“No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla! Fueron estas las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, en la Plaza de la Revolución de La Habana el 15 de octubre, durante la despedida de duelo de las víctimas del Crimen de Barbados.
La historia del terrorismo de Estados Unidos contra Cuba llegó su punto más espantoso cuando terroristas de la peor calaña respaldados por el gobierno norteamericano, hicieron estallar en pleno vuelo el avión CUT 1201, de cubana que cayó al mar en las costas de Barbados.
Y como aquel 6 de octubre de 1976, hoy los corazones cubanos están detenidos. La tragedia golpeó a todo el Caribe. El crímen aún estremece las fibras más sensibles de cualquier ser humano porque basta solo un poco de nobleza moral, para solidarizarse con las víctimas y sus familiares.
Hay quienes no lo recuerdan o simplemente no vivieron ese día, sin embargo, aún duele el atentado terrorista causado por la explosión de dos bombas colocadas en el interior del vuelo 455 de Cubana de Aviación con destino a La Habana. Ha pasado 44 años, sin embargo, las familias lloran la pérdida de aquellas 73 vidas inocentes. Esperan Justicia.
En el atentado terrorista perdían la vida 73 personas, entre ellos, 57 cubanos. También 11 jóvenes guyaneses que estudiarían Medicina en Cuba, cuatro funcionarios de la República Popular Democrática de Corea y 16 esgrimistas del equipo juvenil, con sus entrenadores.
El equipo de deportistas, regresaban al país llenos de júbilo tras conquistar todas las medallas de oro del cuarto Campeonato Centroamericano y del Caribe de Esgrima, celebrado en Caracas, Venezuela. Los atletas dijeron adiós a la vida en plena flor de su juventud. La bomba segó sus vidas. Sus sueños juveniles quedaron truncos.
Una estocada por la espalda, un arañazo a traición, eso fue el alevoso crimen. Al poco tiempo se supo toda la verdad. El crimen había sido ideado por los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, en tanto, la ejecución, se puso en manos de los ciudadanos venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo.
Hoy, el abominable crimen de Barbados, de aquel 6 de octubre de 1976 ha quedado para la historia, como un ejemplo de la hipocresía del gobierno de Estados Unidos, verdadera cuna de acciones terroristas. Por eso, Cuba, que no olvida su historia, jamás ha dejado de exigir justicia y, junto a los familiares de las víctimas, levanta su voz ante la impunidad del horrendo hecho.
Transcripción de la entrevista realizada a Fernando
Martínez Heredia por José Manzaneda, coordinador de
Cubainformación, diciembre de 2016
Fernando Martínez Heredia (izq) dialoga con José
Manzaneda.
José Manzaneda.– Uno de los intelectuales
claves para entender la Cuba de hoy y también la Cuba de
mañana, es Fernando Martínez Heredia, el director del
Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello.
Fernando, el gobierno de Estados Unidos parece apostar por las
vías amables para forzar un cambio político en Cuba, tratando
de influir en diferentes sectores sociales con dos vías: la de la
división y la de la confusión. ¿Realmente lo
está consiguiendo?
Fernando.- Yo te diría en dos palabras que no;
pero hay que decir más: los Estados Unidos no son nuevos en
esto; incluso, hace 115 años casi, el presidente Roosevelt, el
viejo, que era joven, dijo que el garrote y la zanahoria; el garrote era lo
que él usaba más en ese momento contra Venezuela, por
cierto. Con nosotros han usado el garrote más de medio siglo,
después de 1959, pero lo usaron muy duro en 1898 cuando nos
invadieron y ocuparon; pero también usaron la zanahoria.
Y en todo
el sistema de 60 años de dominación que hubo en Cuba,
Estados Unidos practicó las formas de penetración cultural
de encontrar cómplices, y los encontró, de tener un sistema
que por eso es que se llama neocolonialismo, porque consiste por un lado
en dominar económicamente, pero también culturalmente, y por
otro lado en tener cómplices subordinados que reciben beneficios,
dominan el país y los sirven a ellos, son dominantes
dominados.
De manera que ellos se han dado cuenta, de pronto, que después
de más de medio siglo de guerra prácticamente abierta,
ilegal, inmoral, todo esto que sabemos, pues más valía como
bien dice el presidente de la República, Obama, cambiar la
táctica, pero no la estrategia. Pero lo que pasa es que a veces
ellos tienen cosas que parecen como un niño malicioso, que dicen:
él no se va a dar cuenta. Si no fueran criminales uno se
reiría.
Yo estuve en Panamá hace año y medio, en aquella
reunión a la que Obama fue, porque si no no iba a haber
reunión, si no iba Cuba no iba a poder, entonces allí
parecía que todo era zanahoria, incluso hubo medios verdaderamente
conservadores, para no decir reaccionarios, que decían que el
personaje más importante que estaba allí era Raúl
Castro; eso se lo mandaron a decir.
Pero nosotros, por suerte, incluso no los viejos, si no los
jóvenes cubanos, tenemos mucha experiencia, es un combate contra el
país más poderoso militarmente del mundo, pero también
más poderoso culturalmente del mundo, eso nos ayuda mucho, porque
ellos están aplicando a fondo, tienen centenares de acciones
culturales legales; nosotros denunciamos las ilegales, pero las legales
aquí están, centenares sucedieron el año pasado,
centenares están sucediendo este año.
Ellos están permitiendo y auspiciando que entre en Cuba
la mayor cantidad de dinero posible desde Estados Unidos, en la forma de
remesa que siempre ha sido muy hermoso que los familiares ayuden a su
familia; pero ahora, más bien, es que se hagan inversiones por lo que
ellos aspiran a que mañana sea un empresariado burgués en
Cuba y apoyar esas inversiones.
No creo que tampoco ellos estén pensando solamente en lo
que ellos llaman ni la sociedad civil ni el pequeño empresario,
ellos están pensando en todo, están tratando de confundirnos
a fondo, de encontrar cómplices dentro del país.
Bueno, está bien, por lo menos hay quien dice: Pero por lo menos
lo dicen. Yo no hallo que eso sea algo especialmente bueno, es que hay
formas de trabajar, una de las formas de trabajar del imperialismo
norteamericano es la aparente franqueza, o lo que actualmente llaman
transparencia.
Yo no creo que estén teniendo éxitos, pero sí creo
muy fuertemente que no hay que descuidarse nunca y que, incluso, es
terrible cómo vienen decenas y decenas de miles de norteamericanos
que ninguno ni es mala persona, ni pretende nada malo con Cuba; pero
nosotros somos una pequeña isla que ha sido sometida al colonialismo
nuevo norteamericano demasiado tiempo y no podemos ver nada
inocentemente.
José Manzaneda.– Fernando, en tus
escritos afirmas que el dilema de la Cuba de hoy y del futuro sigue siendo
entre el desarrollo del socialismo, que debe ser profundizado, y el retorno
al capitalismo. ¿Realmente esto es un peligro hoy? ¿Es una
hipótesis el regreso al capitalismo? Y si es así,
¿sería más fuerte este riesgo hoy que hace 10, 15 o 20
años?
Fernando.- Sí, yo creo que son reales las dos cosas. Es decir,
primero, el peligro es real, es una disyuntiva y no hay fórmulas
intermedias.
Yo les decía a mis compañeros del Consejo Nacional de la
UNEAC hace unos meses, que el capitalismo sueco puede tener cosas buenas y
malas, pero sin dudas es sueco; el capitalismo cubano no podría ser
cubano, tendría que ser norteamericano-cubano, es decir,
para Cuba no hay una posibilidad de capitalismo autónomo.
Entonces,
de entrada, la disyuntiva no puede ser: bueno, vamos a seguir introduciendo
cosas del capitalismo, vamos a hacer lo que antiguamente algunos llamaban
un socialismo de Estado, que es un tránsito hacia que una cantidad
de funcionarios se conviertan en empresarios, etcétera, no es
factible, eso no es factible en Cuba.
En Cuba no es factible que digamos: sí, vamos a hacer un
capitalismo, pero no va a ser neoliberal, ustedes verán que vamos a
tener una política social muy buena. Nada de eso es
factible.
Podría ser, incluso, que algunas personas hasta lo crean, de
buena intención, y digan: si hacemos un pluripartidismo, por
ejemplo, y un sistema democrático de elección de personas,
vamos a evitar que haya corrupción, que los pobres empiecen a pasar
hambre, etcétera. Eso, desgraciadamente hay demasiados ejemplos en
el mundo de que no es posible, ni siquiera en Estados Unidos donde casi 4
millones de personas no tienen donde dormir, y le tildaron de comunista a
este presidente que está terminando porque trató de que una
parte grande de los 52 millones de personas que no tienen posibilidad de
una asistencia médica correcta, tuvieran algo.
Es decir, nosotros por lo menos tenemos, y en Cuba creo que eso es de
lo más importante, una población con un grado de conciencia
política que posiblemente sea un récord mundial y eso
sí es una cosa muy, muy valiosa. Y por esto es que yo digo
muy claramente: no hay nada intermedio, creer que hay algo intermedio es
confusión; se trata de o el capitalismo, o el socialismo.
Hay quien dice, exagerando mucho, que si Cuba pasara al capitalismo
sería como Haití; no, como Haití nada más que es
Haití, cada uno vive su desgracia, pero la nuestra sería
grande, entre otras cosas, porque hemos dado no solo un ejemplo al mundo de
cómo es posible que incluso un pequeño país al lado
de Estados Unidos, como se decía siempre, subdesarrollado, haya
cambiado tan profundamente la vida en favor de toda la población y
no de una fracción pequeña de ella.
Pero, bueno, no solo es un ejemplo del mundo, sobre todo que es la
vida de nosotros, es lo que hemos logrado hacer entre todos, y no es
posible permitir, de ninguna manera, que nuestros hijos y nuestros nietos
vuelvan a lo que hubo.
José Manzaneda.- Fernando, tú afirmas
que el capitalismo sigue existiendo hoy agazapado en diferentes actitudes,
en diferentes prácticas, en cierta psicología social, que de
alguna manera habría venido fortalecida por la reintroducción
de algunos factores de mercado en los últimos años en la
sociedad cubana, ¿cuál es el antídoto?
Fernando.- Yo tengo dificultades para la gran prensa;
por ejemplo, yo soy marxista, pero no me queda más remedio, porque
me permite darme cuenta de que no se trata meramente de que haya manera de
producir, de intercambiar, de ganar dinero los que son dueños, no,
se trata de mucho más; se trata de una cultura, el capitalismo es
una cultura y en esa cultura, por ejemplo, no es conseguir que la
mayoría esté de acuerdo o se sienta mal muchas veces y otras
no, o se sienta bien porque hay fiestas, o cobra más dinero; pero no
pretenda para nada cambiar lo esencial de la existencia, eso es la cultura
capitalista. Por eso se puede tener una cantidad enorme a veces de
diversidades, otras veces no, otras veces se decreta un Estado de
excepción y no se puede tener ninguna; pero lo esencial es cultural.
Toda dominación bien establecida, moderna, es cultural,
siempre fue así, de un modo u otro, pero ahora más que
nunca.
Entonces hay un capitalismo del comercio exterior, y Cuba lo sufre muy
duro; hay un capitalismo del bloqueo contra Cuba que es una barbaridad,
veinticinco veces le han dicho que no, y es simpático cómo
los de la zanahoria mandaron a la señora a abstenerse. Si yo lo estoy
acusando a usted o usted es inocente o es culpable, pero no es que se
abstuvo, es una de dos.
Pero, bueno, son formas, digamos, más brutales; pero hay
formas más sutiles y una de ellas importantísima es el
capitalismo de la educación que cada uno recibió, de la
educación que desde niño era lo tuyo, si acaso cuando
más lo de tu familia, el interés personal, el egoísmo,
aunque se dijera que el afán de lucro no; el egoísmo que
opera tanto contra la solidaridad entre las personas y que entonces es muy
difícil de erradicar y tiene la capacidad de regresar, de retornar;
tiene la capacidad de aparecerse de modo difícilmente
censurable, como cuando dice: no, pero él está
tratando de resolver, por ejemplo —resolver es un verbo
cubano—, y en realidad, ¿a costa de quiénes?,
habría que preguntar, ¿contra quiénes?,
¿exigiendo que les paguen lo que nunca se pagó, por ejemplo?
¡Pero qué hermoso es que todos los servicios sociales, que
todo lo que son bienes de las personas lo tengan las personas, sin ser otra
cosa que personas y no por el dinero que tienen en el bolsillo!
El dinero, como equivalente general de la mercancía es un
gravísimo problema cultural; ningún país como Cuba,
aunque tenga un poder como el que tenemos, lo ha podido quitar, el salario
tampoco. Por eso yo dije al inicio que, bueno, como soy marxista me doy
cuenta de que vivimos en una transición socialista, por muy
solidarios y humanos a fondo, y con ganas de que ya no haya ninguna forma
de dominación.
Lograr, por ejemplo, que todos los cubanos entendieran que la mitad de
los cubanos no era inferior a la otra mitad, por ser mujeres, ya fue un
éxito dificilísimo, no fue de un día para otro y todos
éramos socialistas, vaya; y una parte de los socialistas
decía: sí, pero ella que es socialista e inferior a mí
que soy socialista.
¿Qué quiere?, que la transición exige no
solo paciencia, sino mucho trabajo, no solo usar un tiempo largo, sino
educar una y otra vez, y un conjunto de formas que van desde la
coerción social hasta la autoeducación, es complejo, y a
nosotros se nos ha hecho difícil por una cantidad de las medidas que
se han aplicado a partir de los primeros años noventa, porque se
han introducido fórmulas primero para sobrevivir, después
para que fuera viable la economía del país y todavía
estamos en lo segundo, ya lo tenemos, pero una y otra vez hay que volverlo
a tener.
Entonces esto ha hecho que crezcan diferencias sociales
entre nosotros que no había y que crezca entonces el valor del
dinero, que no lo tenía, tenía valor, pero poco; que crezca
entonces también la relación directa de lo que cada persona
hace, con lo que recibe personal o familiarmente y la calidad de la vida
que en algunos aspectos tiene.
Es decir, la relación que tenía la actividad de los
cubanos con esto, era muy indirecta, a pesar de lo que dicen a veces los
manuales que son tonterías, aquí toda cubana, todo cubano,
por ejemplo, tenía derecho gratuitamente a todos los servicios, y
los servicios eran de verdad universales y muy satisfactorios, así
fue subiendo el grado cultural y con él suben lo que llaman los
sociólogos, expectativas. Usted quiere más, porque sabe
más, porque tiene un mundo más complejo interior, porque
tiene más gustos desarrollados y entonces cuando no hay más y
le dicen: Sí, pero si tuvieras dinero habría más;
sí, pero si tienes dos trabajos hay más; sí, pero si
consigues de algún modo, aunque no sea lícito, sino incluso
que pueda ser delictivo, pues aparecen problemas que vienen de una cosa que
pudiéramos hasta llamar monstruosa, el aumento enorme de la
cultura, de las capacidades laborales pero de todo tipo, del gusto, de las
expectativas y el no aumento a ese tamaño de los bienes y
servicios.
Entonces la diferenciación social es un enemigo que toca
duro a la puerta en nombre del capitalismo, aunque no lo parezca.
José Manzaneda.- El Instituto de
Investigación Cultural Juan Marinello, que dirige Fernando
Martínez Heredia, realiza numerosas actividades en el campo de la
investigación cultural, los estudios de opinión, sobre
diferentes grupos sociales, actividades académicas, presentaciones,
publicaciones. Me gustaría, Fernando, que nos presentaras el
instituto y cuáles son algunas de las líneas fundamentales de
trabajo.
Fernando.- No me gusta, porque es como hacerse
propaganda, aprovechando lo solidario, pero es una institución
grande, para los tamaños nuestros, y se tiene que ocupar de cosas
muy diversas, entonces hacer ese tipo de relaciones con siete
líneas, por ejemplo, puede ser aburrido para el lector. Prefiero
llamar la atención sobre el hecho de que, por ejemplo, a nosotros
nos interesa mucho la participación en el consumo cultural, no
meramente cuánto hay, cómo es, dónde hay más o
menos, sino también cómo puede participar la población
en ese consumo desde la elección del consumo, desde el conocimiento
de los factores que pueden haber o no, y, claro, hay un problema
también en este caso de la educación y del gusto.
O sea, nosotros tenemos que vernos hasta un punto, que en nuestro caso
es pequeño, con las bellas artes y hasta un punto, que en nuestro
caso es muy grande, con las formas de cultura popular; en ese sentido puede
que tengamos trabajos históricos que son muy importantes, como las
tradiciones orales, los conjuros, las formas que tiene la gente de ejercer
una cultura que los que van a la universidad no siempre se dan cuenta de
que también es cultura.
O el trabajo con los que son portadores, como llamamos en la jerga,
culturales; porque en un poblado de oriente o de Pinar del Río han
mantenido durante más de un siglo una forma cultural expresiva con
danza, música y una letra que o viene de uno de los que construyeron
Cuba con sus culturas —y no digo de los que aportaron, porque casi
siempre se dice que aportaron los africanos, y el que aportó es
porque era una persona secundaria, y es que todos concurrieron—, y
nosotros, por ejemplo, no solo lo investigamos, y es una fase la
investigativa, sino que también lo promovemos en la medida
pequeña en que podemos hacerlo. Por ejemplo, hace 10 días
tuvimos la reunión anual de premiación de lo que llamamos
memoria viva, que es una premiación no de un primer premio, sino de
unos 30 premios, son gentes que son grupos culturales de todo el
país, de todas las provincias que concurren aspirando, y lo
importante, por un lado, es que gana premio una cantidad y, por otro lado,
que se presenta un número muchísimo mayor y son tan
importantes como los que ganaron los premios; pero son portadores los
grupos.
También premiamos a personas que han echado la vida entera como
personalidades, pero personalidades que solo son conocidas en la
comunidad, en el barrio, cuando más en el municipio, que no salen
por la noche en el noticiero cuando cantan ni cuando bailan y que son
también portadores culturales importantes. Bueno, eso se llama
Memoria Viva y todos los años se convoca, se hace con mucha
seriedad y se otorga el premio, y esto fue hace 10 días.
Hay cosas de otro tipo que pueden ser hasta un poco farragosas para el
que no le gusta, ¿no?, como el uso de la estadística y
tenemos que con las estadísticas discutir con funcionarios, porque
les aportamos un trabajo sociológico ya de otro tipo, cuantitativo,
con instrumentos cuantitativos que ayuden a discernir mejor y no lo que se
le ocurre a uno que es bueno. En ese sentido apoyamos a la
institución a la que pertenecemos que es el Ministerio de Cultura;
pero también partimos de esto, y con esto termino, de que no
hacemos solamente lo que nos piden que hagamos, que eso sería muy
estrecho y pequeño y no nos permitiría ni siquiera hacer
bien lo que nos piden, hay que tener ideas propias tienen que
ocurrírseles a uno con temas necesarios y llevarlos adelante, y eso
hacemos.
José Manzaneda.- En tus escritos y en tus
reflexiones, Fernando, insistes en la necesidad de impulsar la
participación en el país, impulsar el debate franco,
transparente, sin miedo a la discrepancia. ¿Cómo está
la salud de la participación y la salud del debate discrepante en la
Cuba de hoy?
Fernando.- Nunca está de más hablar de
eso. Y alguna vez yo he escrito para ser más fuerte, que el
debate en el socialismo es como la respiración para las personas, de
ese mismo tamaño, es vital; el debate en el capitalismo
puede ser incluso interesantísimo, pero tiene otras funciones, tiene
las funciones del sistema en el cual existe; cuando participas en
él y corren las consecuencias, personas que están opuestas
al sistema, es interesante, pero el sistema se encarga de que no sea capaz
de acabar con él. En el socialismo tiene que suceder lo
contrario, es decir, el sistema tiene que promover el debate, tiene que
promover la discusión, tiene que promover la diferencia, tiene que
promover, incluso, las divergencias.
A mí me gusta mucho lo que dijo el Presidente nuestro, que es un
guerrillero antiguo, Raúl Castro, que le tocó, porque le
tocó ser el ministro de las Fuerzas Armadas toda la vida, y resulta
que un militar de toda la vida, cuando tomó posesión, al poco
tiempo hizo un discurso donde dijo: yo lo que les pido a todos, por favor
—porque Fidel es tan grande que solo entre todos lo podemos
sustituir—, es que tengamos discusiones y que tengamos discrepancias
entre los compañeros. Yo dije: ah, qué bien, porque cada
profesión tiene su defecto profesional, y él demostró
no solo que no lo tenía, sino que tenía muy claro qué
cosa era muy necesario.
Pero no es fácil, los hábitos de autoritarismo que no
siempre vienen de algo malo, por ejemplo, para los viejos la lucha frontal
fue algo familiar y saben que a veces si no era autoritario no había
posibilidad, pero los hábitos de autoritarismo tienen que ser
desterrados y no lo han sido, y hay una lucha con ello, y reaparecen de
pronto y uno se asombra y dice: ¿Todavía tú piensas
así como un troglodita? ¿Todavía tú crees que
hay un compañero que no es contrarrevolucionario, pero no sabe que
está sirviendo sin querer a la contrarrevolución?, como dice a
veces algún que otro funcionario nuestro. Ah, bueno, esas son cosas
reales contra las cuales hay que luchar.
Ahora, debatir por debatir, para sentir cómo se hace
ruido no vale la pena tampoco. A mí me parece que para debatir hay
que estar bien informado, si no se hace real que las áreas tienen
que informar de verdad y que los periodistas tienen que servir de verdad, y
los medios, por tanto, y que no puede haber lo que en Cuba llaman
secretismo contra los que no son secretos de seguridad para nada, entonces,
¿cómo va uno a opinar si no tiene
información? La información es básica, la
información, como diría un filósofo europeo, es
necesaria, pero no es suficiente; es necesario entonces que se discuta,
pero para esto también es conveniente, por lo menos, que haya una
educación sobre discusiones, sobre discutir.
Si no hay educación yo no me opongo, más vale que
sean ineducados, pero que discutan; pero si se discute educadamente, se
avanza muchísimo más y no se pierde la fraternidad. Pero,
además, se gana en eficiencia, es decir, el debate para
algo. Y por esto decía: no solamente por hacer ruido, sino
para que se convierta por un lado en una norma que hay que hacerle caso a
los debates, no es posible que incluso se diga: pero qué bien se ha
discutido algo, pero después no hicieron nada. Entonces es
frustrante, se convierte en un adorno; el debate como adorno hay que
rechazarlo.
El capitalismo tiene sus adornos, el socialismo debe tener sus
adornos, pero otros adornos, los adornos con los cuales se adorne la gente,
se adornen las calles, se adornen las fiestas, pero que alguna cosa que
tiene que servir para avanzar no sirva como un adorno; es decir, estoy en
contra de que se prohíba y en contra de que no sirva para nada.
José Manzaneda.- Hemos conversado, con mucho
placer, con Fernando Martínez Heredia, uno de los grandes
intelectuales de la Revolución Cubana, director del Instituto de
Investigación Cultural Juan Marinello, nos ha recibido en su casa y
realmente se lo agradecemos.
Despedimos nuestro programa desde la capital de Cuba, desde La
Habana.
Cuba existe también en la blogosfera.
Es el testimonio cotidiano y el pensamiento libre de una nación y de un
pueblo en toda su variopinta cultura de resistencia y de vida.
Justamente por ese patriotismo que nos identifica como comunidad, es que
denunciamos las recientes declaraciones del presidente de los Estados
Unidos por ofensivas e insultantes con nuestro pueblo. Trump frena,
retrocede, se descoloca en la historia, asume la peor de las posiciones
y lo hace rodeado de sujetos con un amplio prontuario criminal.
Los
blogueros cubanos que suscribimos esta declaración, así como en su
momento, seguimos y animamos el acercamiento entre las dos naciones, a
pesar de sus diferencias, rechazamos la vuelta al discurso ofensivo y
la política de las cavernas, tantas veces derrotada; reprobamos toda
intención de fuerza contra la Isla, al tiempo que descalificamos a
terroristas y políticos tramposos como interlocutores válidos para los
cubanos.
El presidente Trump ha de saber que su mandato no se
extiende a Cuba y sus ofensas en el show de la “era del hielo” solo
sirven para reforzar el sentimiento antiimperialista, como una razón más
de unidad.
El trazo del camino seguido, y las cualidades de la
rueda que le transita, son legítimos por la génesis popular que le dio
vida, sin presión de ningún tipo, forjada desde el pueblo al que
pertenecemos, y al cual se debe nuestro relato- sorprendente e
impetuoso- de la vida tenaz en esta tierra, que lucha día a día por una
sociedad y un mundo mejor.
Quienes deseen sumarse a esta
declaración lo pueden hacer a través de las diversas plataformas de
Redes Sociales donde ha sido publicado o, rebloguenadola en sus páginas
personales.
El 16 de junio de 2017, el presidente
de los Estados Unidos, Donald Trump, en un discurso cargado de una
retórica hostil, que rememoró los tiempos de la confrontación abierta
con nuestro país, pronunciado en un teatro de Miami, anunció la política
de su gobierno hacia Cuba que revierte avances alcanzados en los dos
últimos años, después que el 17 de diciembre de 2014 los presidentes
Raúl Castro Ruz y Barack Obama dieran a conocer la decisión de
restablecer las relaciones diplomáticas e iniciar un proceso hacia la
normalización de los vínculos bilaterales. En lo que constituye un retroceso en las relaciones entre los dos
países, Trump pronunció un discurso y firmó en el propio acto una
directiva de política denominada “Memorando Presidencial de Seguridad
Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos
hacia Cuba” disponiendo la eliminación de los intercambios educacionales
“pueblo a pueblo” a título individual y una mayor fiscalización de los
viajeros estadounidenses a Cuba, así como la prohibición de las
transacciones económicas, comerciales y financieras de compañías
norteamericanas con empresas cubanas vinculadas con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad, todo ello
con el pretendido objetivo de privarnos de ingresos.
El mandatario
estadounidense justificó esta política con supuestas preocupaciones
sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y la necesidad de
aplicar rigurosamente las leyes del bloqueo, condicionando su
levantamiento, así como cualquier mejoría en las relaciones bilaterales,
a que nuestro país realice cambios inherentes a su ordenamiento
constitucional. Trump derogó asimismo la Directiva Presidencial de Política
“Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”,
emitida por el presidente Obama el 14 de octubre de 2016, la cual aunque
no ocultaba el carácter injerencista de la política estadounidense, ni
el objetivo de hacer avanzar sus intereses en la consecución de cambios
en el orden económico, político y social de nuestro país, había
reconocido la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba
y al gobierno cubano como un interlocutor legítimo e igual, así como
los beneficios que reportaría a ambos países y pueblos una relación de
convivencia civilizada dentro de las grandes diferencias que existen
entre los dos gobiernos. También admitía que el bloqueo era una política
obsoleta y que debía ser eliminado. Nuevamente el Gobierno de los Estados Unidos recurre a métodos
coercitivos del pasado, al adoptar medidas de recrudecimiento del
bloqueo, en vigor desde febrero de 1962, que no solo provoca daños y
privaciones al pueblo cubano y constituye un innegable obstáculo al
desarrollo de nuestra economía, sino que afecta también la soberanía y
los intereses de otros países, concitando el rechazo internacional. Las medidas anunciadas imponen trabas adicionales a las muy
restringidas oportunidades que el sector empresarial estadounidense
tenía para comerciar e invertir en Cuba. A su vez, restringen aún más el derecho de los ciudadanos
estadounidenses de visitar nuestro país, ya limitado por la obligación
de usar licencias discriminatorias, en momentos en que el Congreso de
los Estados Unidos, como reflejo del sentir de amplios sectores de esa
sociedad, reclama no solo que se ponga fin a la prohibición de viajar,
sino también que se eliminen las restricciones al comercio con Cuba. Los anuncios del presidente Trump contradicen el apoyo mayoritario de
la opinión pública estadounidense, incluyendo el de la emigración
cubana en ese país, al levantamiento total del bloqueo y a las
relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos. En su lugar, el Presidente estadounidense, otra vez mal asesorado,
toma decisiones que favorecen los intereses políticos de una minoría
extremista de origen cubano del estado de Florida, que por motivaciones
mezquinas no desiste de su pretensión de castigar a Cuba y a su pueblo,
por ejercer el derecho legítimo y soberano de ser libre y haber tomado
las riendas de su propio destino. Posteriormente haremos un análisis más profundo del alcance y las implicaciones de este anuncio. El Gobierno de Cuba denuncia las nuevas medidas de endurecimiento del
bloqueo, que están destinadas a fracasar como se ha demostrado
repetidamente en el pasado, y que no lograrán su propósito de debilitar a
la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, cuya resistencia a las
agresiones de cualquier tipo y origen ha sido probada a lo largo de casi
seis décadas. El Gobierno de Cuba rechaza la manipulación con fines políticos y el
doble rasero en el tratamiento del tema de los derechos humanos. El
pueblo cubano disfruta de derechos y libertades fundamentales, y exhibe
logros de los que se siente orgulloso y que son una quimera para muchos
países del mundo, incluyendo a los propios Estados Unidos, como el
derecho a la salud, la educación, la seguridad social, el salario igual
por trabajo igual, los derechos de los niños, y el derecho a la
alimentación, la paz y al desarrollo. Con sus modestos recursos, Cuba ha
contribuido también a la mejoría de los derechos humanos en muchos
lugares del mundo, a pesar de las limitaciones que le impone su
condición de país bloqueado. Los Estados Unidos no están en condiciones de darnos lecciones.
Tenemos serias preocupaciones por el respeto y las garantías de los
derechos humanos en ese país, donde hay numerosos casos de asesinatos,
brutalidad y abusos policiales, en particular contra la población
afroamericana; se viola el derecho a la vida como resultado de las
muertes por armas de fuego; se explota el trabajo infantil y existen
graves manifestaciones de discriminación racial; se amenaza con imponer
más restricciones a los servicios de salud, que dejarían a 23 millones
de personas sin seguro médico; existe la desigualdad salarial entre
hombres y mujeres; se margina a emigrantes y refugiados, en particular
los procedentes de países islámicos; se pretende levantar muros que
denigran a vecinos; y se abandonan los compromisos internacionales para
preservar el medio ambiente y enfrentar el cambio climático. Asimismo, son motivo de preocupación las violaciones de los derechos
humanos cometidas por los Estados Unidos en otros países, como las
detenciones arbitrarias de decenas de presos en el territorio
ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo en Cuba, donde
incluso se ha torturado; las ejecuciones extrajudiciales y las muertes
de civiles causadas por bombas y el empleo de drones; y las guerras
desatadas contra diversos países como Irak, sustentadas en mentiras
sobre la posesión de armas de exterminio masivo, con consecuencias
nefastas para la paz, la seguridad y la estabilidad de la región del
Medio Oriente. Recordamos que Cuba es Estado Parte de 44 instrumentos
internacionales sobre los derechos humanos, mientras que los Estados
Unidos lo es solo de 18, por lo que tenemos mucho que mostrar, opinar, y
defender. Al confirmar la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas,
Cuba y los Estados Unidos ratificaron la intención de desarrollar
vínculos respetuosos y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos,
basados en los principios y propósitos consagrados en la Carta de las
Naciones Unidas.
En su Declaración, emitida el 1 de julio de 2015, el
Gobierno Revolucionario de Cuba reafirmó que “estas relaciones deberán
cimentarse en el respeto absoluto a nuestra independencia y soberanía;
el derecho inalienable de todo Estado a elegir el sistema político,
económico, social y cultural, sin injerencia de ninguna forma; y la
igualdad soberana y la reciprocidad, que constituyen principios
irrenunciables del Derecho Internacional”, tal como refrendó la Proclama
de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes
de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC), en su II Cumbre, en La Habana. Cuba no ha renunciado a
estos principios ni renunciará jamás. El Gobierno de Cuba reitera su voluntad de continuar el diálogo
respetuoso y la cooperación en temas de interés mutuo, así como la
negociación de los asuntos bilaterales pendientes con el Gobierno de los
Estados Unidos. En los dos últimos años se ha demostrado que los dos
países, como ha expresado reiteradamente el Presidente de los Consejos
de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, pueden
cooperar y convivir civilizadamente, respetando las diferencias y
promoviendo todo aquello que beneficie a ambas naciones y pueblos, pero
no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su
soberanía e independencia, ni acepte condicionamientos de ninguna
índole. Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político,
económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de
presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará
condenada al fracaso. Los cambios que sean necesarios en Cuba, como los realizados desde
1959 y los que estamos acometiendo ahora como parte del proceso de
actualización de nuestro modelo económico y social, los seguirá
decidiendo soberanamente el pueblo cubano. Como hemos hecho desde el triunfo del 1ro. de enero de 1959,
asumiremos cualquier riesgo y continuaremos firmes y seguros en la
construcción de una nación soberana, independiente, socialista,
democrática, próspera y sostenible. La Habana, 16 de junio de 2017.
Durante el V
Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares
Extranjeras, desarrollado recientemente en esta oriental ciudad, importantes
personalidades compartieron temas de interés mundial, como la presencia de la
ilegal base naval yanqui en Guantánamo, la paz y el fin del bloqueo de Estados Unidos
contra Cuba.
Al respecto, Ann Wright, ex coronela retirada del Ejército de los Estados
Unidos y ex diplomática del Departamento de Estado declaró: "Pido
disculpas al pueblo de Cuba, aquí en la ciudad de Guantánamo, por la base
militar impuesta por los EEUU a este país, que, fuera de su territorio, ha
mantenido por más tiempo en toda su historia" . Wright en nombre de la delegación de su país y de la organización
Mujeres por la Paz, agregó: " También quiero disculparme porque desde hace
15 años, desde el 11 de enero de 2002, la prisión de Guantánamo ha sido el
lugar de ilegal e inhumano encarcelamiento y tortura de 800 personas
procedentes de 49 países. " Soy una veterana con 29 años de servicio en el ejército de los EE.UU.
Me retiré con el grado de coronela. Presté servicios también en el Departamento
de Estado y durante años en algunas embajadas que tenía mi país en Nicaragua,
Granada, Somalia, Uzbekistán, Kirguistán, Sierra Leona, Micronesia, Afganistán
y Mongolia. " Hace catorce años, en marzo de 2003, renuncié como representante del
gobierno de los Estados Unidos por oponerme a la guerra del presidente Bush en
Irak. Desde ese momento he trabajado por la paz y por la terminación de las
operaciones militares estadounidenses en todo el mundo, afirmó". Al referirse a la existencia de la ilegal base naval yanqui en
Guantánamo y el fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, Ann
Wright, afirmó: " Estoy en contra de las bases y en contra de las
guerras. También estoy en contra del bloqueo impuesto a un país que no
representa ninguna amenaza para los Estados Unidos. " El ejército de los Estados Unidos tiene más de 800 bases militares en
todo el mundo y está aumentando, especialmente en el Medio Oriente. Aquí
hay más de 100 participantes de mi país, y quiero que sepan que como
ciudadanos, retamos a nuestro gobierno para que cesen las bases, porque
muchos de nosotros estamos en contra de la manera en que Estados Unidos amenaza
a la paz mundial, concluyó la ex coronela".
Guantánamo es
noticia. Precisamente en esta ciudad oriental donde el gobierno de los
Estados Unidos mantiene el ilegal enclave militar hace más de cien años,
comenzará hoy y se extenderá hasta el 6 de mayo, el V Seminario
Internacional por la Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras.
Vestida de
Paz, la provincia de Guantánamo abre sus puertas a centenares de activistas,
antibelicistas y amigos solidarios de Cuba. ¿ El objetivo esencial? Apoyar a la
Isla en su lucha por la devolución de los 117 kilómetros cuadrados de su
territorio ilegalmente ocupado por una base naval estadounidense, y
exigir el cese inmediato del bloqueo que Estados Unidos ha impuesto a nuestro
país, hace más de 50 años.
La apertura
al V Seminario..., patrocinado por el Consejo Mundial por la Paz y
el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, se realizará a
las 2 de la tarde en el teatro de la Universidad de Ciencias Médicas de
Guantánamo. En esta edición, asistirán más de 250 delegados de unos 25
países y tiene mayor número de participantes en relación a las anteriores.
Auspiciado
además por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y la Organización de
Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina, el encuentro de
los pacifistas, será un importante espacio para engrandecer la unidad en
la lucha internacional por la eliminación de las ilegales e ilegales bases
militares, impuestas en contra de la voluntad de los pueblos.
La primera jornada del evento tendrá la intervención de Silvio Platero Irola,
Presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos.
Posteriormente y la de María Do Socorro Gomes, Presidenta del Consejo Mundial
de Paz, quien realizará una intervención especial. Mientras, Emigdio Matos, vicepresidente la Asamblea Provincial del Poder Popular,
exhibirá una caracterización del territorio.
A partir de
las 4 de la tarde se presentarán las primeras ponencias relacionadas con la ocupación
militar de las bases militares en los diferentes países. A ello se anexarán las
intervenciones sobre el efecto que provocan dichas instalaciones sobre sus
habitantes en diversas partes del mundo. Mientras, para cerrar la primera
Jornada, los delegados sostendrán un encuentro con varios cederistas.
El V
Seminario Internacional por la Paz y por la Abolición de las Bases Militares
Extranjeras, se desarrolla en el contexto del proceso de
normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Por lo tanto buscará
fortalecer la unidad entre los pacifistas del mundo para unidos luchar por un
mundo de paz y prosperidad.
Del 4 al 6 de Mayo, nuevamente Guantánamo
se convertirá en capital mundial de la Paz, cuando centenares de
activistas, antibelicistas y amigos solidarios de Cuba, lleguen hasta
nuestra provincia para participar en el V Seminario Internacional de
Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras.
El evento, auspiciado por el Movimiento Cubano por la Paz y la
Soberanía de los Pueblos, en relación con el Instituto Cubano de Amistad
con los Pueblos, y con la Organización de Solidaridad con los Pueblos
de África, Asia y América Latina, tiene entre sus intenciones,
denunciar la política injerencista de las grandes potencias empeñadas en
instaurar bases militares en todos los continentes. Apoyar a Cuba en su lucha por el retorno del territorio ocupado
ilícitamente por el enclave naval yanqui en Guantánamo, aspecto
importante para lograr la restitución de las relaciones diplomáticas
entre ambas naciones, es otro de los objetivos del encuentro, que, en
esta edición, tendrá mayor número de participantes en relación a las
anteriores.
El día 4 en el teatro de la Universidad de Ciencias Médicas de
Guantánamo, se hará la apertura del Seminario con la intervención de
Silvio Platero Yrola, presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la
Soberanía de los Pueblos y de María Socorro Gomes, la presidenta del
Consejo Mundial por la Paz. Posteriormente la presidenta de la Asamblea Provincial del Poder
Popular,
Doctora Nancy Acosta Hernández, hará una caracterización del
territorio y los delegados presentarán las ponencias de la primera
jornada. Para la segunda jornada del eevnto, continuará la presentación de las
ponencias y luego se exhibirá el documental Todo Guantánamo es nuestro,
del realizador colombiano Hernando Calvo Ospina. Cerrará ese día, un
Concierto por la paz, que se oferecerá en la Plaza 24 de Febrero. Como colofón, el día, 6, se realizará un acto con los pobladores del
municipio, donde se refrendará una vez más la vigencia de la Proclama de
América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en enero 2014 ,
por todos los Jefes de Estado y de Gobierno de la región. En ese
escenario, se hará también la presentación del libro Base naval en
Guantánamo. Estados Unidos versus Cuba, de varios autores cubanos. Durante su estancia en esta ciudad, los pacifistas conocerán sitios
de interés histórico, social y cultural de esta provincia oriental,
además tendrán un encuentro con cederistas y visitarán el poblado de
Caimanera, municipio limítrofe con el citado enclave militar y el más
antiguo que posee Estados Unidos fuera de su territorio. El IV Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases
Militares Extranjeras, será un importante escenario para acrecentar la
unidad en la lucha internacional por la eliminación de las arbitrarias e
ilegales bases militares, impuestas en contra de la voluntad de los
pueblos. Una vez más, Guantánamo abrirá sus puertas a los seminaristas para
mostrarle el mérito de un pueblo que, a pesar de tener hace más de cien
años, 117 kilómetros cuadrados de su provincia ilegalmente ocupado por
una base naval estadounidense, no cesa en su empeño de seguir
construyendo su futuro.
Hace 56 años, la libertad y el futuro de nuestro país estaban en juego
en las arenas de Playa Girón, cuando Cuba aplastó en menos de 72 horas,
la operación mejor preparada por Washington en América Latina. Por ello,
jamás podremos olvidar aquel 19 de abril de 1961 y el significado de
la Victoria de Girón, sin la cual no se hubiera hecho la Revolución y el
destino de este país hubiera sido diferente.
Eran las cinco y treinta de la tarde del 19 de abril de 1961 y las
fuerzas mercenarias que invadieron territorio cubano por la Ciénaga de
Zapata se rendía ante el empuje revolucionario en las arenas de Playa
Girón. El imperialismo yanqui sufría en sus propias narices, su primera
gran derrota en América.
Defender la Revolución Socialista era el
objetivo. Por ello, al iniciarse la agresión, nuestro pueblo se
organizó para la lucha y se enfrentaron a los invasores. Soldados,
artilleros, policías, pilotos, tanquistas, médicos... todos pelearon
hasta rendir a los invasores. En menos de 72 horas se gestaba el
triunfo.
En la gesta de Girón, Cuba perdió más de 150 combatientes
revolucionarios, la mayoría de ellos, asesinados por la aviación de los
invasores. Sin embargo, los hechos quedarán en la memoria de todos por
siempre. Esta batalla nos enseñó que la forma más eficaz para enfrentar
una agresión militar y garantizar el triunfo definitivo, era con la
participación de todo el pueblo revolucionario y patriota, junto a sus
instituciones armadas y profesionales.
Con el líder histórico de
la Revolución, Fidel Castro, aprendimos que la Revolución que
construimos y perfeccionamos, es la continuidad de la que comenzó en
1868 y aún no ha concluido. Gracias a su inteligencia se logró el éxito
de la batalla porque él fue capaz de prever la invasión pues organizó,
preparó y armó al pueblo hasta convertirlo en una fuerza decisiva de
combate junto al Ejército Rebelde.
La batalla de Playa Girón fue
ganada por nuestro cubano. En tal sentido, Raúl Castro Ruz, Presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros dijo: “No vino al mundo nuestro
Socialismo en pañales de seda, sino en el rudo algodón de los uniformes
de las milicias obreras, campesinas y estudiantiles; de los combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria.
Ha
pasado 56 años de la heroica gesta en Playa Girón y aunque la más joven
generación no participó en dichos combates, mantiene vivo el espíritu
de autoridad y el decoro de los caídos en la hazaña. Hoy, como aquel
19 de abril de 1961, todos los cubanos festejamos con amor, el orgullo
de ser libres e independientes para juntos seguir caminando confiados
por los surcos de la historia.
Todos
nosotros podemos, y debemos, actuar en la vida cotidiana para promover los
derechos humanos de las personas que nos rodean. Este es el principio que
impulsa una nueva campaña mundial puesta en marcha por la Oficina de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas: «¡Defiende hoy sus derechos!».
Ban Ki-moon
La fortaleza
de Cuba radica en su mayor capital: el humano. Si un estado atesora hombres y
mujeres de bien, asegura su futuro. Y esta es una poderosa razón para que
nuestro país bloqueado, NO calle en cuanto a los Derechos Humanos, que como
cada 10 de diciembre, celebra su día por resolución de la Asamblea General
de las Naciones Unidas.
La propuesta
fundamental de este Día, celebrado desde el año 1950, se fundamenta
en la
Declaración Universal de que en todas partes y en todo
momento, tengamos igualdad de derecho
ante cualquier formulación jurídica o política o condiciones inherentes a todo
ser humano.
Este año, a nivel internacional, el Día de los Derechos
Humanos tiene como lema: ¡Defiende hoy sus derechos!» por ello,es un llamado a todas las personas a defender los derechos del otro. Por
ello, cada uno de nosotros debe tomar una posición, debe dar un paso adelante y
defender los derechos de un refugiado o migrante, un discapacitado, una mujer, un niño, un afrodescendiente, o
sencillamente cualquier persona que
corra el riesgo de ser discriminada o
sufrir algún acto violento.
En Cuba, más
allá de datos y cifras, lo más importante es la voluntad política. Cuando un
ciudadano cubano llega a un hospital, no se le pregunta cuánto devenga de
salario, ni si tiene seguro médico o tarjeta de crédito, tampoco interesa
filiación política, credo, o color de la piel. Todo lo anterior, queda al margen en un país donde los servicios
elementales en el Sistema de Salud, son enteramente gratuitos para todos y
cercanos a sus domicilios.
Lasembarazadas en Cuba recibenchequeos de salud antes y después del nacimiento del bebé en una
institución médica o en el hogar, también los recién nacidos son sometidos a pruebasalrededor del quinto día posterior al
nacimiento, para identificar la presencia de cinco enfermedades congénitas.
Medio siglo
después del triunfo de la
Revolución, los cubanos gozamos del primer derecho humano: el
de la vida. Pese al criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
por el imperio norteamericano contra nuestro país, hoy nuestros hijos van a
cualquier escuela donde quiera que esté, sin temer a nada.
También se pueden pasear
libremente por las calles a cualquier hora sin preocupación de ser atacados,
atropellados, violados o brutalmente heridos por armas de fuego. Estos son
ejemplos de la voluntad del gobierno cubano en aras de garantizar la educación
y la tranquilidad ciudadana. Son solo algunos elementos.
Los Derechos
Humanos que conocemos en Cuba es el de NO dejar a nadie desamparado, es el Derecho a una vida digna, lejos de las drogas, el analfabetismo, la
insalubridad, la ignorancia, el abuso. Es el Derecho de defender los
intereses de la niñez, de la juventud, el de proteger a los ancianos, a la población y el Derecho de compartir lo que tenemos
más allá de las fronteras. Es el Derecho a proteger la Vida.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez
Parrilla, dijo este miércoles que la abstención estadounidense en la
votación sobre el bloqueo de este año en las Naciones Unidas era una
«señal promisoria» y espera que ese cambio se «refleje en la realidad».
Ha tomado 24 años para la rectificación del voto en solitario de
Estados Unidos en esta sala; han sido 24 años de aislamiento y fracaso y
58 años de resistencia de nuestro pueblo, afirmó Rodríguez Parrilla
ante los Estados miembros de la ONU. El resultado de la votación de este año de la resolución cubana que
pide el fin del bloqueo de Washington contra Cuba fue histórico, con 191
votos a favor, la abstención de Estados Unidos e Israel y ningún
sufragio en contra. El ministro cubano calificó de alentador el enfoque de la
representante de Estados Unidos en la ONU Samantha Power, que anunció en
el estrado la intención de su país de abstenerse lo que suscitó
aplausos en la sala. La diplomática estadounidense argumentó que la resolución votada hoy
era un ejemplo perfecto de que la política de aislamiento contra Cuba no
funciona, ytermina aislando a los propios Estados Unidos. Un ejemplo de ello es lo que está sucediendo hoy en las Naciones Unidas, dijo Power. Asimismo refirió que el presidente Barack Obama ha decidido abandonar
el camino del aislamiento e iniciar la ruta del diálogo, por ello se
restablecieron las relaciones diplomáticas y se abrieron embajadas en
ambos países. Power explicó que abstenerse en esta resolución no significa que
Estados Unidos esté de acuerdo con todas las políticas aplicadas por
Cuba. Reconocemos que en nuestra historia también hay motivos para
relacionarnos y reconocemos las áreas en las que el gobierno cubano ha
tenido muchos éxitos, dijo. En su intervención, el canciller cubano señaló que el voto de era un
paso positivo en el futuro mejoramiento de las relaciones entre Estados
Unidos y Cuba. Rodríguez Parrilla se preguntó si con el cambio de postura de Washington cesarían las prácticas negativas contra Cuba. Comentó al respecto que esa política impuesta a Cuba hace 54 años
persiste y mantiene su marcado carácter extraterritorial que afecta a
todos los estados miembros de la ONU. Reconoció que el propio Obama y otros funcionarios han calificado el
bloqueo económico, financiero y comercial como obsoleto, sin sentido,
inviable, una carga para los ciudadanos de ambos países y un daño al
pueblo cubano. Rodríguez Parrilla señaló que la mayoría de las regulaciones
ejecutivas y las leyes que establecen el bloqueo están vigentes y
permanecen aplicadas con rigor. Reconocemos que las medidas adoptadas por Obama son positivas pero
con un muy limitado alcance, sostuvo mientras ejemplificó con algunos
efectos negativos de esa política. La diplomática estadounidense recordó en su intervención que cuando
se desató el brote de ébola en África Occidental, Cuba y Estados Unidos
fueron capaces de cooperar de manera conjunta para combatir esa
epidemia. El aporte de Cuba en la lucha contra el Ébola significó una
contribución muy grande para un país de tan solo 11 millones de
habitantes, aseguró. Power destacó la valentía del doctor cubano Félix Sarría Báez, quien
se infectó del virus en el cumplimiento de su misión, y luego regresó a
combatir esa enfermedad. Reconoció además a los médicos
internacionalistas cubanos y a los integrantes de la Brigada Médica
Cubana, Henry Reeve. Por su parte, el Canciller cubano reconoció las emotivas palabras de
Power en ese sentido pero ejemplificó que el despliegue de la ayuda
médica cubana fue obstaculizado por la persecución financiera de
Washignton que se mantiene en pie. Bruno Rodríguez insistió en que el bloqueo sigue siendo una violación
masiva, flagrante y sistemática de todos los cubanos y clasifica como
acto de genocidio, además que clasifica como un obstáculo para la
cooperación internacional. El bloqueo es el principal obstáculo y es una violación flagrante al
derecho internacional, la Carta de la ONU y la proclama de América
Latina y el Caribe como zona de paz, dijo. Obama conserva facultades ejecutivas para continuar transformando la aplicación práctica del bloqueo, dijo el canciller cubano. Respecto a la reciente directiva presidencial de política, publicada
el pasado 14 de octubre, señaló que a la vez que afirma que el gobierno
de EE.UU. reconoce al gobierno Cuba, no oculta el propósito de alterar
el orden constitucional y promover cambios en el sistema político,
económico y social, ni esconde la intención de promover programas de
corte injerencista. Ya somos libres porque en 1959 nos liberamos del imperialismo
estadounidense, dijo. A la iniciativa para una nueva Cuba de George W.
Bush del año 2002, los cubanos respondieron con 8 millones de firmas en
respaldo a la enmienda constitucional que proclama el carácter
irrevocable del socialismo en nuestro país. Sería provechoso reconocer que cambiar Cuba es un asunto soberano de los propios cubanos, concluyó Rodríguez Parrilla.