Exuberante flora y fauna


En los predios del Parque Nacional Alejandro de Humbolt, abunda cerca de un millar de especies de la flora, la tercera parte de las reportadas en Cuba y muchas únicas de esta zona, representativas de los bosques pluviales de la región caribeña.
El área presenta increíble riqueza florística. No solo es uno de los sitios de mayor diversidad vegetal del archipiélago cubano, sino probablemente de todo el Caribe insular y el mundo.
Han sido identificadas más de 1000 especies de plantas con flores y cerca de 145 helechos. Son endémicas alrededor de 900, lo que equivale a la tercera parte de las reportadas en Cuba.
La fauna también se caracteriza por su abundancia, diversidad y endemismo. Los bosques de la región constituyen refugios de una gran variedad de especies, tanto de vertebrados como invertebrados.
Entre las aves se destaca la presencia de abundantes poblaciones de cotorras (Amazona leucocephala ) y cateyes (Aratinga euops); ambas especies consideradas como amenazadas. Sin embargo otras aves existentes en el parque presentan situaciones muy críticas, como el Carpintero Real (Campephilus principalis bairdi), posiblemente extinguido y el Gavilán Caguarero (Chondrohierax wilsoni), especie endémica cuyas poblaciones se han reducido tanto que quizás solo queden unas pocas parejas.
Entre muchas otras aves, el Tocororo (Priotelus temnurus) conocida como el ave nacional, la Cartacuba (Todus multicolor) y el Carpintero Verde (Xiphidiopicus percussus), son especies exclusivas de nuestro país que amenizan el paisaje del parque con sus atractivos colores y cantos.

Parque Nacional Alejandro de Humbolt: Riqueza y endemismo de excepcional belleza

Al norte de las orientales provincias de Guantánamo y Holguín, está el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, el cual constituye el área protegida más importante de Cuba en lo referente a la biodiversidad y es poseedor de la mayor riqueza y endemismo del país y de una gama de especies y ecosistemas en el Caribe Insular a nivel mundial.

Con unas 70 000 hectáreas de extensión, incluidas las áreas terrestres y marinas, el Parque Nacional Alejandro de Humbolt, es uno de los mejores y más completos representantes de los bosques pluviales húmedos tropicales insulares del neotrópico y un ejemplo mundial de formaciones vegetales de carácter zonal.

Otro de los valores extraordinarios del Parque Nacional es que en él se encuentra el hábitat de tres de las especies de vertebrados más pequeñas del mundo. Debe destacarse en la biodiversidad: la convergencia de montañas con bien conservados bosques latifolios y pinares; ríos de aguas limpias, pozas y cascadas, en un entorno de clima lluvioso y fresco, elementos que catalogan uno de los más extraordinarios y hermosos paisajes de la naturaleza cubana.

Joya ecológica de la humanidad


El parque Nacional Alejandro de Humbolt, constituye el núcleo principal de la reserva de la biosfera Cuchillas del Toa (ocupa más de la mitad de su área total), la mayor y más valiosa de las cuatro existentes en nuestro país. Este ecosistema, por su belleza natural, bien es meritorio compararse, a la vista del visitante, con un escultural conjunto de postales exclusivas de montañas, mesetas, llanuras, bahías, ríos caudalosos, y arrecifes.

Tanto por su abundancia como por su diversidad y endemismo, en los predios de Humboldt se localizan las más amplias y ricas especies de la fauna cubana. Vale destacar entre las más raras y valiosas el carpintero real, casi extinto y considerado el ave de los bosques vírgenes de Cuba, el gavilán caguarero, el almiquí, mamífero insectívoro de hábitos nocturnos, la jutía andarás, roedor exclusivo de la región oriental, además de una docena de especies de anfibios y de una rana, reconocida como la más pequeña del mundo (de unos 10 a 11 milímetros en etapa adulta).

La riqueza natural del Parque, explica la labor de preservación garantizada por el estado cubano, y el apoyo de organizaciones no gubernamentales, lo cual ha permitido vencer muchas tareas impostergables como la plantación de más de 60 hectáreas con especies de árboles en peligro de extinción, como el incienso, el zapotillo, el azulejo y el ácana.

Ideal para el turismo de naturaleza, esta joya ecológica de la humanidad lleva, con justicia, el nombre del ilustre científico alemán Alejandro de Humbolt (1769-1859), quien por sus aportes al conocimiento de la naturaleza cubana, es considerado el segundo descubridor de la isla.

Guantánamo, por donde primero sale el Sol

Guantánamo, la más oriental de las provincias cubanas, se localiza a unos mil kilómetros de la capital de la Isla, y tiene un contraste en su entorno que incluye zonas casi desérticas muy próximas a la exuberante vegetación de las montañas. Con 99 por ciento de su territorio cubierto por montañas, Guantánamo muestra con frecuencia áreas de tierras pedregosas, calcinadas, de vegetación rala y abundantes cactus, a los cuales contraponen verdes cañaverales y bosques.
En la provincia se localiza la Reserva Ecológica Hatibonico, con un área de más de cinco mil hectáreas, en la cual se encuentran elevaciones conocidas como los Monitongos, caracterizadas por un alto endemismo de la flora y la fauna.
En parte de Guantánamo y la vecina provincia de Holguín está el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, con paisajes típicos y únicos en el país, que contemplan una vegetación de bosque húmedo tropical en las montañas del sistema Sagua-Baracoa y la zona costera del norte, donde predominan las playas de arenas grises, bahías de bolsa y desembocaduras de ríos.
Los estudios muestran la existencia de un centenar de especies vegetales exclusivas de la región, así como 64 de aves -de ellas 12 endémicas-, constituyendo el último refugio del carpintero real, y entre los mamíferos, del manatí. Sin embargo, el mayor atractivo de la provincia está en la villa de Nuestra Señora de Baracoa, ciudad primada de Cuba fundada por el Adelantado Diego Velázquez en 1512, distinguida por el carácter afable de sus pobladores y la belleza de una urbe rodeada de costas abruptas, follajes, montañas y ríos.

Primera capital de la Isla Grande, toma su nombre de un vocablo aborígen que significa "existencia de mar", en franca alusión de sus pobladores originales a una presencia de ambiente marinero por todos lados, en contraste con las montañas y arterias fluviales.

Bajo el constante asedio de piratas y corsarios, que la incendiaron, incluso, en 1652, la colonia española creó en Baracoa un sólido sistema de defensa, que incluye los fuertes de La Punta, Seboruco y Matachín, así como los torreones de Joa y Caguase. La villa fue la primera de la Isla en contar con iglesia parroquial, con el atractivo adicional de presentar a pocos metros de su entrada un busto del indio Hatuey -símbolo de rebeldía- y guardar en su interior la "Cruz de Parra", colocada en tierra cubana por el navegante genovés Cristóbal Colón en diciembre de 1492.

Baracoa se ubica entre las escasas regiones del país donde sus aborígenes se dispersaron en las montañas y lograron sobrevivir en alguna medida a los rigores de la colonización, lo cual permite descubrir en los rasgos de los habitantes de hoy las huellas de sus antepasados. la ciudad se aprecian las formas de "La Bella Durmiente", montaña casi esculpida, que en su superficie muestra el cuerpo de una mujer tendida al sol, acompañada por el famoso Yunque de Baracoa, la más célebre de las alturas de la provincia y que ha devenido símbolo de la ciudad.

Piercing: Moda peligrosa

Piercing: Moda peligrosa

Agujerear el cuerpo en busca de autenticidad, es como tratar de vestir a la naturaleza y hacer desaparecer sus encantos innatos, mas hoy no resulta difícil encontrar en nuestras calles guantanameras a muchachas y muchachos con piercing o perforaciones en la piel, que cada día ganan protagonismo entre las modas y la juventud.

Su nombre es originario del vocablo pierce, que significa perforar, atravesar, y su técnica consiste en agujerear el tejido del cuerpo, ya sean en las orejas, la nariz, las cejas, el ombligo, la lengua... El hecho es que los piercing tienen la finalidad de acicalar estas partes con anillos, aretes y otras joyas de diferentes formas y tamaños, las cuales representan “valiosos adornos corporales”.

Durante miles y miles de años, en diversas partes del mundo se realiza el arte de perforar el cuerpo con muchos propósitos como una forma más de realce y de adorno. Los esquimales, por ejemplo, emplearon originariamente los piercings de nombre "labrets" en los jóvenes, responsables con cualidades y aptitudes para salir a cazar acompañados de los mayores.

Los romanos del gran César, usaban los anillos, como rasgo distintivo de masculinidad y valía, los ombligos perforados constituían símbolo de los derechos entre los egipcios antiguos, en tanto los cazadores de tribus amazónicas, utilizaban las narigueras para intimidar a su presa. Pero no fue hasta el siglo XV que esta práctica se hizo célebre entre los marineros y miembros de clases sociales marginadas.

Cuando en la realización del piercing no se emplean técnicas estériles, se puede contraer el virus de la hepatitis B y causar además hepatitis crónica y cáncer hepático, el HIV, (virus que causa el SIDA), además, hay partes del cuerpo como la lengua, el ombligo, las tetillas, los labios… que están más expuestas al arrancamiento ya sea por el roce o porque el adorno quede enganchado en la ropa, por tanto, se deben aplicar las medidas higiénicas sanitarias para evitar las consecuencias que ocasionan para la salud.

La perforación de la lengua, por ejemplo, puede ocasionar una privación permanente de sensación, dificultad para hablar, e incapacidad de captar el sabor además de problemas respiratorios, si la hinchazón es severa. Pero los riesgos no terminan sino se realizan las curaciones necesarias hasta que el orificio cicatrice completamente.

Me pregunto ¿De dónde sale esto de “embellecer” los cuerpos de forma permanente? A fin de cuentas, y es mi percepción en torno al tema, los piercing no son “bonitos” o “feos”, eso depende del gusto de cada cual.

Con estas reflexiones no abogo por el cierre de las puertas a lo novedoso, entiendo que la perforación del cuerpo es algo muy personal. Sin embargo, nada es más lindo que lo natural, más si se trata de adolescentes y jóvenes dueños de las ilusiones, y quienes tienen lo necesario para exhibir lo que le dio la vida.

Este es mi Guantánamo


Rodeada de lomas, ríos que la fertilizan y erigida entre el mar y la montaña, es Guantánamo, pedazo de tierra acogedora de inmigrantes durante toda su historia que matizan a sus moradores: blancos, negros, mestizos, indios... todo un abanico de maneras de vivir y actuar.

Surge en el siglo XIX con el empuje de los inmigrantes franco- haitianos, quienes compran el entonces hato Santa catalina, territorio menos poblado, con tierras baratas, fértiles y montañosas, propicias para los cultivos del café y el algodón, sustituido posteriormente por la caña de azúcar. Este desarrollo agrícola trajo consigo hacia esta zona a numerosos inmigrantes fundamentalmente de Cataluña, España.

En El Saltadero, una de las laderas del río Guaso, comienza el asentamiento de estos pobladores y el surgimiento de la aldea, que en sus inicios tenía como objetivo primordial ser puerto para la acogida para os frutos de las lomas, teniendo en cuenta las condiciones navegables del río para embarcaciones menores. Así surge el primer núcleo urbano en esa margen del río Guaso, corazón del comercio, donde los catalanes habían construido sus almacenes, propicio no solo por el puerto sino también por ser el paso de un lado a otro del río. Hoy constituye los alrededores del parque “24 de febrero”.

Las muestras arquitectónicas de seas décadas del siglo XIX son palpables, construcciones de puntal bajo y simétricas. Las calles, entonces, eran pocas, solo cuatro de norte a sur y más o menos igual de este a oeste, y tenían como límites naturales el río Guaso, el arroyo Rafart y las vegetaciones abundantes para la zona norte.

La aldea crecía, entonces muchos pobladores piden la creación de un templo católico y la permanencia de un sacerdote, debido a que los servicios eclesiales se hacían esporádicamente. Con esta finalidad, tres hacendados, uno cubano y dos franceses, donan gratuitamente cien varas cuadradas de un solar, actualmente el centro urbano más importante de la ciudad, el Parque José Martí, antigua Plaza de Armas.

La construcción de la Plaza y su Iglesia comienzan en 1836, pero se detiene dos años debido a la protesta de un comerciante que consideraba que estas estarían muy lejos del centro del pueblo. Así con este segundo centro urbano, la aldea comienza a extenderse hacia el norte y para finales de la década de 1840, el geómetra catalán, Jorge Sanz, planifica la ciudad.

Y así las calles aumentan en número y extensión, la última era San Rafael, limítrofe al cementerio, terreno que actualmente ocupa la secundaria Básica Pedro Agustín Pérez.
Las construcciones en su mayoría no dejaron de ser autóctonas, pero ahora más amplias, con un puntal más alto, medianeros e individuales y aunque se seguían utilizando los mismos materiales, para una mayor calidad en la terminación de las obras, se incorporaron verjas en los portales y las puertas- ventanas.

Así con el decursar del siglo XIX, el desarrollo de la aldea pasa por diferentes estadíos, en el que influyen no sólo el aumento de la población, sino hasta la infraestructura de una cuidad que se convierte en un territorio con cierta independencia, hasta alcanzar la categoría de Villa en 1870.