El próximo 28 octubre, Cuba presentará por vigésimo segunda ocasión ante la Organización de Naciones Unidas el informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por losEstados Unidos de América contra Cuba”, con varios ejemplos el recrudecimiento del bloqueo durante la administración de Barack Obama. Y con ello, se mostrará una vez más a la comunidad internacional, la invalidez del gobierno norteamericano, que sustenta leyes tan absurdas como las que esta potencia dispone en contra de la voluntad de los pueblos.
El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, es cada vez más dañino y se ha agigantado, por tanto, es necesaria su eliminación. Cifras de dicho informe aseveran que, por ejemplo, solo desde enero de 2009 hasta junio de 2014, la administración de Barack Obama había obligado a 36 entidades estadounidenses y extranjeras a pagar casi 2,6 miles de millones de dólares estadounidenses, por relacionarse con Cuba y otros países. Por lo tanto, constituye una violación masiva de los derechos del pueblo cubano y a las normas del Derecho Internacional.
Entre otras sanciones, dicho documento recuerda que el 26 de noviembre de 2013, la Sección de Intereses de Cuba en Washington anunció el cierre temporal de los servicios consulares debido a la negativa del banco estadounidense M&T a operar las cuentas de las misiones diplomáticas cubanas en Estados Unidos.
A inicios de diciembre de 2013, la oficina diplomática cubana informó que, a pesar de intensas negociaciones realizadas, había sido imposible encontrar un banco con sede allí, dispuesto a asumir la gestión de sus cuentas bancarias, situación que se mantiene hasta el momento. Asimismo, en octubre de 2013 la firma norteamericana Paypal bloqueó una donación del ciudadano canadiense Terry Shewchuck a una red de clínicas veterinarias en Cuba por violar las leyes del bloqueo.
El bloqueo a Cuba es un acto de genocidio, un acto de guerra económica y no viola solo los derechos de Cuba, sino de terceros países, de sus empresas y sus ciudadanos. Para ser exactos, es una política irracional, moralmente insostenible e ilegal. Es un acto de guerra económica que transgrede el derecho a la Paz, el desarrollo y la seguridad de un Estado que preserva por sobre todas las cosas, su soberanía, su independencia y el derecho a la libre determinación.
El 28 octubre, nuevamente
Cuba levantará su voz, junto a los pueblos y gobiernos del mundo para exigir el
cese de esa medida injerencista que persiste por más de 50 años. Sin embargo, la administración de Barack Obama insiste en
continuar acumulando fracasos con esta política cruel. Y esto es una muestra
más de su prepotencia imperial ante los
reiterados llamados del mundo a poner fin a esa postura guerrerista.
Una vez más la totalidad de los países reiterarán a Washington su conducta agresiva contra Cuba. Más de medio siglo de bloqueo de Estados Unidos contra la Isla, no bastan para que el Imperio haya logrado bajo circunstancia alguna quebrantar el rumbo de la Revolución Cubana. Todo lo contrario, ha tropezado con un país de pequeño tamaño, pero con una estatura moral tan alta que lucha por mantener su soberanía y el derecho a la libre determinación.