual estaba compuesto íntegramente por mujeres.
Yeyé, como le decían cariñosamente, creó la Casa de las Américas, institución emblemática de la cultura cubana que la vio recorrer sus predios con la extraordinaria sencillez que caracterizara a esta revolucionaria de talla universal. Fue Haydee, sin dudas: una mujer de magia y amor.