La CELAC es el sueño de la unión de América Latina y el Caribe, como el sueño de dos grandes de la historia, el libertador Simón Bolívar y nuestro José Martí, quienes visionaron las reales pretensiones del imperio yanqui de monopolizar las riquezas de la mayoría de los países del Continente. Años después, otros grandes de la historia, Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez articularon sus pensamientos hacer realidad este sueño, que hoy se ha hecho realidad.
Y esta realidad se materializó con la creación en 2011 en Caracas, Venezuela, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organización regional intergubernamental que reúne a los países de América Latina y el Caribe, sin la injerencia de Estados Unidos y Canadá, lo cual significa un paso significativo hacia una mayor independencia regional.
Escalón más alto de la construcción unitaria regional al reunir a la totalidad de sus Estados, la Celac es más que la realización de los sueños de unidad, justicia y soberanía de los grandes hombres y mujeres de estas tierras. Y esta es la razón por la que Cuba propone a esta cumbre convertir en una región de paz donde las diferencias se solucionen políticamente y sin el uso de la fuerza.
Por la erradicación del hambre y la pobreza, es el
lema que preside la II Cumbre de la Celac, que se perfecciona como un elemento de
unificación para bienestar de los pueblos en la búsqueda de la verdadera
independencia. se perfecciona como un espacio donde los ministros intercambiarán experiencias
en torno a los programas elaborados por los diferentes países en materia
de educación, salud y alimentación para que sean establecidos en los
33 Estados pertenecientes a este proyecto.
La Celac un espacio que no quedará en la historia como un encuentro más entre
líderes políticos, sino el contexto internacional para que se consolide el
concepto de región articulada, reconocible y comprometida con un destino común.
Quedará como un encuentro que avanza hacia perspectivas comunes
entre sus miembros, con la mirada puesta en los problemas que verdaderamente
desgarran a Nuestra América.