Esta la segunda
ocasión que un mandatario estadounidense llega a Cuba, antes solo lo hizo
Calvin Coolidge en enero de 1928, hace 88
años. Por tanto, será en esta ocasión, la primera vez que un Presidente de los
Estados Unidos viene a un país inmerso en un amplio proceso de
transformaciones. Una Cuba dueña de su soberanía y con una Revolución en el
poder, encabezada por su liderazgo histórico.
El presidente de la Casa Blanca, llegará a Cuba y será recibido por el Gobierno de este país y su pueblo, con la hospitalidad que los distingue, además de ser tratado con toda la consideración y respeto que emana un Jefe de Estado. Será recibido por un pueblo de una profunda cultura política, resultado de una larga tradición de lucha por su verdadera y definitiva independencia.
La estancia del mandatario Barack
Obama en esta nación, será una oportunidad para
convivir con un pueblo que disfruta sus
derechos. Un pueblo que exhibe, a pesar de las limitaciones que se derivan de
su condición de país bloqueado, logros que constituyen una utopía para muchos
países del mundo, pero que han merecido el reconocimiento y el respeto
internacionales.
Conocerá a un
pueblo grande y digno, orgulloso de su historia, sus raíces, su cultura
nacional y confiado en que un futuro mejor es posible. Conocerá un país que trabaja y seguirá trabajando por el desarrollo
y la prosperidad de todos los ciudadanos. Un país que persiste además, en
llevar adelante el proceso de actualización del modelo económico y social que
hemos elegido para continuar la construcción de un socialismo próspero y
sostenible.
Durante los días en que el mandatario estadounidense esté en la Isla, se encontrará con un
pueblo que contribuye activamente a la paz y la estabilidad regional y mundial.
Un pueblo que hace de la solidaridad, un elemento esencial de su razón de ser y
del bienestar de la humanidad.
Hallará un país con apego a sus ideales de justicia
social y en permanente cambio hacia una economía cada vez más competitiva y
productiva. Un país que va camino hacia políticas sociales cada vez más justas
que alcancen de manera universal a todos sus ciudadanos. Esta es sin dudas, la Cuba que visitará
el presidente Barack Obama.
El presidente Barack Obama será recibido por una nación que asume con serenidad la etapa actual en las relaciones con los Estados Unidos. Para ello, reiteramos una vez más, nuestra disposición a mantener un diálogo respetuoso con el Gobierno de los Estados Unidos y coexistir civilizadamente con nuestras diferencias, lo cual no significa renunciar a las ideas que profesamos y nos han llevado a mantener la fortaleza de nuestras tradiciones y nuestra cultura.
La presencia del presidente Barack Obama en Cuba es un hecho
histórico y real. Un suceso que será,
como esperamos todos los cubanos, un paso significativo en el camino hacia la
normalidad de los vínculos bilaterales ambas naciones. Sin embargo, aún quedan por solucionar algunos asuntos claves para un total
entendimiento entre las naciones.
Hablamos del levantamiento del bloqueo, la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en
Guantánamo, el cese los intentos ilegales de crear una oposición interna y la
eliminación de las ilegales transmisiones electrónicas contra la Isla. Por lo tanto, la visita del jefe de la
Casa Blanca a Cuba, será una visita que llamará
al diálogo, a la sensatez y a la conversación refinada entre ambos naciones.