José Martí en la Celac



Por estos días, todos los ojos del mundo están puestos en Cuba. El sueño de Bolívar, de José Martí,  de San Martín, de Hugo Chávez  y de otros hombres de América Latina se está haciendo realidad. Con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños,  Celac, se hizo materializó  el ideario latinoamericanista y martiano cuando en el ensayo Nuestra América expuso: “El gobierno ha de nacer del país… La forma del gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país.”

Con avivada visión, José Martí, penetró en  la esencia del imperialismo norteamericano y, desde las páginas de este importante ensayo,  alerta a la América toda en torno al peligro que representan  “los gigantes que llevan siete leguas en las botas”.

Y esta es la esencia de la Celac, compuesta por  33 países, no es más que el humilde reclamo a la necesaria unidad de los pueblos de América: “Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos […] ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!”.

No cabe dudas de que por estas ideas expuestas en el mentado ensayo, en los últimos días de enero, nuestro Héroe Nacional estará  junto a los líderes actuales de las 33 naciones de Sudamérica. Y no hay otra razón más fuerte que la coincidencia de la magna cita con el 161 aniversario del natalicio de este grande de América, para hacer realidad la unidad de nuestros pueblos, por un futuro de paz  y  justicia social, y  el empeño irrenunciable de consolidar la plena independencia latinoamericana.

Hoy el pensamiento martiano está vigente. Hoy  Latinoamérica transita en busca de su unidad y  cooperación de igual a igual. Y es a través de la CELAC  y otras organizaciones integracionistas regionales, que se echará andar este proyecto.

Las 33 naciones situadas al Sur del Río Bravo, estas  "repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios", como las figurara José Martí, han apostado todo para avanzar en la realización de su propia autonomía y convertir a la CELAC en el interlocutor más legítimo de América Latina y el Caribe con otras regiones.

La Cumbre de la CELAC de La Habana, abogará por la marcha unida de todos  los pueblos del río Bravo a la Patagonia, por ello, hemos de andar en  cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes, como decía nuestro José Martí, quien aseveró además,  que el destino común de  estas  “dolorosas repúblicas”, de Nuestra América, un día se levantarán  sola, y como un solo pueblo.

Cumbre de la Celac buscará declarar a la región como zona de paz

Tomado del Sitio Oficial de la Cumbre de la CELAC. Cuba

El vicecanciller cubano Abelardo Moreno dijo en La Habana que en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se buscará declarar la región como zona de paz.

Es preciso que los jefes de Estado y de Gobierno den su apoyo para que siempre se resuelvan los conflictos a través del diálogo y las negociaciones, expresó el funcionario en entrevista con la televisión nacional.


Recordó que las 33 naciones de la CELAC son parte del tratado de Tlatelolco, el cual prohíbe las armas nucleares en Latinoamérica y el Caribe. Sin embargo consideró necesario ir más allá y alcanzar una unión por la paz, apuntó.

Moreno aseguró que la organización para el evento marcha muy bien e informó que se discute a distancia un proyecto de declaración política y un plan de acción para el 2014.

Comentó que se preparan unas 26 comunicaciones especiales que abordan temáticas como el apoyo a Argentina en su lucha por la recuperación de las islas Malvinas, el dominio de las trasnacionales, la explotación de los recursos naturales, el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, las políticas culturales y el terrorismo.

El próximo 28 y 29 de enero el recinto expositivo Pabexpo, en La Habana, acogerá las delegaciones de los países miembros de la CELAC, reunión que estará precedida por un encuentro de expertos nacionales, los días 25 y 26, en tanto el 27 se reunirán los cancilleres.

La Comunidad se constituyó en el 2011, en Venezuela, y está considerada como el suceso institucional más importante de la región y tuvo su primera cumbre el pasado año en Santiago de Chile, donde Cuba asumió la presidencia pro témpore, la cual traspasa es-te año a Costa Rica.

Celac: un proyecto joven de unidad, soberanía e integración



Cuando el 3 de diciembre del 2011 en la Cumbre fundacional de la CELAC en Caracas, el General de Ejército Raúl Castro Ruz en la Cumbre expresó:  “La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada.  Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común“, no estaba lejos de pensar que nacía la concreción de los sueños de una región que permaneció dormida durante años a la espera de su momento.

Sin embargo, hoy nuevos retos y esperanzas van tomados de la mano en un nuevo proyecto regional cuyo baluarte obedece de la sapiencia con la que las 33 naciones independientes situadas en lo que definió José Martí como Nuestra América: “los pueblos que se extienden al sur del Río Bravo hasta la Patagonia”.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac),  es una organización regional intergubernamental que reúne a los países de América Latina y el Caribe, sin la injerencia de Estados Unidos y Canadá.  Nace en 2011 en Caracas, Venezuela, de la unión del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), conocida Cumbre de la Unidad.

Hecho institucional más importante en América Latina y el Caribe en el último siglo,  la Celac, fue creada para impulsar la integración bajo nuevas formas de solidaridad y colaboración, en aras de propiciar el multilateralismo, el intercambio y las estrategias para enfrentar la pobreza y la crisis económica en la región y constituye  es además, un instrumento para aunar voluntades, resolver diferencias y cooperar por el bien de la región.

La Celac no es más que la  realización de los sueños de unidad, justicia y soberanía de los grandes hombres y mujeres de estas tierras.  Y esta es la premisa que regirá en la II Cumbre a desarrollarse desde el 25 y hasta el 29 de enero en La Habana, Cuba, un espacio  que no quedará en la historia como un encuentro más entre líderes políticos, sino el contexto internacional para que se consolide el concepto de región articulada, reconocible y comprometida con un destino común.

Por la erradicación del hambre y la pobreza, es el lema que preside la II Cumbre de la Celac donde los ministros intercambiaron experiencias en torno a  los programas elaborados por los diferentes países en materia de educación, salud y alimentación propuestas para que sean establecidos en los 33 Estados.

Aún La Celac es un  joven proyecto de integración y unidad, sin embargo, sigue avanzando hacia perspectivas comunes entre sus miembros, con la mirada puesta en los problemas que verdaderamente desgarran a Nuestra América y  se perfecciona  como un elemento de unificación para bienestar de los pueblos en la búsqueda de la verdadera independencia.

Plaza Mariana Grajales de Guantánamo: majestuoso conjunto monumental ( Fotos )



En la provincia de Guantánamo se erige la Plaza de la Revolución Mariana Grajales, única con nombre de mujer en Cuba y uno de los monumentos escultóricos más llamativos de la isla, fundado el 26 de julio de 1985.

Visitar este lugar propicia un acercamiento a la historia de lucha del pueblo guantanamero desde la Guerra de Independencia en 1868 hasta el triunfo de la Revolución liberadora, el 1 de enero de 1959. 

Un recorrido por sus exteriores a través de imágenes dice de este hermoso conjunto monumental obra del arquitecto Rómulo Fernández, los escultores José Villa Soberón, Enrique Angulo, Angel Trenard y el pintor Ernesto García Peña, reconocidos creadores, cuya hoja rebasa los límites nacionales. 

















Julio Antonio Mella: acción y amor


Eran aproximadamente las diez de la noche del 10 de enero de 1929,  cuando
dos tiros de revólver 38 penetraban el cuerpo del joven mientras caminaba
por las calles de México junto a su inseparable compañera Tina Modotti. Los asesinos enviados por el dictador Gerardo Machado le habían disparado por la espalda. Con solo 26 años de edad, decía adiós a la vida Julio Antonio Mella. 

La activa mujer divisó el olor a pólvora, en tanto, el joven se soltaba de su brazo y corriendo, cruzaba hacia la acera opuesta, pero se desplomó al suelo. Tina lo alcanzó y arrodillada junto a él, escuchó: ''Magriñat tiene que ver en esto... «Muero por la Revolución», y con aquella frase,  reafirmó su decisión de darlo todo por la obra que había comenzado..

Se perdía una de las figuras más avanzadas en el pensamiento político latinoamericano de inicios del siglo XX y líder comprometido con la defensa de los ideales más puros del pueblo cubano. Había caído asesinado el íntegro revolucionario, paradigma para los jóvenes cubanos, el abanderado de la lucha contra nuestro principal enemigo y por la revolución social. 

La Universidad de La Habana y sus aulas, fueron s
us primeros campos de batalla.  Y si bien desde ese escenario emprendió la vida política, no fue este sitio el único terreno donde dejó su huella como organizador y guía. Importantes responsabilidades vincularían definitivamente al joven quehacer revolucionario y justo es en ese espacio estudiantil donde inició su lucha política, cuando en el año 1922 estalló la reforma universitaria en Cuba.

Las ideas de Mella, trascendieron los marcos del recinto universitario y entonces se vincula a la Liga Antiimperialista de las Américas, importante instrumento de lucha en ese momento histórico y del que se convierte en fundador en 1925.   Con el
objetivo de impartir temas políticos y académicos a trabajadores, funda además la Universidad popular José Martí y junto a Carlos Baliño, el Partido Comunista de Cuba, organización política que aunaba a seguidores del pensamiento marxista leninista y que Gerardo Machado cuando asumió el poder ilegalizó junto a la FEU.
En la pluma también tuvo Mella una forma de defender a Cuba y de manifestar sus ideas. En una ocasión dijo: "La hora es de lucha, de lucha ardorosa; quien no tome las armas y se lance al combate pretextando pequeños desprecios, puede calificarse de traidor o cobarde. Mañana se podrá discutir, hoy solo es honrado luchar.
Debido a su incesante crítica a los males sociales engendrados por  Machado y la corrupción administrativa de su gobierno, fue expulsado de la Universidad de La Habana. Por ello, buscó refugio en México, y desde allí, persistió en su actividad política, para convertirse en miembro del Comité Ejecutivo de la Liga de las Américas y del Partido Comunista de ese país.
 
En Cuba nadie hizo tanto en tan poco tiempo, dijo en una ocasión nuestro Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana.  Y es que Julio Antonio Mella, comunista cubano, fue un combatiente incansable, paradigma de quienes lucharon a su lado por una sociedad mejor, y también de las generaciones que le sucedieron.
Y esta es la razón por la que el legado político del impetuoso hombre a quien no pudieron silenciar su ejemplo en las aulas universitarias, en talleres, fábricas, perdura en generaciones de cubanos que, años más tarde llevaron a cabo la gesta que llevó a Cuba a la plena soberanía.

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Fidel: prefiero mandar al pueblo, porque el pueblo es invencible

Hay días que por la trascencia de los hechos, jamás suelen olvidarse. Y eso sucede con el 8 de enero de 1959, con quienes acudieron a recibir la Caravana de la Libertad en La Habana. El júbilo popular era extraordinario, el Ejército Rebelde conquistaba una gran victoria contra la sanguinaria dictadura de Fulgencio Batista. 

La Caravana de los barbudos con Fidel Castro al frente, entraba a La Habana. Risas, saludos, gritos de ¡Viva! barbas, fusiles y melenas, brazaletes… cientos de banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio ondeaban con la brisa invernal de ese día de Victoria.

Había lágrimas de emoción y evocación por quienes no pudieron ver el triunfo del Ejército Rebelde. También anunciaba su presencia el sonar de las sirenas de los barcos anclados en el puerto y replicaban las campanas de las iglesias. El ruido las bocinas de los autos inundaban la ciudad y junto a los silbatos de las fábricas, fueron disparadas 21 salvas por la Marina de Guerra. 


En los parques y balcones hombres, mujeres, ancianos, niños, de todo un pueblo de verde olivo agitaban las manos. Cual símbolo de la Paz, las palomas volaban augurando otro porvenir para la Patria y acompañaban el recibimiento de la columna guerrillera. Simbólicamente, una de ellas se posó en el hombro de Fidel cuando hablaba al pueblo: “Una de las ansias mayores de la nación, consecuencia de los horrores padecidos, por la represión y por la guerra, era el ansia de paz, de paz con libertad, de paz con justicia, y de paz con derechos”…

En otro momento de la alocución del líder de la Revolución Cubana en la Ciudad Escolar Libertad, antes cuartel Columbia, expresó su gran confianza en las masas, y dijo: “Si a mí me preguntaran qué tropa prefiero mandar, yo diría: prefiero mandar al pueblo, porque el pueblo es invencible.

“ Y el pueblo fue quien ganó esta guerra - prosiguió el Comandante- , porque nosotros no teníamos tanques, nosotros no teníamos aviones, nosotros no teníamos cañones, nosotros no teníamos academias militares, nosotros no teníamos campos de reclutamiento y de entrenamiento (…) ” “El pueblo, el pueblo ganó la guerra. Esta guerra no la ganó nadie más que el pueblo.” 


A más de medio siglo de Revolución, estas históricas palabras han devenido en símbolo. El pueblo cubano sigue demostrando al mundo su capacidad de resistir y vencer con la misma unidad, entereza y confianza en el futuro de aquel 8 de enero de 1959.