Frank País García nació el 7 de diciembre de 1934, entonces sus padres
Francisco y Doña Rosario, no imaginarían jamás que el joven se convertiría al
decir de Ernesto Guevara de la Serna, en el Inolvidable. Y es que no se puede
decir su nombre sin temblar, sin aguantar una lágrima, sin recordar al joven de
hablar pausado y mirada serena que hoy ocupa por derecho propio un sitial de
honor entre los principales mártires de Cuba.
Cuando a los cinco años de edad pierde a su padre, asume con seriedad su papel de hermano mayor y
crece en un ambiente de disciplina y respeto hacia y por la familia. Fuentes de
la época lo describen como un niño
ordenado, dulce, sencillo, callado y sobre todo, muy observador. Distribuida
las tareas del hogar entre sus hermanos cuando su madre enfermaba, tenía gran
sentido de la responsabilidad.
De Doña Rosario, su madre, Frank apreció
la música y tocaba el piano. Portador de
una disciplina férrea, fue un eterno enamorado y un autodidacta, poseía
conocimientos de habilidades militares, política, filosofía, derecho,
literatura..., y estas dotes las incorporó a su cultura general entre
tantos compromisos como dirigente de la lucha en el llano.
Estudió en la escuela Normal para Maestros y es allí donde comienza su
liderazgo estudiantil. Cuando el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 siente
la necesidad de combatir al dictador Fulgencio Batista. Entonces en su centro
estudiantil fue presidente de la
Asociación de Alumnos y en dicho cargo, desarrolla un importante plan
de acción en defensa de la soberanía, con ello se gana la admiración de sus compañeros.
Muy joven, desde los 19 años, comienza a trabajar como maestro en años
donde su actividad revolucionaria era
múltiple. Se había convertido en un indiscutible líder estudiantil, se le
encontraba en las calles dirigiendo manifestaciones juveniles, distribuyendo
propaganda y escribiendo artículos que condenaban a Batista. Tenía
solo 22 años y Frank País ya era el Jefe de Acción y Sabotaje del
Movimiento 26 de Julio.
En apoyo al desembarco del Granma, el joven santiaguero organizó y
dirigió el levantamiento del 30 de noviembre, organiza el alzamiento armado en
Santiago de Cuba, en central Ermita, hoy
Costa Rica, en Guantánamo. Posteriormente,
a través de Celia Sánchez, les envía combatientes revolucionarios,
armas, municiones, y otros recursos para la vida en las montañas.
Con su accionar revolucionario, Frank País García convierte a Santiago de
Cuba en una ciudad en guerra. A todas horas sus calles eran recorridas por
autos y jeeps de la policía y el ejército completamente armado. Había allanamientos
domiciliarios, registros en la vía pública, situación que completaba la imagen de pánico e incertidumbre
que ofrecía el régimen, cuyos agentes represivos aumentaban cada vez más su crueldad y ensañamiento.
Sobre Frank, jefe del Movimiento 26 de Julio en las ciudades y
organizador de la lucha en Santiago de Cuba, la tiranía mantenía una tenaz
persecución. Entonces muchos compañeros
le aconsejaron que partiera hacia la Sierra
Maestra y se incorporara al Ejército Rebelde, pero él
rechazaba la propuesta, consideraba necesaria su presencia en la
clandestinidad.
La muerte lo sorprende mientras se afianzaba en sus actividades de
revolucionario cabal. Por ello en el callejón santiaguero de El Muro, junto a
su amigo Raúl Pujols, se truncaba su vida en plena madurez «cuando estaba dando
a la Revolución
lo mejor de sí mismo», solo tenía 23 años de edad.
Su cuerpo ya sin vida fue vestido de verde olivo. Banderas cubanas y del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio le acompañaron junto a la multitud de pueblo que, indignada marchaban hasta el
cementerio de Santa Ifigenia. Los asesinos estaban atemorizados por la enorme
dimensión de las protestas que había generado el crimen.
David fue su nombre de guerra. Y al decir de Fidel Castro Ruz en carta a
Celia Sánchez tras conocer la noticia de su muerte, Frank, fue "el más
valioso, el más útil, el más extraordinario de nuestros combatientes", y
prosigue: ¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad
que han asesinado…
Por su parte, Ernesto Che Guevara, quien lo conociera en una de sus visitas a la Sierra Maestra,
escribiría de él: “sus ojos mostraban enseguida al hombre poseído por una
causa, con fe en la misma… Hoy se le llama “el inolvidable Frank País”; y para
mí, que lo vi una sola vez, es así".
Se había ganado el cariño de todos y pesar de su juventud y de haber vivido sus
últimos años de su vida escondite tras escondite, tenía valor y grandeza para
dirigir desde su ciudad natal, las acciones revolucionarias de todo el país. Frank País García, no era solo hijo de
Santiago, sino de Cuba.